"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

viernes, 11 de noviembre de 2011

Betrayed (oneshot)

Para este fic, me inspire en la canción Hello de Lauri Ylönen


Resumen o algo parecido..


*En una noche todo ocurrió, la tragedia que marco el destino de Lauri. 

*Cruel fue el engaño, que planeado con mucho cuidado por un ser lejano.
*Un acto de violencia lo sentencio y lo privo de su libertad, pero el no fue, y mil veces lo repitió, y nadie le creyó.
*Solo el fin de sus actos le revelará la real situación.




BETRAYED










No podía creer lo que me habían hecho.. era tan solo imposible de creer, todo fue  una mentira, 
sus palabras, sus actos, sus miradas….

Mil veces repetí que era inocente… en que mundo podría ser capaz de tal acto de crueldad?… y sin embargo nadie creyó en mi… nadie…

Y tu? Me creerías que soy inocente?...

Ahora solo una cosa importaba, lo que iba hacer yo… en agradecimiento a ellos, … si el destino me diese la oportunidad.











Seinäjoki, 2011


Las noches de verano se hacían mas largas, y por tanto la espera mas eterna, de ver un nuevo dia. Esa era la única preocupación de Lauri.


Tenia frío, apenas  lo cubrían una pijama de color azul muy delgada. Podía tocar su pelo hasta por debajo de su cuello, ya no recordaba cuando había sido la ultima vez que se lo había cortado. Y no es que tampoco le importase tanto. Se recostó en su catre, dio gracias a Dios, por no tener que seguir soportando la bulla que últimamente venia escuchando a su alrededor, ahora estaba solo, completamente solo.


Y era mejor solía repetirse el.


Tenia hambre, el ultimo bocado de comida se lo llevo hace pasadas 6 horas. Pero dejo de pensar en eso, faltaban 9 horas para el desayuno. Y no es que fuese la gran cosa, pero con hambre todo sabia delicioso, se lamio los labios, una y otra vez, hasta que jimio de dolor.


Tenia sueño, pero no quería dormir tampoco, faltaban 12 horas para saber su veredicto, que solo tenia dos soluciones, una era quedar exonerado y la otra, bueno la otra, morir.


-Ok.  Morir lo puedo aceptar, pero no tan joven, no siendo inocente, no sin a ver hecho mis respectivos agradecimientos a todos mis “seres queridos”.- al decir esta frase, se bufo, y solto una fuerte boconada de aire.


Sus seres queridos, que se suponía debían serle fiel en todo momento, habían sido los únicos que le habían dado la espalda, y traicionado.


La ira volvió a su cabeza, las imágenes se repitieron  una y otra vez, del dia que todo paso. Se tendió al suelo, llevándose ambas manos a su rostro, tratando de olvidar, pero como lo iba hacer, si ese mismo dia había perdido su libertad, sus amigos, su amor, y su ser querido mas valioso. Había sido tan estúpido y confiado.


Oh si había sido muy estúpido…


Tenia razón en esa parte…


Pero todo tiene su razón de ser no?...


-Que son 12 horas?, mejor evitarme la mirada de todos, y acabar con esto ahora mismo.-se dijo a si mismo Lauri Ylönen, el chico que había cometido el crimen mas atroz de todos los tiempos de Finlandia, y pagaría por eso, le había dicho Jaali, el amor de su vida.


Recordar eso le dolió aun mas, ella tampoco había creído en el, juro por su vida que no lo había hecho, pero de nada sirvió, ella no le creyó, como nadie lo había hecho.


Comenzó a gritar de desesperación, se puso en pie, y se agarro de los barrotes de la cárcel, no había presos alrededor suyo, ni guardias, ni nada. Retorció sus manos por los barrotes, tratando de querer desahogar su impotencia.


A medida sus gritos iban en aumento, su voz iba disminuyendo, lastimándose las cuerdas vocales, que un tiempo fueron muy valiosas en la banda pero ahora, ni eso le importaba ya. Al poco tiempo seso de gritar, y solo quedo al descubierto el sollozo que venia de su garganta, y del profundo dolor que sentía, no quería llorar, no mas, lo había hecho por mucho tiempo, no sabia como no estaba seco, pero en ocasiones era algo incontrolable, le brotaban sin mas, fruncia su rostro para sosegar el llanto, pero igual salian las lagrimas.


Y sin mas querer luchar contra eso, las dejo salir, coloco su rostro entre los barrotes, se limpio su mejilla, y el olor a oxido se hizo presente. Sabia muy bien que sus lagrimas mojaban los tubos de metal, pero no le importaba nada ya. Bien y le daba tétano y moria sin tener que hacerlo el mismo.


-Pero no quieres morir, recuerdas?.-hablo esa voz, que desde hace una semana la venia escuchando.


El no se inmuto por el sonido, si lo había hecho la primera vez, pero ahora se había acostumbrado.


-Que quieres cuervo de mierda?.-replico Lauri, enojado. Siempre venia cuando lloraba. Razón de mas para no querer hacerlo.- No vez que estoy ocupado?.- Se volvió hacia el cuervo, mirándolo con desprecio.


-Oh veo, no es el mejor momento lo siento.-rió con descaro el cuervo, que se encontraba en el tubo de metal de la cama..




-Solo he venido para darte la buena noticia que.- No termino su frase, Lauri lo interrumpió.


-Ya lo se.-susurro Lauri, ahora tendido de espaldas contra los barrotes, sentado con las piernas recogidas, abrazándolas, y apoyando su mentón en sus rodillas.


-Pobre cachorrito, estas triste?.-se burlo el cuervo.


Lauri no le respondió, no sabia que hacia de nuevo el cuervo, ya le había dicho que no aceptaria su oferta, asi no quería hacer las cosas, nunca.


-O sea que no te importa, que mueras aun sabiendo que eres inocente?, no lucharas ni un poquitico?.-el cuervo ahora voló mas cerca de él. Podía sentir su aroma.


-No!!!.-grito él. Hundiendo su cara mas  entre sus piernas y evitar que el cuervo viera sus lagrimas.


Claro que le importaba, le dolia en lo mas profundo de su corazón, pero no podía hacer nada sin su libertad.


-Por que eres tan estúpido?.-


-No voy hacer ningún pacto contigo.-dijo Lauri. Sin ganas de tener esta conversación.


-Te propongo algo, que te parece si me das una respuesta luego de ver tu muerte?.- Musito el cuervo, ahora sobre su cabeza.


Eso tomo por sorpresa a Lauri, una cosa era morir, y ya, pero muy diferente ser un espectador de su propia muerte.
A replicar iba Lauri, cuando vio como todo se puso blanco, que le hacían dolor sus ojos, y sin mas remedio los cerro.












Al abrirlos, vio a la multitud de gente frente a un altar, que no era mas que uno de los que se usaban para ahorcar a las personas. El dia estaba nublado como de costumbre, y casi podía jurar que iba a nevar del frio que se sentía. 


Pero era verano… no?


Recorrió con la mirada toda la multitud buscando ciertas persona y claro que estaban ahí, tuvo ganas de vomitar cuando vio a sus amigos y su novia en primera fila, esperando su caída.


No sabia desde donde estaba el parado, hasta que por inercia quiso moverse, y lo hizo por encima de la multitud, volando.


Lo observaba todo desde la perspectiva de un cuervo.


Quería irse del lugar, sabia que en un momento u otro se vería a si mismo caminando hacia el altar.


-Me quiero ir.- hablo Lauri, esperando que el cuervo respondiera.


Pero no escucho nada.


De pronto se hizo el silencio, nadie decía nada, y comprendió el porque, se vio a si mismo salir de una puerta, custodiado por un guardia. Tenia muy mal aspecto fue lo primero que noto. Y luego se lleno de vergüenza de sus actos.


Se había tendido al piso clamando por justicia, bramando su inocencia. En ese momento se repudio de sus actos. 


Como era posible que el fuese capaz de hacer tal cosa?, pensó Lauri.


Lo hizo realmente?


Oh por favor, claro que no.


Pero eso no lo sabia él…


-Basta basta, aceptooooooooooooo.-Grito el. Y al otro instante estaban de vuelta en la celda de la prisión.


-Buena elección.- dijo el cuervo en tono lacónico.


-Que tengo que hacer?.- Dijo agitadamente Lauri.


El cuervo no le dijo nada, tan solo desapareció del lugar, dejándolo solo.


Lauri aun no sabia lo que tendría que hacer para pagar el pacto, pero una cosa si sabia, no se iba a humillar de la manera en que lo hizo en esa visión.


Se sentó en el borde de la cama, apoyando su cabeza con una mano que tenia sobre sus rodillas. Tratando de borrar las ultimas imágenes que había obtenida gracias a ese cuervo.


-Hola.-dijo el cuervo.


Lauri elevo su rostro para ubicarlo, y al hacerlo se encontró con el pico exactamente sobre sus ojos, estos rápidamente taladraron sobre ellos, hiriéndolos profundamente, haciéndolos sangrar en cuestión de segundos. 


Y al cabo de pocos segundos, su cuerpo yacía tirado en el suelo de la celda. Parecía que estaba desmayado, pero no, poco a poco fue moviéndose, hasta que se puso en pie.


-Que me has hecho?.-Exigió saber el lastimado joven.


-Solo un pequeño regalo, me podía verte llorar, por eso desde hoy en adelante jamás volverás hacerlo.-Se tomo 
unos segundos para continuar.- Y también arrebate tu alma.


La palabra retumbo con eco en el lugar.


-Que significa eso realmente?.-Lauri se alejo del cuervo, viéndolo con temor, pero ya era demasiado tarde para sentir eso.


-El dia que mueras, tu alma será mia.-


Nadie dijo nada mas, todo estaba claro.


-Y como se supone que saldré de aquí?.-Quiso saber Lauri.


-Sencillo, mañana cuando te ahorquen frente a toda la plaza, no morirás.-


-Alto!!!! Eso no es lo acordado, yo acepte, solo por no verme en esa posición bochornosa.-Dijo muy agitado. Ahora caminando de un lada para el otro, el no iria, a la horca, no por nada había aceptado dar su alma.


-Cálmate!!, tranquilo lo dije en broma, no tendrás que hacer nada de eso. Tan solo duérmete, y al despertar, todo será como lo quisiste desde un principio, claro sin cambiar ningun acontecimiento pasado.




Y dicho esto, el cuervo desapareció, dejando tal solo cuatro plumas tiradas en el suelo, rápidamente, Lauri se acerco a tomarlas, eran muy suaves y de un negro muy brillante. En que se había metido?.


En nada fuera de lo planeado…










El dia llego, y para su sorpresa ya no estaba en la prisión, al procesar esa información, se puso en pie y dejo la cama que no sabia en que momento le había dado la bienvenida. Se encamino a la ventana y sin dudarlo reconoció 
lo que ante sus ojos veía.


Helsinki…


Los edificios no tan altos, de la misma longitud, los colores pasteles, las pocas personas… era tan satisfactorio estar de vuelta en casa. Deambulo por el lugar, parecía un hotel, no estaba seguro de cual, pero debía estar en el centro, por los lugares aledaños.


Rápidamente fue al baño, y al ver la tina dio un grito de jubilo, se quito la pijama azul, y se metió en la bañera, el agua calida recibió el frio cuerpo de Lauri. a la media hora se salió de agua, inhalo por un momento el olor a jabón que emanaba de su cuerpo y no pudo evitar sonreir.


-Bendito seas jabón.-dijo sonriendo.


No había traído toalla, asi que salió del cuarto de baño sin mas que las pocas gotas de agua que cubrían su atlético cuerpo.


Sus ojos deambularon en busca del lugar posible donde estuviesen las toallas, hasta que se percato que no estaba solo. Una chica había gritado detrás de el.


Se dio la vuelta y la certeza de reconocer la voz, lo impacto a el también.
Jaali, se llevo sus manos a la boca, para no gritar nuevamente, no podía creer que Lauri estuviese ahí frente a ella, libre y desnudo.


La ira carcomía el alma de Lauri, como ese cuervo tramposo lo había puesto en el mismo lugar que Jaali el dia siguiente a su libertad? En que estaba pensando?.


Inhalo  fuertemente aire varias veces, tratando de calmarse y pensar con claridad.


Camino lentamente en busca de algo con que vestirse, para su sorpresa en una gaveta del armario encontró su ropa planchada perfectamente, rápidamente saco un pantalón negro, y una camisa gris sin mangas.


A todo esto seguía mirando a Jaali de reojo. Estaba esplendida como siempre, su cabello negro recogido en una coleta, vestía un vestido corto color azul, una zapatillas grises, y unos lentes negros que ocultaban sus ojos azules, los cuales una vez amo…


Y todavía amaba.


Cuando se puso en pie, vio que ella estaba temblando, se acerco lentamente hacia ella y se percato en ese momento que escondía su celular debajo del vestido corto. Se lo arrebato y observo que había mandado un mensaje de auxilio a Eero.


Traer de vuelta la imagen de uno de sus mejores amigos hizo que le explotara la mente de  la poca cordura que le quedaba.


-Que has hecho?.- Le grito en la cara a la que una vez fue su amor incondicional. La Seguidamente la tomo por los brazos  y la comenzó a zarandear, en ese momento ella quebró su caparazón y comenzó a llorar.


-Ah por favor no llores, que por tu culpa y la de todos ellos estoy o mejor dicho estuve en la cárcel.- escupió la palabras, con aberración.


-Tu lo mataste!!!- Aseguro Jaali.- Yo te vi Lauri.- Hizo una pausa para tomar aire, en ese momento él le arrebato los lentes de sus ojos, quería verlos al menos por ultima vez.


Pero había sido un error, solo una mirada de ellos basto para revivir el amor que siempre tuvo por ella.


-Yo no lo hice!! Jaali.- Susurro Lauri, pensó que iba a llorar en ese momento al recordar la imagen de lo sucedido, pero no podía llorar nunca mas, suspiro, y tomo el rostro de Jaali entre sus manos, acercándolo a su rostro, viéndolo mas de cerca e inhalando su dulce aroma.- Yo no fui, en que mundo crees que lo pude haber hecho?, abre los ojos, amor mio.- Se le soltó decir.- Yo no fui.- y cerro su declaración con un beso en sus labios, pudo saborear sus lagrimas, el dulzor de sus labios, y quería mas que solo sus labios, quería vagar por su cuerpo y hacerlo suyo, por mas de un años no había tocado a una mujer, y la necesidad que brotaba se hacia evidente en sus pantalones.


Ella interrumpió su beso, sin antes darse cuenta que ella también quería estar con el también. Pero sus palabras decían otra cosa.


-Yo te vi Lauri, nadie me lo conto, yo te vi acuchillar a nuestro … hijo.- las palabras dichas tenían otro sentido viniendo de ella, de su boca.


-Cállate!!!!!!!! No fui yo!!!!.- grito el, y la aventó fuera de su vista, ella cayo sobre la alfombra, viéndolo con repugnancia.


La ira carcomió su cordura y lo hizo recordar lo que siempre trataba de omitir.




“ Había llegado temprano del concierto, y se fue directamente hacia la habitación de su pequeño Jarpi, se le hizo raro no escuchar su voz, por lo general a esta hora siempre estaba despierto, llego al cuarto y se acerco a la cuna, con la sorpresa que su hijo estaba ahí bañado en sangre su propia sangre, y con multiples rajadas a causa del cuchillo, Lauri tomo temblorosamente ambos su bebe y el cuchillo en sus manos, estaba atónito, no podía articular palabra de auxilio alguna, quien había sido tan cruel de hacer tremenda masacre a un bebe, quien?


Le faltaba el aire, sus manos las tenia tiezas, y lo que sostenían ellas rápidamente cayeron al suelo, su bebe y el cuchillo, al ver tal desastre, pudo por fin gritar en un grito lleno de dolor, de ira, de angustia de desesperación, su hijo estaba muerto. En ese momento entro al cuarto del bebe Jaali, Aki, Eero y la policía.  Y claramente vio con dolor como los tres apuntaban con horror hacia el, diciendo que era el culpable de tal acto de crueldad.


No podía creer lo que estaba pasando, como podían culparlo a el?, que tanto amaba a su bebe, la policía se acerco con cautela hacia el, le tenían miedo todos en el cuarto lo miraban con temor y desprecio.


Que se había perdido el?.


Solo un pequeño detalle!!...


El no puso resistencia, no porque no quisiera sino porque sus fuerzas no le daban para hacerlo, estaba devastado su hijo su pequeño bebe, estaba muerto y todos creían que era él el responsable, se llevo sus manos al rostro tratando de evitar que lo viesen llorar, pero rápidamente le quitaron las manos del rostro para colocarlas detrás de su espalda y esposarlo. Trato inútilmente de contener sus lagrimas, y hacerlas un pequeño sollozo. Le exigieron que caminase, pero no podía hacerlo no tenia las fuerzas suficientes, en que pesadilla tan horrible estaba?, solo eso se podía creer que era.


Un policía le dio un golpe en las piernas y ellas reaccionaron avanzando dos pasos, sus amigos y su novia, se hicieron aun lado, sin mirarlo a los ojos, salieron del cuarto pausadamente, y frente a el se topo con un espejo que revelo el dolor que enmarcaba su rostro, además de la sangre de su bebe en ella. Lo había olvidado por completo.
Sintió tal repulsión que vomito. Al poco rato siguieron el camino y ahora sentía las fuerzas para luchar, contra todos. 


Y comenzó a vociferar que era inocente que el no lo había hecho, que había llegado y asi lo había encontrado.
Fue tanto lo que grito que al llegar a la estación de policía no le quedaba voz alguna para responder ante el interrogatorio.”




-Yo no fui Jaali, no lo hice yo.- volvió a decirle a ella, inútilmente.


-Márchate Lauri, si quieres tener un poco mas de libertad márchate y huye, y no te preocupes ya te he perdonado por lo que le hiciste a mi hijo, vete y no regreses.-Murmuro con una voz semi audible.


El se rio de su cinismo.- Me has perdonado?, oh gracias, amor mio!!!.- Se puso en pie, y se encamino hasta donde estaba ella, tomo nuevamente su rostro entre sus manos y le dijo: - No gastes en perdón, porque no lo necesito, yo no fui!!. –


Ella tiro sus manos lejos de su rostro y se alejo de el, Lauri la siguió y observo el arma que estaba cerca de la lámpara, Jaali la tomo primero.


-Vete Lauri, no me hagas disparar para salvaguardar mi seguridad.- Dijo, mientras sostenía temblorosamente el arma.


-Tu seguridad?, estas ciega mujer?, yo jamás seria capaz de hacerte daño.-Dijo, tratando de convencerla y a el también, porque ya no estaba seguro de nada.


-Vete Lauri, te amo y no quiero verte sufrir mas.-


El no hizo caso a sus palabras, se subió a la cama y camino a gatas sobre ella, para darle alcance a Jaali al otro extremo. Ella dudaba y tenia seguro aun la pistola.


Se paro frente a ella y tomo el arma en sus manos, sintió el calor y el temblor que emanaban las manos de Jaali, y libero el seguro. Ella lo miro asustada ahora, antes solo era una amenaza ahora sabia que en algún momento el arma se podría disparar y alguien podría morir.


-No tengo miedo de morir y tu?.- le susurro cerca de su oído, lamiendo el lóbulo con su lengua.


La puerta se abrió ella la había dejado abierta y Aki entro primero y a continuación Eero, para ese lapso de disturbio Lauri le había arrebatado el arma, pero mas creía que se debió al rozar de su lengua por esa parte tan sensible que ella poseía.


Nadie se movió excepto Lauri, que se alejo de Jaali.


-Baja el arma Lauri.- Dijo Eero, con una voz serena pero a la vez con miedo.


-Como es esto?, como es que estas aquí si nosotros te vimos …-No termino de decir su oración Aki.


-Cállense todos!!!!!- Exigió Lauri. dejo que Jaali llegara al regazo de Eero, y la forma en que la sostenía lo lleno de ira, eso no era un simple gesto de amigos parecía mas bien un gesto de amantes.


Cerro sus ojos tratando de serenarse, teniendo el arma en sus manos aun, no era un buen momento para dejar salir a sus pensamientos absurdos.


-Por que no pueden creer que no fui capaz de matar a mi hijo?.- 


-Basta!!!!! –grito Jaali.- No sigas, yo te vi, y esa es la única verdad, me dolió mucho mas a mi que a ti verte hacer lo que hiciste, apuñalar a Jarpi en repetidas ocasiones.


-Acéptalo.- Dijo Eero, aun abrazando a Jaali posesivamente.


Y en el cuarto se escucho el sonoro sonido de una bala, que había ido a parar directamente en el corazón de Jaali.


-Yo …. No…. Fui.- Bramo Lauri. Nervioso.


Vio como una pluma apareció al instante a un lado de su amada Jaali.


-Agárralo!!.- grito Eero a Aki.


Lauri tardo un momento caer en cuenta de lo que había hecho, de lo que su rabia lo hizo capaz de hacer, pero no fue por esto que hizo el pacto?...


Otra bala salió disparada del arma, ahora en la cabeza de Aki, sus ojos se desorbitaron ante el acto de violencia que había vuelto a cometer.


A lo lejos escucho que Eero le gritaba, pero no podo identificar todo lo que dijo, solo algo si entendió, que lo había visto morir ahorcado en la mañana, pero no le dio importancia a sus palabras, mas bien estaba absorto en sus pensamientos de culpabilidad, ahora si era culpable si lo querían acusar, y sonrió levemente.


Otra pluma apareció al lado del cuerpo de Aki…


Falta uno, alguien dijo a lo lejos.


El estaba devastado moralmente, no sabia que pudiese ser capaz de hacer tal cosa. Se puso en pie, y se percato que Eero estaba huyendo por la puerta.


-No huyas cobarde, y soltó la ultima bala en su espalda.-


Callo de rodillas, aventó el arma a un costado, quería también acabar con su vida pero no quedaban balas, exactamente tres habían.


Quiso llorarlos pero no pudo por mas que trato no logror soltar ninguna lagrima, estaba arto de hacerlo, pero sentía la necesidad de lograrlo.


-Eres tonto?, ya no puedes hacerlo, me imagine esta escena y quise evitarme el verte llorar, basta con tu sufrimiento.


Otra pluma estaba cerca del cuerpo de Eero.


-Por que nadie fue capaz de creerme?, yo no lo hice.- Sollozo las palabras. Era a lo que mas cercano llegaba a llorar.


-Yo te creo.- Confeso el cuervo.


Al instante, Lauri levanto la cabeza y vio con admiración al cuervo.


-Me… crees?.- Sonrió Lauri.


-Claro.-


-No sabes lo que siento en este momento, eres el único que me ha creido, pero Eero dijo algo que me tiene 
preocupado, dijo que me vio morir en la mañana.-


-En efecto, yo me hice pasar por ti, así que de ahora en adelante puedes llevar una vida pacifica y tranquila, porque para los ciudadanos estas muerto.-y dicho esto el pajarraco desapareció.


En ese momento observo el listón que se cernía alrededor de sus brazos que  aparecieron de la nada.
 Se puso en pie, y recordó las palabras del cuervo…


“Te creo”


“..Me hice pasar por ti..”


Y la revelación vino de pronto, como la angustia, y la impotencia también.


<<Claro que el cuervo me creía, el había matado a mi bebe>>.- pensó Lauri.


Había sido tan estúpido, todo lo había planeado el fulero cuervo ese, desde el principio sabia como iba a resultar esto.


Se derrumbo de dolor, todos sus seres queridos los había perdido por un simple juego de ese pajarraco, su pecho dolía profundamente, sus músculos del rostro dolían de la impotencia de no poder llorar, anhelaba tanto poder hacerlo, hasta eso había previsto el pajarraco. Llevo sus manos al rostro para tratar de calmar el ardor de sus ojos secos…




Nadie había creído en el, la única cosa que lo hubiese hecho feliz,  y el único que lo hizo,  solo fue para hacerlo mas profundamente infeliz…




-Tonto Lauri.- dijo el cuervo, llorosamente. 






FIN...
















  



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