"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

viernes, 17 de febrero de 2012

Lauri Una Deidad Mortal (cap 17) vol.2

*Este ya es el capítulo numero 1 del volumen 2...pero en el titulo aparecerá el numero que tendría en el conteo general!!.


Jonnes tenia razón, Lauri no podía morir, si bien había muerto en la tierra por haber sido un ”mortal”, pero en Korppi tampoco había muerto, lo que realmente hizo fue desaparecer su esencia de ese su lugar, su Trono. Y no porque no quería ser rey, no. Sino porque descubrió su nuevo “yo”.

El “yo” por el cual nunca quiso convertirse en rey, el “yo” por el cual había huido de Korppi, el “yo” que había visto tornarse en su padre el día del accidente... el día que vio morir a su madre en manos de su padre, pero ni aun así pudo llegar a sentir odio por el, no podía hacerlo. No hasta ahora, que podía sentir de todo tipo de sentimiento y de personas que jamás pensó sentir esto.

Dando tiempo al tiempo, dejo pasar seis años terrenales, porque sabia que de la tierra jamás podría desligarse, el haber descubierto sentimientos como el amor, el odio, habían sido tan insultantemente encontrados por una ¡chica!. Una simple chica.

Las cosas no las podía dejar sin terminar su ciclo, tenia que vengarse, tenia que deshacerse de esa euforia que sentía por dentro desde el día que “murió”, sabiendo que la causa de su euforia por venganza era su hijo. O algo mas?.

Sin pensarlo dos veces, salió de su paradisiaca dimensión, muy lejana de Korppi y de la tierra, muy lejana si quiera de una galaxia cercana. En donde todo era lo que quisiera que fuera, usando tan solo su mente, para crear los lugares, personas. 
Que claro solo eran una ilusión a la mente, nada verdaderamente duradero.

Cuando un día sin pensarlo, trajo a su vista nuevamente a Lykia, la única por la cual llego a sentir amor si ¡amor!, su ira reino en el lugar, convirtiéndose todo a su alrededor en escombros, fuego, catástrofe, personas llenas de sangre, *una típica imagen de un holocausto* maldiciendo a todo pulmón, cayendo en sus rodillas sobre la tierra negra.

Ya no quedaba ni la mínima parte de lo que fue su esencia de paz, amor, o serenidad. Sus ojos negros, el verde había desaparecido, sus rasgos se habían hecho mas duros, pero aun conservando su natural belleza que se acentuaba mejor por el cambio de sus ojos y si, lloro no mucho porque sabia, que la volvería a ver, si quería terminar con Jonnes. Esa sed por verlo muerto, sed que provenía de su duro corazón, el “don” por así decirlo de ser un Korppi había llegado a el, y ahora no había ni el rastro de la bondad, afecto, ternura, compasión e incluso amor en el.

Ahora tan solo, en esa dimensión paradójica, pensado en cosas vánales que tuvo en Korppi o en la tierra, dejando pasar el tiempo, tratando de no sucumbir en ese obscuro corazón, sin lograrlo.


Se aproximo a la tierra, y la podía sentir, aun siquiera de no haber entrado, sentía su esencia, se contuvo, retrocediendo atrás y volviendo a su morada, no había pasado el tiempo suficiente, si bien solo era rabia la que propagaba “ella”, no lo toleraría e incluso podría llegar a matarla, y no quería haberlo porque muy en el fondo sabia que no debía matarla, no quería hacerlo.


Dejo pasar el tiempo, y se sumergió en la atmosfera.

La observo por varios días, estaba en la universidad y tenia a otra persona a su lado. No fueron celos lo que sintió de amor, sino celos, de que ella era feliz, felicidad que en otro tiempo también pudo haber llegado a tener.

Apretando sus labios, por no gritar, apretando sus ojos por no dejar sucumbir sus lágrimas, siguió observándola.

Tenia que encontrar el momento perfecto para verla frente a frente, pero siempre estaba con el, y eso lo distraía, o mejor dicho lo contrariaba, es que acaso nunca se quedaba sola?,

Viendo que si seguía esperando jamás se le presentaría ante ella, no le quedo de otra que hacerlo precisamente cuando ellos decidieron irse de “vacaciones de fin de semana”.

Cosa tan fácil, pensar en  tener su cuerpo de vuelta, y traerlo a la materia tangible solo por esta vez, única y exclusivamente para un propósito y nada mas… o no?
Ella acababa de despertarse, por un momento su pareja salió y apareció ante Lykia.











1 Soledad

Luego de haberla tomado en cuerpo, haberla tenido como nunca la pude haber tenido, la dormí. La contemple por un momento, sintiendo su aroma, en mi cuerpo. Y quería tenerla así mas tiempo, solo para mi, y nadie mas.

Detuve el tiempo, no se si pasaron varios minutos o horas, tan solo quería seguir contemplándola, le quite la sabana que cubría su cuerpo, tan perfecto tan esbelto, y que debería ser mío, solo mío y de nadie mas,  en un tiempo atrás amarla hacerla feliz y vivir por siempre felices hubiera sido la cosa mas perfecta, pero no ahora, ¡ja! Eso no jamás.

Pero ahora ya eso quedo atrás, jamás podre amarla… como lo hice. Ahora es un apetito salvaje que tengo por ella, por su cuerpo, por su mente, por su ser.

Ahora puedo sentirme mucho mejor el a muerto, Jonnes, hijo bastardo amar a mi mujer, mi única mujer, lo que era todo para mi. Atreverse a insinuar matarme. Pero como son las cosas ¿no? El que acabo muriendo fue el. La suerte siempre estará conmigo.

Deje de contemplar, mi … mi mujer? ya no es, mi amada? ja! Peor, mi amante? Será acaso ese el nombre para ella tan simple y solo mi amante?, que complacerá mis placeres nocturnos? Pero a que precio?, porque no le hare saber que estoy vivo, y que no soy el mismo de antes. Eso jamás.

Aceptara?, ser solo eso mi amante?, en todo caso si no lo hace, tendría que ver la forma de hacerlo. O pobre Lykia, seré capas de jugar con tu frágil mente?.
 Solo el tiempo lo dirá.


Lykia (p/v)

Comí el desayuno preparado por Jari, pero no podía dejar de pensar, en mi supuesto sueño, pero se que no fue un sueño se sentía tan real, todo de el, absolutamente todo, estoy segura que no pudo haber sido un sueño.

Por suerte, Jari salió, ni me moleste en preguntarle a donde iba, no me interesaba. En lo único que puedo pensar era en Lauri, su forma de besarme nuevamente, su forma de tocarme, su aroma, su forma de mirarme, aunque… sus ojos ya no eran mas verdes, su boca ya no tocaba la mía con dulzura, esta vez fue con arrebato, ni con pasión, sino como si me odiara.

Pero sigo divagando, porque no puede ser posible que este vivo, si yo misma lo vi morir.

Al poco tiempo, llego Jari y la estadía en Seinäjoki termino no porque el quisiera que acabara, se lo pedí yo, no soportaba estar ni un minuto mas aquí.

Al llegar a la cuidad, me despedí muy secamente de Jari, pero que otra cosa podía hacer si en mi mente seguía rondando Lauri.

Tomé un taxi, y en pocos minutos ya estaba en “nuestro” hogar. Reí un poco ante este pensamiento, nuestro hogar. Ahora suena un poco vacio, no ahora siempre será así.

No se pero por alguna razón me sentía muy emocionada de volver a casa, tal vez con la esperanza de despertar de esta pesadilla de tantos años, y verlo, estando en nuestro hogar, esperándome con su sonrisa habitual, sus ojos verdes contemplándome, a mi dándome la bienvenida abrazándome en sus brazos, besarme con sus tiernos labios … ¡basta! No tengo que soñar mas, no tengo q sufrir mas.

Entre y seguí en mi pesadilla. Porque tuve que “soñar” con el?, ya casi había limpiando mi mente de su recuerdo. Pero ahora como un fuego apagado alguien sopla, y su fuego revivió.

El viaje nos había demorado bastante, ya casi eran las ocho de la noche, y no había comido desde el desayuno. Me di un rápido baño y me fui a la cocina. Entre tantos olores mesclados, percibí nuevamente el suyo, tan mal me dejo el sueño que ahora asta imaginaba su olor nuevamente?, sin darle mucha importancia a mi tonta cabeza, porque lo estaba relacionando con las veces que el cocinaba.

Mis ojos llorosos, en parte por la cebolla, pero también porque, sentí sus manos rozar por mi cintura, hasta llegar a las mis manos y cortar al mismo compas las cebollas.

para que la cebolla no te haga llorar busca un cuchillo mas filudo–.­­­­dijo Lauri en mi oído, acariciando el lóbulo con sus labios, bajando levemente por mi cuello, inhalando el aroma.

Ya no continuaba cortando nada, el lo hacia por mi, como siempre cortando con mucha destreza. Pero no quiero voltear y verlo, se que no esta aquí, no lo esta.

–si lo estoy, mírame Lykia– dijo Lauri tiernamente casi susurrando las palabras.
Aun no podía tomar el cuchillo, el sentir su respiración, ¡su respiración! Oh dios mío es acaso ese un indicio que no esta muerto?, siento como exhala el aire sobre mi, como deposita pequeños y tiernos besos por detrás de mi lóbulo, las piernas ya no me respondían sentía que me iba a desmallar, pero no tengo que verlo a los ojos y ver que es real.

-mírame amor, no tengas miedo mírame cree- siseo nuevamente en mi oído.

Mi respiración aumento un poco, mi corazón parecía que iba a salir de mi pecho, quería verlo, claro que si, pero … no no no tengo que dudar, no estoy soñando no lo estoy, solo un poco un poco.

-solo un poco y nada mas, y te darás cuenta q estoy aquí que te amo-esta ves sus palabras fueron en un tono mas alto ya no susurradas, pero esa ultima palabra esa diminuta palabra me sonó diferente?.

Sentí como se tenso ante mi pensamiento, así que si me sonó diferente.

-mírame Lykia, se consiente que estoy aquí que te… –dudo un poco, y prosiguió.-… extrañe q te quiero.- termino de decir.

Todo mi ser quería darse vuelta y poder ver su rostro, pero estaba el miedo o!! bendito miedo, de pensar que fuera un sueño, porque si lo es no quiero despertar.

Como si todo fuera nuevo para mi cerebro, las palabras seguían retumbando en mi cabeza, <amo> ya no suenan igual, acento diferente? O?

-nada diferente, solo tan solo … mírame,-

Nooooooooooo!!!! No quiero, es que acaso no quiero verlo? No quiero acaso besarlo otra ves? Ahh!! porque tenia muy claro que si lo tenia frente a frente eso seria lo primero que haría, besar sus labios tan besables, dejarme llevar de su encanto, acariciarle el cabello, mirarlo asta cansarme de tocarlo y seguir tocándolo para comprobar que no es una simple alucinación.

Su risa disipo mis momentáneos pensamientos. Su risa nuevamente volvía a escucharla nuevamente y era tan clara tan nítida tan.

-mírame Lykia, no lo pienses tanto y déjate llevar, mírame a los ojos y ve que aun hay amor y mucho para ti, tan solo … mírame.-esta ocasión pareció mas una suplica el tono de su voz.

Como negarme a ese sonido tan encantador tan enigmático tan dulce, tan tan de él. No no podía seguir resistiéndome, no podía dejar q me siguiera rogando por algo de lo cual yo anhelaba hacer y sin embargo no lo hacia por temor simple temor ¡!ba!!  al diablo con eso.

Nuevamente escuche su risa, esta ocasión fue llena de gracia, casi juguetona.
Retire el contacto de sus brazos q aun continuaban acunando los míos, solo en ese instante ya sentía un vacio tan grande, no esto es peligroso, y si …

Deje en el aire las palabras el volvió a rogarme.

-por favor Lykia amor mío date la vuelta, mírame, bésame, tócame, tan solo date la vuelta y comprueba que estoy aquí- concluyo el, con un tono de melancolía en sus palabras.

Como negarme, como no hacer lo que me pide, y siendo una cosa tan sencilla, como voltearme y verlo.

Si verlo, nuevamente.

Solo voltéate Lykia hazlo. Me dije, casi dándole la orden a mi cuerpo de obedecer.

Él se hizo un paso hacia atrás, pero aun podía sentir su calor emanando de su cuerpo. Cerré los ojos. Me voltee.


Un segundo mas tarde abrí mis ojos, y caí al suelo sobre mis piernas, no podía articular ninguna palabra, ninguna lagrima nada, absolutamente nada, tan solo podía quedarme ahí sobre el suelo preguntándome porque? Porque?

PORQUE!!! Voltee.

 Él ya no estaba.

Nuevamente traje a mi mente el recuerde de su muerte, el día que murió frente a mi.

Me recosté en el suelo, casi en posición fetal, cerré mis ojos y desee haber muerto en ese instante por cualquier cosa, y no volver a pensar, no volver a soñar, no volver a sentir su aliento, escuchar su voz, su risa, absolutamente nada, solo estar ahí y desvanecerme si es que acaso era eso posible. Poco a poco mi mente se fue cansando de tanto pensar, mis ojos de tanto llorar y mi corazón de tanto sufrir, solo quería una cosa, no pensar, y morir ahí justo ahí sin volver a despertarme jamás, solo morirme y terminar con esta agonía.




sábado, 11 de febrero de 2012

Lauri Una Deidad Mortal (cap 16)




****
Ya todos sabían, el rey había muerto, gracias a las noticias que llevó Jonnes. Johannes el antiguo rey, volvió a retomar el cargo, ya que  no quería dárselo a Jonnes como correspondía si el no aceptaba. Jonnes había logrado su cometido, si bien no le interesaba vivir en Korppi le daba igual donde lo hiciese. Sin embargo, sabia muy bien donde estaban sus pensamientos, una y mil veces se decía  a si mismo –maldita humana-. Su abuelo, sabia el significado de sus palabras, por eso reía de el, y de su destino. Korppi un lugar de deidades …que poco a poco irán desvaneciendo por los sentimientos que un rey trajo consigo desde la tierra una vez.



16 Bienvenido

Lykia (p/v)

Logré entrar a la universidad, estudié mucho con maestros particulares, y sin darme cuenta o por así decirlo sin querer notarlo transcurrieron seis años.
No me mudé del apartamento de… “él”, ya no podía volver a decir su nombre, dolía el solo pensarlo y era mucho peor pronunciarlo. Su cuarto lo deje tal y como quedo el ultimo día, lo único tangible que quedaba de el, eran sus suaves y olorosas plumas.

En mas de una ocasión he  soñado con Jonnes, maldito sea el día que lo vi por primera vez, y deslumbro mis ojos.

Lunes por la mañana, pongo mi mejor cara y decido asistir a la universidad. Me inscribí en la carrera de literatura finlandesa.
Me visto con lo que mas me recuerda a “él”, un chaleco y pegue sus plumas en el , no todas pero unas cuantas para tenerlo siempre junto a mi.
Me han dicho en muchas ocasiones que debo sonreír mas, sin embargo no tengo razones de hacerlo.

Pongo mi mejor sonrisa al entrar al aula de clases, de suerte llegué temprano, puedo sentarme donde sea.

Me siento atrás, no hay muchos estudiantes, pero uno llamo mi atención, su cabello castaño claro, muy corto, su gran espalda, sentado no muy lejos de donde yo estaba, oh!!! Noto que lo miraba, se levanto de su silla y viene hacia mí.

Sus ojos. Sus ojos. Eso fue lo que mas me llama la atención, y su sonrisa. Creo que era el tiempo que pase alejada de las caras masculinas jóvenes bueno de mi edad.
El día que “él” murió, ese mismo día volví a tener mi edad mi verdadera edad.
Se sentó en el asiento libre que estaba frente a mí. Sonríe y se presenta.

-hola, soy Jari, eres nueva no?-dijo, sonriendo, y mirándome fijamente a los ojos.

Me presente muy cordialmente creo que exageré con la sonrisa, pero no podía cerrar mis labios y dejar de sonreírle.

Empezamos a conversar, hasta que llego el maestro, no se fue de su silla. La hora transcurrió, y ni cuenta me di. Me enseño el campus completo, el era de intercambio de Tampere, pero llevaba un semestre adelantado, estudia lo mismo que yo. Bien no?.

Los días fueron pasando y cada vez me sentía mas a gusto con el, su piel de color blanquecino, sus mejillas rojas a la luz del sol, sus ojos verdes, ojos que “él” tenia, su pelo corto muy corto, sus manos. Todo me gustaba de él.

-hoy no dirás que no-dijo Jari, al tiempo que besaba mis labios.

-a que no diré que no?, si se puede saber?-pregunté entusiasmada.

-no seas curiosa ya lo veras, haremos un pequeño viaje.-concluyo.

Le encanta viajar, y darme sorpresas.

Las clases terminaron, el salió de sus clases antes para preparar todo, a la salida del campus estaba esperándome en su carro. Impaciente me subí, dando mi mejor sonrisa, lo salude y le di un rápido beso.

No sabia a donde me llevaba, no conocía el paisaje, pudiera ser Espöö, pero conozco como llegar, no es ahí.

-a donde vamos?- le pregunte impaciente.

-shh!, que curiosa que eres, basta, déjame sorprenderte si?.-

Ok!! Moría de la curiosidad, no sabia a donde íbamos, el clima estaba empeorando cada vez mas, seguro era una cosa nos acercábamos al norte.

No era muy tarde, pero el sol se había ido. Me quede dormida y soñé con “el”. Al despertar agitada, como siempre lo hacia que lo soñaba, me di cuenta que estaba sola en el carro. Habíamos llegado.

-amor baja, llegamos ven rápido.- grito Jari. Estaba a poco metros frente al carro.

Bajé rápidamente, fue suerte que no se diera cuenta que estaba exaltada, por mi sueño. me dirigí hasta donde estaba él, y apareció, una aurora frente a nosotros, bella, como nunca antes la hubiera visto.

-dónde estamos?- le pregunte, a la vez que pasaba mis brazos por su cuello.

-Seinäjoki. No estamos muy lejos, solo mas cerca del norte Lykia.- susurro, y seguidamente beso mis labios.

Compró una cabaña, y nos quedaríamos por el resto del fin de semana.

Al día siguiente, Jari salió a comprar el desayuno, me quede recostada un tiempo mas. Cuando lo sentí.

Su aroma, era inconfundible, era único, era de “él”, me puse en pie rápidamente buscando mi chaqueta, la única que podría tener ese mismo olor, la busque sabiendo ya la respuesta no la había traído conmigo, pero el olor seguía presente, cerré mis ojos y me concentre en buscar de donde venia.

Venia de atrás de mi. Me di la vuelta, y una lagrima salió de mi ojo, ahí estaba el, Lauri.

Estaba temblando, no podía creerlo, lo tenia frente a mi.

-no llores- dijo él.

Era él, era su voz. Temblé aun más.

-oh no!! Estoy delirando, tengo fiebre.- dije. Sollozando.

-amor, te as despertado, ven rápido ya esta listo el desayuno, espero y te guste.- era Jari, desde la otra habitación, llamándome para comer. Sin embargo no podía moverme.

-eres tu?, realmente eres tu?- le pregunte.

-claro que soy yo!! Lykia.- susurro, con su mas tierna voz.

-oh!!! Mentira!!!!- grité.

-no es mentira soy yo.-

-porque ahora, porque en estos momentos mi cabeza decide volverse loca.-dije rápidamente.

-no estas loca.- dijo Lauri.

-claro que lo estoy te estoy alucinando, porque estas…-no pude terminar.

-no estas alucinando Lykia, ven acércate, y tócame.-

Si no estaba alucinando como explicaba que lo estuviese viendo frene a mi, no quería acercarme y confirmar que era una alucinación, pero moría por tocar mi alucinación, mi mano extendida, a centímetros de su cara. Lo toque.

-vienes a comer?- apareció de pronto Jari, preguntándome sobre mi desayuno, cuando yo estaba en pleno trance.

-enseguida voy-

No lo vio, solo yo lo podía ver y tocar. Era solo para mi.

-lo vez?, puedes tocarme no? No soy parte de tu imaginación amor mío.- susurro en mi oído, para luego besar mis labios con los suyos.

Olvide por completo el desayuno, en mi cabeza solo estaba Lauri. Sonrió pícaramente, y empezó a desabotonar mi camisa, en un momento a otro no tenia nada encima.

-es hora de atar los cabos sueltos.- dijo Lauri.

Sin importarme que en la habitación de al lado se encontrase mi actual novio, me deje llevar por las caricias propiciadas por Lauri, sus tiernos beso. En mas de una ocasión tuve que contener mis gritos.

Nunca me imagine que aun después de muerto llegaría a sentirme tan plena a su lado, lo seguía amando con toda mi alma, y mi cuerpo.

-no pienses mas, desentonas mi concentración.- dijo, al tiempo que yacía nuevamente dentro de mi.

Quede dormida en su pecho desnudo, escuchando su corazón latir nuevamente.

-Lykia!!! Lykia!!! Amor despierta.- repetía una y otra vez Jari.

-amor, el desayuno esta listo, ya lo he traído.-

Desperté, y su olor no estaba mas, había desaparecido lo único que podía oler era mi desayuno frente a mi, acaso fue un sueño?, pero fue tan real, tan real.




Jonnes (p/v)


Desde lo alto mas alto del punto de la tierra lo vi, descender, y acercarse a ella, tenerla en sus brazos y hacerla suya como nunca lo pudo hacer en vida. Solo para concluir lo que estaba pendiente. Bum… bum… bum… mi pecho dolió por esos latidos, mis plumas de la espalda comenzaron a desprenderse, intente volar nuevamente, pero ya solo contaba con las plumas de mi cabeza.


Maldita seas!!! MALDITA SEAS!!! Humana.

El aire me sofocaba, no podía respirar la presión de mi cabeza ardía… me sentía agonizando, por un error un simple error estoy pagando, lo único que me satisface es que el murió antes que yo.

No podía volar faltaba poco muy poco, para que terminara como lo hizo mi padre…


 Maldita suerte la mía. El no puede morir. Y justo ahora me doy cuenta.


Continuará….


ACLARACIONES… Jonnes murió porque se enamoro de Lykia, y Lauri descendió para poseer el cuerpo de ella y así Jonnes moriría….

sábado, 4 de febrero de 2012

Lauri Una Deidad Mortal (cap 15)





15 Un Dios Mortal



Lykia (p/v)


Toda la alegría que mi corazón sentía, segundo a segundo se volvió en otra cosa, ahí frente a mi el, un fuego creció sin saber donde había estado o si alguna vez había sentido esto.

Sus plumas reluciendo, sin camisa sonriendo de oreja a oreja, sus ojos fijamente viendo los míos, se acerco, lentamente puso sus manos alrededor de mi espalda, abrazándome, dándome tiernos besos en mi cuello haciendo que mi mente olvidara todo lo que no concernía a el Jonnes.

Sin aun decirnos nada, la puerta se cerro, mi nariz olvido por completo el aroma que abundaba por todo el apartamento. Ahora el único aroma que me importaba era el suyo. Proveniente de su cuello, de sus alas, de su cuerpo.

Cesó de besar mi cuello, acaricio mis muslos, mis ojos seguían cerrados, engañándome a mi y a “él”. Sus labios encontraron los míos, en un movimiento lentamente pausado y coordinado nuestros labios se besaban. Sin darme cuenta estaba en la habitación, aquí “su” olor era mas fuerte, oh!! Me olvide decir, se me quebró el frasco de “su” loción.

Tenia frio, ya no tenia mis ropas, ni el las suyas, tendidos en “su” cama, por primera vez estaría con un hombre, si le puedo decir así no. De pronto cesaron sus besos, sus caricias solo me miraba fijamente, primero consternado, de pronto muy alegre.


Jonnes (p/v)


A cada beso que le daba, cada caricia que continuaba dándole, algo estaba cambiando, ya no estaba usando mi poder con ella, ahora era por su propia voluntad.

Me gustaba besarla, tocarla, sentir que en estos momentos su mente solo era para mi, y para nadie mas. También la había extrañado? Nunca pensé que la extrañaría, pero ahora teniéndola tan cerca me doy cuenta que si la extrañe, y mucho.

Sin que se diera cuenta la lleve hasta la recamara de mi padre, aun besándola, la despoje de sus ropas, oh!! Me quito mis pantalones, me gustaba cuando inhalaba mi aroma de mi cuello, y sonreía a continuación, una sensación tan agradable recorrió mi cuerpo, lo sentí, claro que lo sentí, había descendido por fin.

Su mente no dejaba de pensar, y yo no podía dejar de leérsela, pensamientos vánales, pero cada vez iban mas y mas atrás, hasta que pensó, “por primera vez estaré con un hombre”.

Detuve mis besos y caricias, claro que me impacto, nunca estuvo con “él” nunca? Jamás?,  reí para mi. No podía dejar de sonreír, nunca se me cruzó por la mente pensar que nunca habían estado juntos, se supone que desde el tiempo que la transformo, habían pasado varios meses.

Será que ninguno de los dos quiso estar el uno con el otro?, uhh por los pensamientos de ella dudo que halla sido esa la razón.

Con una nueva alegría en mi ser, estaba mas que listo y preparado, lo estaba esperando con ansias. A mi Padre.

Sus pensamientos picaros, sus besos, deseos de tenerme a su lado, hacían que crecieran mis deseos de tenerla solo para mi, únicamente para mi. El solo pensar que nunca fue de “él” mi alegría incrementaba.

Mis plumas estorbaban, ofrecí deshacerme de ellas pero ella no quiso.

Tenia “sentimientos” encontrados. Yo sentir sentimientos por ella? Acaso estaba demente? No es solo deseos y nada mas?. Mi futuro fue incierto, si bien lo vi venir, nunca pensé que fuera real, muchas veces que he visto mi futuro no siempre se cumple, siempre cambio si así lo deseaba.

Lo vi venir, el amor…

Amándonos como nunca lo habíamos hecho, y jamás lo volveríamos hacer, nuestros cuerpos
unidos compenetrados mutuamente. Por fin llego.




Lauri (p/v)




Por fin escapé de Korppi si bien ahora ya no lo hacia como el hijo del rey, sino como El Rey, o mejor dicho como un dios, pero que al bajar a la tierra lo hare como un mortal. Poco me importo si se daban cuenta o no, lo único que quería hacer era bajar y volver a ver a mi amada, porque ahora si entendía a la perfección esas palabras, el amor, y eso era lo que sentía por Lykia, un amor exorbitante, que en este tiempo que pasé lejos de ella, comprendí su sentido.

Si bien nunca quise mostrarle mi verdadera forma este seria el momento perfecto para que me viera y se enamorara aun mas de mi, porque se dice, que la verdadera forma de un Korppi hace que sea irresistible ante una persona que no es de esa región.

Antes no muy seguro si quería que me amara lo suficiente, nunca le mostré mi verdadera forma, mis plumas. Pero ahora que se que la amo, ella puede amarme aun mas de lo que ya lo hace.

En solo dos minutos, estoy de vuelta. El apartamento, lleno de mi loción?, uhh!! Todo en orden.

-Lykia?-

No esta?, a mi llamado hubiera salido corriendo de donde estuviera.
Mis extensas alas, estorbaban para caminar ágilmente. Me pare frente a nuestro cuarto, y sentí que otra deidad estaba cerca de mi.

Abrí la puerta, y la sonrisa de “él” que ahora lo veía mi hijo, me daba la bienvenida, con mi “amada” encima de ÉL, sentada sobre ÉL, amándolo a ÉL, besándolo a ÉL. Mis ojos ardían de la ira que sentía, mi cabeza dolía, y mi corazón agonizaba por ella.

Cesaron las caricias, ella miro hacia tras y me vio, si antes tenia una expresión de pleno éxtasis al encontrarse con mis ojos totalmente negros, se transformo en pena, dolor, vergüenza.
“el” la separo de su cuerpo, sonrió para mi, y al volver a verla a ella, entristeció?. Seguidamente desapareció de nuestras vistas, solo dejando unas cuantas plumas en MI cama.

Quería llorar sin embargo no podía, quería correr y abrazarla, me había hecho tanta falta pero no podía, no porque no quisiera, sino porque no podía moverme, la ira reinaba mis sentidos mas que mis sentimientos, atado a un debajo de la puerta, teniéndola a ella frente a mi.

Lykia se puso en pie, dejando a relucir toda la belleza que hice acelerar hace un tiempo atrás.

Camino hacia mi, ella lloraba, decía cosas, sin embargo no lograba escuchar lo que me estaba diciendo, quería tanto escuchar su voz, pero por mas que trataba no podía escucharla hablar, estaba enojado pero a la vez muy enamorado.

Mi corazón comenzó a latir mas rápido de lo normal, mas y mas, llegue a pensar que se saldría de mi pecho. Comenzaba a doler y demasiado.

-estoy enamorado Lykia, muy enamorado, sin embargo…- por fin logré que mis ojos lloraran, se sentían tan pesadas mis lagrimas, puse una mano debajo de mi mentón y alcance una, la mire y era negra totalmente negra.

*(n/a) imagínate, Justify, Lauri llora de una manera tan creíble y tierna *

 Ya no podía escuchar mis palabras, era como hablar mudamente. Caí sobre mis rodillas, y mis alas se encogieron, quería gritar y desahogarme pero no podía.

No me di cuenta en que momento estaba frente a mi, cerca muy cerca de mi, llorando también, quería tanto escuchar lo que decía, sus manos acariciaban mis rostro, intento besar mis labios, por un momento olvide el dolor de mi pecho, me puse en pie, y la aleje de mi lado.

Ahora ni su mente podía leer, que me pasa?, porque estoy así?, algo no esta bien. Ella me abrazo, sentí como acariciaba plácidamente mis alas, se sentía tan cálido su contacto, me deje llevar por el momento y roce su cuello con mi nariz, embriagándome con su aroma, mantenía mis ojos cerrados, para olvidar donde estaba en ese momento.

De pronto sentí que mis alas se desprendían de mi espalda, la retire de mi lado, palpe mi espalada y confirme lo que había sentido, una a una mis alas iban cayendo al suelo, solo quedaban unas pocas en su lugar, las de mi cabeza, también hacían lo mismo, abandonaban mi cuero cabelludo, ella trataba de consolarme, porque volvían mis lagrimas, ya no eran por su traición ahora eran por una causa diferente. Extendí mis brazos hacia ella, sin dudarlo acudió a ellos, y finalmente podía escuchar lo que decía.

-Lauri, amor mío te amo tanto, siempre te he amado y lo sabes, pero vino el, se metió en mi mente, en mi cuerpo … tratando de hacer que te olvidara pero nunca te olvidare jamás, debes creerme, yo siempre te he amado y te amare, no se que paso con migo, perdóname, solo pido que me perdones.-dijo ella, con su voz quebrada, llorando, abrazada a mi, y aun desnuda.

Sonaba tan cierto, tan puro viniendo de ella, y a lo mejor era verdad, lo había visto como deidad, era lo mas lógico que utilizara sus poderes contra una mente tan débil como es la de los humanos.

 Quería decirle que no importara lo que hubiera hecho yo igual la seguiría amando, por el resto de mi vida, pero la imagen de ellos juntos en mi cama, en mi cuarto en mi morada, la tenia tan presente, apreté mis labios en signo de ira, cerré mis ojos igual, y al volver a abrirlos sentí como las plumas de mi cabeza hacían presión contra ella, lastimándome gravemente, sin embargo no reparaba en ese detalle, estaba disfrutando de mi momento a su lado.

Mi corazón, latió bum…bum…bum… tres veces demasiado fuerte, haciendo que molestara el sonido contra el pecho de Lykia, nos separamos por un momento ella aun seguía pidiendo mi perdón, rogando por el, llorando por mi, y yo sin poder decirle nada.

La volví a traer hacia mis brazos para abrazarla nuevamente, sentir su aroma, bum… sonó nuevamente mi corazón fuertemente, mis brazos soltaron su cuerpo, ya no sentía su aroma, tenia mis ojos abiertos sin embargo ya no miraba nada, caí al suelo, ahora sus brazos me sostenían con esfuerzo, yacía en el suelo, y ahora ni  mi corazón hacia bum…


Era lógico estaba muriendo, primero mi forma de deidad, y ahora mi forma humana. Las pocas plumas que aun tenia en mi cabeza, me estaban torturando, penetraban mi cabeza mas y mas, sin decir nada, sin poder hacerlo, seguía sintiendo una agonía total, no quería morir quería vivir, sin embargo no podía hacer nada.

 No se como pero aun sin mi corazón latiendo escuchaba su voz, tan clara como siempre, no quería dejar de escucharla, jamás, pero se iba haciendo cada vez mas inaudible, hasta que ya no la escuche mas.



Lykia (p/v)


No paraba de repetir lo mismo, y lograr que el entendiera, que Jonnes de alguna manera se había apoderado de mi. Perdón …perdón una y otra vez le pedía, pero el no decía nada, no importaba que no me dijera nada con el simple hecho de que el me estuviera escuchando me bastaba.


Me acerqué un poco para tratar de abrazarlo, como pensé no me rechazo, bien este era un indicio que me estaba perdonando. Sentí su pequeña nariz rosar por mi cuello, inhalando mi aroma,  con unas suplicas mas y tendría que perdonarme, porque se había enamorado de mi, tiene que olvidar, mi traición que fue sin querer, porque nunca en mis cinco sentidos lo hubiese traicionado ni por la belleza mas exorbitante que mis ojos llegasen a ver, corrección, si llegue a ver tal belleza y sucumbí ante su belleza. Que estúpida soy.


Algo extraño paso, sus plumas cayeron de su espalda, tal vez sea que esta volviendo a su forma humana. Lloro, nuevamente, lo había dejado de hacer, pero note que sus sollozos eran tristes, ya no llenos de ira, solamente tristes.

No cesaba de llorar, ni quería detenerme, seguía abrasada a el, a su cuerpo, que tanta falta me había hecho, su aroma, tan suave, tan embriagante tan excitante.
Bum… bum… bum… hiso su pecho, y lastimo el mío, me retire unos centímetros de el, pero no me importo volví a abrazarlo, no quería separarme de su lado, bum… palpito nuevamente, sentí que ya no inhalaba mi aroma, de pronto se hizo tan pesado, no pudo estar en pie, lo trate de sostener como pude y evitar que pegara duramente con el suelo, mi rostro se lleno de pánico, verlo tendido en el suelo con sus ojos cerrados, y sin latidos en su corazón, rápidamente trate de llamarlo, una y otra vez, suplicando que abriera sus ojos, gritando ahora su nombre, tan fuerte como podía, dejando caer mis lagrimas sobre su pálido y perfecto rostro que una vez ame tanto.

Rocé mis labios contra los suyos aun diciendo su nombre, maldiciendo a Jonnes. Me acosté sobre él, tratando  de imaginar si su corazón volvería hacer bum… mis lagrimas seguían saliendo de mi rostro, lagrimas ya no de perdón, eran lagrimas de dolor.

Inútil fueron mis gritos, no abrió sus ojos, pero notaba que su rostro no estaba tenso, si no mas bien relajado, como si ya no estuviese enojado.

No quería aceptarlo, creo que llevaba dos horas desde que le había visto sus ojos abiertos. Pero había muerto, quería seguir a su lado seguir embriagándome con su esencia hasta ya no poder sentirla mas, pero no pude hacerlo, su cuerpo se desvaneció, quedando unas cuantas plumitas regadas por donde una vez estuvo él.

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