"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

viernes, 31 de agosto de 2012

Carpe Diem -drabble-


Carpe Diem

El sueño me abandonó a medianoche, trayéndome de vuelta a la realidad; agonía. Me revolví entre las sabanas para tratar de volver a la fantasía; felicidad, pero fue imposible ¡mierda!.
Arrastré mi cuerpo fuera de la cama que solíamos compartir. Me dirigí al piano blanco que me esperaba en el jardín y le hice cómplice de mi sentir.
Comencé un crescendo que no pude terminar, porque mi lirica se hizo realidad.
El cielo de invierno comenzó a explotar en ondas de mil colores, que me incitaron a  correr lleno de emoción en busca de mi perfecta ilusión; ella.

***

n/a: a algunas se les hará familiar este Lauri. Ya no  lo puedo evitar, sin darme cuenta comienzo a escribir y él ( ese Lauri de ese fic) es el que se me viene a la mente.



jueves, 30 de agosto de 2012

Oblivion -C28-


I'm back!!!
yeii!!! extrañé no postear nada en todo este tiempo...pero ya volveremos al ritmo de antes XD....

Quiero darle la bienvenida a Ana Sogito ;) que llegó a la nube de Oblivion!!! ( sip, volaste en la lectura!!)...
Por cierto, me encantaron tus comentarios Sogito, llenos de tus emociones al leer los caps, con tus escenas favoritas y tus mega infartos...hay uno que me mató de risa...fue el de orgasmo al instante por el olor de Lauri (morí de risa!!)...



Capitulo VI

Perttu abrió los ojos, la luz de la mañana lo hizo despertar, y lo primero que vio fue su reflejo en el espejo que estaba sobre la cama, se miraba cansado, con ojeras, y triste, pero le tomó unos segundos entender porque podía ver su reflejo, él no era vanidoso para estar teniendo un recordatorio de su imagen. Era porque ese no era su cuarto, era la habitación principal de la masion Briattore.

Estaba en la casa de Briattore, en su cama, y dentro de su mujer. Gia, estaba sobre él, dormida luego de la faena maratónica de “amor”. Y no  pudo evitar sonreir, pero en una sonrisa amargada, le encantaba despertar con su Gia, a su lado, pero ella lo había herido profundamente ayer.

Por un momento creyó que estaba bromeando, pero no, en verdad había aceptado al mequetrefe ese en su lugar, en la banda.

-Hmpm…. ¿Perttu?- ronroneó Gia, moviéndose de su cuerpo,cayendo a un lado de él, en la cama.-Buenos días baby… como amaneciste?, yo increíblemente bien.-

Él no le contesto de inmediato, tenia que pensar bien sus palabras, no se quería enojar con ella, no cuando su esposo había tenido que salir de emergencia a Asia por problemas con los ensayos de los carros.

-Hola Gia.- trato de no sonar amargando, pero no pudo evitarlo, lo había herido, de sus “amigos” pues lo esperaba, pero de su Gia?, jamás, él que daba todo por ella, que hacia lo que ella le pedía, cuando quería, pero al parecer no era lo mismo para ella, su relación se balanceaba mas de un lado, y era el suyo el que llevaba todo el peso, tal vez así como se había cansado de su esposo, ya se había cansado de él.

-¿Porqué estas molesto mi kivi?- y como si le agregara alcohol a su herida, ella lo seguía tratando como si fuera su complemento, era la única que lo llamaba asi, la única que decía amarlo, deseperar por él.

-¿Y aun lo preguntas?- él se giró, dándole la espalda a ella, reposando su cabeza ladeada en la almohada.

-No puedo creer esto Perttu, ¿aun sigues enojado porque acepte que él cantara en la banda?.- ella se acerco a él, recostándose en su espalda, besando su cuello, rogando por perdón con caricias.

-…Porqué lo hiciste?.-su voz sonó dolida, pero mas le dolia lo que ella le había hecho.

-Que sensible eres, y no quieras echarme la culpa a mi, ellos tus amigos te botaron primero, yo solo…pues yo solo, lo vi ahí en el escenario y me gusto como cantó, ya encontraras otra banda, eres bueno baby.-

Él se giró para encararla, rabioso,  no podía creer lo que acabava de escuchar, en ese momento tuvo ganas de agarrarla por el cuello y estrangularla, era una inconciente, que solo veía por ella, por su satisfacción y a él su … perro faldero como Pauli lo había llamado. Que engañado había estado, al igual que su esposo y tuvo que haberlo visto venir, si era capaz de drogar hasta el punto de casi matar a su esposo, traicionarlo solo para estar con él, no era de estrañarle que le pagara con la misma moneda.

Que equivocado estaba creyendo que era amor lo que había entre ambos, pero era solo otra de sus conquista, ya ni siquiera creía que le gustara y  mucho menos que lo amara, tal como él la hacia.

-¿Nunca te importe no es asi?.- y ella no tenia que responder, él ya lo sabia, simpre lo supo, solo que quiso seguir engañado, y porque estaba enamorado.

-Relajate baby, hoy tenemos una fiesta que dar, en otro momento hablamos ¿si?-.

-¿Ya te cansaste de mi?-

-¿Porque dices eso?, sabes que eres mi favorito.- ella le acaricio la mejilla.

-Bueno, al menos lo era.- él rechazo el contacto de sus manos, alejándose de ella, de sus recuerdos.

-Baby, regresa a la cama, aun eres mi favorito.-Perttu se posiciono en frente de la ventana, viendo atravez de ella el reflejo de su amante.

-Lo fui.-solto una risa sarcástica.-Sabes, anoche…mientras lo hacíamos.-guardo silencio, no creía que le costara tanto decirlo en voz alta, pero tenia que sacarlo, lo estaba carcomiendo por dentro.
-¡¡Gritaste su nombre!!.- tuvo que posar sus manos en la ventana, cabizbajo, y con las piernas semiabiertas(aun desnudo) para guardar el poco equilibrio que le quedaba, todo lo había perdido en una noche por …. –¡Lauri!…!Lauri!….!Lauri!, sabes lo humillante que es escuchar el nombre de otro?, de otro que es un ladron, un miserable un, ser…que no merece respirara el mismo aire que ¡yo!.


***


Los preparativos iniciaron, todo al rededor de la mansión estaba lleno de personas, moviéndose de un lado para el otro arreglando mesas, acomodando botellas preparando la comida.

En la casita que se le había dado a la banda, tambien había mucho movimiento, Gia había mandado todos los disfraces que le habían sobrado para que escojieran a su gusto, mientras Paula, Julian, Pauli y Perttu esconjian sus disfraces, en la plana de arriba estaban Eero y Helena discutiendo.

Eero no podía creer que era lo que estaba pasando, su esposa había amanecido llorando, y en la noche por primera vez desde que se habían casado no había querido intimar con él.

-¿Qué es lo que te pasa?.-el había vuelto a preguntarle, llevaba mas de media hora tratando de saber que le pasaba, pero ella solo lo ignoraba y cambiaba de tema.

-¿Nos vamos a quedar toda el día discutiendo por lo mismo?, solo estoy con mi periodo, estoy sensible, y por obvias razones ni podemos  hacerlo, ¿no es eso suficiente para ti?

Ella ya se había bañado, mientras lo había dejado todo pensativo, y por un momento pensó en esa posibilidad, pero ¿porqué no se lo dijo anoche?, porque hasta ahora… y lo mas importante que quería saber, era porque había dicho su nombre.

En la puerta lista para salir huyendo , Eero la detuvo con un grito.

-Espera!.- ella dudo, pero se dio la vuelta y lo encaro.-Porque …. gritaste anoche casi desesperadamente Lauri?.-

Ella no dijo nada, pero no hizo falta, su rostro se había puesto como el papel por un momento creyó que se desmayaria de su declaración.

-Yo…yo grite ese nombre?- parecía incrédula de sus palabras.

-Lo hiciste, casi le estabas implorando.- le dedico una mirada inquesitiva.- Tú ya lo conocias?-
Ella no le respondió de inmediato, como desifrando que era lo mejor para decir.-No… no lo conocía, tal vez solo fue, su interpretación que se quedo en mi mente, lo notaste tambien no?, estaba triste cuando cantó.

Y tras decir esto salió casi corriendo de la habitación. Eero no creía lo de su periodo, pero si lo de Lauri, él tambien lo había notado, y además solo estaba haciendo una tormenta en un vaso de agua, lo mejor era seguir con el dia y dejar de pensar en un porque para todo.


Liz tras haber vuelto del hotel donde se hospedaba Lauri, cayo rendida en la cama y se había despertado pasadas de las tres de la tarde. Lo primero que hizo fue ir al espejo, y se sorprendió, se veía inmensamente feliz, hasta las mejillas le dolían por mantener la sonrisa, y se miro completamente, estaba cambiando internamente, tal vez era turno de cambiar externamente, y tras ese pensamiento, se baño, comio, se alisto y fue al supermecado mas cercano por sus nuevos implementeos de belleza.

Una hora depues ya en su casa, en su baño con una bolsa en el pelo teñido, seguia pensando en la fiesta, tenia tiempos de no ver a su banda preferida en vivo, y sentía que para que la felicidad fuera completa haría falta Lauri, pero ya habrían otros conciertos al los cuales lo podría invitar, y porque no… intentar hacer que le gustase la banda que ella tanto quería.

Mientras tanto en la mansión seguían los preparativos de la fiesta, la hora se acercaba y había mucho movimiento en especial de Perttu que había abandonado la mansión para comprar un regalo muy especial para su amante y su desvancante de puesto.

Llegó justo al tiempo que lo hizo Lauri, y por un momento vacilo en encararlo y …tirársele encima, pero supo discimular todo su odio y rencor hacia él, ignorándolo y llendo a la casa principal en lo que Lauri iba a la “casita” de la banda.

Helena abrio la puerta y se quedo de piedra cuando se dio cuenta que era Lauri. Estaba segura que lo conocía, lo sentía en su interior, pero al mismo tiempo no lo recordaba, por mas que lo intentaba no podía, y tal vez por estar pensando tanto en eso anoche, había …soñado con él

-¿Puedo entrar?.- le pregunto él sin verla directamente a los ojos.

-Oh!! Claro disculpa, que mal educada soy, pasa, pasa, claro que si.- ella abrio mas la puerta y él paso, dejando tras de si su aroma, e inconsientemente cerro los ojos para analizar su aroma.

Era delicioso.

-Quien era?.-pregunto desde la cocina Pauli.

-El nuevo vocalista,…Lauri.- respondió ella, diciendo su nombre con diferente entonación, mas lento, mas grazando.

Lauri se sento en el sofá mas alejado de Helena, ella capto su movimiento de huida, no miradas, no conversación.

Pauli y Paula junto con Julian salieron al encuentro del invitado, a lo cual este se puso en pie y los saludo tomandose mas tiempo con Julian, aun se le hacia tan difícil creer que ellos hubiesen tenido un hijo.

En tanto ellos socializaban con él y lo ponían al corriente de la fiesta de disfraces, de las canciones que se tendría que memorizar según ellos, Eero tambien había bajado a encontrarse con Lauri. En la casa principal Perttu hacia sus movidas.

-Este regalo es para la señora.-decia Perttu a la empleada que mas tiempo pasaba al lado de Gia.-Y no, no es de la banda, es solo mio, por agradecerle mi despido directo.-a lo cual la empleada se quedo sin habla, le regalaba algo por su despido?-si si lo sé, loco no?, pero no hay mal que por bien no venga, y se que cosas buenas vendrán después de esto.

El regalo estaba prolijamente envuelto en una caja un tanto larga.

Ahora solo le faltaba entregar su otro regalo.

Desde su llegada a la casita, Lauri y Julian se habían vuelto los mejores amigos de juegos, cosa que no paso desapersivida por Eero, este se le acerco y le había preguntado si tenia hijos porque se le via tan comodo con ellos.

-No, los tengo, pero me encantaría.-dijo con una gran sonrisa.

-Así que la que rompió tu corazoncio ayer, lo costuro ya?.- dijo Eero tratando de sonar lo mas compresivo y gracioso a la vez.

Lauri lo quedo viendo por mas tiempo del debido, le dolia no poder hablar con él como lo hacia antes, cuando le contaba todo respecto a sus sentimientos, pero tal parecía que no hacia falta hablar, él lo intuía.

-¿Dije algo indebido?.- Eero se apresuro a agregar, el semblante de su nuevo amigo había cambiado drásticamente, de tener una gran sonrisa a no tener el rostro compunjido.

-No, nada, es solo que estaba recordando cuando un amigo siempre estaba ahí para mi, sin importar que fuera, me escuchaba, me alentaba a seguir adelante, y en cierta manera tambien me mimaba, y no sabes cuanto lo extraño, y tu me lo recuerdas ¿sabes?.- dijo él cabizbajo, con sus manos apretadas entre si, y sus codos apoyados en sus muslos.

-Eres raro, pero me agradas, y no te preocupes, si tu amigo esta lejos, yo estoy aquí y te ofrezco mi amistad para to lo que necesites, si quieres llorar en mi hombro, haslo hombre!, si quieres consejo no  dudes en venir, no importa la hora solo ven a mi y no te quedes con nada adentro, es malo no desahogarse.- él lo palmeo en la espalda, y dicho acto conmovió de sobremanera a Lauri.

Era como tenerlo ahí, como siempre lo había sido, solo que ahora  no recordaba que él solia hacer todo eso antes para él.

-Gracias Eero, no sabes lo que significan tus palabras, hasta tal parece que lo estuviese escuchando.-intendo sonreírle, pero quedo mas bien como una mueca triztosa.

-Basta de estar melancolicos por el pasado, ánimate, que hoy será tu debut, ¿ya escojiste tu disfraz?. Y por favor no cometas el error de Pauli, ¿lo viste?,, viste lo que escojio?, es el colmo!!!!!.-

-Esta bien, el pasado atrás, y el hoy ahora. Mi disfraz  esta listo, desde que lo vi, es el fantasma de la opera.-puso su mejor semblante, y mejor pensó en su regreso a su banda, y ese pensamiento lo animo.-Oooh!! –dijo exagerando sus mímicas de sorpresa.- Si lo vi, me sorprendió, pero con este calor, hasta estoy pensando en cambiar de idea.-

-No!! No!! No lo hagas. -  él hizo un ademan con sus manos en forma de negación.-Creo voy a sentir pena en el escenario por primera vez en toda mi vida.- dijo él tapandoze el rostro con sus manos.-Pauli es único.-

-Y Aki a que hora regresa?.- ya había hablado con todos, pero no con Aki, le hacia falta, él siempre le traia vida cuando estaba a su lado.

-Poco antes del inicio, Paula le escojio su disfraz, que a decir verdad casi ni lo es, como se le ocurre disfrazarlo de diablillo?, donde esta la gracia de eso.-

-Lo quires ver como Pauli?.-dijo Lauri ladeando su cabeza, con una expresión divertida en su rostro.

-No!!!-

Y ambos comenzaron a reir con ganas, ante la imaginación de verlos a ambos con el mismo disfraz ridículo.

-…sabes.-dijo jadeando por la falta de aire Eero.- Le causaste una gran impresión a mi esposa, ella también persivio que estabas triste.-

Ante sus palabras Lauri se quedo estatico, sin parpadear, sin hablar, sin respirar.-Como?-

-Inclusive hasta soño contigo.- dijo él tras volver a carcajearse.

Pero Lauri no lo acompaño esta vez, en lugar de eso se preocupo, no era normal el comportamiento de ella, que soñara, que lo mirara de esa forma, como si en verdad lo conociera, y lo mas importante que Eero supiera de sus sueños.

Y como si fuese invocada, ella apareció ante ellos, Eero se puso en pie automáticamente para darle un beso en la mejilla, y ella lo acepto pero en sus ojos solo había una cosa reflejada, el rostro de Lauri.


Perttu entró por la parte de atrás de la casita, y se escabullo sin que nadie lo notara, tenia que llegar hasta la mochila de nuevo vocalista, y no la encontraba, sabia que en cualquier habitación podría estar, ya había comprobado que en la sala no estaba. Pero no pudo seguir buscando si no quería ser descubierto. Julian venia corriendo por el pasillo contrario y se metió en la primera puerta que encontró.

Se agachó y pegó la oreja a la puerta para tratar de escuchar el pasar de Julian, pero tal parecía que el niño si lo había visto, porque estaba del otro lado dando manotazos para que le dejara entrar, él maldijo por lo bajo, nadie podía saber que estaba ahí, puso el seguro y se dio la vuelta para comprobar que habitacion era, y notó que era la de Eero, bien, ahí si tenia una escusa, podía argumentar que buscaba su cuaderno de notas, pero y y el regalo?, no podía salir con ello.

Se alarmó cuando escuchó la voz de Paula tambien al otro lado, ya Julian la tenia que haber puesto sobre aviso, no le quedo mas remedio que esconder el regalo debajo de la cama, ya luego lo vendria a buscar y salir por la puerta.

-¿Que haces aquí?- le pregunto Paula encarándolo.

-Nada, solo vine a buscar mi libreta, o es que no puedo recoger mis cosas.- le vendira mejor la defensiva, para salir lo mas rápido de ahí.

-No, claro que no, y calmate Perttu, no la tomes contra mi, yo te apoyo, no estuvo bien por parte de los chicos que te botaran así, pero tu tambien tuviste algo de culpa, ella te enloqueció.-

-¿Y tu que sabes?, dejame en paz, y haste a un lado.- ella no se movio, por lo cual él la empujo y salió con paso apresurado.

Todo estaba pasando muy rápido, en un dia había perdido su banda, su mujer y todo tenia un solo responsable. Lauri Ylönen, pero ella tampoco se quedaba atrás, ella que lo había usado, engañado, traicionado, y recientemente pisoteado en su amor.

-Calmate!!.- se dijo a si mismo Perttu, mientras volvia   a la imponente casa, sabia que no podía mostrarse herido ante Gia, no ahora, tal vez después.


Liz había sentido correr el tiempo, la  tarde había pasado mas rápido de lo que creía y ahora en su carro lista para partir hacia la casa tenia un nuevo contratiempo. No tenía el numero (ni celular) para llamar a Paula.

-Como se supone que la encuentre?, o mejor dicho, que me dejen entar?.- se recostó en el timon tratando de idear algo, sabia que sin invitación (la cual no tenia), no la dejariann entrar. Pero eso ya lo arreglaría alla, comprobó su reloj y vio que pasaban de las siete de la noche, faltaba poco para el inicio, y mejor se dio prisa acelerando su descapotable.


Lauri estaba en una de las habitaciones de las muchas que tenia la casita, preparándose, se vio al espejo y le gusto lo que encontró, su esmoquin casi le quedaba a la perfeccion, se peino el pelo hacia atrás, con un partido al lado, se coloco su mascara que cubria la mitad de su rostro y toda la longitud de sus ojos. esta listo.

Salió del baño y se sorprenido lo que vio en su cama, sentada, ella. Visitendo su traje a juego de la chica del fantasma de la opera, y la había reconocido por la mascara, era la misma que la de él solo que del otro lado.

-¿Que haces vestida así?.- dijo él desde la puerta.

-Mi disfraz lo escoji mucho antes de que tu llegaras, lo hice en la mañana y todos son testigos de eso, a lo mejor es solo el destino que nos unió…nuevamente.- ella se puso en pie, avanzando hacia él.

-Detente, no te aceques a mi.- Lauri extendió su mano frente a él.- Y …porque dices eso?... de nuevamente?.-

-Ayer cuando te vi, lo senti, senti que ya te conocía de algún lado, pero no lo sabia de donde- él se quedo estupefacto de sus palabras, acaso lo había…recordado?, había recordado todo su amorío?.

-Continua.-

Ella lo hizo en palabras y en movimiento.- Y sigo sin saber de donde, pero se que ya te conocía, no nos habíamos visto antes?,- él solo hizo un moviento negativo con su cabeza.- No sé, no lo sientes tu?, y luego esta esto que no puedo detener en mi, he estado pensando en ti, desde  ayer, inclusive te soñé.-

-Y… -tenia miedo de preguntar que había soñado, pero tenia que saberlo.- que soñaste?.

-Que …-ella dudo y bajo su cabeza, y notó un cierto rubor en sus mejillas.- Me amabas, en palabras y en acto, se que es una locura, y no se donde saco eso mi mente, no lo sé, pero es la verdad, no estoy mintiendo.

Él claro que le creía porque era verdad, la había amado en palabra y en acto, pero ya no mas.

-No te acerques a mi Helena, alejate, olvidate de mi.- imploro él.

-No se que me pasa contigo, yo amo a mi esposo, pero hay algo dentro de mi, que …me obliga a querer estar cerca de ti.-. ella avanzo mas, al punto que ya podía sentir su perfume, el que siempre ha usado.

-Tal vez solo estas….deslumbrada, pero por el bien de ambos, y de la banda, alejate de mi, si es posible no me hables mas de lo necesario, no mi mires, no te acerques a mi, no…- estaba colerico, como le podría estar pasando esto …otra vez?, cuando todo lo hizo por ella, por este circulo visioso que tenían.- ¡Tan solo permanece alejada de mi!.- le grito enojado, haciéndola temblar por su tono.  Él paso por su lado rosandola saliendo por la puerta, dejándola ahí mas confundida que nunca.

Se sostuvo del marco de la puerta del baño, analizando sus palabras. –Él me … conocía de antes.-


Liz llegó a la cuadra de la masion, se estaciono y se bajó del auto, pero no tenia idea alguna de cómo entrar, se quedo viendo que cada carro que entraba mostraba su invitación, la cual ella no poseía. Había poca luz y lo mejor seria escabullirse por el lado de un auto o buscar un buen árbol que la pudise ayudar a escalar el muro que ahora se le parecía mas alto.

Anduvo deambulando por la cuadra entera buscando una manera por varios minutos, pero no había tal. Ya estaba casi deseperada, al otro lado ya se podía escuchar los primeros acordes de ensaño de la banda y ella afuera, sin poder entrar, pero de que entraba estaba segura que lo haría.

Se acerco al guardia y le dio a entender que había olvidado su invitación, pero el obviamente no le creyo porque ni disfraz tenia. Pillada.

Furiosa por la falta de información retomo camino a su auto, era el colmo que estuviese tan cerca no lograra entra, y todo por haber actuado impulsivamente con su Iphone, se arrempita no haber guardado los números en su Ipad, pero nunca lo creyo necesario, se lamentó ante el cielo con los brazos extendidos.

Y como si el cielo le respondiese, una luz la cegó, pero no era luz divina ni nada por el estilo, era la luz cegadora de un auto que venia en su dirección. Pero no se pudo mover, se quedo paralizada, y si no lo hacia la atropellarían.

Pero el auto la vio antes de que pasara la tragedia y se detuvo a centímetros de su cuerpo, haciendo rechinar las llantas por el bruzco frenazo.

Sin embarago  ella aun  no se podía mover, y no era solo por la luz, si no que había sentido…como si en verdad la estuviesen atropellando.

Aki rápidamente se bajo de su auto, al ver a la joven rubia paralizada frente a su auto, por un momento creyo que no había frenado a tiempo.

-Estas bien?, porque no te moviste?, casi te atropello…-dijo rápidamente.-Oye?....estas bien?.
Liz seguia congelada, pero solo en cuerpo porque su mente viajaba a mil por hora, imágenes de una noche…un carro..un accidente, venían a su mente.

-Estas temblando.. te hice daño?, te heri?.- pregunto preocupado Aki, sarandeandola levemente. De por si llegaba tarde y ahora le pasaba esto?.

Poco a poco fue recobrando la nocion de lo que estaba pasando y a medias le respondió que estaba bien, y luego lo descubrió era el baterista de la banda.

-Oh!… tu eres él.-dijo señanlandolo.-Eres Aki Hakala- dijo ella estupefacta por su conocimiento. Aki solo le sonrió soñadoramente, y asintió su cabeza afirmativamente.

No tenia tiempo para reconfortarla y le pregunto si necesitaba algo, y ella le comento todas su peripecias por tratar de entrar, diciéndole que Paula la había invitado. Él agradecido por su historia, no la quería dejar ir sola, todavía la notaba mal. Llamo a su novia para facilitar la entrada, y en nada Liz y Aki estaban dentro.

Paula llego a su encuentro y se sorprendió del cambio radical de su amiga. –Estas rubia.- Liz solo asintió apenada con su cabeza.-Pero te luce, tus ojos, el color sobresale mas.-

Los tres se encaminaron a la casita, y Aki fue el primero es buscar un disfraz  y salir corriendo al escenario. Paula le ofreció los disfracez femeninos restantes y …con todo lo atrevida que andaba Liz, eligio el de catwomen, claro una talla menos que la suya, cosa por la que nadie mas lo había elegido, pero no le importo, así asentuaria mejor sus curvas.

Tras salir del baño, Paula la quedo viendo.-Wow chica, estas bomba!, lastima que no me dijiste de ese amigo tuyo que querías invitar, lo hubiese traido igual, y le hubiese dado un infarto.

El traje era totalmente negro con costuras blancas por todos lados, y la mascara escondia su nueva cabellera rubia, y la mitad de su rostro, solo sus labios y mentón era lo único que de su cuerpo  enseñaba.

-¿Lista?- le pregunto Paula con su disfraz de diablita sexy, que hasta cola y cachos incluia.

-Lista- respondió Liz. Y ambas salieron por la puerta, avanzando hacia el resinto, en donde  estaba reunida toda la sociedad populosa de Milan.

Pero por la puerta principal con maletas en mano, salía  Perttu, con el rostro desencajado por al rabia, el odio, y la triztesa, pero ante todo le prevalecía el orgullo y no iba a permitir que lo mancillaran tan fácilmente. Y con ese pensamiento en mente, lanzo una maldición al aire que quedo oculta por el estruendo del inicio del concierto de su banda.



domingo, 19 de agosto de 2012

Oblivion -C27-


Moi..moi!!! Traigo noticias!!
1. El blog estará en pausa por hmm dos semanas( o menos tiempo), estoy en la recta final de mis clases. T.T 
2. El blog tiene Twitter XD...  @Rasmusfanfic 

@Angie: solo tienes que ir a diseño de página, y agregar widget y ahí te da la opción de fotos, y las entradas pues en la parte superior derecha te da la opción. ;) ....

oh!!! a las que les gustó Save him...gracias por leer, pero recuerden ese fic lo hizo Aenor y yo.




Capitulo V


Lauri se soprendio cuando abrio lo ojos al terminar su interpretacion, y vio la reunion que tenian todos. Se dio cuenta que hablaban de él, y no paso desapersividas las miradas de odio del actual vocalista de su banda y de la mirada ensoñadora de la esposa de Briattore, pero no tenia que ir muy lejos, ahí cerca del escenario tambien lo miraban fijamente Paula y Helena, y por un momento se asustó, y pensó que lo habían reconocido, sus miradas eran dulces, complacidas, y encantadas con lo que tenían frente a ella.

Rápidamente fue tras el escenario. Estaba acostumbrado a ser observado pero no de esa manera que lo estaban haciendo ellas.

Era como si lo conocieran. Pero sabia que eso era imposible, tenia que haber  otra razón. Se quito la guitarra y la dejo en la mesa, se sentó en un banco, se sirvió un vaso de agua y se quedo esperando a que uno de la banda llegara a darle  la notiica. Pero no tuve que esperar mucho, a pocos instantes se le presento Helena.

Cuando la vio aparecer ante él, el vaso de su mano se le deslizó, no la esperaba ahí, no esperaba que si quiera lo reconociera, ese no había sido el plan, y lo mas importante que se dio cuenta muy tarde…

Que aun la recordaba.

Se puso en pie, todo su cuerpo palpitaba ante su presencia, se sentía engañado por la perla, porque lo único que quiso es que lo olvidaran y  olvidarse de ella, y sin mas… ambos se recordaban para…¿dar rienda suelta a lo que habían dejado inconcluso en Helsinki?

Vio si habían otras  puertas de salida de reojo, tratando de no darle a entender que estaba nervioso. Ella avanzaba a él con paso lento. Pero no podía huir, tarde o temprano tendrían que arreglar sus diferencias, y si era ahora, no huiría, sabia muy bien el precio de huir de la responsabilidad, de no actuar como un hombre valiente, se estaba comportando como un cobarde y ya era suficiente.

Se quedo estatico, sudando y su caminar parecía que lo hacia apropósito, que avanzara mas lento de lo que se podía hacer. Cuando al fin quedo frente a ella, se quedo mudo, no sabia que decir, ni por donde empezar.

Helena no sabia por que lo había seguido, y ni se fijo si alguien venia tras de ella, lo único que quería era hablar con él. Una vez lo tuvo frente a ella, su corazón se volvió loco palpitando dentro de ella, sentía como si se le fuera a salir desbocado, y todo era causado por la presencia de ese joven. Jamás lo había visto, pero no sintió eso cuando lo vio cantar, era como … si lo conociera de toda la vida, y cuando desapareció de su vista, ni lo pensó salió corriendo tras de él.

-Hola- dijo ella tendiéndole la mano. Lo vio ver su mano y vasilar, como si dudara en darsela  y la veía como si tuviese algo asqueroso.

Pero al final cuando Helena estuvo a punto bajar la mano él la tomó entre la suya y una pequeña descarga eléctrica sintió desde su mano hasta extenderse por todo su cuerpo, era como si le hubiese dado una descarga eléctrica trayéndola a la vida nuevamente.

Ambos quedaron viendo sus manos unidas y seguidamente a los ojos y no se dijeron nada por un buen tiempo, hasta que fue él quien rompió el gélido silencio que los envolvía.

-¿Porqué me has seguido?-dijo un poco nervioso Lauri.

-No lo sé, lo único que sé es que cuando te vi partir, no lo pude evitar y senti el impulso de seguirte y aquí estoy.-

Y pudo respirar tranquilamente al fin, al menos ella no lo recordaba pero no le gustaba tenerla cerca, y así avivar la ceniza de su extinto amor que moraba en él aún.

-No debes estar aquí.-él se solto de su mano que aun lo mantenían unida a ella, y camino varios pasos hacia atrás. Aljenadose. Huyendo.

-¿No debo?, pero quiero, no se por qué pero… es lo que me haces sentir, quiero estar aquí, quería verte de cerca, no sé, hablarte.- ni ella misma sabia lo que quería realmente, tenia un caos dentro de si, y él le pedia explicaciones, y no se las podía dar.

-No es prudente que estes aquí conmigo sola, vete por favor, no quiero tener problemas con…- no los queria tener, no cuando siempre lo evito, y aun conserbava la amistad de Eero sin importar si él lo había olvidado, lo reconfortaba saber que su amigo jamás se había enterado de su deliz.

-Pero… no quiero.- dijo ella en un tono casi suplicante.

No sabia lo que le pasaba a Helena, Liz no se había comportado así con él cuando lo vio por primera vez, era como si su escencia estuviera mas viva en Helena que en Liz, y tal vez por eso…, y recordó lo de hace unos momentos, ella lo había rechazado, así sin mas.

Que no hubiera dado por ver esa reacción de Helena en Liz, y si ella no se iba, seria él que se marcharía, y tras esa determinación, salió corriendo por su lado, a la puerta de salida, para chocar con abruptamente con Eero.

-Oye!!! Pegas duro!!- se quejo Eero, sobándose la cabeza.-Pero no importa, listo!! Todo esta listo!!, desde mañana seras el nuevo vocalista de la banda, a nosotros nos a gustado y a ellos también. Bienvenido seas Lauri.-

Pero él no estaba para celebrar, tras de esas puertas estaba una Helena un poco transtornada por su presencia, y lo menos que quería era avivar esa locura interna en ella, quedándose por ahí, junto a ella.

-Gracias!! Me alegro que les haya gustado.- dijo poco efusivo.

-Qué te pasa?, cuando estabas cantando noté que no lucias tan feliz como lo estaría alguien que esta audicionando para estar en una banda, se te veía apagado, y ahroa estas… como un poco distante no?.-

Su amigo como siempre muy intuitivo.-Estoy bien es solo que no contaba con que me rompieran el corazón.- dijo mostrándole una sonrisa forzada.-Pero todo esta bien, no se puede morir por amor.

-No, claro que no, pero vmaos!! No te pongas melancolico y mejor ven con nosotros a celebrar, ah y mañana lo haremos en grande.- Eero lo palmeo en la espalda, y recordó cuando él le solia hacer ese gesto siempre para animarlo.

Tenia que salir de esa casa, de los recuerdos que se le venían a la mente, de los que causaba en otros.-No puedo, tengo que volver a mi casa, pero mañana estare aquí sin falta.-

Y sin darle tiempo de reproche alguno, salió con paso rápido, huyendo de él, de ella, de todos. Nada había cambiado, seguía siendo un cobarde que huia de los problemas.


Liz p/v



Me bajé del carro y rápidamente el botones salió a mi encuentro, tal parecía me recordaba
perfectamente. Le pedi que me llevara el coche al garaje, no tenia tiempo que perder.

Una vez dentro del hotel, caminé un poco apresurada al ascensor, apreto el numero del piso en el cual estaba hospedado y suspire hondamente.

Parada  frente a su puerta me encontraba y …si no estaba?, pero ya no podía dar marcha atrás estaba ahí para darle mi respuesta. Puse mi mano en la puerta, pero no me atreví a tocar, tal vez  ya estaba dormido, a demás eran casi las once de la noche, pero nada perdia, tocaria dos veces y si no salía o no estaba o simplenmente dormía.

Toqué mas o menos fuerte, y pegué mi oído a la puerta para detectar si venia. Pero nada. Bueno faltaba el otro repique, pero le di mas tiempo tal vez estaba en el baño o… viendo tele o… bueno quien sabe haciendo que…

Tal vez dos minutos después volvi a tocar ahora con mas intensidad, aunque cuando una camarera paso por mi lado en el mismo instante que toque, me quedo viendo como si estuviese loca. ¿Será que me había pasado en la forma de tocar?.

Me volví a pegar a la puerta y tampoco escuche nada, a lo mejor y si había salido. Al menos lo había intentado, di media vuelta y empece a caminar al ascensor, pero me gire una vez mas para ver si había salido, pero nada. Aprete el botón para llamar el ascensor y espere. Me sentía enojada, no tenia porque haber venido, había sido un claro error, él no estaba y yo aquí
queriéndole dar mi respuesta, tal vez solo era el destino que estaba hablando y no lo estaba escuchando.


Molesta conmigo mismo entré en el ascensor y apreté el botón para que la puerta se cerrara, no quería compartir mi espacio, no ahora.¿ Que hubiese pensado él si me ve ahí ante su puerta?. Que era una rogona, pero bueno no le había dado mi respuesta, ese podría ser un buen argumento.

Al fin la puerta me hizo caso y se acciono a cerrar, justo cuando vi su rostro tras las minima rejilla que dejó unos milisegundo antes de cerrarse la puerta totalmente.

Me quede estatica, con los ojos desorbitados por la sorpresa de ver su rostro, que ni pude apretar el botón de abrir las puertas. Tal vez unos segundos después reaccione y con fuerza y urgencia apreté el bendito botón a mas no poder que si hubiese estado hecho de vidrio podría jurar que lo hubiese roto, casi estaba aporrando el botón para que se abriera y me permitiera volverlo a ver.

Las puertas se comezaron a abrir y no sabia si lo veria tras de ellas. Pero ahí estaba, él tambien estaba accionando el botón para llamar el ascensor. Cuando quedaron totalmente abiertas, me volví a paralizar, no me pude mover, ni hablar, nada, solo me le quede mirando.

Pero fue él quien actuo y me jaló de entre esa cabina metalica, pero fue tal el impulso que él usó que fui a dar directamente en su pecho, tal como había estado ayer, y no pude evitar abrazarlo, no soltarlo, que se quedara a mi lado.

Ante mi acto él lanzo una leve risa, que me hizo estremecer.

-¿Eras tu la que estaba tocando mi puerta?- pregunto él, rosando las palabras en mi oreja. Al instante me separe de él, tenia que respirar aire puro, ya que su aire me era perjudicial me hacia sentir …como si estuviese drogada. Raro pero así era.

-Si.- respire aire puro hondamente, y creo él lo notó por que curvo sus labios en una pecaminosa sonrisa. -Si.- volví a repetir, pero creo era una afirmación para mi y no para él, si que era pecaminosa.

-Mi celular se descargo justo tras tu … bueno… tu pregunta.-

Él me miro perspicas, pero sus ojos estaba rojos, cuando lo vi tras él ascensor me pareció que estaba triste, aunque ahora ni una pizca de eso, o fingía bien sus estados de animo o de pronto estaba radiante.

-¿Y … has venido hasta aquí para… darme tu respuesta?.- en cada palabra me había ido acorralando, haciéndome pegar con la pared, y ya cuando terminó, subió uno de sus brazos y pego su mano en la pared cerca de mi cara. Me sentía …acorralada, y nuevamente intoxicada por esa toxina que Lauri esparcía  en el  aire inconcientemente.

-Si, si.. he ..yo ..he venido… aquí, si, lo hice.- ni las palabras me salian coherentemente.

-Y tu respuesta es?.- musitó quedamente, dándome su aliento en mi rostro. Olia a café, café?!! A estas horas de la noche?. Pero eso no era lo mas  importante ahora, sus ojos ya no veian los míos, si no, mis labios.¡, y tuve miedo de darle mi respuesta, porque yo .. ehem bueno… no es que no quisiera, sentir sus labios, como era lo que creía estaba pensado él, pero tampoco me quería desmayar otra vez.

-¡!Es si!!.-creo lo dije muy entusiasta, porque él empezó a reir jocosamente.-Te estas burlando?.- dije entornando mis ojos un tanto enojada.

-No!! Claro que no, es solo lo ironico de las cosas, pensé que ya no querías saber nada de mi, y ahora estas aquí junto a mí, a mi merced.- sus ojos volvieron otra vez a mis labios, pero vi que en ningún momento se acerco a ellos para… besarlo, y ahora la que le urguia era a mi, quería besarlo hasta que ya no pudiera reir mas.

Él se acerco mas, nuestros rostros estaban a milímetros, pero sin rozarce.-Nos quedaremos aquí afuera toda la noche? o pasaras a dentro a comer un poco de pastel?, sabes compre otro igual como el de ayer.-dijo divertido él.¿ Porqué le divertía?. Ah!! Bueno si ya comprendo.

-No quiero pastel, solo quiero que… que…-que diablos era lo que quería hacer con él en su habitación solos?.-… Platiquemos.-Que santurrona me he de haber visto, pero él por fin se alejo de mi, y pensé que solo lo seguiría, pero no, tomo mi mano y me condujo a su habitación.

Su mano era tan cálida, suave, que parecía irreal que fuera la de un hombre.

Acaso eso ya queria decir que eramos…mas que amigos?, quede viendo nuestras manos unidas, se miraban tan bien, como si pertenecieran a estar así y nunca separarse.Ok eso sonó fuera de mi, pero nada era yo cuando estaba a su alrededor..

En ese momento quise dar saltos de alegría, como la vez que los di cuando pase el examen de admisión en la universidad, pero ahora la sensación era mas potente.

Tras cerrar la puerta, él me volvió acorralar contra la pared, tal como lo habíamos estado afuera en el pasillo, solo que ahora no tendríamos la posibilidad de publico.

-¿Que pasa?.- dije.

-Nada, ¿porque tendría que pasar algo?.- sonrió él con todos sus dientes, como si pensara comerme ahí mismo.


Mmmm.... saboree mentalmente ese pensamiento.. no.. no...


-Entonces porque… estamos así tan cerca del otro?.- no podía apartar la vista de sus enigmáticos y precisos ojos.

-¿Sabes lo que significa el sí que me diste no?.-

Lo pensé… bueno significaba que… que… aceptaría estar cerca de él, conocerlo, que me … OMG!! Eso? Ahora?... me iba a desensibilizar?.

-Si, .... lo ...sé- si me iba a desmayar pues venga!! Estaba preparada para lo que fuera, pero lo que si no podía esperar era un minuto mas estar separada de esos labios que tan cordialmente me había ofrecido por teléfono.

Y sin pensarlo dos veces cerre mis ojos, esperando un poco (mucho) ansiosa el manjar que sabria obtendría de los suyos.

Paso creo una eternidad, ( asi lo senti), y no obtuve lo que tanto quería, abri mis ojos y me encontré con el rostro sonrosado, gracioso de Lauri, se le notaba que moria de las ganas de reírse pero lo estaba ocultando.

-Porque cerraste los ojos Liz?.- esta actitud suya ya me estaba cansando. Quise en ese momento agárralo por sus bonitos cabellos que nacian tras su cuellito, acercalo a mi y devorarlo.

-Crei que …- no era capaz de decirlo. No.. no..

-¿Que te iba a besar?, es eso lo que quieres?, dije que no haría nada que tu no quisieras, y por lo que me diste a entender por teléfono, mi contacto físico era uno de ellos.-

En ese momento quise gritar fuertemente de impotencia, porque tenia que estar analizando cada una de mis palabras?, de mis actos?, él tambien quería besarme se le notaba, era la cuarta vez que se lamia el labio inferior coquetamente para mi, y obvio quería que yo fuera quien lo besara, pero primero se congelaba el infierno.

Él se acerco mas, ahora a milímetros de distancias nuestros labios, pero aun…sin el condenado roce físico, estaba empezando a tener un tic en mi quijada de desesperación , cuando se acerco mas, y mas hasta que por fin ( aleluya!!)Posó sus labios sobre los míos, sentir su suavidad sobre la mia era algo inexplicable, tal vez se le comparaba con la seda, pero besar la seda no te daba la sensación interna de que podrías explotar de felicidad.

Pero… solo los coloco sobre los míos, no hizo ningún movimiento era como si se hubiese vuelto de piedra, así que lo inste a que los moviera, entreabriendo mis labios y dándole cabida a uno de ellos entre los míos.

Pero lo único que él hizo fue acomodarlos mejos aprovechándose de la ventaja y succioando mi labio superior. Ante este acto suyo no pude evitar gemir quedamente, pero la sensación había sido tal, que me hizo sentir hormiguitas por todo el cuerpo, como si estuviera parada sobre un hormiguero y dentro de poco me picarían.

Y otra vez se quedo de piedra, congelado por la conecion de nuestros labios. Ya estaba deseperada porque me diera un beso con todas sus letras, que me quitara la respiración, que quisiera desear otro, y otro y no separarme nunca de sus labios. Oh!! Asi que esto era lo que él quería de mi?, mi total y completa desesperación por sus besos, pero no iba a caer tan fácilmente.

Asi que hice mi jugada, succione su labio inferior el que estaba atrapado por mis labios, despacio, sin prisa, y con dulzura como si fuera el mejor chocolate que tenia entre mis labios, algo suculento, adictivo, dulce (sabia a café) y porque no.. lo mejor que este mundo me podría obsequiar.

A todo esto su mano seguía igual, cerca de mi cabeza apoyada en la pared, acorralándome para no poder huir, y su cuerpo a centímetros del mio, pero a mi parecer eran kilómetros.

Creí que él ya no augantaria mas y ahora por fin!! Me besaría, pero no, él niño bien que se podía aguantar las ganas, y lo que hizo solo fue… fue separar sus labios de los mios, dejándome un vació que rápidamente volvió a llenar, pero ahora con su lengua sobre mi labio superior.

Jamás!! Nunca me habían acariciado de tal manera los labios, porque una vez que termino el de arriba continúo con el de abajo. Y sufri, en mi vientre senti que ante su tacto  intimo todos los musculos inactivos se contrajeron, e inclusive mis piernas fallaron en su función, mi corazón por un momento pensé que había explotado, pero aun estaba viva.

Él rápidamente me sostuvo con sus brazos, y evitar el mi caída y claro, el alejarlo de su tarea. No!! No!! Ya no podia mas!! Me sentía al limite!!, era una sensación inexplicable la que todo mi cuerpo estaba experimentando, y perdi.

Tomé su rostro con mis manos, y lo uni a mis labios, apoderándome de ellos rabiosamente, en un beso acompasado, lento, pero anhelante. Y cuando le di cabida a su tersa lengua entre mi boca, vi el cielo, los juegos artificiales, la cura del cáncer, del SIDA, todo. Era una sensación increíble que por un momento pensé que me haría llegar al climax.

Pero no lo solte, me faltaba el aire, lo podía sentir, pero quería seguir sintiendo sus labios sobre los míos, aun no me había desmayado y rogaba por un poco mas de tiempo, me sentía en la gloria. Sus labios atormentándome lujuriosamente, y porque no, hasta me atrevi a morder su labio inferior, y solo lo solte cuando senti el sabor metalico de la sangre.

-Lo… si…en…to.-dije entrecortadamente, el aire me faltaba, pero tenia que pedirle disculpas, lo había… mordido!!.

Él paso su lengua por su labio inferior, tambien tenia una respiración entrecortada, como si hubiese corrido una maratón. –No te disculpes Liz.-

No lo entendí, lo había herido, y por mucho que me quisiese no podía hacer tales cosas. Pero no me dio tiempo de seguir recriminándome mas, el volvió a atacar mis labios con los suyos y un agregado extra. Su mordida.

-Auch!!-dije acariciando mi labio con mi dedo.

-Eres mia Liz, nadie te a morido ni te morderá jamás ahí donde yo lo he hecho, y yo soy tuyo, ya que mis labios no besaran otros labios ni reciviran mordidas mas que la de tu boca.-

Y tras decir esto me cargo entre sus brazos y me llevo hasta… ¿la sala?.

Sus palabras me habían sonado como una declaración, como un compromiso, como una unión, bueno si, además de saliva habíamos compartido sangre… efímera cantidad pero lo habíamos hecho. Y solo pude dejarme apapachar por él.


No se cuanto tiempo llevábamos en la sala centados, bueno si a eso se le podía llamar estar sentados; mi cabeza descansaba en sus piernas, mientras jugaba con pequeñas hebras de mi cabello entralasandolas por sus manos, y mis piernas reposaban a lo largo del sofá. De esta forma no solo sentía su aroma, si no que lo dejaba inmpregnado en mi, me encantaba verlo sonreir cada vez que un mechon rebelde se enredaba en sus dedos.

-Me encanta tu cabello, tus ojos azules, tu aroma.- dijo él, evitando mi mirada. Su cabeza la tenia recostada hacia atrás en el respaldar del sofá, viendo  hacia el techo.-Pero lo que mas me encanta es saber que quieres estar conmigo.

-Porque eres tan tierno ahora y hace un momento.. bueno… no fuiste tan.. dulce.-

-Liz?, no fui tierno?, por si mal no recuerdas, en ningún momento propicie el beso, no quería que te desmayaras en mis brazos otras vez, lo viste?, esta vez fui lentamente, acostumbrando a tus sentidos hipersensibles a mis caricias y obtuvimos lo que queríamos, que no te desmayaras.- y tenia razón, aunque había sido muy malo atormentándome de esa manera.

-Sabes una cosa?, desde que  me paso lo del oblivion decidi vivir el hoy, no dejar las cosas para después, sin arrepentimientos, y sé que pude sonar un poco rudo cuando te llamé y dije esas cosas, pero era lo que senti en el momento y no quise reprimirme, además uno nunca sabe lo que pasara el mañana, así que perdomane de antemano si alguna vez hago alguna cosa sin pensar, pero solo estare viviendo el presente, sin miedo al mañana, ¿aun así estaras conmigo?,¿seguiras queriendo conocer mas de mi?, inclusive darme un pequeño…- alzo su mano e hizo un pequeño circulo con sus dedos.- …espacio de tu corazón?

-Me gusta tu punto de vista, no lo había pensado de esa forma, en un principio me senti sola, sin rumbo, pero creo me has enseñado algo, y quiero seguir aprendiendo, asi que la respuesta es si, claro que quiero seguir a tu lado.- él se agacho y beso solo mi labio superior, pero yo quería mas, así que con mis manos lo aprisione para no soltarlo y obligarlo a que me diera un beso en toda la plenitud de la palabra.


En el trasncuros de la noche platicamos de tanta cosas, y cada nueva que me contadaba de él me emocionaba, me hacia admirarlo, era tan multifacético, tan condenadamente talentoso, bueno lo de la cantada ya lo sabia, como olvidar su pequeña serenata, pero bueno me llebava casi diez años de diferencia claro que tenia que sentir admiración, él ya había vivido cosas que yo no, había hecho mas que yo.

El sueño estaba tocando mi puerta, pero no lo quería dejar entra, no quería perderme de este momento, a la luz de la cuidad, ya veía que no se le daba mucho la luz eléctrica.

-Lo vez, no te has desamayado esta vez, aprendes rápido.-susurro el por sobre mi cabeza. Y era verdad, bueno estuve a punto, pero no lo había permitido.

-SI!!, eres muy buen maestro señor Ylönen-

-Eso no fue nada, pequeña.-

Y sin previo aviso volvió a proclamar mis labios por quinta vez en la noche.

A punto creo estaba por amanecer y había vencido al sueño o eso quería creer yo. Lauri me había ofresido dormir a su lado (solo dormir), junto a él, en su cama, con su olor, con la tentación de su cuerpo semidesnudo, porque él pobre se estaba quemando con las altas temperaturas que no resisita ni el contacto de su camisa, pero el de mi cuerpo si.

Aun tenia muy presente cuando se quito la camisa, si es que pareció que lo hizo en cámara lenta, provocándome, exhibiéndose, y claro tenia con que exibir. Su pecho no estaba muy trabajado solo lo necesario para hacer marcar casi ( casi) ocho cuadritos sutilmente, y sus brazos mostraban una leve curvatura de sus horas de ejercicio, no pude evitar quedármele viendo como hipnotizada hasta que él me había tentado a tocarlo, obviamente dije no!!, eso solo seguiría a otro paso… y ahí si que morirá de un infarto fulminante.

No gracias!! Con el beso era mas que suficiente.

Bebi el ultimo sorbo de mi copa, y un ultimo beso en sus labios y Sali por la puerta, tenia que ir a dormir, a descansar para ver tocar a mi grupo favorito en la noche, quise invitar a Lauri pero recordé que mi invitación no haiba salido asi de fácil.

Suspirando alegremente por todo el trayecto, llegue a mi coche, y recordé sus palabras, en vivir el momento y no pensar en el mañana, y eso iba hacer yo tambien, además cada cuanto el amor tocaba o rogaba a tu puerta?, la universidad ahí iba a quedar, y siempre que quisiera podría volver a retomarla, pero el vivir lo que Lauri mi ofrecia, su amor, su compañía, y sus “enseñanzas”, solo eran una vez en la vida, y no iba a dejar pasar la oportunidad.

Asi que solo me tocaba esperar hasta mañana,  ir a cancelar mi traslado de sección para volver a estar con él y darme la oportunidad de vivir plenamente el hoy.





miércoles, 15 de agosto de 2012

Save Him Once Again -Part 1-


Nancy un pajarito me dijo que querías leer el fic, pues aquí está!!!

Este fic fue hecho por mi y por Aenor ( una de mis escritoras favoritas n.n) 


Este capítulo lo hizo Aenor y unas escenas son mías ( unas poquitas :)  )



¡ADVERTENCIA! 

Este fic es Slash ( homo), así que si nunca han leído uno así, ¡¡no!! comiencen leyendo este, ya que ¬¬ no es para todo público.


Parte 1 

(c) Aenor





...
Don’t leave me
I’m begging you my friend


-Lauri… creo que nos debes una explicación-

Se noto que la voz de Pauli lo puso temeroso, ya que tembló, evito vernos a la cara mientras Pauli y yo no dejábamos de verlo, Eero se veía devastado y no entendíamos el por que…

¿A que se refería con Antirretrovirales? ¿Qué era lo que pasaba aquí? ¿De que nos perdimos?

-Yo…-

-¿Por qué tomas esos medicamentos? No sabíamos que estabas enfermo- le pregunte extrañado, necesitaba saber que pasaba con él.

-Si, desde hace un tiempo, solo que apenas me entere…- tomo aire con fuerza y lo soltó casi de inmediato para calmar los nervios en su interior

–Me entere de que… tengo VIH-



Una enfermedad incurable pero controlable…

Era una enfermedad que destrozaba vidas.

Destrozo la suya en tan solo unos segundos, al saber que era lo que le pasaba y darse cuenta que iba a perderlo… para siempre.

Sin remedio y sin regreso.

Tiempo desperdiciado, sueños incumplidos, un reloj que giraba en contra.

El final sin un principio.



Solté con agresividad mi brazo de su agarre, lo mire perplejo por no entender el por que lo había hecho, sus ojos verdes me miraron asustados no entendiendo mi reacción…

Su mirada esmeralda me habían visto con tristeza ante lo que había hecho, me aleje de él con miedo.

Pero no… No le tenía miedo… Entonces, ¿Por que?

¿Por qué me molestaba tanto que se me acercara? ¿Por qué evitaba tenerlo conmigo, seguir teniendo esa amistad que durante tanto tiempo habíamos sembrado?

Las palabras salieron de mi boca sin que las pensara y cuando menos lo supe ya me iba de ahí, con una laguna mental de lo que había hecho o dicho.

Lo vi partir cabizbajo y triste, lo vi adentrarse a la lluvia sin importa el mojarse…

Lo vi desparecer en la bruma del agua golpeando el pavimento y sentí…

Sentí como si se hubiera ido para no volver nunca.

...


Aki sabia que las cosas no podían seguir igual...sabía que su comportamiento lo estaba afectando o mejor dicho alejándolo y tirándolo a los brazos de esa chica...

Ese era su constante pensamiento mientras miraba el fondo del vaso en su mano, música de fondo que era deprimente, el olor a cigarrillo y a alcohol inundaba el lugar, risas, escándalo y el grito de sus acciones al fondo de su cabeza.

Esa chica… apenas y se había tomado la molestia de saber su nombre; Zahiel… eso creía, no ponía demasiada atención a lo que fuera referente a ambos, apenas la conocía aun cuando la había visto en varias ocasiones, cuando Lauri la llevaba a los ensayos para la gira.

¿Convivieron? Claro que no, que motivo había.

Las veces que habían estado en movimiento para presentar el nuevo disco le llamaba acabando las presentaciones, cuando estaban en el hotel, exhaustos, pero parecía que él tenia aun energía suficiente para al menos tomarse 5 minutos para marcarle, decirle cuanto la quería y colgar.

¿Qué como lo sabia?

Aun compartían habitaciones.

Si, había puesto su distancia con él, ya no platicaban como antes, ya no se hacían bromas, ya no se acompañaban a dar una vuelta por las ciudades visitadas o a tomar una copa, pero aun compartían habitación.

Había puesto una barrera muy ancha entre ambos por su miedo…

Suspiro pesadamente y sin mas, pagó por su bebida de ron y se dispuso a darle la cara, poner fin a esta situación que él mismo había creado...

Tenía que dejar la cobardía de sus acciones a un lado y enfrentar sus verdaderos sentimientos.

Llego hasta el umbral de la puerta y apenas la rozó con su mano, no tuvo el valor de tocar y ver su rostro... tal vez decir cosas que no quería decirle... pero quería verlo...y por fin desahogarse, el trago siempre le hacia decir la verdad...

Coloco los nudillos en la puerta listos para tocar cuando las risas dentro de casa lo detuvieron...

Él reía...con esa risa tan dulce e inocente, pero no estaba solo, alguien mas lo acompañaba… era ella... ella estaba con él.

-Lauri... ¡¡Ven abrir la maldita puerta!!- gritó de pronto Aki... quedándose inmutado por lo que acababa de pronunciar... no lo pensó solo se dejo llevar por el enojo de encontrarlo con otra…

Quería salir corriendo y ocultar su vergüenza... pero se quedo petrificado en el umbral de su hogar… sin poder huir... tendría que darle la cara.

Podía escuchar pasos que cada vez eran mas audibles, se dirigían hacia donde se encontraba y trago duro ya que no estaba muy seguro ahora de si debía continuar con la locura que el alcohol le estaba obligando hacer...

Abrió la puerta algo asustado, tal vez creyó que había sucedido algo y por eso los gritos desesperados de Aki… tal vez.

-¿Que sucede?- le preguntó Lauri sin entender muy bien su visita y el enojo de su llamado.

Pero Aki se quedo enmudecido sin poder decir palabra.... solo pudo hablar cuando la vio...

-Oh, eres tu.- otra vez hablaba con arrogancia y soberbia.

Ella entendió el mensaje y se despidió con un beso en los labios a Lauri, haciendo que el coraje que Aki sentía por su presencia se incrementara.

Ella salió rozando su hombro, y por un milisegundo pensó en reclamarle pero lo dejo pasar, estaba muy enojado... y...

Lauri dio media vuelta dentro de su casa y Aki lo siguió en silencio, respirando profundamente para quitarse esa sensación de querer romper todo a su paso por el enojo de imaginárselos juntos… mas con ese beso que acababan de darse que bien pudo…

Cerró la puerta al pasarla, Lauri se dirigía seguro hacia la sala pero con un simple llamado logro detenerlo.

-Espera- 

Lauri se quedo paralizado, el llamado era extraño, un susurro suplicante…

Lauri no estaba molesto con Aki por la forma en que lo había tratado últimamente, había tenido el tiempo suficiente para meditarlo además de que Zahiel le había ayudado a sanar la herida de perder a un amigo al cual apreciaba demasiado.

Escucho los pasos de Aki hacia él, no tuvo el valor de girarse y encararlo sin saber por que…

-No te alejes- ya estaba frente a él, su mirada, ese azul grisáceo le miraba suplicante, sintió el olor a alcohol en su aliento y sonrió con ternura. 

Pero aun así, al tener la mirada fija en la de él no supo sus intenciones, solo hasta que lo tuvo bastante cerca, hasta que el choque de su aliento golpeo su rostro, destanteando sus sentidos, con la efusividad de esa mirada profunda, esos ojos azules que le quedaban tan bien…

-Haz tomado, lo mejor será que descanses.- susurro de igual forma sin estar seguro aun de lo que pasaba aquí.

-Shhh.-

Con un paso decisivo Aki elimino la distancia y poso sus labios sobre los suyos, tomándolo totalmente desprevenido de su acto…

Lauri abrió los ojos impresionado, pero no se movió…

Era la primera vez que él sentía los labios de un hombre, pero no eran diferentes a los de una mujer...solo que este hombre era Aki, su mejor amigo...

Las manos de Aki subieron por su rostro acariciándolo, mientras que él estaba estático sin poder mover nada, inmerso en la impresión, haciendo que su cerebro trabajara a mil por minuto para descifrar lo que aquí sucedía… Pero sus labios, por un acto tal vez de inercia, comenzaron a corresponder ese beso, mientras sus parpados se cerraban lentamente, disfrutándolo...o eso quería pensar él.

Había perdido el tiempo de cuanto llevaban besándose, pero al parecer ninguno de los dos le quería poner fin, Lauri se sentía cansado pero no de besarlo, si no cansado de estar de pie, sus piernas le estaban fallando, así que se hizo para atrás, pero sin separar sus labios de Aki, trayéndolo consigo tras elevar su mano congelada y posarla tras su nuca...

Esos cabellos cortos que ahí nacían le hicieron cosquillas haciéndolo sonreír sobre su beso.

Ahora la pared los sostenía a ambos, que poco a poco se había ido uniendo más y más a él....

No entendía porque aun no había detenido el beso, sabia que eso no estaba bien, no era correcto, era...era... algo atroz, iba en contra de todos sus principios… pero aun así no lo detuvo.

Aki separo sus labios, dejando salir su respiración agitado por su boca contra la suya, pero no era el único, él también respiraba agitado, aun con sus ojos cerrados sin mirarlo... hasta que lentamente los abrió, mirándolo fijamente.

Alejo un poco el rostro para poder contemplar su semblante que ahora estaba sonrojado y un poco sudoroso...

-Lo siento- fue lo primero que Aki susurro con el poco aliento que le quedaba, aun inmerso en esa sensación extraña al chocar sus labios con los de él, su mejor amigo… su casi hermano…

El dueño de su corazón.
……

-Lauri-

-Dime Aki-

-¿Eres feliz?-

-¿Por qué la pregunta?-

-Curiosidad… simple curiosidad-

-Una pregunta extraña… -

-Era para romper el silencio, además quiero saber si lo eres-

-No se si pueda responderte esa pregunta ahora...-

-¿Por qué? La vida es ahora, es mejor aprovechar el momento antes de que sea tarde, además como no vas a estar seguro de algo que es tan simple-

-Lo sé, pero mejor pregúntame mañana…-

…..


Lauri se quedo callado sin poder articular palabra...

Simplemente recordando… sin aun saber por que su mente lo había llevado hasta aquel entonces…

Aki le había preguntado si era feliz…

¿Lo era? ¿Lo había sido? ¿Acaso lo era ahora? ¿Su razón le estaba jugando sucio tal vez?

-Siento haberte besado, haber venido a tu casa, haberte rechazado estas semanas... siento no haber podido estar a tu lado ahora que mas me necesitas y siento mucho...sentir lo que siento por ti-

Aki bajo sus manos, se separo para darle su espacio y despues le dio la espalda dirigiéndose hacia la puerta.

-Espera- Lauri lo detuvo, no deseando que se alejara…

Aki giró su rostro sin saber que escuchar de sus labios, tenia miedo, no, pavor de como iban a seguir las cosas...

-Porque... ¿Por qué me rechazaste cuando te enteraste de mi... enfermedad?- susurró Lauri casi sin querer, tragando duro, casi en un hilo de voz, denotando el dolor de su acto y no el de su beso.

-Me dolió… me enoje conmigo mismo, porque…- suspiro intentando sonar coherente aun inmerso en ese cosquilleo en su estomago por haber probado los labios de Lauri.

-Solo me puse a pensar, que si te hubiera confesado realmente lo que sentía tiempo atrás, no te hubieras enfermado, estarías sano y a mi lado, claro en el caso de que las cosas hubieran seguido ese rumbo escabroso del amor entre hombres, pero me callé, te deje ir, con otra que no te valoro y te maldijo, maldita ella y yo... me odié... porque lo pude haber impedido... pero mi cobardía fue mas grande que mi... amor por ti.-

Hablo hacia la pared, cabizbajo... sin poder verlo al rostro, sin poder mostrar su vergüenza y su amor, porque lo amaba, le dolía saber que estaba enfermo y que de no ser por su cobardía podría estar sano.

Sintió pasos tras de si y pensó que se alejaría tras saber la verdad, pero se sorprendió cuando sintió su mano sobre su hombro y como esta se dirigió a su quijada.

-Siempre pensé que decías esas bromas con algo de verdad... se dice que los borrachos dicen lo que su corazón siente... y me duele saber que te sentiste así por mi culpa, cuando yo me sentí igual o peor, te necesite a mi lado, pensé que contaría contigo pero me dolió ver tu lejanía... - la mano libre que tenia la paso al frente del pecho de Aki... acariciando el punto donde sabia estaba su corazón.

-Me alegra saber que esa era la razón y no que te daba....pavor si quiera tocarme...o bueno besarme, te necesito a mi lado Aki...pero no como un amante si no como un amigo... ahora en mi corazón esta Zahiel... y tu ...no sé donde estas solo que te necesito a mi lado, y si para que sigas a mi lado lo que pides es mi cariño lo tendrás incondicionalmente...pero por ahora en mi corazón esta ella...no sé en un futuro...no sé nada...solo sé que tu beso me gusto...me hiciste sentir cosas...hiciste una confusión en mi mundo interno...- suspiro vencido para terminar de darle a entender su punto -Te necesito a mi lado pero también a ella-

Aki notó la división que había causado su beso en su razón y sin más se dispuso a defender la pequeña parte que ya había sembrado en Lauri.

-...Me alegro que no me rechazaras tu ahora.- sonrió a su pesar. - Pero creo, todo lo que te dije en mis borracheras era cierto...solo que nunca tuve el valor, solo hasta ahora...ahora que siento que te estoy perdiendo…-

-No me estas perdiendo.-

-Si, la amas a ella…-

-Y a ti.-

-Pero no igual.- poco a poco Aki se fue acercando hasta cerrar la distancia que había entre los dos, era una distancia peligrosa, Lauri sentía que de nuevo se atrevería a robarle un beso pero no fue así, solo suspiro y se alejo de él lo suficiente para que no se sintiera atacado.

Lauri soltó el aire con cuidado…

-No me pidas algo que no te puedo dar... ahora.-

-Me conformo con que me ames a tu manera... por ahora...-

Dio media vuelta caminando hasta la puerta sin darle oportunidad de que lo fuera a detener de nuevo, Lauri lo vio partir confundido, extrañado.

Pero sobre todo aliviado.
...


El tiempo se vuelve relativo cuando el tuyo camina a un paso mucho más rápido al que debería de caminar.

El tiempo se vuelve tal vez corto, pero te da tiempo de reconocer lo que de verdad vale la pena.

Para Lauri era difícil saber cuanto era su límite de tiempo, esperaba que fuera lo suficiente para quitarse esa confusión de la cabeza.

Aun podía sentir el cálido aliento de Aki chocando con su rostro, el beso agridulce que le había dado aun le quemaba en los labios.

Pero eso no se notaba en las mañanas de ensayo, las tardes de convivencia, las noches de descanso.

Pero Aki… Aki era otro al fin.

A la mañana siguiente de ese encuentro tan extraño en la casa de Lauri, Aki llego sonriente y radiante, al parecer no tenia marcas de la resaca debido a la borrachera anterior, además llego haciéndole bromas a Lauri como era su costumbre.

Eero y Pauli lo notaron de inmediato, durante semanas parecían como dos desconocidos y ahora volvían a ser los mismos de antes.

Aquella amistad que había trascendido a pesar del tiempo y los obstáculos volvía a ser la misma.

El fin de semana tendrían una presentación en una televisora, ensayaban las canciones que presentarían ese día y estaban listos al fin.

Había otro ambiente, más cálido, mas ellos.

El día llego en un abrir y cerrar de ojos, canción tras canción entregaban el alma en música y letras, una sensación única, inigualable, un sueño echo realidad.

La realidad perdida.

Su realidad inmersa en un sueño demasiado vivido y cálido que le permitía sobrevivir.

Aki en cambio, sentado en la batería... miraba fijamente el perfil de un Lauri que ya no era el mismo, él sabia que lo era...pero en el fondo esa no era una verdad absoluta... todo había cambiado debido a su enfermedad... nunca tuvo el valor de dejar de hablar en bromas...siempre ocultando la verdad y así seguiría hasta el día de su muerte...

Sus ojos se nublaron dejando que un escalofrió le recorriera la espalda al pensar en que un día estaría sin él, un día que no parecía tan lejano, un día sin poder verlo respirar, reír, enojarse o intercambiar miradas…

Justo como ahora, Lauri volteo aun con guitarra en mano, su voz sonando por los altavoces...y de fondo “Sail Away”.

No pudo resistir el contacto visual de su mirada verdosa, no ahora, no con el ambiente tan inapropiado, no cuando sus sentimientos estaban esparcidos por todo su alrededor...

No cuando al fin le había confesado sus sentimientos hacia él.

-Lauri... te amo- articulo mudamente en sus labios, justo cuando el giró su cabeza para regresar a su posición taciturna...

Arrepentido no estaba.

Pero no estaba seguro de poder soportar las palabras de Lauri, la confusión de sus acciones, ser el otro…

No creía seguir soportando el recuerdo de sus cálidos labios en el choque con los suyos…

El tiempo de Lauri seguía avanzando a paso agigantado y por desgracia Aki no podía alcanzarlo.


I confess I was weak
Got my heart full of greed
Wanted more that I need


Estaba en mi casa disfrutando de una calurosa tarde en la terraza de mi balcón.

Desparramado en una silla miraba como las nubes caminaban tranquilamente con un sol que acogía, no lastimaba como en algunas ocasiones, me sentía relajado disfrutando de un día libre raro después de un lanzamiento a nivel mundial de nuevo material, era un momento único para meditar y disfrutar de la soledad en la que me encontraba en ese momento, mientras bebía una rica limonada.

A pesar de tener miedo a estar solo con lo que me sucedía, el estar sumergido en mis pensamientos en este momento era suficiente, me servía para al fin poner mi mente en claridad y terminar con esa confusión que Aki ha creado en mí.

Aki.

Aun podía recordar sus labios en los míos, ese cálido roce en los que había probado el que se siente besar a otro hombre, parecido a una experiencia de secundaria como me paso con Eero… solo que, esta vez, lo que había sentido era mucho mas que aquella vez, ya que con Él no había sentido nada, pero con Aki…

Movió mi mundo, todo mí alrededor había cambiado tan solo con sus palabras y sus acciones.

Instintivamente lleve mis dedos, índice y medio hasta mi boca, deslizándolos por mis labios como si aun… como si aun sintiera el choque de sus labios con los míos, en ese beso extraño.

Me había movido sentimientos a tal grado de preguntarme ¿Como algo tan simple como un beso había tenido la fuerza para dividir en dos mi corazón?

-Aki-

En tres letras se reducía una amistad de ya varios años, además él sabía cosas de mí que nadie mas conocía, secretos, anécdotas, vivencias, partes de mi corazón que nadie mas había logrado descubrir y él si.

Estaba completamente abierto a él como un libro, podía leerme y entender que era lo que pasaba conmigo, me conocía a tal grado que era peligroso.

Pero… ¿Debería quererlo así como él me lo había demostrado aquella noche?

Lo único que puedo rescatar de aquella vez, fue que recupere una amistad que creía perdida, que no le daba asco tenerme cerca, que solo había sido algo mucho mas complicado.

Escuche que llamaron a la puerta principal, no esperaba a nadie pero intrigado y hasta un poco perezoso me anime a abrir.

Me sentí extraño al verlo frente a mi al abrir la puerta, hasta parecía que lo había invocado con la mente.

-Hei… -

Llevaba una gorra en su alborotado cabello negro, sus ojos azul grisáceo que le quedaban tan bien detrás de aquellos anteojos, su piel blanca radiante y una sonrisa traviesa que se formo en cuanto abrí la puerta, vestía con ese toque tan único en él, una playera sin mangas de color blanco, pantalón negro y unos tenis vans.

-Hei- me contesto animado alzando un folder amarillo frente a mi rostro –Lo olvidaste ayer y Pauli me dijo que era importante, así que me ofrecí a traértelo-

Lo tome invitándolo a pasar, después de hacerlo cerro la puerta mientras miraba el contenido.

-Es cierto… Gracias Aki-

Hubo un silencio tenso en el que caminamos hasta la sala, ahí lo invite a sentarse a lo que accedió en silencio.

-Además, me sirvió de excusa-

-¿A si?- me hice el desatendido aunque sabia a lo que se refería.

-Para verte… a solas-

¿Esta jugando conmigo? Pues claro que lo hace es tan fácil para él…

Alce una ceja intentando parecer neutral, fingiendo demencia ante sus palabras, el en cambio me sonrió abiertamente, como si supiera lo que pasaba por mi cabeza…

Lo sabia, el hecho de que Aki me conozca tan bien era peligroso.

-Te prometí esperar pero la verdad… -

Suspire dejando la carpeta en la mesa.

-Aki… agradezco el que me hayas demostrado tus sentimientos la otra noche, pero a pesar de todo no me siento listo para…-

-No te estoy obligando a nada… solo era un simple comentario…-

Sonrió de nuevo esta vez mas ligero, solté una sonrisa nerviosa ante mi reacción… me encontraba tan vulnerable ante mis pensamientos tan solo con verlo de nuevo…

Definitivamente había cambiado mi mundo, ya que hasta este momento note el cosquilleo en la boca del estomago… mariposas vomitando en mi interior por tenerlo cerca.

¿Qué me hiciste Aki?

-Andas muy serio Lauri ¿Todo bien?-

-Si no es nada… solo… No creas que soy grosero pero… ¿Qué mas se te ofrece?-

-Nada en realidad, solo quería pasar el día libre contigo, no se, ir a tomar algo, como antes-

-Te recuerdo que no puedo beber, pero, no es mala idea el dar una vuelta por ahí… el día lo amerita-

-O podríamos quedarnos aquí y recuperar el tiempo perdido-

-Sea como sea tengo que quedarme contigo el resto de la tarde, eso no es muy alentador-

Se agarro a reír ante mi broma.

-Si a esas vamos tener que pasar el día con tu carácter no es tampoco tan alentador-

Seguimos haciéndonos bromas como antes, incluso parecíamos algo tontos al hacerlo sin sentido en realidad pero el compartir el tiempo con él, me hacia sentir completo.

Pedimos una pizza que el compartió con cerveza… de verdad extrañaba beberlas pero no podía arriesgarme, no ahora como estaba, así que no me quedo de otra mas que refresco.

Aki se burlaba de mi por que me había vuelto niño bueno, cuando no era cierto… bueno tal vez si.

Su risa era contagiosa, de eso me daba cuenta apenas cada que sonreía por inercia le respondía de la misma forma, a veces sin ganas, pero lo hacia, tenia un magnetismo especial que era imposible no hacerlo.

La tarde siguió su curso hasta que la noche nos alcanzó, la habíamos pasado tan bien que hasta el tiempo se nos fue volando sin darnos cuenta.

-Y aes tarde debo irme-

-Esta bien, gracias por tu visita Aki-

Me puse de pie para acompañarlo a la puerta, el siguió mi acto mirándome fijamente a los ojos, me sentí extraño y tuve una especie de deja vu en cuanto se acerco un paso hacia mi.

-Antes de irme quiero decirte algo-

Asentí sin encontrar mi voz para responder, me sentía fuera de lugar cuando me miraba de esa forma, las mariposas en mi estomago me estaban haciendo temblar.

Casi podía saber que era lo que me quería decir, no quise detenerlo de verdad lo deseaba.

-No quiero obligarte a nada de verdad… pero necesitaba estar a solas contigo una vez más-

Tan complicado era quererlo, ya que quiero a Za también.

-Aki no me lo hagas mas complicado, me siento tan mal por tener que dejarte a un lado para no lastimar a Za-

-Lo sé- lo dijo un poco molesto para soltar el aire después de retenerlo para calmarse –Peor no puedo y no quiero estar sin ti-

Que difícil es saber si lo que siento por el no es mas que una ilusión.

-Pero te lo prometí, solo por ahora, por que no siempre estaré dispuesto a ver como alguien mas te quiere, con besos, con caricias, es una tortura, por que quiero ser yo el que este en el lugar de Za-

Una ilusión…

-Pero me lo merezco… yo fui el tonto-

Suficiente…

-Un tonto Lauri- 

Me acerque a él, impidiéndole el continuar hablando uniendo mis labios con los suyos…

Ahora era yo el que tomaba rumbo de esto y no me importo nada, solo deje que mi instinto aflorara en mi robándole ese beso que me respondió de inmediato.

Unos labios tan adictivos.

El beso se volvió inmediatamente efusivo mientras probábamos nuestros labios de forma casi desesperada, lamí con mi lengua su labio inferior pidiendo permiso para explorar su boca a lo que no se objeto ni un instante, dispuesto a que nuestras lenguas pelearan en una lucha desesperada por ver quien era el mas fuerte, desesperados, efusivos y casi sin aliento.

Me separe un instante para tomar aire a lo que el igual hacia lo mismo su `pecho bajaba y subía con rapidez mientras con mis ojos entrecerrados me concentraba en sus labios…

-¿Y esto?-

-Necesitaba hacerlo- le respondí en un susurro viendo como sus labios se curvaban en esa sonrisa tan única en él, relamí mis labios para volver a tomar los suyos acercando mi cuerpo al de él pasando mis brazos bajo los suyos rodeándolo con fuerza y el se apoyaba de mi nuca para que no nos separáramos.

Me sentía en el cielo al probar este beso tan diferente al del otro día, que era inocente, este en cambio era apasionante y comenzaba a hacer estragos en mi cuerpo, lo empuje con fuerza hasta que su cuerpo golpeo el sofá donde lo recosté con algo de fuerza y me subí arriba de él para seguir besándolo, sintiendo como sus manos rodeaban mi espalda y las mias apresaban su cintura.

Estaba mal, yo estaba consciente de eso pero no quería parar, quería seguir besando sus labios, sentir su calor, su aroma llenando cada sentido de mi cuerpo, pero debía parar, debía hacerlo, no podía hacerle esto a Za.

No así, no de esta forma.

Free me from the shadow
That lay in my shoulder


Sentí que algo tibio cayo en mi mejilla al momento que besaba a Lauri de esta forma que nunca creí que fuera capaz, entre abrí mis ojos al sentir como sus labios temblaban y note que lo que había humedecido mi mejilla era una lagrima.

Lo separe lentamente de mí entendiendo que era lo que pasaba.

Nos dejamos llevar por el momento ignorando por completo la situación en la que estábamos.

El tenia a Za y yo no podía obligarlo a lastimarla solo por mi capricho.

Me sentí el peor.

Deslice mi pulgar por su mejilla para borrar el camino de aquella lagrima que logro escaparse de sus ojos cerrados, su respiración era irregular al igual que la mía e intente decir algo pero me quede mudo.

Recargo su frente en mi pecho y me sentí al fin fuera de lugar.

-Lo siento Lauri, de verdad, por causar tanto caos en ti-

Se quedo un largo rato en silencio hasta que se reincorporo sentándose en el sofá, haciendo yo lo mismo, suspiro mirando hacia la nada.

-Lo mejor es olvidar esto y lo que paso el otro día… no puedo hacerle esto a Za, ella ha hecho mucho por mí y no se lo merece, pero tampoco quiero crear una ilusión en ti… ¿Vez lo confuso de todo esto? Cambiaste mi mundo Aki, para bien o para mal, pero lo hiciste-

-Estoy consciente de eso, por eso creo que lo mejor es dejar las cosas como están y no obligarnos a nada, dejar que la vida siga su curso esperando lo mejor para cada quien- lo tome del hombro para que me mirara, estuvo renuente al principio pero al final cedió –Yo solo quiero que seas feliz, si tu lo eres yo también lo seré… -

Me dolía decirle eso, por que significaba que aquella pequeña semilla que había sembrado en el ahora bien podría secarse y permanecer en el olvido.

-Te quiero bien Lauri, seré tu amigo incondicional siempre que lo necesites y desees, pase lo que pase de aquí al futuro, siempre estaré ahí, cuidando de ti… solo si me lo permites-

Me sonrió de medio lado asintiendo.

Le sonreí de igual forma sintiéndome mal pero aun así un poco mas tranquilo.

Me puse de pie dispuesto a irme, antes de que desapareciera me gire a verlo, estaba tan pensativo, tan ajeno a todo, tan lejos de mi…

-Adiós Lauri-

Lo dejaba ir, solo para que fuera feliz…

Thank you for your patience, the time that you gave me
I think I never knew you were trying to save me


Después del desayuno Za se dedico a limpiar los platos, en cuanto termino se giro para ver a Lauri concentrado en unos papeles sobre la mesa de centro en la sala, sonrió abiertamente al verlo mas animado y dispuesto a seguir trabajando aun cuando había tantas cosas en medio de su realidad.

Su enfermedad por ejemplo.

Hace poco mas de dos semanas había caído en una depresión tan fuerte que hasta parecía que nunca saldría de la cama, , no quería ni comer y se la pasaba dormido la mayor parte del día.

Le daba demasiado gusto de que al fin hubiera vuelto a ser él… ese Lauri que a pesar de estar consumiéndose por dentro aun sonreía.

Era un héroe.

Casi corrió hasta su lado para robarle un beso apasionado que fue subiendo de intensidad, hasta el grado de necesitar oxigeno para poder seguir respirando...

-Lento que tenemos tiempo Aki.- dijo Lauri sonriendo tras volverse a posicionar en los labios de Zahiel.

Ella se quedo petrificada ante la mención de ese nombre...sin poder devolverle la caricia de esos labios que habían hablado de traición.

-¡¿Que has dicho?!- dijo ella confundida, alejándose de su rostro y cuerpo para enfrentarlo. –Aki… ¡¿Acaso tu....te has besado con...Aki!?- grito anonada, sin poder dar créditos a sus propias palabras.

Lauri se quedo de piedra al caer en cuenta de lo que había dicho, su mente lo volvió a traicionar de una forma tal que ahora…

-No… yo… ¿De donde sacas eso?-

-Me llamaste Aki, dímelo tú-

Sentía que le sudaban las manos, no pudo evitar recordar el beso efusivo de la otra vez en cuanto Zahiel le demostró de la misma forma su cariño.

-Estoy esperando Lauri-

-Yo… no se por que lo nombre… -

-Claro que lo sabes… ¿Qué acaso crees que no me doy cuenta? La forma en la que me trata Aki cuando estoy contigo o esas miradas que se dan cuando nadie se da cuenta… -

Zahiel se puso de pie tomando sus cosas del sofá ante la mirada extrañada de Lauri.

-Cuando estés seguro de lo que sientes por mi o por Aki, búscame-

-Espera…- 

Cerro la puerta principal con fuerza mientras Lauri caia en cuenta de lo que había pasado, recargándose en la pared llevando ambas manos al rostro.

Que complicado es el amor.


Don’t Leave Me
I’m begging you…


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