"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

martes, 5 de marzo de 2013

Dangerous Kind C 32-33-34

Lo sé han pasados "siglos" desde la ultima entrada, pero nunca es tarde.
mi compu ha estado enfermita ....y es culpa de ella que no haya subido nada...
...espero que no vuelva a subir cap en mesessss después...extraño publicar y escribir, ya que como recordaran este fic de dangerous lo hizo una amiga,  no es mio y quiero escribir y publicar el proximo fic...


BTW...Hola!!!... Gracias aniitha por el llamado de atencion!!! :)





Este fic no me pertenece.
(c) Flavia M.

Capítulo 32: Karma

------------------------ (Narrado por Helena) -------------------

Jamás me había sentido tan culpable por lastimar a una persona, Lauri estaba sufriendo por mi causa y yo era la única responsable. Luego de esa última frase miró a su derecha tratando de evadir mi mirada, pude darme cuenta de que quería salir corriendo de ese lugar con tal de no escuchar ni una palabra que saliera de mi boca. No pude contener las lágrimas al verlo tan aturdido y lleno de impotencia. Mi primera reacción fue abrazarlo con fuerza como nunca antes lo había hecho, porque a pesar de que mi corazón le pertenecía a su mejor amigo, no había duda alguna de que Lauri Ylönen era un ser humano esencial en mi vida habiendo tomado gran parte de ella. 

-Ya basta Lauri! Deja de sentir eso por mí, no lo merezco y lo sabes. Sólo estas consiguiendo que me hunda más en esta tristeza- Dije con mis brazos alrededor de su cuello.

Él simplemente esta atónito, jamás hubiese imaginado ese gesto de mí, tal vez esperaba un insulto de mi parte, una bofetada o sencillamente una frase de rechazo. Al principio sus brazos no se despegaban de sus costados, estaba inmóvil y su piel heleada, pero instantes después movió lentamente sus manos hasta posarlas en mi espalda respondiendo a mi gesto. Lo abracé con mas fuerza y el hizo lo mismo, como si el calor de ambos nos reconfortara del frío clima de la ciudad. 

-Solo te digo la verdad, eres una historia que jamás repetiré-me susurró al oído. El contacto de sus labios con mi oído me produjo escalofríos. 

Me separé un poco de él para quedar cara a cara. 

-¿Será que puedo pedirte que me comprendas?... Prométeme que ya no me amaras nunca mas- Le dije. 

-¿Cómo haces para desenamorarte?, ¿acaso pudiera yo pedirte que dejes de amar a Eero?-
Me respondió con frialdad.


Me quedé callada sin saber que decir. Era injusto lo que le estaba pidiendo

-Por favor, no soporto que te tortures a ti mismo de esa forma, la vida te ha dado tantas cosas especiales con las que puedes ser plenamente feliz y tu lo estas desperdiciando todo. Te prohíbo que te sigas sacrificando por mí.-Le ordene con seriedad mientras sujetaba sus brazos como si estuviese reprendiendo a un niño. 

-El tiempo me irá mostrando cual es mi destino- Me contestó apartándose de mi.-Vamos… te voy a llevar hasta Eero-Dijo. 

-No hagas eso, es muy incómodo para mí ponerte en esta situación-Me rehusé.

Él soltó una sonrisa sarcástica. –De todas formas voy a tener que verlos juntos toda la vida, recuerda que somos una banda. Tengo que aceptarlo-Dijo con resignación.

Lo abracé de nuevo.

-Esta vez te juro que lograremos lo que nos propusimos desde un comienzo. Ser amigos-le prometí.

Ambos pedimos un taxi y llegamos al hotel donde toda la banda estaba hospedándose. Al bajarnos del vehículo caminamos hasta el lobby y Lauri se detuvo en seco. 

-Discúlpame Helena, pero ya no puedo ocultártelo. Tenemos que hablar sobre algo 
importante antes de que te encuentres con él- Me dijo colocándose frente a mi. 

-Me estas asustando, habla sin rodeos- le manifesté. 

-Eero esta saliendo con otra mujer-Me confesó.

Sentí como el mundo se me vino encima, el vacío dentro de mí se hizo mas profundo y la sensación de vértigo se acrecentó. Puse una mano en mi frente y tuve que sostenerme de una columna para evitar caerme. 

-¿Qué demonios estás diciendo?- Pregunté aturdida.

-Se que pensaras que estoy mintiéndote para aproximarte a ti, pero lamentablemente es la verdad, y es preferible que te lo diga ahora para que estés preparada y al escena no te caiga de sorpresa- Me explicó. Su expresión parecía sincera, realmente su intención no era aprovecharse de mí, ni mucho menos herirme. 


-No- sollocé para finalmente romper en llanto. 

-No llores. Debes hablar con él lo antes posible- me aconsejó.

-¿Para qué?!!! Si de todas formas él ya se olvidó de mí- pronuncié secando mi rostro aunque era inútil.

-No digas eso. Solamente esta dolido y por eso actúa de esa manera- dijo tomando mi mano.

-Pero que desfachatez la mía, ¿no? Aquí la infiel soy yo, la que cometió el error y la que metió la pata hasta el fondo. Eero esta rehaciendo su vida y yo se lo estoy reprochando… que descarada soy!, no merezco ser feliz con ninguna persona de este planeta- Me recriminé a mi misma sollozando sin parar. 

Lauri solo me contempló angustiado en silencio. 

-Es mejor que me vaya de aquí. Perdóname el daño que te causé y por haberte quitado tu tiempo, debes estar ocupado con el tour. Adiós- Me despedí mirándolo con nostalgia, preferí no abrazarlo para prevenir más dolor. 

No obstante, me detuvo aun sujetando mi mano con fuerza. 

-Ya tuve que apartarme de la persona que amo. Mi deseo es que tú no hagas lo mismo, no seas tan tonta como él, no asesines tu oportunidad de ser feliz por satisfacer tu estúpido orgullo- Me declaró de forma tajante. 

Sus palabras me dejaron consternada, lo miré con los ojos como platos y asentí con la cabeza. No contesté ante su manifestación. 

-Estaré en mi habitación, llámame si necesitas algo… y NO te vayas de este hotel sin antes haber hablado con Eero. Está en la zona de restaurants, búscalo!- Me dictaminó mientras se alejaba hasta los ascensores con paso apresurado.

Me quedé sola con la mente en blanco por unos segundos. No tuve otra opción más que caminar por el hotel hasta toparme con Eero, con una intensa sensación de temor en mi cuerpo por la reacción que pudiese tomar al verme. 

Caminé sin rumbo por el lujoso edificio observando ostentosas tiendas de moda, restaurants, personas riendo, hablando de negocios, etc. Mis pies se movían automáticamente mientras andaba cabizbaja con la mirada perdida, con desasosiego y ante la expectativa de enfrentarlo. 

A unos cuantos metros lo visualicé despaldas, su hermoso cabello color miel brillaba mientras hacia algunos ademanes, al parecer estaba conversando con un grupo de personas, entre ellos Pauli. Esa mañana estaba particularmente guapo, me moví un poco para mirar su rostro, el cual estaba iluminado, ya no había rastro de abatimiento en él. 

Segundos después mis peores temores se vieron cobraron vida, cuando una joven pelirroja se acercó para besarlo en la comisura de los labios, a lo que el respondió con una amplia sonrisa dándole un beso en la mejilla. 

En ese preciso instante por casualidad Pauli posó su mirada en mí, se estremeció pero no profirió palabra alguna y en un descuido de la pelirroja, le propinó un codazo a Eero para que se percatara de mi presencia. Sus ojos acaramelados entre verde y castaños me observaron estupefactos por fracciones de segundos como si se tratase de un fantasma. 

Salí corriendo de aquel lugar, ya nada valía la pena. La conversación que estaba dispuesta a tener con el bajista hace algunas horas se había convertido en un propósito sin sentido alguno, no era más que otra oportunidad para despreciarnos y recordarme una vez más mi más grande error. 

Cuando ya estaba a punto de abandonar el hotel alguien me sujetó del brazo impidiéndome la salida. 




Capítulo 33: Playboys 

------------------- (Narrado por Aki) -------------------

Su cabello cubría su cara a causa de a velocidad con la que venia y yo la detuve tan abruptamente, pero no pude evitar hacerlo, verdaderamente me impresionó verla en ese lugar. 

-¿Qué demonios estas haciendo aquí, niña? ¿Acaso estas obsesionada con nosotros o qué?- Le preguntó aun sujetándola del brazo como si fuese un bulto, no me nacía tratarla como la amiga que en algún tiempo fue. 

Con su mano libre retiró su cabellera castaña y me miró con los ojos húmedos, los cuales reflejaban decepción, tristeza y derrota. Algo de lástima y pena por Helena surgió dentro de mí y la solté con suavidad, a pesar del desprecio que sentía por ella por haber jugado con mis dos grandes amigos. 

-Déjame salir, por favor Aki. No quiero ser grosera contigo -Al parecer había pasado un buen tiempo llorando. Se dispuso a retomar el camino de la salida del hotel, pero nuevamente la detuve. 

-Espera. Mira Helena, aun no eres una persona grata para mi, pero si necesitas hablar… No te ves muy bien- No pude creer que por primera vez fui bondadoso con ella después de tanto tiempo, quizás por el aura de amargura que tenia encima, o por lo menos eso fue lo que pude apreciar en su semblante.

-Ay Aki… Discúlpame… Por romper nuestra bonita amistad, lo mismo debería decir de Pauli. Pero de verdad solo quiero alejarme de todo esto- Sollozó con la mirada perdida.

-¿Estas segura de querer salir corriendo?-Pregunté con preocupación por la salud física y mental de Helena.

-Eres una gran persona… y que nadie diga lo contrario. Nunca voy a olvidar lo buen amigo que fuiste para mi, lamento tanto todo lo que hice-me respondió con el mismo gesto.

-Ya no te inquietes por eso. Te noto muy mal- 

-Estoy mal… muy mal porque amo a Eero con todas mis fuerzas y él solamente siente desprecio y asco hacia mí… Por otra parte me duele lastimar a Lauri, porque es una gran persona y se lo importante que es The Rasmus para todos ustedes… y si llegaran a disolverse no lo soportaría!- se desahogó.

-Realmente estas arrepentida, ¿no?- Le pregunté con sutileza. 

-¿Arrepentida?-sonrió con ironía- Eso es poco… De todas formas ya es inútil cualquier cosa que haga, ya todo está perdido-

Detrás de ella pude ver que Eero se acercaba atravesando el lobby del hotel, y mas atrás venia Pauli. Se detuvieron a unos 5 metros de distancia de nuestro lugar. 

-Pues, creo que alguien te está dando una oportunidad- Le dije tocándole el hombro y señalándole detrás de su espalda para que se volteara. 

Hizo caso a mi señal, se volteó y sus ojos se encontraron con los de Eero. Pauli y yo nos miramos con complicidad, al parecer el pensaba de la misma forma que yo… Helena solo es una humana que cometió una severa falta y estaba tratando de repararlo por muy difícil que fuese su objetivo. ¿Estaríamos dispuestos a perdonarla a pesar de que casi destruye nuestro más grande proyecto?

----------------- (Narrado por Pauli) ---------------------

No quise decirle nada a Eero para evitar confundirlo más de lo que ya estaba. Justo cuando ya estaba comenzando a borrar los malos momentos del pasado, dándose la oportunidad de conocer a alguien diferente, ella aparece como una nube negra nuevamente creando una tempestad entre nosotros. 

Sin embargo, al ver el contacto entre las miradas de ambos me di cuenta de que Eero estuvo evidentemente tentado a correr hacia ella, sus puños estaban cerrados y su expresión era una mezcla de rabia, desesperación y melancolía. El dolor era visible en el rostro de ella, lo contempló como si fuese su último encuentro. Mi disgusto y molestia por su acción disminuyó al ver semejante escena, donde los mensajes entre ellos no podían explicarse mediante palabras. 

Si Aki y yo nos sentíamos intranquilos al verlos, ¿cómo deben sentirse ellos?. Observé que Aki le susurró algo a Helena por lo bajo, algo que pude entender como un “habla con él”. Yo le di un pqueño empujón a Eero por la espalda sin recibir respuesta alguna de su parte, ¿entonces no estaba dispuesto a perdonarla?, ¿preferiría él intentar algo nuevo con Geneviève? 

Mas lágrimas brotaron y mojaron su rostro, hizo una mueca de dolor y lamento para luego quitar a Aki de su camino sin ser brusca y salir corriendo del hotel perdiéndose de vista. Eero reaccionó instantes después e intentó correr, pero ella ya había desaparecido. 

-Debiste ser más rápido- Dijo Aki. 

-Chicos, ¿No creen ustedes que tenemos una conversación pendiente?- Me calmadamente tomando las riendas de la situación. 

Eero se dirigió a mi finalmente vencido y cansado de pelear por nada. –Estoy de acuerdo. 
Busquemos a Lauri y ordenemos este desastre- 

Sus últimas palabras fueron la primera cosa sensata que le había escuchado a Eero en meses. Aki lo miró sorprendido al igual que yo. 

-Por fin volviste a ser tu, amigo- Dijo sonriendo y dándole una palmada en el hombro. 

------------------------ (Narrado por Eero) -------------------------

Los tres caminamos hasta el ascensor, al llegar al piso 7 nos dirigimos hasta la suite del vocalista. La puerta estaba entre abierta, Pauli la empujó un poco para abrirla completamente. Allí se encontraba Ylönen sentado con una guitarra acústica sobre sus piernas y escribiendo sobre una libreta apoyándose de una mesa de roble. 

-¿Una canción nueva?-preguntó Pauli entrando. 
Lauri se sobresaltó al vernos, no se había dado cuenta de nuestra presencia-Quizás-respondió.

-Bien… Ya que estamos todos reunidos y los ánimos no están caldeados, seria bueno charlar- dijo Hakala. 

Frunció el ceño por unos segundos, dejó su guitarra a un lado y nos ofreció asiento con un ademán. Pude observar que estaba inquieto, no dejaba de mover los dedos entrelazados y su cara estaba más pálida que nunca, como si estuviese asustado. 

-No vengo a insultarte Lauri. Hablemos como gente civilizada- Dije para que se calmara. 
Me miró con desconfianza levantándose de la silla. –Pues ya era hora-

-Debemos proteger al grupo, y para ello ustedes dos deben ponerse de acuerdo. Supongo que ustedes ya estarán hasta la coronilla de tantas discusiones, al igual que nosotros- Pronunció Rantasalmi caminando por la lujosa suite. 

Hubo un silencio.

Lauri bajó la cabeza para segundos después alzarla y dirigirse a todos. –Miren, ya estoy en punto en el que les voy a ser sincero, se que ya es tarde, pero me arrepiento- Suspiró y cerró los ojos un momento, al parecer estaba tratando de romper su coraza, su orgullo y su egocentrismo.-Quisiera que volviésemos a ser lo que éramos antes, como en los viejos tiempos-profirió. 

No pude evitar mirarlo con incredulidad. Los tres me miraron esperando una respuesta. 

-Pues…-Tragué con dificultad.

-Y con eso último me refiero a ti, Eero- interrumpió Lauri nuevamente con la vista fija en mí. 

Me quedé sin habla, no daba crédito a mis oídos, ¿Estaba escuchando una disculpa por parte de mi ex mejor amigo?. Todo mi rencor y desprecio hacia él se convirtió en duda y desconfianza, realmente no estaba seguro si perdonarlo por su gran desfachatez. Miles de recuerdos de mi adolescencia llegaron a mi mente como una ráfaga, recuerdos de la escuela, de nuestros primeros conciertos en centros comerciales de Helsinki, nuestro primer álbum, las primeras fans, nuestro primer viaje al extranjero, la primera gira, el éxito en América, Dead Letters, Hide from the sun, Black Roses… Tantas alegrías, tristezas, decepciones, éxitos… en fin, tantas experiencias que había vivido junto a esos tres niños que ahora se habían convertido en hombres que estaban frente a mi, especialmente Lauri. No pude evitar sentir deseos de volver a ser la familia que solíamos ser.

-Lintu… ¿Será que si te creo?, ¿será que si puedo confiar en ti de nuevo? -hice un gesto de tregua. 

-Puedes estar seguro de ello. Extraño enormemente tu amistad, y quisiera recuperarla. Se que jamás me perdonarás el hecho de quitarte al amor de tu vida, pero pongo mis manos en el fuego por la verdad que te voy a decir… Helena te ama a ti, única y absolutamente a ti- declaró con serenidad. 

-¿Cómo lo sabes?- Le pregunté, pero esta vez sin violencia, sino con curiosidad. 

-Por he hablado con ella Eero. La vi esta mañana y no pude estar más convencido de sus sentimientos. Incluso antes de salir de gira fui a decirle que no se diera por vencida, que tenia que luchar si realmente estaba dispuesta a intentarlo de nuevo contigo- me reveló. 
Ahora el que se sentía culpable y miserable era yo. Suspiré y tomé aire de nuevo. A todo esto Pauli y Aki nos miraban impacientes. 

-¿y qué hay de ti?- lo cuestioné con calma.

-¿de mi?-se mostró confuso. 

-Si. ¿Tú la quieres?- 

-No quiero contestar a eso-

-Requiero de tu sinceridad para saber si perdonarte o no- 

-Pues si, obviamente la quiero y me duele muchísimo aceptar que ella no es para mí. Pero siento que estoy haciendo lo correcto, y por muy difícil que sea para mi, algo que dice que ella solo será feliz a tu lado y que yo debo tomar otro camino. Tal vez ya no la amo, solo siento nostalgia y vergüenza por haberla lastimado de la misma forma que hice contigo- El nerviosismo no lo detuvo, y por primera vez en mucho tiempo Lauri estaba siendo netamente franco y espontáneo. Sus ojos verdes se empaparon.

No emití sonido alguno, tan solo le sonreí ampliamente y fui directamente a abrazarlo como si nunca hubiese dejado ser mi hermano, como si nada hubiese pasado, sin rencor, sin desconfianza ni recelo. De inmediato él me correspondió de la misma forma. Finalmente nuestra amistad estaba restaurada. 

Aki se acercó a nosotros para unirse al abrazo, luego sentimos como si algo muy pesado nos hubiese caído encima derribándonos y dejándonos en el suelo. Era Pauli que había corrido con todas sus fuerzas para lanzarse sobre los tres. Los cuatros reímos estruendosamente echados en el suelo. 

-Te quiero mucho cuervo!!!-bromeé propinándole un puñetazo al vocalista en el brazo. 

-Igual yo! Papá rasmusero. Quiero que vuelvas a regañarnos como antes!- dijo entre risas. 

-Soy tan feliz, como una lombriz- Aki rodaba por todo el suelo alfombrado de la habitación. 

-Vamos ya mismo por unas pizzas y unas cervezas... Ah lo siento Eero, casi me olvido de ti, te traeremos un té de manzanilla- propuso Pauli aun en el suelo. 

Le lancé una almohada en la cara. 


Capítulo 34: Someone like you

-------------------- (Narrado por Lauri) -------------------

Las hojas crujientes bajo mis pies, la ventisca otoñal y el cielo gris fueron nuestro escenario hasta que finalizó la gira, superando todas nuestras expectativas. No solamente nuestra música llegó hasta mas oídos, mi amistad con Eero había regresado y el estaba dispuesto a darle un nuevo orientación a su vida. 

Finalmente llegamos hasta nuestro último destino, nuestro último concierto y el más nostálgico de todos. La ciudad de Atenas nos vería despedirnos de todos estos meses de confusión, soledad, desconfianza, perdón, amistad y felicidad, aunque quizás esa última palabra no encajaba tanto para mí. No obstante, la felicidad de mis compañeros de banda y hermanos de toda la vida me bastaban para vivir tranquilo. ¿Pero acaso yo estaba dispuesto a sustituir mi propia felicidad por sentir la tranquilidad?, ¿estaba dispuesto a conformarme a estar simplemente “cómodo”?, ¿la vida no tendría nada mas para mi que solamente fama?. Mi historia con Helena me dio más emociones de las que pude haber tenido en años, pero como todo en esta vida tiene un precio tuve pagar muy caro por ese instante en Dynasty Studios… Como desearía repetirlo sin tener que lastimar a nadie. 

Llegamos a las 9:00pm a Grecia, nos trasladaron al hotel cercano a la costa para descansar y levantarnos mañana temprano para realizar una entrevista en un famoso canal de música griego y luego realizar la prueba de sonido. Los organizadores estuvieron a punto de cancelar el concierto a causa de los conflictos políticos y protestas en las calles que estaban sucediendo en ese momento, pero hicimos hasta lo imposible para mantenerlo en pie, no queríamos defraudar a nuestros fans quienes necesitaban por lo menos una noche para olvidar sus problemas. 

Nos ubicaron en nuestras respectivas suites, la mía tenía una pequeña terraza con vista al mar. Deje mis maletas sin desempacar nada, me serví una copa de vino y me senté sobre la esponjosa butaca del balcón con la vista fija en el mar. A pesar de ser otoño, aun podía percibir un poco del calor de la costa mediterránea. 

Di un sorbo a mi copa de vino y enseguida escuché un toc-toc en la puerta. 

-¿Quién es?-vociferé. No tenia ganas de levantarme de donde estaba. 

-Soy yo Eero-dijo aun sin abrir la puerta. 

Pensé que quizás quería pedirme alguna de sus cosas que había guardado en mi maleta. –Pasa-le contesté. 

El bajista abrió la puerta y me miró extrañado. 

-Hola-saludó con cautela. 

-Hola Eero- me volteé y sonreí levemente. 

-No hablaste en todo el vuelo, los chicos me preguntaron por ti-comentó.

-Sólo estaba algo cansado, lo siento-

-¿Qué haces, Lintu?-Me cuestionó con curiosidad. 

-Pensando-dí otro sorbo. 

-mmm… Se que soy entrometido, ¿pero en qué tanto piensas?-se sentó en la otra butaca a mi lado. 

-En todo… en la gira, en Johannes, en Paula… y bueno, ya sabes, en lo que pasó- lo miré. 

-No tienes porque seguir martirizándote con eso, ya todo es como antes-contempló el mar y la luna sobre él. 

-Quizas pudiste perdonarme, pero no lo olvidaste. Podrás pasar por alto mis palabras, las de Helena, las fotografías, las mentiras… pero nunca olvidarás como te sentiste, y eso es lo que realmente me preocupa- eché un vistazo hacia la iluminada costa, donde las personas se reunían en los diferentes restaurants a la orilla de la playa. 

Eero no dijo nada, su silencio fue una afirmación a lo último que dije. Él jamás olvidaría lo mal que se sintió. 

-Pues creo que valen mas los momentos felices de nuestra amistad que los malos momentos. Pienso que estas cosas suelen pasar, y realmente si me dolió mucho lo que hiciste, pero he aprendido a que el hecho de perdonar incluye olvidar muchos sentimientos de rencor, así que para tu información, si estoy decidido a olvidar absolutamente todo… como si nada de esto hubiese pasado-cruzó las piernas sobre el sillón mientras sus palabras eran claras y sin titubeos. 

No pude creer lo que estaba oyendo, que maldito fui al haber traicionado a tan gran persona y más aun cuando esa persona me consideraba su hermano, ¿qué acaso no pude haberme aguantado la calentura? Aunque lo de Helena para mi significó algo mas que simplemente sexo, debí contenerme y pensar mas en las consecuencias. Me di cuenta de que realmente Eero me había perdonado y era yo el que estaba equivocado. 

-Eres la persona más noble que haya conocido. Gracias amigo… ehmm, ¿puedo llamarte amigo, cierto?-reí. 

-Que pregunta!... obvio que no!-frunció en ceño. 
Me quedé callado y algo asustado. 

-hahahaha que tonto eres… claro que somos amigos!-me lanzó un cojín con fuerza en la cara y yo se lo regresé. 

-Por un segundo pensé que eras bipolar- reí con el durante varios minutos. 

Eero suspiró y su expresión pensativa regresó. 

-Ya estamos a punto de terminar el tour, regresaremos a Finlandia en dos días… ¿Sabes lo que tienes que hacer, no?- crucé los brazos. 

-Quisiera no tener que pensar en eso… Pero ella aun sigue en mi mente, no se como arrancármela Lauri- bajó la mirada. 

-¿Eres idiota o qué?-solté aquella pregunta sin pensar. 

-¿ah?-me miró con los ojos desorbitados. 

-Tu la amas! Y no puedes evitarlo… Eero Aleksi Heinonen, si llegamos a Helsinki y no buscas a Helena para expresarle lo que sientes hacia ella, te haré picadillo y luego te cocinaré en una parrilla!-lo amenacé bromeando. 

-Lauri! Esto es demasiado difícil para mi!!... Ella ahora me odia! Piensa que estoy con Genevieve y que supere completamente lo de ella-exclamó desesperado. 

-Hablando de Genevieve… ¿Qué sucedió con ella?, supongo que le aclaraste que lo de ustedes no tiene futuro-

-Ella siempre tuvo muy en cuenta que lo nuestro fue sexo casual. Quedamos como amigos simplemente- una mueca de incredulidad se dibujó en su cara. 

-Vaya! Eso si que es extraño escucharlo de ti, siempre fuiste un hombre de relaciones duraderas… bueno, quizás no siempre, pero si desde hace algún tiempo-sonreí y recordé cuando apenas teníamos 18 años. 

Aun con la mirada baja no dejó de sonreír al recordar nuestras locuras de adolescentes, cuando todas nuestras fans eran nuestras novias y la palabra “compromiso” no estaba en nuestro diccionario.

-Creo que por un día regresé al pasado-susurró mirando el mar. 

-No es tan malo, gracias a eso recordaste que debes recuperar a alguien… Vamos amigo no es tan complejo, solo vuélvete transparente cuando estés frente a ella, es algo así como cuando escribes una canción… Imagínate que ella es el papel y tus palabras son el bolígrafo- le dije. 

-Tienes razón, creo que mi peor error seria perderla solo por miedo-me observó.-¿Y cuando llegues a Helsinki qué harás tu?-preguntó. 

Suspiré. –No lo sé, quizás vaya por Johannes y me vaya de viaje unos días a Kuopio, para estar lejos. Me siento tan agobiado-me estremecí un poco en la butaca, realmente extrañaba mucho a mi hijo y la confusión me estaba matando. 

-Es buena idea que veas a Johannes, pero no tienes que irte de Helsinki. Todos nos quedaremos para Navidad… ¿Qué hay de Paula?- preguntó y yo me quedé helado. 

-¿Paula?... ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?- pregunté estupefacto y sin comprender nada.

-Estabas pensando en ella, me lo acabas de decir… ¿o no?-dijo intentando escudriñar mis pensamientos. 

-Pues… Si, pero ella supongo que tiene su vida y yo no tengo espacio en ella. Ella piensa que lo único que nos conecta es nuestro hijo- Le expliqué. 

-Yo no estaría tan seguro- musitó para luego mirar su reloj-Wow que tarde es! Ya es tiempo de ir a dormir, mañana será un día largo. Buenas noches Lintu- Me dio una palmada en el hombro y regresó a su habitación. 

Tal vez el efecto del vino me relajó demasiado, fui a cambiarme, cepillé mis dientes y cuando fui a la cama para intentar leer un libro, me quedé rendido en segundos. 
A la mañana siguiente. Desperté temprano, desayunamos en el hotel para luego dirigirnos a la sede del canal y realizar la entrevista. Seguidamente nos dirigimos al stadium para la prueba de sonido. 

-Lauri! Tienes una llamada perdida- Me dijo Aki dándome el blackberry en la mano. 

-Gracias Aki- Lo tomé, vi que era de Paula. No podíamos tener un descanso ahora, por ende decidí devolverle la llamada mas tarde. 

Luego de un arduo día de trabajo regresamos al hotel, tuvimos una cena estilo griego con todo el equipo técnico que estuvo con nosotros durante todo este tiempo para despedir el tour, brindamos y nos deseamos éxitos para que mañana todo saliese a la perfección. No pude evitar sentirme nervioso, como si fuese nuestro primer concierto. 

------------------ (Narrado por Eero) ------------------------

El último día del tour estaba iniciando, los tenues rayos de un sol que apenas se mostraba en aquella época del año penetraron mi habitación haciéndome despertar enseguida. Me di un baño y ya estaba listo para salir, aunque al mirar en mi laptop la hora, pensé que seria demasiado temprano para levantar a los chicos. 

Me senté en la mesa cercana a la terraza con vista al mar, tomé un papel y una pluma. 
Comencé a plasmar el boceto de una nueva canción. 

“I’ll never find someone like you
I wish nothing but the best for you too
So please don’t forget me, I beg you
I still remember when you said that sometimes love lasts and hurts too
And this time I’ll run to you, keep our flame alive
When my journey it’s over, I’ll run to you
No matter whatever you have done
When you cry makes me want to die
But tomorrow the balance will return”


Tomé el pequeño fragmento, hice una copia de él, uno lo guardé en mi maleta y el otro en mi bolsillo. 

-Esto es para ti… Lena- así solía llamarla. 

Salí de la habitación, bajé hasta el living y allí encontré a Lauri con los ojos enrojecidos y fijos en la pantalla de su blackberry. Posó la mano derecha sobre su boca y luego tapo sus ojos, al parecer para que nadie lo viese llorar. Fue muy extraño verlo de esa forma, Lauri Ylönen jamás lloraba y mucho menos en público, y si había tomado esa reacción es porque algo realmente grave había sucedido. Me acerqué rápidamente, un mal presentimiento recorrió mi cuerpo. 

-Lintu!... ¿Qué sucedió?-pregunté alarmado. 

-Mi Johannes…-tragó amargamente.

2 comentarios:

  1. aaaah por dios que paso... no me pueden dejar asi T.T
    Pense que jamas volverian a subir cap. de este fic Me encanta...
    Espero que pronto puedas subir el siguiente *-*
    Saludos!! n.n
    aaLee

    ResponderEliminar
  2. Por fin se reconciliaron pero que pasara con Johannes😱😱😱

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...