"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

jueves, 21 de junio de 2012

Oblivion -C16-





EL CIELO QUE SABE A INFIERNO


CAPITULO XVI



Helena p/v


N/a: Se preguntaran que tiene que decir Helena, pues bien, a ella la saqué de un fic de una amiga ( Flavia, quien  me concedió permiso para usarla) ella tuvo su fic propia en el cual se desarrollaba un triangulo amoroso entre ella, Lauri y Eero, en el cual se vio la confusión de ella entre los dos hombres ( tal como lo habrán visto en cualquier telenovela!! solo que con dos finlandeses hermosos :) ), pero ella al final eligió a Eero, pero en el fondo aun quería con Lauri ( todas quieren con él hehehe).Asi que ahora solo traigo en después de su "relación"... el fic se llama Dangerous Kind, y si quedan picadas de quien fue ella en ese ambiente y como fue ese triangulo, solo lo dicen y le pediré permiso a la autora para subirlo al blog :) )...





El aire gélido pegaba en mi rostro, y se llevaba con el, las lagrimas que prometían ser derramadas si no fuera por el viento. Aun no podía dar crédito a lo que la jueza había dicho, que esa chica era culpable. Y no es que estuviera mal por ella, ni la conocía, pero… una parte de mi estaba celosa de ella. Qué quería Lauri de Liz?

Eero me abrió la puerta del coche, casi no habíamos hablado desde que salimos de la audiencia, ambos quedamos muy sorprendidos, creíamos que era inocente, y no lo era. Tal vez se cometió una injusticia con ella?. Quien sabe, pero de una cosa estaba segura, ella lo iba a pasar muy mal ahí dentro.

La calidez me abrigo dentro del automóvil, Eero lo puso en marcha y nos dirigimos a su casa. La de Lauri. Un escalofrió recorrió mi cuerpo, hacía mas de año que no entraba en esa casa, y no quería hacerlo precisamente ahora, pero como me negaba?, un dolor?, no imposible, tenia que pensar en algo, al menos estar afuera pero no dentro, no con él.

-Qué pasa amor?.- Eero soltó el volante conduciendo ahora con una sola mano, y tomo mis dedos para darle un suave apretón. Me volví  para verlo y el me miraba también, le sonríe, pero creo no llego a mis ojos.-Estas triste.-Concluyo él.

En su voz noté, también tristeza pero he de imaginar que era por ella,  a la pobre le esperaban cosas malas, si bien fuera una cárcel de chicas, era una internacional y peligrosa.

Y yo… no estaba triste … sino…preocupada. Aún no olvidaba la forma en que me miró en el hospital, ni la forma en que le correspondí, no se en que estaba pensando cuando decidí ir a verlo, pero la preocupación de que estuviese muerto le ganó a mi raciocinio, y eso no podía volver a pasar nunca.


Lauri era mi pasado y Eero mi presente y mi futuro y lo amaba pero …

-Todo bien?.-volvió a preguntarme. Ahora su tono estaba cargado de preocupación, note que disminuyo la velocidad, suspire relajada ante ese acto.

-Si, todo bien, solo pensaba en esa pobre chica, no a de ser fácil vivir de esa manera por tanto tiempo.- solté la mano de Eero, baje el espejo que estaba escondido en la visera y me observe. No estaba tan mal, pero … que estaba haciendo?, acaso iba a una cita?.

Inmediatamente regrese el espejo a su escondite, era absurdo, me estaba comportando como si quisiera darle una buena impresión a Lauri y era todo lo contrario, no podía ni siquiera dejar que él viera un desliz por mi parte…no como el de aquella vez.

Estuve a punto de traerlo a mi mente ese recuerdo que aun me consumía, cuando contemple que habíamos llegado a su villa. Me apreté mas contra el asiento, no quería bajarme, y fue tal como la vez que vine con Liz, por un momento de debilidad estuve apunto de entrar a su casa, pero por suerte Eero me salvo, y ahora quien me salvaría de entrar a la casa del lobo?… que tanto echaba de menos.

-Llegamos.-el motor se apagó.- ojala y tomé bien la noticia, creo se hizo muy amigo de ella, aunque pueda que sea otra cosa, no lo crees asi amor?.- las palabras de Eero fueron como una bofetada que me trajeron de vuelta a la realidad.

No tenia porque sentir nada en estos momentos, Lauri era mi pasado y si quería estar con Liz, pues …adelante, y aunque él negaba alguna relación con ella, Eero pensaba que tal vez ni el mismo se había dando cuenta de sus sentimientos por Liz. Pero esta noche lo podría averiguar.

Tomé valor y apreté el botón que abría mi puerta.

Mis tacones me traicionaron y me hicieron resbalar tras pisar el asfalto nevoso, pero la puerta me ayudo a recomponer mi equilibrio, Eero corrió inmediatamente a mi ayuda, paso mi brazo por su cuello y caminamos juntos hacia la puerta de su casa, me sentí nerviosa y mi labio inferior empezó a temblar, rápidamente lo mordí con mis labios para ocultar la acción.

Acaso podría tener suerte y que el no estuviese en casa?. Pero tras unos cuantos segundos tras tocar Paula nos abrió. Me estremecí tras pasar el umbral de su puerta, no podía creer que estaba nuevamente aquí aunque en diferentes circunstancias.

Avanzamos y llegamos a la sala, y todo estaba igual a como lo recordaba nada era diferente…solo el tiempo y las personas que estaban ahí ahora.

Los tres sillones rectangulares negros daban realce a las paredes blancas, la iluminación era perfecta dando un toque de brillo a los accesorios metálicos de la sala. Paula nos invito a sentarnos en el sofá mas grande, pero rápidamente hui y me senté en el mas pequeño por nada del mundo me volvería a sentar ahí, tampoco podía fingir tan bien mi estado neutral.

Eero me miro extrañado pero se sentó en el sofá que ella nos ofreció, y aun así quedamos juntos solo que en diferentes espacios. Paula se retiro en busca del hombre de su casa.

Las manos me empezaron a sudar dentro de los guantes, agradecí de no habérmelos quitado cuando llegamos. Tenia que tranquilizarme, que ahora me sirviera tantas horas de yoga que Eero había invertido en mi, cerré mis ojos y me relaje, descargué mi mente alejando cualquier recuero o pensamiento.

-Estas cansada?.- su voz me sacó de mi estado de relajación. Abrí mis ojos y le sonríe, ahora si mi sonrisa la sentí llegar a mis ojos.

-No, es solo que tantas cosas me tienen un poco estresada, y también los tacones.- y no era del todo falso a buena hora me puse unos tacos de aguja fina, yo y mis sentidos de la moda.

Me recosté en el respaldar del sofá, ya que ellos tardaban tanto en llegar, y fue bueno porque me pude relajar.

Sentí que Eero se puso en pie, y sabía que era porque Lauri estaba a su vista. Escuche su lento caminar por las gradas inclusive el sonido que causaba la fricción de su anillo contra el pasamano metálico, fue tan fuerte para mis sentidos, haciéndole creer a mi cerebro  como si fuera el sonido de unas campanas.

Como las campanadas de mi matrimonio.

Ese día…

Mi sensible mente estuvo a punto de llevarme a ese día, pero la voz de Lauri en la sala lo impidió.

-Me alegro que estén aquí tan pronto, cuales son las noticias.- abrí mis ojos y el estaba oculto de mi visión, sabia que estaba detrás, muy cerca, pero era mejor así, que no nos miráramos, no aun, no con los recuerdos al borde de mi mente.

-Ya puedes estar de pie?.- Preguntó Eero un poco asombrado de verlo ahí de pie, cuando hace dos días lo había herido de gravedad.

-Si, camino lento pero resisto.- intento sonar contento, pero el también estaba nervioso, tanto como yo o mas.

Y noté que aun no me daba la cara, no caminaba hacia nosotros y tomar asiento. Solo pude sonreí ante su cobardía eso me molesto, no solo yo iba a sufrir. Me puse en pie y lo encare. Por un momento pude ver como le cambiaba el semblante, paso del asombro a la felicidad en un milisegundo, quedando nuevamente en su cara una apariencia neutral, serena.

-Hola Helena.- dijo él, y no perdí detalle de cómo reaccione ante ese simple comentario, que me estaba pasando?, no había estado así en el hospital, pero hoy era diferente, mejor dicho el ambiente era el que descontrolaba todo en mi. Había sido un error total haber venido, pero muy tarde me di cuenta de eso.

-Como estas?.- mi mirada fija en sus ojos, casi ocultos por su pañoleta blanca que cubría toda su frente y sus cejas. Procure no sonreír, se miraba tan bien para ser un convaleciente.

-Mas o menos. Pero díganme como fue todo?.- el desvió su mirada y la volvió hacia Eero. Acortando la distancia   sentándose  junto a su amigo. En el sofá.

En el sofá …que hui… de sentarme, lo seguí con mi mirada desencajada, acaso ya no lo recordaba?. Pero no… cuando nuestras miradas se volvieron a encontrar, creo lo recordó, su expresión fue como si Eero nos hubiese descubierto en el acto, como si hubiera descubierto lo que pasó hace un año.

En el día de mi matrimonio.

Lauri tomo asiento nerviosamente entendiendo que había sido un error sentarse ahí, y no fui capas de contener mas mis recuerdos de  ese día.








Las campanas dieron su ultimo repique al salir de la iglesia, todos nos esperaban afuera sonrientes, las cámaras en mano grabando el día mas feliz de mi vida. Mi mirada viajaba por todos mis amigos, parientes y …Lauri, el también sonreía, y le sonreí de vuelta, todo había terminado bien entre nosotros y ahora solo viviríamos el futuro sin mirar atrás.


Nos montamos en la limosina blanca con destino a la resección, el regalo de Lauri, su recepción. Su casa.
Eero abrió una botella de champán mientras esperábamos a llegar a nuestro próximo destino. Reímos, bromeamos, y bebimos casi completamente la botella para cuando llegamos a la casa de Lauri.

El vestido era inmenso y no me permitiría disfrutar de mi fiesta con el puesto, pero el primer baile lo tenía que bailar con el puesto ya luego me lo quitaría.


El chofer nos abrió la puerta, Eero salió primero me tendió una mano y me ayudo a salir. Creí que entraríamos por la puerta principal, pero no, Eero me cargo en brazos sobresaltándome por su acto, pero me explico que Lauri nos tenía una sorpresa. Rodeamos su casa, atravesando el jardín externo y avanzamos mas, unos cuantos metros por detrás de su casa, y vi una gran carpa blanca, era inmensa parecía la de un circo solo se diferenciaba en el color.

El césped verde contrastaba con los pétalos de rosa blancos y rojos caídos sobre el, haciendo un camino hasta la carpa. En este punto mi corazón latía a mil por hora, cual era la sorpresa?, pero viniendo de él puede que nunca la olvide.

Cuando entramos escuche los primeros acordes de chelos, Eero me bajó y me tomo de la mano, avanzamos lentamente por el recinto, todos estaban de pie y observaban nuestro ingreso pero yo  no podía apartar mi vista del escenario. Ahí estaba Apocalyptica y Lauri con micrófono en mano. Me iba a cantar?. Sentí un revoloteo de emoción en mi estomago, mis rodillas temblaron pero el brazo de mi amado me ayudo a no caer.

Eero acerco su boca a mi oído y susurro las palabras.-Esta canción se llama “Solo Tu”, y es para ti amor.- y terminó con un rápido beso en mi mejilla.

Pero yo no podía apartar mi vista del escenario, Lauri tenia los ojos cerrados así que no me miraba pero yo si. La melodía seguía y él no comenzaba a cantar, Eero me insto a bailar en ese momento.

Y él comenzó a cantar, su voz fue como un susurro al principio, pero luego su voz se hizo mas profunda. Nuestros pasos iban al compás de la música, y de vez en cuando me fijaba en su rostro, sereno, hermoso. Pero porque no abría los ojos?.  También no podía evitar verlo porque se miraba arrebatadoramente hermoso en su esmoquin gris, parecía salido de una boda real, con el tipo de corte de su traje, totalmente entallado hecho a la medida, su cabello prolijamente peinado hacia un lado.

La canción termino y el por fin abrió los ojos, pero no vi nada en ellos que llamara la atención, así que me relaje por un momento dudé que no estuviera feliz por mi boda. Lauri se acerco a nosotros y nos felicito con un beso en nuestras mejillas, e insto a que disfrutáramos la fiesta.

Y me di cuenta del pastel. Como no lo había visto antes?. Era de seis pisos pero el último era diferente, tenia la forma de una flor, y no cualquiera, era un tulipán rojo, y eso significaba amor eterno.

Para mi y Eero o …

El tiempo paso rápidamente que ni sentí la incomodidad del vestido, pero no podía seguir con el toda la fiesta. Ya había comido y bebido mucho, y mi traje corría el riego de arruinarse o romperse. Me acerque a Eero y le pedí que le pidiera al chofer  traerme el vestido, pero él me dijo que el vestido ya no estaba en la limosina, si no en dentro de la casa.

Relajada, me separe de Eero y me dirigí a la casa por fin me iba a liberar de mi vestido. Al salir de la carpa y encontrarme con el césped trastabillé un poco, así que me quite los tacones y los lleve en la mano. La sensación fresca del césped bajo mis pies fue muy gratificante, aliviando el malestar de mis sufridos pies.

Llegue mas rápido descalza, entré por la puerta de la cocina y me dirigí a la sala donde estaba mi vestido igual blanco pero mas sencillo de usar. Pero no estaba solo, junto a él estaba recostado Lauri en el sofá central de cuero negro, y en su mano un cristal con liquido café transparente. Tenia los ojos cerrados y creo no me había escuchado entrar, y  ayudo el que andaba descalza.

-Qué haces aquí?.- le pregunté acercándome  mas. Qué estaba bebiendo?. Y porque estaba aquí escondido de toda la gente?.

Él se sobresalto  ante el sonido de mi voz, y se incorporo un poco del respaldar del sofá.

-Luces hermosa.-dijo viéndome con una mirada… hambrienta de arriba a bajo. Ante su escrutinio retrocedí un poco, tal vez estaba un poco borracho y quien sabe lo que podría decir.

Esas no eran las palabras que espere por respuesta, así que me tomaron por sorpresa y no supe que responder rápidamente. Me quede viéndolo fijamente, él tampoco dijo nada, por unos segundos solo se escucho a lo lejos el bullisio de la fiesta.

-Vine por mi vestido.- lo señale. Él siguió la dirección de mi dedo, y sonrió cuando nos volvimos  a ver.

-Me gusta mas el que traes puesto.- en su voz note alegría, una verdadera satisfacción masculina. Hasta ahora ni Eero había reparado en el. Tenia un escote en v un poco pronunciado pero sin caer en lo vulgar, era de seda pura traído desde parís,  con detalles en diamantes y rosas bordadas, que cubrían mis brazos, y una cola larga.

Cierto Lauri, el vestido lucia hermoso.

-Gracias, pero es incomodo así que me podre ese.- quería que se fuera, no teníamos porque estar solos, ni ahora que ambos teníamos cierto nivel de alcohol en nuestro sistema y eso mas la emoción de verlo aquí era una mala convinacion.

-Te puedo ayudar?.-pregunto él desde la distancia. Me sobresalte ante su petición. Claro que no me podía ayudar, en que estaba pensando?.

-No. Vete Lauri es lo mejor.- me aparte un poco, cuando él comenzó avanzar. Pensé que darle espacio para su salida era lo mejor, pero se detuvo frente a mi.

-Digo, con el zíper que tienes atrás, prometo que no muerdo.- dijo elevando sus manos al aire en rendición. Su rostro era sin emoción alguna, así que no sabia si era verdad o mentira sus palabras. Pero cierto ocupaba ayuda con el zíper.

Me giré y quede de espaldas hacia él, lo sentí acercarse, posar sus manos en mi espalda lentamente.

Trampa eso era trampa. Mi espalda descubierta, captaba a la perfección su tacto … sensual dándome una sensación placentera, que me hizo estremecer por completo

-Lauri.- dije quedamente. Tenia que parar cualquier cosa que quisiera inicia él.

-Ya lo encontré!!.- dijo emocionado cuando toco el broche del zíper.

Lo bajo lentamente y aprovecho para pegar su nariz en mi nuca inhalando mi aroma y exhalando, deleitándome con la placentera sensación de aire cálido ahí en esa parte tan erógena de mi ser.

Ronroneó satisfecho por lo que encontró. Yo no dije nada, solo me limite a callar mi boca o podría salirse un gemido.

El ziper iba por la mitad, y cambio su nariz por sus labios en mi nunca, depositando un casto beso. Me estremecí desde los pies a la cabeza, sentir la suavidad de sus labios era una cosa completamente fuera de este mundo. Por un momento  perdí el balance por su toque, y él se dio cuenta justo a tiempo y me abrazo por detrás sosteniéndome por la cintura.

Ahora nuestros cuerpos estaban unidos, solo separados por nuestras ropas. Pego su boca en mi oreja y susurro de forma tan sensual, que sentí por un momento que mis rodillas fallarían.-Tienes frio.- no se de donde había sacado eso, pero podría asegurar que ni una pisca de frio sentía.

Su aliento me rozo el rostro pícaramente trayendo con si, el olor de su bebida.

Whiskey.

Lauri tenia que estar borracho y por eso actuaba de esta manera, pero aun no me separaba de él. Que estaba esperando?. Que Eero entrara por la puerta y nos separara?.

-Estas borracho Lauri, es mejor que me sueltes, ya bajaste el zíper, así que gracias, pero lo demás lo puedo hacer yo sola.- intente separarme de su abrazo, pero fue inútil, él me apretó mas hacia el.

-Dije, que tenias frio.- deposito un beso fugaz donde latía mi arteria estrepitosamente. –Pero aún no he terminado de bajar el zíper, permíteme.-

Termino el abrazo y …sentí frio, y un escalofrió, poniendo mi piel de gallina. Escuche una leve risa de su parte, y el sonido del zíper acabado también. Pero no desperdicio tiempo, rápidamente desplego el vestido por la gran abertura que ahora tenia en mi espalda y al instante cayo al suelo, dejándome totalmente expuesta ante su mirada, solo con mi ropa interior blanca, y mi piel de gallina.

Que era por el frio, por su mirada, y por mis anhelos.

-Te lo dije, tienes frio.- y volvió a pegar su cuerpo contra el mío, posando sus manos en mi estomago, dándole lentas caricias en círculos con sus dedos, enviando una secuencia de sensaciones tan agonizantes que no pude resistir mas y se me escapo un gemido.

Esto ya era demasiado!!, gire mi cabeza para tratar de encararlo, ya que no podía hacerlo con mi cuerpo por su apretón cariñoso. Abrí  mi boca para ponerle fin a esto, pero solo encontré sus labios que se apoderaron de los míos en un beso hambriento.

Estuve apunto de ponerle fin, pero… creo el champán inhibió mi cordura y deje que continuara su tormentoso beso. No me sentía cómoda, quería mas de él, mas de lo que sabía podía darme. Me gire, y solo entonces él me lo permitió hacerlo. Y ahora si pude saborearlo mejor, mis manos buscaron entre su pecho, quería sentir su corazón, latía a gran velocidad, igual o mas que el mío, y eso me gustó.

Una de sus manos subió hasta mi nuca, y la otra a mi mejilla, aprisionándome contra sus deseos, dejándome a su voluntad.

Me soltó. Pensé que para buscar mas aire, pero no, entendí que el rabioso, y sensual beso había terminado y me sentí decepcionada. Pero era lo mejor.

Él se alejo de mi, y por un momento pensé que se marchaba, y eso me trajo un aluvión de tristeza, no quería que se fuera.

Me gire para ver que era lo que había llamado su atención, y comprendí que quería que me vistiera, al menos uno de los dos, tenia bien puesta la cordura.

Desdoblo el vestido blanco de seda, le abrió el zíper y seguidamente se agacho, esperando que avanzara hasta él, y permitirle que me vistiera.

Era algo sensato. Creí.

Me posicione dentro del vestido, y  comenzó a subirlo por mi cuerpo, jamás había sentido tal sensación al vestirme, el roce de la tela era demasiado contra mi sensible piel. Llego a mi estomago y se detuvo para depositar un fugaz roce de sus labios, subió mas y completo su tarea, subió uno de mis delgados tirantes hasta mi hombro y rozo con la punta de su lengua la protuberancia de el.

Eso casi me hizo estallar por completo. Sentir su respiración, su boca eran una cosa en mi cuerpo, pero sentir su aterciopelada lengua era el infierno. Y yo gustosa ardía en el.

Hizo lo mismo con el otro hombro y no resiste la descarga eléctrica de su íntimo tacto, atraje su rostro con mis manos y me apodere de sus labios carnosos en un furioso beso. Tenia que descargar mi frustración interna, al menos con sus labios, y creo me pase, porque sin darme cuenta le mordí el labio inferior.

Él paro el beso solo para desahogar la risa que tenía atragantada en su garganta, fue tan sincera y honesta, que me fue imposible no acompañar su alegría.

Pero no duro mucho, porque volvió a reclamar mi boca, y sentí su urgencia. Con un leve movimiento me despojo de mi vestido que con tanto esmero él me había colocado y al segundo después estaba otra vez expuesta, pero no por completo, al menos tenía mi ropa interior.

Hacia tanto que no saboreaba sus labios, sus besos, su tacto, que había olvidado lo maravilloso que era estar así junto a él.

Su siguiente movimiento me sorprendió. Me estaba quitando el sujetador. Acaso quería …?

Mi cerebro reporto la alerta a mi conciencia, pero mi cuerpo no le obedeció y no hizo ninguna protesta alguna ante lo que Lauri estaba haciendo con mi ropa interior, que segundos después estaba en el piso, ahora completamente desnuda y él aún vestido.

Nuestros labios seguían unidos, y nuestras manos viajaban de aquí por allá reconociendo lo que una vez fue nuestro. Él cuerpo del otro.

Con urgencia lo empecé a desvestir, pero el condenado traje era imposible para mi torpeza del momento. Pero eso no lo inmuto a elevarme con sus brazos; lo sentí dudar, y luego me deposito sobre la fría piel del sofá de cuero.

Se retiro un poco, tratando con desesperación de quitarse el ajustado saco, pero le paso lo mismo que a mi, su torpeza y urgencia se lo impidió. Así que hice algo que solucionaría todo el proceso.

Me acerque a él, colocando mis manos en el botón de su pantalón, por un momento me sentí estúpida, pero su sonrisa me quito esa sensación,  con urgencia se lo desabotone y seguidamente le baje el zíper, pero no estaba preparada para lo que vi a continuación.

No llevaba ropa interior así que me encontré de golpe con su masculinidad.

No me dejó deleitarme por mucho tiempo con lo que tenia ante mi vista, me tumbo nuevamente al sofá, lo abrace con mis piernas por su cintura y  sentí de golpe su intromisión dentro de mi.

Fue un aluvión de sensaciones que sentí en ese preciso momento: alegre, triste, ansiosa, deseosa, amada, excitada hasta mas no poder. Y lo que mas me llego  en lo mas profundo de mi ser, es que estaba siendo amada por Lauri, su ternura y pasión me envolvían y me reconfortaban, haciendo olvidar cualquier cosa que amenazar contra nuestra unión.

Ambos alcanzamos el clímax al mismo tiempo, el posiciono su cabeza sobre mi la mía y le dio un tierno beso, sentí todo el peso de su cuerpo, pero poco me importo a diferencia de sus palabras.

-Esto jamás …se puede volver a repetir, …jamás.- susurro entre jadeos. Aun fatigado por nuestra muestra de pasión.

Jamás?, y lo recordé, no era como antes, ahora estaba …casada. Oh por dios!!. Lo había olvidado por completo, que fue lo que hice?, le había dado mi noche de bodas a Lauri, en lugar de Eero, y no es que fuera mi primera relación intima, si no era el hecho del acto en si, luego de la boda, sigue la consumación de su amor.

Y yo que hice?, consumarlo con Lauri, precisamente con él, en plena fiesta, a unos cuantos metros de mi esposo y yo aquí sudorosa, pero satisfecha en los brazos de otro.

Le di un fuerte empujón y me aparte de su cálido cuerpo. Estaba temblando de culpa pero también de frio. Me abrace con mis brazos, él me miro acongojadamente, también sentía culpa. Se puso en pie, se subió su pantalón, y listo estaba totalmente vestido, y yo? Desnuda…y frente a su mirada.

-Tienes que darte una ducha, o va ha sospechar que algo te pasó.- dijo él sin apartar la mirada de mis ojos. Acaso tenia miedo de dejar vagar su mirada por mi cuerpo y que su control se cayera?. Si.

-No no.. ya he estado mucho tiempo ausente, tengo que irme.- me moví un poco en busca de mi ropa interior, pero el detuvo mis movimientos.

-Debes hacerlo Helena, tu apariencia grita a los cuatro vientos que acabas de echarte un buen polvo y no pretenderás decir que fue con tu esposo no?.-

-Tan mal me veo?.- sentí la preocupación salir por mi voz, que iba hacer si Eero o los demás me descubrían?.

-Eso nunca.- acaricio el borde de mi rostro con su mano.-Te ves tan radiante, pero es esa apariencia luego de una intimación con alguien la que te delata. Ven vamos.-

No me dio tiempo de protestar, me cargo en sus brazos y siguió andando por el pasillo de la sala hasta entrar a una habitación que supuse era de huéspedes, para ahí darme un merecido baño.






-Helena?.- Lauri me llamó, y por un momento pensé que aun seguíamos en el cuarto de baño, pero lo vi ante mi, junto a Eero, recordándome que me había dejado llevar por mis recuerdos.

Sentí que tenia la cara sudorosa, cuanto tiempo había pasado desde que me desconecte de la conversación?

-Si?.- respondí, nerviosamente tratando de no verlo fijamente.

-Estas bien, no has hablado nada, parece que estuvieras en otro lugar, estas bien?.-su voz sonaba con un acento de preocupación.

Obvio que estaba en otro lugar, pero solo en tiempo, porque todo estaba tal y como había estado hacia un año atrás.

-Lo siento, me deje llevar por mis recuerdos del día de mi boda.- y ahora si lo miré fijamente, él agacho la cabeza rápidamente ocultando su mirada de la mía.

-Oh si!! Lo recuerdas Lauri?, fue tan esplendido ese día, la recepción fue estupenda, Perttu, Paavo y Eicca estuvieron geniales, tocando para nosotros, y ni se diga de la canción que nos hiciste, fue tan bonito ese dia, como olvidarlo-

Yo no podía dar crédito a lo que escuchaba, tan equivocado estaba mi marido.  Ni por un momento recordaba esas cosas, todo el tiempo trataba de borrar ese día de mi mente, y lo había conseguido,… hasta hoy. Todo por estar aquí donde todo pasó.

-Si …lo recuerdo perfectamente.- y me miró fijó a los ojos, dándome a entender que recordaba lo que habíamos hecho aquí en su sala el día de mi boda, pero sus ojos solo mostraban arrepentimiento, dolor, y tristeza.

Me incomodo notar eso en él, si bien sentía lo mismo no me daba tristeza, pero si mucha culpa, y arrepentimiento. No podía permitir que Eero ahondara mas en los recuerdos de esos días.

-Liz esta en la cárcel.-cambie de tema.

-Si amor, eso es lo que le dije hace un momento.-Eero comento rápidamente, sin verme directamente a mi, su mirada estaba fija en la de Lauri.

Cuanto llevaban hablando?, que se dijeron?

-Pero debe ser un error- argumenté, tratando de ver si habían llegado a esta parte.

-Eso mismo digo, ella no es culpable.- salió a su defensa Lauri. Su voz estaba cargada con una profunda tristeza… pero era solo por Liz o… por algo mas?.

-Aunque las pruebas decían todo lo contrario.- y era cierto. Acababa de contrariar mi anterior argumento, y me di cuenta un poco tarde de eso. Eero y Lauri me miraron de pronto, como si fuera una intrusa en la conversación, como si fuera el enemigo de todos. Fue una sensación fea, no me gustó.

-No importa, todo puede ser circunstancial, apelare su audiencia.- dijo Lauri cabizbajo. En que estaba pensando realmente?.- Cuando la trasladan?.-

Eero fue quien le contestó, dudo un poco al principio.-  … Mañana (sábado), la trasladan a la cárcel general de mujeres.-

Lauri quedo estupefacto, no daba crédito a lo que mi esposo le había dicho. Pero vi que su mirada estaba fija en otro lugar, mas allá de nosotros, en dirección a las gradas. Me gire para ver que era lo que había llamado su atención y observe a Paula bajando por las escaleras con maletas.

Así que su sorpresa era por lo de Liz, o por la partida de su esposa?.

Lauri se puso en pie, en su rostro había tal desconcierto por la partida de su mujer, acaso se estaban separando?. Por Liz?. No, claro que no.

-A donde vas Paula?, y esa maleta?.- la voz de Lauri estaba cubierta de miedo, y porque  no un poco de desesperación. Eso me llamo la atención.

Ella se giro, y nos volvió a ver a todos, me fije en Lauri que no perdía de vista la  maleta pesada. Se miraba realmente asustado. Pero porque?. Que era lo que le asustaba tanto?. Si se iba pues, no era lo que ambos querían?.

-Creo se me olvido decirte, que mi padre me invito a esquiar, como entenderás me llevare a Julian porque no podrás atenderlo.- coloco la gran maleta pesada ante la puerta, y regreso a las escaleras.- estaré de regreso el martes.- y desapareció al final de ultima grada.

Me gire y vi que Lauri no le agrado por nada esa decisión de su esposa. Pero si solo eran cuatro días. Su rostro estaba totalmente trasfigurado por … angustia?. Su frente tenia unas cuantas líneas de expresión sobre marcadas, su expresión era como si alguien hubiera muerto. Creo estaba siendo un poco exagerado no?.

Lauri se tambaleo y busco sentarse nuevamente-Estas bien?.- Eero rápidamente lo ayudo acomodarse.

-Me duele el hombro, pero estoy bien.- Claro que no lo estaba, su cara lo decía todo, por alguna razón no quería que se marchara su esposa, o es que… las cosas ya estaban bien entre ellos dos?. Rápidamente desaparecí ese pensamiento de mi mente, a mi no me tenia porque importar eso.

Nadie dijo nada hasta que Paula volvió a bajar con otra gran maleta, que la hacia esforzarse demasiado, y tras de ella su hijo, que corrió hasta donde nosotros, nos saludo con su manito y se fue a los brazos de su padre, quien lo acogió con gran jubilo, creo poco le importo el malestar de su hombro porque lo abrazo con ambos brazos.

Su abrazo se hizo eterno pero no podía ver su cara, porque estaba  oculta por el pelo un poco largo de su hijo.

-Papi porque no vienes con nosotros?, te voy a extrañar muchote.- Julian se separo de él, y quedaron frente a frente.

-No puedo Julian.-

Que era esto?, su voz… su voz… salió quebrada?, pero porque?, que estaba pasando aquí?, porque Lauri estaba tan triste?, jamás lo había visto de esa manera, su rostro acongojado solo me inspiraba querer llorar las lagrimas que él no se atrevía a derramar. Pero porque?.

Julian lo volvió abrazar, y solo fue interrumpido por el grito de su madre que lo apuró a partir. Que acaso no veía ella lo que yo?. Su hijo salió corriendo y tras de él, salió Eero que se ofreció ayudarle con las pesadas maletas, quedando sola con …Lauri.

Me sentí incomoda, él tenia la vista baja, viendo tal vez mis zapatos o las patas de la mesa.

-Qué sucede?.- tenia que saber que le pasaba, porque estaba tan triste, y no era por Liz.

El se sobresalto ante mis palabras, creo no pensó que le diría nada. -Nada, … es solo … que … no quiero estar …solo.- termino  pausadamente su frase. Sus palabras hicieron eco en mi mente y me lastimaron.

Él no estaba solo, bueno tenia a los chicos de la banda, su hijo, su esposa, e indirectamente a mi. A menos que no quisiera estar solo en la casa, a decir verdad no me gustaba, era sin vida, le faltaba color a esta casa… y será que Liz era el color?.

-Que significa Liz para ti?.- que dije? Si seré imprudente, pero no pude aguantar mas, la zozobra de … y a mi que carajos me importaba si Liz y Lauri tenían algo?. Me moví nerviosamente en el sofá, cuando él elevo su rostro y fijó su mirada en la mía, y comprobé que no había pero ni un rastro de tristeza, ahora su mirada decía . “Y a ti que te importa”?

-hmm?.- sacudió su cabeza y continúo.- A que viene esa pregunta?, acaso …- hizo una pausa, sonrió sarcásticamente y prosiguió.- Estas celosa?.- no pude darle respuesta alguna, las palabras quedaron atrapadas en mi garganta, y mas porque Eero regreso justo cuando Lauri termino de preguntarme eso… precisamente eso.

-Ya se fueron, Julian iba un poco triste.- dijo Eero sentándose junto a su amigo.
Lauri solo asintió, y volvió su mirada hacia mi, acaso me iba a responder?.

-Ella solo es una amiga, que en el poco tiempo que llevamos de conocernos le dio color y diversidad a mis días. Es agradable observar el arco iris andante que es ella, es fácil de adaptarla a tu vida.- respondió él a mi pregunta, Eero se quedo extrañado de sus palabras pero no dijo nada.

Y yo tampoco le dije nada, pero sus palabras confirmaban mi certeza, ella era la que le daba color a su casa, pero y en su corazón también?...suspire fuertemente ante este pensamiento, y volví a centrarme en la conversación que Eero había comenzado.








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Si tienen curiosidad por la canción, la pueden buscar en youtube, Apocalyptica: solo tu ...me encantó!!!


viernes, 15 de junio de 2012

Oblivion -C15-



CAPITULO XV




Despierta, Despiértate Liz, todo pasara.

Otra vez esa voz en mi cabeza, su tono era desconocido, pero era agradable me daban ganas de no abrir mis ojos, y seguir durmiendo. Pensándolo bien era lo mejor que podía hacer en estos casos, si los abría, podría ver a la rusa en mi celda y sabrá Dios que quiera hacer conmigo, sus ojos eran como los de un cazador y yo su presa.

Abrí mis ojos lentamente y mi visión se fijo en el cielo raso de la celda, así que me había puesto a dormir en mi cama, tendría que agradecerle cuando la viera, la muy considera no me había dejado tirada en el piso.  No sentía frio, por raro que fuera eso. Me incorpore de la cama y me baje trepando por las mini escaleras.

Ella no estaba por ningún lado. Me relajé entonces, estaba sola. Y recordé que aun era sábado y yo seguía aquí encerrada. Pero por qué?, a que hora se supone que esa desgraciada perla hará su efecto? O acaso me tendré que esperar hasta las doce de la medianoche. Y valga decir que ¡no tenia mi perla!.

La celda estaba abierta así que supuse era tiempo del “recreo”. Salí cuidadosamente no quería que nadie me viera y empezar a gritar “ la nueva sale del gallinero”. Por suerte no habían muchas y las que me vieron ni caso hicieron de mi presencia. Caminé por tres pasillos mas, luego llegué a una estación de guardias que me revisaron y me dieron pase para salir al jardín.

El sol estaba despejado, se miraba  muy pequeño apenas un punto como cuando vemos la luna, la escasa neblina permitía ver esa estrella luminiscente, no pude evitar sonreír, al menos el sol me daba la bienvenida. Era un jardín de arboles muy altos casi imposibles de escalar para escapar,( tomo nota, no se podrá por ahí) había césped verde cubierto por nieve reciente, y algunos puntos rosas lejanos, valga decir que esos puntos eran las reclusas.

Y la vi, o mejor dicho su mirada fija penetrante en mi, hizo que buscara su mirada, es como cuando sientes que alguien te esta viendo fijamente y tienes la inercia de buscar ese alguien. Estaba semirescostada bajo un gran árbol, rodeada de otras chicas. Y la vi, mi perla colgaba en su pecho… ¡es que era una inconsciente!, como tenia la osadía de usarla en un campo abierto que bien se la podrían quitar.

La ira  no me dejo pensar y camine a grandes zancadas hacia ella. La rusa no perdía de vista mis movimientos, ni sus chiquillas. Llegué hasta ella, y me plante segura con la cabeza en alto, aunque lo que quería hacer era salir huyendo, ya de cerca se miraban como una jauría de leonas y yo un ratoncito.

-Devuélvemela.- extendí mi mano hacia la rusa. Mi tono fue autoritario. Bien Liz!!.-Ahora!!- le exigí.

Yo dije eso?

Ella me  miro desde abajo y creo no le gusto porque al instante se puso en pie y su jauría hizo lo mismo. Ladeo la cabeza y me examino nuevamente de arriba a bajo, hablo en ruso y unas chicas le respondieron emocionadas. Que sensación tan fea, no entender lo que hablan, pero tampoco tenia que saber ruso para saber lo que estaban hablando.

-Bien hecho Italianita, gustas también de mis chicas.- dijo ella, con una sonrisa de oreja a oreja. Tenia unos dientes perfectos y blancos, se notaba que fuera de la cárcel tuvo que haber sido una niña rica.

También su forma de hablar era muy elocuente, no usaba cualquier palabra.

Esto era el colmo!!! Acaso era una jauría lésbica?. OMG!! Y yo aquí indefensa. Mi instinto me dijo que huyera lo mas rápido posible, pero aun tenia mi perla en su poder, sin eso no me podía ir, aunque ahora que lo pienso, no me tiene que importar tanto, hoy hará su efecto, y ella aun no la puede reclamar porque esta en mi semana, ya mañana seria diferente y si la quería pues que se la quedara.

Me moví dos pasos atrás, y ella avanzo hacia mi. Santos fokitos!!

-Si la quieres, se mi esclava.- dijo ella en un tono muy lascivo. Un escalofrió recorrió  mi cuerpo.

-No!!, claro que no, si quieres esa cosa, quédatela.- hable en una voz segura,  mi miedo quedo muy bien camuflado. Pero las miradas de sus chicas me hicieron temblar levemente las rodillas.

-Nadie le dice que no a la rusa, nena.- hablo una de sus seguidoras, al parecer ella si era finlandesa, su acento era muy marcado.

Ella volvió a ver a la finlandesa, y se hicieron miradas cómplices. Ella se volvió a mi nuevamente, y camino dos pasos hacia  mi, yo me quede petrificada incapaz de dar esos dos pasos hacia atrás, por lo que quedamos muy cerca la una de la otra. Mi corazón comenzó a latir rápidamente, algo bueno de este miedo es que estaba generando adrenalina, y eso me daría valor para correr, creo.

-Por qué el cambio repentino?, no hace unas horas fuiste capaz de darme un beso por ella, y ahora? Que cambio?.- sentí su aliento fresco en mi rostro.

-Ehem, pues… - las palabras no salían de mi boca.- Recordé que es algo que no necesito, aquí te quitan todo, y me moleste …. un poco que me la quitaras, pero te la puedes quedar si quieres.-

Pero ella no me creyó ni por un segundo, porque con su cabeza hizo  un movimiento negativo, y dijo algo como “tks tks tks”.

-Te crees que soy estúpida?.-

No quise abusar de mi buena suerte y mejor me quede callada.

-Entonces si … la destruyo no te importara?.-

Eso me puso alerta. Que decía el cuadernito de eso?, piensa… piensa Liz… recuerdo que había algo de destruir la perla… pero como iba.

-Destrúyela Kluskaja, no le importara.- hablo otra de las chicas, llevaba tanto tiempo callada que solo estaba mostrando cuanto me importaba en verdad la dichosa perla.

Y lo recordé..”Si se destruye la perla en el lapso de la semana, igual se efectuara su poder”.- No importa destrúyela.-

Ella reflexiono mis palabras unos segundos, y luego entrecerrando sus ojos dijo.-No, mejor disfruto de sus beneficios.- por un momento pensé que sabia lo del oblivion, pero su acción me dejo muy claro que eran otros beneficios los que quería a cambio.

Me besó!! nu..e..va..men..te, acunándome con sus manos al siguiente instante. Pero esto ya era el colmo!! La rabia y el asco se apodero de mi y nublo mi conciencia, porque al otro segundo de su intromisión de su lengua en mi boca, me aparte bruscamente de ella y le plante una gran cachetada que la hizo caer.

Qué… había… hecho?!!

Sus chicas me miraron rabiosas, y ella, la rusa tirada en el suelo con su mejilla roja y con la marca de mis dedos en ese rostro delicado, me miro furiosa. Al parecer nadie le había hecho algo así a la princesa.

La adrenalina hizo efecto en mi  y salí corriendo con todas las fuerzas que mis piernas me pudieran proporcionar en ese momento. Volví mi cabeza para asegurarme que nadie me seguía, pero error!! Si que me seguía, y eran todas sus chicas y la rusa incluida.  Apresure  mi paso si es que podía correr mas rápido de lo que ya lo hacia.

Seguí zigzagueando por el jardín, esquivando a las otras reclusas que para mi sorpresa ninguna se interpuso en mi camino. Pero no llegue muy lejos, una gran raíz que sobresalía del césped me hizo tropezar.

Caí casi como en cámara lente y de frente, deteniendo mi caída con la mandíbula. Auch! Eso había dolido incluso mas que el accidente con Aki. Pero no tenia tiempo de ponerme a llorar, ni de limpiarme la sangre que comenzaba a manar de mi boca, gire mi cabeza hacia atrás, y las vi que se acercaban.

Me levante y empecé a correr ahora mas lento, pero al menos sentía que avanzaba. A unos cuantos metros estaba la puerta de entrada a  la cárcel, se miraba tan lejana, pero no desistí, los músculos de todo el cuerpo me rugían dolor, y ciertas partes me ardían, pero si me detenía quien sabe lo que esas rabiosas me iban hacer.

Llegué, y casi beso el suelo que pisaba, aquí a dentro donde había seguridad no me harían nada, o si?... me detuve con el pulso en mi garganta, mis pulmones anhelaban mas aire del que podía respirar, puse una mano en la pared para tener equilibrio, y ahí note algo, no escuchaba nada, había un silencio sepulcral… OMG donde estaban todas las guardias?.

Un brazo toco mi hombro sobresaltándome a muerte, me gire y vi que ese brazo pertenecía a la rusa.
Creo me puse blanca como el papel, sus chicas llegaron al instante, la rusa me agarro fuertemente del brazo y me aventó a sus niñas, me encerraron, nuestros ojos se encontraron segundos después, ella claramente vio mi miedo porque sonrió complacida. Sus rabiosas comenzaron a empujarme una con la otra, como si yo fuera una simple pelota, y luego caí al suelo, no por sus empujones si no, por el tremendo puñetazo que me dio la tal Kluskaja.

Comencé a jadear, se me adormeció donde ella me golpeo, si que pegaba duro!!. Como no me ponía en pie, ella se acero , se agacho y me levanto por las solapas del cuello de mi overol, no tuve las fuerzas suficientes para retirar sus manos, si me iba hacer mas .. pues adelante. Y no es que el puñetazo me hubiese hecho trizas, pero aun no estaba recuperada de mi “gran maratón”.

-Qué esta pasando aquí?.- grito una mujer con una voz, que mas que autoridad daba miedo.

Levante mi cabeza y seguí el rumbo de la voz, era una guardia, que para mi se vio como un ángel. Vi por el rabillo de mi ojo que las susodichas se estaban alejando de la escena del “crimen”.

-No pasa nada, solo arreglamos nuestras diferencias.- hablo imperiosa la rusa.

Esta nadie le hacia bajar la cabeza ni la voz.

-Pues yo aquí lo que veo es un ataque físico protagonizado por ti, a la nueva o me equivoco?.- se dirigió hacia a mi, vi que la rusa me fulmino con la mirada, y yo pues obviamente dije la verdad. Bueno o mejor dicho asentí con mi cabeza.

-Lo vez?.-se dirigió a la rusa.- Estas castigada vas a la celda de castigo.-

-Pero porque?!!! Si yo no le hice nada!!.- protesto Kluskaja, que en esta ocasión uso un tono mas bajo,, y algo de suplica en ello.

-Acaso no lo ves?, esta sangrando? Y casi se puede sostener en pie.- vocifero la guardia.

Gracias!!

Kluskaja me miro como si fuera una cucaracha y  observo detenidamente mi estado, y si… oh si!! Ella se sorprendió.

-Pero si yo no le hice eso!!.- bramo ella, elevando los brazos al aire y dejándolos caer con fuerza al centro.- Ella… se cayó!!, yo no le hice nada…- rogo ella, pero la guardia no le creía, que patética apariencia la que tuvo que haberme dejado esa caída. Gracias raíz!!.

-Cállate, y camina, y tu.- dirigió su mirada a mi.- ve a la enfermería a que te atiendan.

La guardia tomo del brazo a la rusa y se encaminaron, pero ella volvió su cabeza y me taladro con su mirada, pero yo solo levante mi mano y le enseñe el dedo medio de mi dedo. Error!!  La muy sínica se soltó del agarre y se abalanzó sobre mi, haciéndome caer y ella sobre mi.

Rápidamente se acerco la guardia, pero se tardo el tiempo necesario para que ella susurra unas cuantas palabras en mi oído, marcadas con una sutil pero mortal amenaza.

-No te emociones Italianita, saldré mas rápido de ese hoyo de lo que puedes pestañear, y cuando salga me las vas a pagar tu y esa perlita tuya.-

-Levántate, y vámonos.- le dijo la señora de seguridad a mi agresora.
Yo me quede aún en el suelo, analizando su amenaza. En verdad podría salir tan rápido?. Me puse en pie, y camine hasta la enfermería, pensando en que tiempo la bendita perla haría su efecto.

Al llegar me tope con un gran espejo y vi  mi aspecto, me asuste, estaba zarrapastrosa y llena de sangre en el rostro, sucia con tierra y muy despeinada y sudada, con razón no había dudado la guardia en creer que me habían dado una paliza, y me sentí débil, las piernas no resistieron mi peso y cai.






Desperté sintiéndome muy cómoda y limpia, recostada en una camilla en la enfermería, gire mi cabeza y vi por la ventana que ya era de noche, pero no sabia la hora. Y la perla?. Esto ya me estaba preocupando, acaso tenia que esperar hasta la medianoche? Al menos la loca lésbica estaba encerrada y no podía contar que lo estuviera por mucho tiempo.

Tuve mucha suerte que la guardia creyera que ella me había dado una paliza, cuando en realidad yo solita me la di, torpes pies los míos.

Se sentía bien estar en silencio, no ver mas overoles rosados que el mío, ni escuchar por ahí “la nueva”, hasta me di tiempo de viajar a mi subconsciente, y perderme en la primera vez que vi a Lauri de cerca y sobria, ver su sonrisa, sentado frente a mi  ahh!! De eso apenas una semana, que lunes tan inolvidable iba a ser ese, estaría grabado a fuego en mi memoria por siempre.

Y su beso!! Ouh!! Aun podía sentir sus labios sobre los míos, eso seria otra cosa que jamás olvidaría su único pero inolvidable beso. Como me hubiese gustado robarle otro. Que estaría haciendo el ahora?, ya le abra contado Eero? Lo mas seguro, y si no, solo tuvo que haber visto el periódico o las noticias en la televisión. Que pensaría el de mi?.

Suspire apesaradamente, y sentí que alguien suspiro también, me incorpore en la cama quedando sentada, y espere a que alguien se acercara a mi. Que no sean esas rabiosas por favor!!

Las cortinas que me daban privacidad se abrieron de par en par, por dos manos masculinas.

-Estas mejor?.- y descubrí al dueño de esas manos.

Casi se me abre la boca desmesuradamente, y por poco falto para que me quedara boba y no le respondiera.

-Bien.- fue lo único que le conteste, embobada. El sonrió.

Él … son ..ri ..ó … y fue algo tan sublime, tan perfecto, que por un momento me perdí en su sonrisa.
Era un hombre hermoso, con todas su letras, tenia los ojos de azul celeste super claros, una nariz que equilibraba su rostro , su sonrisa inocente, que acompañaba a un rostro rectangular. Y vestido en bata de doctor, OMFG!! Es hombre era un biscocho andante.

-Me alegro que estés bien.-

Ah!! Y que voz tan penetrante,  quería cerrar los ojos y dejarme llevar pero no podía hacer eso frente a el, baje mi vista hasta su gafete y vi su apellido, algo era algo.

Dr. Räikkönen. Hasta su apellido era bonito, sonaba “mentalmente” bien. Y su nombre?.

-No fue nada, solo unos rasguños.- hable somnolienta, lo mire con mis ojos entrecerrados.

-Mucho gusto mi nombre es Kimi Räikkönen, y soy el doctor de este centro penal.- me tendió su masculina mano, y yo claramente la acepte encantada, era tan suave, hmm usaba crema, o tal vez ya era por genética.

-Liz …- dije sonriendo, mostrando todos los dientes que era capaz de mostrar, creo se notaba mi felicidad.- … Zonaletti.-

-Eso ya lo sabia, pero me alegro que te presentaras, muchas no lo hacen, creo les da pena que vaya y revise su historial.- curvo la mitad de sus labios en una semisonrisa. OMG!! Que acto tan sexy.

Ouh!! El historial, ya podía imaginar lo que pensó cuando vio el mío.

-El historial.- comente apesaradamente y baje mi cabeza, mis ojos viendo mi cutícula meticulosamente.

-No te preocupes, no he visto el tuyo.- saco de su bolsa derecha un lápiz, pero vi que no era uno simple, era un artefacto camuflado de lápiz con luz, me imagino para ver mis ojitos, y yo ver los suyos.

-Mira a un lado, no veas la luz.- dijo Kimi colocando una de sus manos en mi quijada.

Yo obedecí como se debe al dr.. Me dio ciertas indicaciones para evaluar mis reflejos pupilares.

-Todo perfecto.- y el se alejo momentáneamente, luego vino con una gran caja, la coloco en la cama y saco unas gazas.

-Si te vuelve a sangrar la herida cúbrelo con esto, se te quitara rápidamente.- Kimi me dio las gazas.- Te dejo descansar otro ratito, pronto te daré de alta.- y se fue a ver otra paciente.

Esto si era atención V.I.P, me gustaría venir a la enfermería mas seguido.

Tonta!!. Claro que no vendrás aquí otra vez, no lo volverás a ver. Pero al menos me había dado un suspiro agradable.

Me recosté nuevamente en la cama, quería ver a Lauri, me hacia falta verlo, a su hijo también, estar en la calidez de su casa, comer su suculenta comida pero … la perla me quitaría todo eso, ya solo me quedaba seguir soñando… despierta.

Momentos después, el hermosísimo Kimi vino nuevamente a mi, su caminar era tan solo imperdible, un pie delante del otro en línea recta, su andar era magistral.

-Es tiempo Liz, espero que la próxima vez que te vea, no estés tan mal herida.- el me ayudo a ponerme en pie, no es que lo necesitara, pero tampoco iba a ser descortés.

-Me alegraste mi estadía por este lugar, no se porque siempre hay doctores atractivos en cárceles de mujeres.- no pude evitar hacerle el cumplido. Creo me sonroje un poco.- No es que haya estado en otras cárceles, digo por la televisión he visto.-

-Bueno el dichoso soy yo, que tengo a tanta mujer para mi solito.- dijo cerrando un ojo.- Pero estoy casado así que… todas las mujeres de aquí son bonitas, pero mi esposa es la más hermosa del planeta.-

Un balde de agua fría hubiera sido mas cálido que su comentario, salí rápidamente sin antes estrechar su mano.

Raro  hubiese sido que no estuviese casado.

Iba de regreso a  mi celda, ah!! Al menos dormiría tranquila esta noche… un momento!! Acaso iba a dormir … aquí? Y la ..per..la?.

Y solo había una posibilidad para que no se hubiese activado. Que … que… Lauri la hubiese reclamado …

Ese pensamiento me dejo helada, por que si era así, no .. iba a salir… de aquí en … veinte años. Sentí que todo me empezó a dar vueltas, me agarre de la barandilla de las gradas, o amenazaba con caerme.

-Estas bien?.- una guardia me tomo del brazo.

Yo solo asentí. Lauri no pudo haber reclamado la perla. NO PUDO!!!!porque … por… que si el lo hizo… yo … además que me iba a podrir en esta ratonera fashionista… me olvidaría de el.

-Eres la nueva no?, tienes visita.-

Me tomo mas de unos segundos captar sus palabras, que me importaba si alguien me visitaba. Yo no quería ver a nadie!!…. Maldita sea!!!!! Yo que confiada en que iba a salir de aquí con la bendita perla y ese… a… ese… a….. DESGRACIADOOOOOOOO de Lauri…. se hizo de ella?.

PORQUÉ???

La rabia nublo mi cerebro.. y no me di cuenta que estaba siguiendo a la guardia, y analice sus palabras, alguien de visita?, pero quien?.

-Quien es?.- le pregunte, con una voz que sonó mas a un ladrido.

-No se, pero debe ser alguien importante, -ella se detuvo y se volvió a mi para verme a la cara.- Porque a esta hora ya no se reciben visitas.-




martes, 12 de junio de 2012

Oblivion -C14-


CAPITULO XIV





Estaba encerrada en cuatro paredes, al menos era en la delegación y no en … la cárcel. Aquí era mas helado que afuera, suerte que había traído conmigo los abrigos. Me hice volita encima del catre, y suspiré fuertemente. La habitación “cuatro por cuatro” era blanca, al menos no era un color deprimente, tenia mi catre limpio, una silla, y la puerta. Nada mas!!

Me habían dicho al entrar a la delegación, que mi audiencia seria por la tarde. Faltaban siete horas para eso, pero al menos me podría calmar, no podía dar la versión de mis hechos en mi estado actual de animo, tenia que serenarme, pensar con tranquilidad. Aun tenia la perla, y si … en el peor de los casos  me daban sentencia … un escalofrió recorrió mi cuerpo ante este pensamiento… solo tendría que esperar hasta el sábado o sea mañana, y dejar que el poder de mi perlita actuara y me liberara.

Si mal no recuerdo el sábado pasado la perla hizo su efecto, si cuento bien.. pues mañana volverá a hacer su gran jugada, en las mentes de todos mis nuevos conocidos.

Si tan solo pudiera agilizar todo esto. Ya no quería estar en Finlandia, ni aquí, ni con Lauri, ni con nadie!!. Alguien toco y me saco de mis pensamientos, produciéndome un estremecimiento por todo el cuerpo, me puse en pie al instante que se abría la puerta, el tocar solo era para avisarme, no para decidir si lo dejaba o no entrar, algo era algo. El oficial Liimatainen, el que era mas cálido conmigo, entro a mi “celda”.

-Tiene visita, acompáñeme.- me até mi cabello en una coleta y lo seguí sin saber quien podría visitarme. Lauri no era, el estaba aun mal herido. Entonces quien?.

Pasamos por las oficinas centrales y llegamos hasta un despacho con vidrios transparente, y vi a mi visitante sin poder reconocerlo. Liimatainen me tomo del codo y me hizo entrar, pero el no lo hizo, me soltó y se fue de la habitación cerrando la puerta de vidrio ante  el.

-Buenos días, señorita Zonaletti, mi nombre es Mikko Eronen y seré su abogado en este caso.- se puso en pie tras haber ingresado yo en la habitación, extendió su mano hacia mi en forma de saludo, yo le correspondí.

-Gracias, pero … no … tengo dinero para costear un abogado privado.- era mas o menos cierto, pero que caso tenia pagar uno, cuando la perla me iba  a sacar?. Bueeeeno hacer olvidar mis … crímenes, ya vería la forma de cómo salía yo de aquí.

-No se preocupe, usted no tiene porque correr con mis gastos, el Señor Ylönen me mando para defenderla.-

Ante sus palabras tuve que tomar asiento o me iba a dar de bruces contra el suelo. Lauri pagaba mi abogado?. Que clase de persona tan …. Maravillosa era?. Ni siquiera le había dado la oportunidad de escuchar de mi boca si era inocente o culpable, él había dado por hecho que era inocente.

Y que equivocado estaba.

Eso hirió mi corazón, lo estaba engañando. La momentánea felicidad se esfumo. Mikko tomo asiento, extendió sus manos sobre la mesa. Viéndolo bien no debería pasar los 45 años de edad. Se miraba bien conservado una que otra arrugas de expresión y su exótica belleza. Al menos un deleite pupilar.

-Quiero que me diga con detalle que paso esa noche en el hotel?.-Su voz era neutra, pero denotaba autoridad.

Me recosté contra mi silla, alejándome un poco de el, no me gustaba su cercanía, era como si en cuanto hablara se daría cuenta que era culpable, y luego Lauri se enteraría y …

-Antes quiero saber porque me tienen aquí?, cuales son las pruebas contra mi, o quien me … difamó.- cada vez que una palabra terminaba en mentira dudaba.

Y él lo notó.

-Porque piensa que alguien la difamo?.- el entorno sus ojos. La desconfianza se respiraba en el aire, o era idea mía?.

Nadie me había delatado?. -Entonces dígame porque estoy aquí?.-le respondi con una pregunta, entornando mis ojos, y no dejando que me intimidara.

Él se relajo, plegó sus brazos uniendo sus manos como si fuera a orar, por debajo de su mandíbula. – Una cinta de video revelo que usted salió “huyendo” de la habitación de Pietro, a la misma hora que se presume comenzó el fuego en su cuarto.

Mis ojos se abrieron como plato por la sorpresa. Las cámaras de video!! Como se me pudo olvidar tan pequeñísimo detalle?, así que fue por un error mío. Tonta Liz…

-Y …- guardo silencio, y me taladro con su mirada. Acaso era mi defensor o mi acusador?- El occiso no murió simplemente por quemaduras, se encontró un corte en su cráneo tras realizada la autopsia.-

Qué era esto?, no se había hecho cenizas? O tal vez desaparecido del lugar?. Me iban realmente a procesar?. Creo guarde silencio por mucho tiempo, el continuaba observando cada pequeño detalle que hacia, inclusive ladeo la cabeza queriendo mas de mi.

No me gustaba su tono, ni la manera en la que me miraba, no era como si me diera la duda, creo daba por hecho que era culpable. Me alarmé, mis manos comenzaron a sudar, mi pulso se disparo, algo positivo de estar lejos, que no se daría cuenta de mis cambios. Tal vez.

-Por quçe no dice nada?.-

-Yo no fui.- mentí sin mas. Tampoco me iba a delatar tan fácilmente, como bien dicen los reos, inocente hasta la muerte.

-No fue usted.- repitió mis palabras, agacho la cabeza como tratando de analizar mi mentira.- así que supongo que paso por casualidad por su cuarto y al ver el fuego se alarmo y huyo.- yo solo asentí con mi cabeza, si hablaba mi voz tal vez me delataría.

-Muy bien, no tengo mas que decir.- se puso en pie tomo su portafolio.- Si usted dice que es inocente, inocente la hare ver ante la juez. Que tenga buen dia.- estiro su mano, y yo la tome, me dio un breve apretón y rápidamente salió del cuarto.

Qué fue todo esto?. Solo eso me preguntó? O mejor dicho, ni le di mi versión de lo hechos?, en verdad me creía que era inocente solo con mi … palabra?. Como se supone que me iba a defender si no sabia mi versión de los hechos… parte de ellos. Abogado de pacotilla!!!.

El oficial entro tras salir mi abogado y me escolto hasta mi “celda”. Faltaban pocas horas para mi audiencia. Antes de que el se fuera le pregunte.

-En una audiencia se puede… dictar sentencia?.- mi boca se quedo seca ante su respuesta. Mi corazón amenazo con salirse de mi pecho, en ese momento quise tomar por la solapas de su camisa, zarandearlo y que me dijera que no podía ir a la cárcel en un día.

-Si, y trasladada a la cárcel al día siguiente.- dicho esto se retiro dejándome sola. Y en shock.
Iba a … ir a la… cárcel?. Era obvio que ese tal Mikko Eronen no me iba a liberar, pobre Lauri gastando su dinero en un inepto. Me entraron los nervios, y comencé a caminar de un lado para el otro en círculos en mi cubículo.  Apretaba mis manos con fuerza en torno a mi pecho, estaba salivando mas de lo normal, el blanco me estaba hartando, es decir todo me estaba sacando de quicio, no tenia porque ir a la cárcel, eso fue en defensa propia!!, y ni el al estúpido abogado se lo pude decir, pero y si digo eso me estaré incriminando en que si estuve y fui la autora intelectual del hecho?.


Estúpido viernes, quería que acabara pero ya!!. Seguí caminando y caminando en círculos al cabo de … un tiempo quede mareada, me recosté en mi catre y apreté mis abrigos contra mi pecho y por un momento no quise respirar. Porque me estaba pasando todo esto a mi?, como fui capaz de caer en esta pesadilla?.

Yo no quería ir a un lugar como ese, y si era hallada culpable? lo mas seguro, si iría. La perla a que hora haría su efecto? Al salir el sol?, en la tarde?, en la noche?, a la medianoche?. Estos últimos pensamientos quemaban mi mente. Porque no podía hoy funcionar la perla?.  Y otra cosa, que le dirá Mikko a Lauri?, la
verdad o … ¿?.

De tanto pensar alternativas, me volvió el dolor de cabeza, me lleve las manos al cráneo tratando de aliviar la presión que sentía, pero solo se volvía mas y mas fuerte, que inclusive me hizo lagrimear mis ojos.  Respire hondamente, vacié mi mente, y me relaje. Tan pronto no pensé en nada, que me costo un buen de trabajo parar mi cerebro de hacer tal cosa, me quede dormida.




Liz despierta, despiértate!! Y no llores




Alguien me hablaba dulcemente, quise creer que era Lauri pero …

Al instante abrí mis ojos, y vi que Liimatainen me estaba despertando.  Pero no fue su voz la que escuche en mi sueño, era otra … pero de quien?

-La audiencia en es quince minutos.-

Me sobresalte, había dormido tanto?, al menos no tendría porque sufrir la espera de la tal audiencia. Nunca había estado en una, bueno nunca había hecho algo que ameritara que me hicieran acudir a una.

No hasta ahora, hasta hoy.

Salimos de mi cuatro por cuatro, la juez me estaba esperando en la planta superior del edificio, me iba explicando el oficial. Él siguió dándome indicaciones, pero al cabo de un rato no lograba captar nada de lo que decía, no lo procesaba, solo eran palabras vacías sin contexto para mi. Esta caminata era como ir a la horca, aunque no seas tan ridícula Liz, la perla no dejara que vayas a la … cárcel.

Mi respiración estaba aumentada, mi cerebro dejo de pensar futuros acontecimientos, y fui consiente de todo a mi alrededor  pero en un sentido diferente. Nuestras pisadas me eran ahora muy fuertes, ahora que reparaba en ello todo estaba muy callado, y caminábamos lento. Porqué?. Quería volar, llegar sentarme y … esperar.

Ya no quería seguir esperando, quería acabar con esta incertidumbre que me estaba carcomiendo.
A medida nos acercábamos, podía escuchar el bullicio de personas, y la hora que se acercaba. Mi corazón latía a mil por hora, mis manos temblaban, y no podía detenerlo aunque las ocultara en los bolsillos de mi gabardina. Estaba mojada, mi sudor era el culpable. Tenia que calmarme no podía estar así en la audiencia, no podía!!. Tienes que tranquilizarte Liz!!!.

Y la toqué.

Mi perla, en el bolsillo derecho, y me permití relajarme, no tenia porque preocuparme, ella me salvaría, solo faltaban horas y sin importar el veredicto, todo estaría bien. Todo saldría bien, no tienes porque preocuparte Liz. Respira, relájate, aleja los miedos y ve esto como una lección del mal que indirectamente causaste.

Respira.

Entramos al salón, era grande, había un estrado donde una mujer de edad estaba sentada, tres mesas enfrente ante su vista. Y atrás de las mesas cinco bancas. Hice un recorrido visual para localizar a mi abogado, y lo encontré en una esquina revisando unos papeles con otras personas, ni se había limitado a verme cuando entre.

Vi mas atrás, en las bancas y me quede en shock. Que hacían ellos aquí?.

Helena y Eero estaban sentados majestuosamente vestidos. Como si esto fuera una boda real, él con un esmoquin negro que le quedaba de muerte, se notaba que era de diseñador lo entallaba perfecto, y su cabello largo peinado hacia atrás y Helena en un vestido largo verde oliva y su pelo arreglado en un elaborado moño. Y ahora que lo pensaba, todos iban muy bien vestidos, creo la única mal vestida era yo. Se notaba quien era la acusada en este lugar.

Y entonces los flashes comenzaron. No me había dado cuenta de los reporteros!!. Ellos estaban en otro piso. En el de arriba, eleve mejor mi cabeza para observar y vi que desde ahí tendrían una vista perfecta. Esto era como un anfiteatro. Y yo la mendiga, la acusada, la delincuente,… la culpable.
Liimantainen me quito las esposas y me indico que me sentara en la silla de una de las mesas, la que estaba en el centro, tras de esto se marcho. Rápidamente gire mi cabeza para confirmar a mis “invitados de honor”, pero vi que ellos ya se acercaban a mi.

Wow, me impactaron caminaban como si fueran por una pasarela.

-Estoy un poco sorprendida.- los mire de arriba a bajo. Ellos solo sonrieron en forma apenada.

-Lauri esta preocupado, y nosotros decidimos venir en representación suya.- dijo en un tono tan cálido Eero, que me conmovió, ayudado claro por el contenido de sus palabras.

Lauri preocupado?, pero no merecía tal acto por su parte, era una vil culpable, que … merecía el peso de la ley. Qué?????. Claro que no!!! Yo solo … solo…

-Gracias- articule mi gratitud en una voz dolorosa. No quería estar aquí, no delante de ellos, que solo serian testigos de mis actos. Que le dirían a él?. O mejor dicho que pensaría luego de todo esto?. Pero eso que me importa?, el no recordara nada.

Y era mejor así. Sonreí ante mi absurda forma  de pensar.

-No te preocupes Liz, veras que solo será un trago amargo en este día, todo se solucionara.- las palabras de aliento de Helena, estaban mezcladas con algo mas que pesar… me mostraba una sonrisa, pero no se reflejaba en sus ojos. Se miraba tan triste aun sonriendo, se abra dado cuenta Eero de eso?.

Pero porque estaba triste?.

-Cuando te vimos en la televisión no podíamos creerlo, pero cuando Lauri nos llamo esta mañana y nos contó todo, supe que no era un malentendido, sabes? El esta preocupado, inclusive Julian lo esta.- Dijo acongojado Eero.

Y eso era!!, el porque la tristeza de Helena, Lauri se preocupaba por mi, aunque claro solo era su amiga, pero una persona de afuera no podría verlo de esa manera. Pero yo que tenia bien claras las cosas, sabia que era una preocupación, como la que se siente por una hermana en apuros.

Una hermana.

-No se hubieran molestado, como ya ven.- señalé todos los periodistas que estaban sobre nosotros.- ellos les informarían tarde o temprano.-

En ese momento vi que Mikko se acercaba. Y la juez hizo guardar silencio. Eero y su esposa rápidamente se retiraron dándome una leve palmadita en el hombre y se volvieron a sus butacas.

-Esta audiencia da inicio.- vocifero la juez. Sus palabras me calaron por dentro de mi cuerpo, irradiándome un miedo fatal. Porque tenia tanto miedo?. Tenía mi perla en mi bolso, y no importaba el resultado. No importaba.

Y comenzó. Primero se dieron a conocer la pruebas que estaban contra mi. Mostraron el video. Y no había duda, en el se mostraba claramente como salía corriendo desde dentro de la habitación de Pietro, y dejando tras mi abrupto portazo una cortina de humo. Hasta un niño vería que era culpable.

Mis piernas estaban temblando a medida iban hablando los abogados del hotel, daban sus argumentos muy bien elaborados, y no dando lugar a alguna posible defensa, mi abogado tenia su cabeza gacha, tomando nota de todo lo que se decía.

Luego vinieron las pruebas forenses. Por suerte ahí no había ADN ni otra cosa mia, que me inculpara mas. Fue un breve respiro. Pero plantaron la duda, si fui yo quien primero lo apuñalo y luego lo quemo.

Estaban hablando de la verdad, mientras tanto la juez solo escuchaba atenta, no hacia ninguna interrupción.

Y llego el turno de mi defensa por parte de mi abogado. Y para mi total sorpresa dio argumentos contrarios a los dados por los abogados del hotel.

Primero argumentó que tal vez si hubiese entrado a la habitación de Pietro, pero solo por que nuestras habitaciones eran cercanas y en ese momento no estaban todos los cuartos habitados y no se mostro mas personas en el piso.

Buen punto.

Luego siguió declamando con una voz melodiosa, todo el mundo le prestaba atención. Había dicho que nosotros no nos conocíamos, como había deducido eso?. Y luego mostro el video de la vez que chocamos en el lobby, y se vio que ninguno de los dos nos conocíamos, quedo claro para todos, pero no para mi, en sus ojos, ahora mas tranquila y con la verdad de sus acciones, pude ver en sus ojos emoción ante nuestro choque, sus ojos azul zafiro se habían entornado tiernamente, haciéndome recordar la forma en que lo mate.



Y mi turno de dar la versión de los hechos llego.

Me puse en pie y camine pausadamente ante el banquillo. Unos flashes dieron en mi cara a modo de bienvenida. Y comencé.

Seguí la línea de Mikko, no me iba a ir por la línea culpable de mis acusadores.

A medida hablaba, se me fue haciendo mas y mas natural mentir  y formar una historia totalmente diferente a la verdadera y inclusive yo misma la acepte. Todo el mundo estaba callado, solo mi voz se escuchaba, y el golpeteo de una maquina de escribir, dejando por escrito todo lo dicho en la audiencia.

Esa desgraciada maquina si me estaba poniendo de punta los nervios.

Termine de dar mi versión. Volví a mi asiento, un poco mas tranquila, todo estaba en un 50% de probabilidad. Ahora miraba a la juez que repasaba sus apuntes.

Luego tras unos minutos de silencio, ella se puso en pie, y ordeno que todos hicieran lo mismo. Al no haber sido esto un juicio no había tenido que jurar, o de lo contrario hubiera caído en el agravio de perjurio … otro mas a mi lista de acusaciones?.phew!!

-De acuerdo con las pruebas presentadas por ambas partes.- señalo a mi a los abogados del hotel y al mío.-Y con mi deliberación, concluyo que la joven Liz Zonaletti, es hallada …-ella guardo silencio, y mi corazón latía furiosamente, hasta lo podía escuchar en mis oídos, el bum bum bum…- Culpable del asesinato en primer grado ocurrido en el hotel Katajanokka, y se le condena a ir a la cárcel por un periodo de tiempo de 20 años.- y sonó su martillito con fuerza.

La gravedad se hizo diez veces mas fuerte, en cuanto a mi cuerpo, haciéndome caer de un solo en mi silla… veinte años?... no sentía los músculos de mi rostro, vi que Mikko me hablaba, pero no lo podía escuchar, solo miraba su boca mover, las personas se estaban esparciendo por el lugar, pero no podía escuchar nada, solo escuchaba la voz de la juez veinte años…

Eero y Helena se acercaron también, y llegaron ante mi, estaban tan sorprendidos con la noticia, me hablaron pero igual, no escuchaba lo que me decía, sentí mi cuerpo frio, de pronto tuve nauseas, levante una mano le di vuelta y observe mi palma, estaba totalmente blanca como el papel, he de imaginar que así tenia el rostro, porque Helena puso ambas manos en mis mejillas, Eero me abrazo por detrás, sentí su calor, pero no escuchaba sus palabras, y de pronto vi como si me hubieran segado con una gran foco de luz blanca, eso solo duro unos segundo.

Me sentía débil, quería acostarme pero el cuerpo de Eero me lo impedía, las manos de Helena me transmitían serenidad, y me comenzaron a quemar ahí donde ella me tocaba, sentí como si fueran brazas de fuego, pero por dentro.

Leí en sus labios que repetía una y otra vez, “Liz, háblanos di algo, Liz, Liz”, quise decir algo pero no pude. No podía mover mi lengua, sentía un peso increíble, quería gritar, histérica por todo el lugar, pero ni para eso tenia fuerzas. Era culpable, eso lo sabia pero, era muy diferente que ahora todos lo supieran, los medios, Eero… y Lauri.

Por dios!!! Que iba a decir el?, pero no lo hice a propósito, no lo quise hacer, que alguien me escuche!!. Quise ponerme en pie, y decir al verdad, gritarla a los cuatro vientos, que se supiera todo, y que él la escuchase, pero no podía hacerlo, estaba atrapada en mi silla, sin poder hacer algo, mi cuerpo no respondía a mi mando, creo no había parpadeado desde el anuncio, y por eso creo me ardían los ojos, quería parpadear, lo quería hacer, esconderme de la mirada de Helena, de Eero. De todos, pero no podía hacerlo.

Qué me pasa?. Y entonces Helena se inclino, y sentí que Eero se retiro para que ella me abrazara, y por fin logre escuchar algo de sus palabras.

-Llora Liz, desahógate conmigo, no te reprimas, no te guardes tu dolor, sácalo todo.- fue un susurro, pero lo había captado claro.

Pero no quería llorar, no. Porque si lo hacia me iba a descontrolar, y no, eso lo dejaría ya para después.
En la cárcel?, ahí iba a llorar? Quitar todas mis penas, culpas, angustias.


Comencé a temblar bajo su abrazo. Quise devolvérselo pero mis brazos no respondieron a mi orden. Los flashes estaban a la orden del día, nadie se perdería de nada, pero no me verían llorar.


Sentí que Helena se quito, no quería, quise decírselo pero no pude, y entendí porque se quito, dos guardias venían con esposas hasta mi.

Me entro pánico, me iban a llevar ya?, no…. No… no … ellos se inclinaron y me pusieron en pie, por poco y no pude sostenerme en mis pies, y me esposaron mis manos por delante. Y las vi, bajé mi  miraba y contemple la verdad.

Una sensación tan horrible recorrió mi cuerpo, fue como si estuviese en un acantilado y estuviese apunto de lanzarme. Me pusieron en pie, y se colocaron tras de mi, tenia que avanzar pero no quería, ellos me tomaron cada codo y me obligaron a avanzar pero me rehuse, me di vuelta y los vi, Eero y Helena aun ahí, y quise caminar hacia ellos, y por poco lo logro pero uno de los guardas me agarro por la cintura y me lo impidió.

-No quiero ir!!, no quiero!!, soy inocente!!.- comencé a gritar histéricamente, el guardia me abrazo en torno a la cintura mas fuerte y me cargo, mis pies estaban fuera del alcance del suelo y me llevaba con el.

-No!!! No me lleven yo no fui!!!.- mis gritos mesclados con rabia.

Los periodistas no perdieron el tiempo y apuntaron hacia mi con sus cámaras captando mi escena.
Como pude me libre de su agarra y caí al suelo, me dolió pero no me importo. No avance mucho, el guardia me volvió a agarrar de la misma forma.

-Soy Inocente.- le dije en susurro. Pero el no me dijo nada.-No me lleven.- rogué en voz mas audible.-No me lleven.- volví a decir. Pero el siguió avanzado. Y no luche mas, deje caer mi cabeza, tocando mi mandíbula mi huesito mas sobresaliente de mi pecho. Y vi que en el piso verde iba dejando gotitas provenientes de mis ojos.

Por fin estaba llorando, pero al menos nadie me veía. Parpadee y parpadee, hasta que me librara de todas las lagrimas contenidas, pero no fue así. Llegué a mi “celda”, y seguía desbordando mi rio interior.

-Mañana la trasladamos.- dijo el guardo y cerro fuertemente.
Parada tal como estaba, me acerque a la pared, no me sentí capaz de llegar al catre. Me deslice por la pared hasta sentarme en el piso, recosté mi cabeza en la pared alzándola un poco, tal vez la altura me quitaba las lagrimas. Pero no. Ahora estaba en un estado de sollozo tembloroso, respiraba y en cada inspiración captaba tres veces oxigeno, y no dejaba tiempo para sacar el aire viciado de mi cuerpo en la espiración.

Y el cuerpo me paso factura de esa acción, el cuerpo entero de me durmió, comenzando desde las piernas hasta llegar a la cabeza, para ese entonces no resiste y me deje tumbar a un lado en el suelo.









Caminaba hacia el carro adornado de la policía. Me llevaban a la cárcel. Me habían levantado muy temprano para el papeleo, ahora las dos de la tarde era el turno de encontrarme con mi nueva morada.

Al despertar, analice mejor la situación, no tendría porque estar tan devastada, en unas horas la perla haría olvidarles a todos de mi existencia. Solo unas horas y todo acabaría.

-Porque esta tan alegre?.- me pregunto el guardia. Pero yo no le respondí, y el lo entendió, cerro la puerta, y tras unos minutos el auto se puso en marcha.

El tiempo paso veloz, porque en un momento dado estábamos ya afuera del edificio.

Entramos, y ellos me entregaron con una señora regordeta uniformada, ella me indico que la siguiera, y así lo hice. Había mucho silencio, no parecía una cárcel, me la imaginaba mas bulliciosa.

Entramos en una gran habitación que parecía una tienda, tenia zapatos, peines, toallas, accesorios de ropa de cama, overoles rosados , botas negras, gabardinas que parecían de piel, pues viéndolo bien no estaba tan mal estar en la cárcel.

Pero rápidamente quite ese pensamiento.

-Qué talla eres?.- me pregunto la encargada del lugar.

-Medium..- ella se retiro, y pude seguir deleitándome del lugar. Me había dicho que era solo de mujeres, y que tuviera cuidado de andar sola por el jardín.

La mujer joven, a lo mucho parecía de treinta años, me entrego mi overol rosado, y una caja trasparente, que pude ver venias toallas, papel higiénico, toallas sanitarias, al menos me hubieran dado tampones, para aliviar mi mente… tonta Liz, no estarás mucho aquí.

-Qué numero calzas?.-

-7 ½- y seguidamente ella me trajo mis botas sin tacón, claro eso podría ser una arma mortal aquí a dentro.

-Quítate todo y lo guardas esta bolsa.-

Me entrego una bolsa verde y me indico que fuera tras un biombo. Me quite todo y quede desnuda, el aire beso  mi cuerpo llenándolo de frio, y en ese momento como un beso de la muerte tuve un mal presentimiento que no pude analizar. En ese momento tenia que esconder mi perla entre la ropa nueva, si no me la podrían quitar.

Me puse mi overol y me gusto como me lucia, era entallado resaltando mis curvas, las botas eran bonitas, en la cárcel pero con estilo. Esto parecía como si  Paris Hilton fuera la asesora de imagen.

Guarde mi ropa que ya estaba sucia, y la entregue. Seguidamente salimos de la habitación.
Transitamos por un pasillo muy angosto, me llevaban a mi celda, ahora si lo podía decir con todas sus letras, celda.

Llegamos al lugar donde estaban todas la celdas con sus barrotes, cuando hicimos acto de presencia, comenzaron a chiflarme y vociferar palabras obscenas, OMG!! Esto era la cárcel. Llegamos al segundo piso, y avanzamos por el pasillo que tenia todas las celdas. Mi habitación estaba solitaria, pero comprobé que un camarote estaba ocupado.

-Tu compañera es rusa, ten mucho cuidado con ella, llego la semana pasada y ya ha hecho mas estragos que las reclusas mas antiguas, no te metas en su camino y estarán bien.- y tras decir esto salió cerrándose al puerta automáticamente.

Oh vaya!! Rusa era mi compañerita, no podía ser … de Finlandia al menos?... no tenia muy buenas referencias de las personas de Rusia. Ojala y me equivoque.

Me acomode en mi catre que estaba sobre el otro, eran literas, y me hice volita, hacia frio y la gabardina no me proporcionaba la suficiente calefacción. Saque mi perla, quería que todo acabara ya.

Escuche que la puerta se abrió, y supuse que mi compañera había llegado.

-Y la nueva princesa no me saludara- no quería bajar, pero tampoco la quería contrariar. Escondí mi perla en la bolsa trasera de mi overol, me senté y me dispuse a bajar.

Quedamos frente a frente, ella parecía de mi edad, pero a diferencia de mi, su pelo era negro, pero tenia la raíz rubia. Una peliteñida. Se acerco a mi, y me tomo del mentón elevándolo. Me estaba evaluando?.

-Eres hermosa.- dejo mi mentón, sus palabras me dieron escalofríos, porque no eran como los de un cumplido de mujer a mujer, era como si ella fuera un hombre que me había catado.

Ella también lo era, pero no le iba a decir nada, mejor quedarme callada, quien sabe si era lesbiana y malentendía mis palabras, perla cuando actuaras?, sácame de aquí, ya!!.

-Y porqué estas aquí?.- ella se retiro dándome espacio, y se sitio en las rejas recostándose, sacando su pechonalidad, ofreciéndomela?.

-Mate a un hombre.- para que seguir mintiendo?, no tenia caso.

Ante mis palabras ella sonrió, y apremio mi declaración con una aplauso.

-Vaya!! La princesa tiene ovarios!!, y como lo mataste?, con pistola?, cuchillo?, o..?- ella elevo su perfecta ceja. Había salón de belleza adentro?.

- Con mis … manos.- me aleje de ella, inspeccionando la celda, no queriendo que me siguiera viendo frente a frente.

-Oh!! Que osada eres.- y sentí que sus palabras ya no venían de tanta lejanía, la sentía tras de mi, y luego me sobresalto su acción, poso ambas manos en mis pompas y el pánico me llego de inmediato, la perla!!.

Ella lo sintió, claro que si!!, y metió rápidamente su mano en mi bolsillo, extrayéndola. Me gire de inmediato y contemple mi perla en su mano.

-Devuélvemela- dije con horror.

Pero ella cerro su mano en torno a ella, OMG!!

-Que harás por tenerla devuelta?.- ladeo su cabeza.
Perra estúpida!! Es mía, no tenia porque hacer nada por tratar de recuperarla. Asi que guarde silencio o mis palabras me delatarían.

Ella se acerco, hasta quedar nuestros cuerpos muy cerca, sentí su respiración en mi rostro.

-Un beso?.-

Perra lesbiana!!, pero cuando se durmiera le cortaría la lengua.

Cerre mis ojos y deje que hiciera conmigo lo que quisiera, tenia que recuperar mi perla. Ella se acerco y poso sus labios contra los míos, violando mi boca, era tan diferente las reacciones de mi cuerpo, en comparación con el beso de Lauri, eso era el cielo, y esto el infierno, y me harté!!, me estaba lastimando su beso, así que me separe un poco, use toda la fuerza que pude colectar y le di un fuerte cabezazo, pensando que la dejaría inconsciente, pero ella solo sonrió.

-Sabias que con mi cabeza maté a mi amante?.-

Veía a dos morenas, cuatro ojos, dos bocas y dos perlas, la elevo para que la viera, y luego la introdujo en sus cuatro senos. Me había salido el tiro por la culata. Y luego tras un espasmo por todo mi cuerpo me incline hacia delante cayendo hacia ella con todo de mi cuerpo, viendo la penumbra que se cernía sobre mi.




jueves, 7 de junio de 2012

Oblivion -C13-


Bienvenida Alejandra!!
Por leer ....y comentar!!!




CAPITULO XIII



Lo primero que note fue mi respiración superficial, era como si acabara de correr una maratón, pero estaba en mi cama, un poco sudorosa y lo mas importante… ¡!desnuda!!. En que momento me había quitado la ropa?, no lo recordaba, lo ultimo fue el mensaje de Lauri. Quise abrir los ojos, pero todo estaba en penumbra así que los volví a cerrar. Sentí mis labios curvados en una gran sonrisa de satisfacción.

 Satisfacción? De que?, y porque estaba contenta?. Por que así me sentía, una felicidad que me desgarraba por dentro, me hacia querer gritar, pero no entendía el por que. Sentí que mi cuerpo pesaba una tonelada, me quise mover pero no pude algo me lo impidió. Algo positivo de esto era que el dolor de cabeza había desaparecido, por fin!!.

Quise cubrirme con la colcha porque al no tener ropa, estando en invierno, lo mas natural era sentir frio!!, pero por extraño que me parezca, no lo sentía, al contrario tenia calor, era como si estuviera acostada sobre una estufa. El calor se estaba volviendo insoportable. Y lo sentí, estaba mojada! En mi parte mas intima, OMFG!!!! Tenia mi periodo?, por eso me había quitado la ropa? Había manchado la lujosa cama de Lauri? no no no…pero lo sentí. Tenia un tampón phew!!! Eso serviría. Pero porque me había puesto un tampón? No era mas cómodo una toallita?.

Aunque a decir verdad este era de otra calidad, tampones exclusivos para Paulita? Lo mas seguro, pero porque no podía recordar el ponérmelo?, había sido muy traumático le venida de mi periodo?. No no no!!…

Algo pico en mi cuello, que era eso?, un mosquito?, no Liz, a ellos no les gusta el invierno. Pero entonces que era?, esto ya me estaba asustando, analice que no era capaz de darme cuenta de todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor, o mejor dicho de lo que pasaba en mi cama. Recuerda estas desnuda!!, y yo no me había desnudado, acaso habían entrado a la casa y me … me … violaron?.

El pensamiento llego a mi cerebro al instante pero así como vino se fue, no sentí miedo ni nada por el estilo, muy en el fondo sentí, que no era eso, o porque estaba feliz?.

Sentí nuevamente esa molestia en mi cuello, alce mi mano para quitarlo, y me encontré con que era pelo que puyaba contra mi cuello. Mío?, comprobé su longitud y … era corto. Todo mi sistema se puso en alerta, que era lo que tenia en el cuello? Porque no podía saberlo?. Que estaba pasándome!!!?


De pronto sacándome de mi momentáneo susto, alguien ronroneo cerca de mi oído.

Ronroneo?.

Y fue cuando me di cuenta, que la tonelada  que sentía que mi cuerpo pesaba, no era por mi peso, alguien estaba sobre mi. Queeeeee?????, intente quitarlo, pero no pude, OMG que era lo que estaba sobre mi?. Y volvió a ronronear, ahora chupando mi lóbulo de mi oreja derecha.

Ese simple acto, enloqueció mis hormonas, no sabia que era tan sensible en esa zona, consiguiendo una descarga eléctrica por todo mi interior, quise … gemir? En respuesta, pero me contuve. Aunque pareciera imposible sentí mas calor. Quise moverme por debajo de ese cuerpo, pero no pude, y ahora comprobé, que no era solo por el simple hecho de que ese individuo estuviera sobre mi si no porque … Oh My Gosh!!, Oooh My Goooosh!! no … era … un tampón eso de ahí abajo? … santos fokitos!!!era un … un … hay!!!! Ni podía pensarlo concretamente. Respira Liz, respira y dilo.

:dios.:  Un pene. Por tres segundos mi mente hizo silencio. Una muerte cerebral prematura?. …Sentí el calor subir en mis mejillas, la vergüenza se hizo presa de mi, y ahora si, quería que ese individuo se quitara de encima. Pero el  arrastró su boca desde mi lóbulo ( que aun seguía pegado ahí), hasta la línea de mi mandíbula, rosándola solo con su lengua, suave como la seda, y húmeda dejando tras su paso un  momentáneo escalofrió por mi piel.

Bajo mas, por mi cuello, exactamente por la arteria que ahí palpitaba fuertemente, creí que me iba  besar ahí, pero no, me dio un fuerte chupetón!!, pero no me dolió, por el contrario me … me que?... hay no!!! Que me estaba pasando, solo con un simple roce ya estaba excitada. Era eso?. En este momento si que me sentí una puta.

Alce mis manos para (otra vez) retirarlo de mi, pero me encontré con que lo estaba acariciando, mis manos viajaban por toda la longitud de su espalda, era grande, un poco musculosa, subí mas arriba, hasta sus brazos, exactamente sus bíceps, hmm!! Iba al gimnasio, y no pude evitar ronronear tal como el lo había hecho. Intente inhalar su aroma, pero solo me encontré respirando la mía. Raro.

El se levanto un poco, y tras su acto, sentí un frio entumecedor por la falta de su calor, así que el era mi colcha, muy ecológico. Luego grite, pero no de dolor, si no de … OMG!! el condenado se había vuelto acercar a mi cuerpo, exactamente a mi pecho, su … su boca sobre el.

Vi lusitas, quise enterrar mi cabeza mas abajo en la almohada, no podía resistir la carga eléctrica que dejaba sobre mi, su tacto. Enterré mis uñas en su espalda, a modo de reclamo o quería mas?, y para mi sorpresa me mordió, ahí donde tenia su boca, a modo de reflejo arquee mi espalda, elevando mi pecho, para el.

Yo hice eso? Pero no era mi cabeza la que estaba pensando, eran mis traicioneras hormonas… y lo sentí!!, algo ahí abajo cambio.!!!OMG!! a este paso iba a morir de un infarto fulmínate. Sentí que mi corazón se acelero a tal grado que por un momento me falto el aire.

El “tampón”  había crecido dentro de mi. O.O

Aaaaaaaaaaaaaaa

Las sensaciones me dejaron mareada, al bordé de la locura, y cuando por fin hablo. Creo morí.

-Te amo Liz, amo como te siento, como respondes a mis caricias, eres fantástica. Creo por una vez en todo este tiempo, cambie tu rutina.- susurro por encima de mi pecho la melodiosa y sexoxa voz de  Lauri.

Y vi la luz, … no la de un túnel ni del otro mundo, si no la de mi habitación, había amanecido, y escuche un ruido estridente. Sirenas de policía?. ESAS ESTUPIDAS SIRENAS me habían sacado de mi glorioso, delicioso y lujurioso sueño?, por que comprobé al instante que estaba vestida, con frio, y sin un Lauri sobre mi, o a mi alrededor.

Que injusticia!!!!!! Como mi cerebro me pudo hacer eso? Pero la culpa no fue mía, fue la de esa fulana despampanante, acaso hicieron ellos eso?, Liz el esta enfermito. Cálmate.

El ruido seguía afuera. Y comprobé que no desaparecía, seguían en el mismo punto. Fuera de la casa, al menos pensar en ese detalle, me calmo de mi despertar abrupto y traumático.

Sirenas…


Policía…


Afuera…


La policía estaba afuera buscándome?. Me puse alerta, guarde silencio, trate de respirar lo mas lento posible, subí la colcha mas arriba hasta por debajo de mis ojos. Pero nada, solo el ruido ese, afuera. Me senté, mire a mi alrededor, me puse en pie, y fui hasta la ventana, y desde ahí no pude ver nada.

Entonces me aleje y fui hasta la puerta, me recosté en ella tratando de escuchar algo desde afuera, aguarde unos cuantos segundo, pero nada. Hasta que alguien súbitamente toco mi puerta, sacándome un susto de muerte.

Me gire y abrí. Ante mi estaban dos hombres de mediana edad uniformados, y detrás de ellos Paula. Sentí que la sangre no fluía por mi cabeza, empecé a ver borroso, y uno de ellos me tomo entre sus brazos antes de que cayera. Si estaban aquí, era porque ya sabían algo en mi contra, pero que?. A menos que Aki les contara algo.

-Liz ….Zonaletti?, queda usted arrestada por el atentado del Hotel Katajanokka.- hablo el hombre que me sostenía en sus brazos. Y como cualquier finés, era hermoso como los dioses griegos del Olimpo. Y prosiguió.- Tiene derecho a un abogado, si no lo puede costear el estado se lo proporcionara.- Iba a decir algo… pero el que?.- Y debe guardar silencio o todo lo que diga será tomado en contra de su juicio.-

Quise decir algo otra vez, pero simplemente las palabras no salieron de mi boca, quise defenderme decir que era mentira, sin embargo eran verdad, que podía decir a mi favor?, que ellos me había llevado en contra de mi voluntad?, nadie me creería. Que el occiso quería acostarse conmigo alegando que fuimos algo en el pasado, y que yo no lo conocía?, y me defendí como pude?.

Y se aclaro mi mente, había sido en defensa propia!!, no porque lo haya querido hacer, las circunstancias me obligaron hacerlo, no lo hice premonitoriamente, fue por defender mi integridad!!. El policía sexy, me soltó comprobando que ya podía mantenerme en pie yo misma. Observe la mirada de Paula, y me sorprendí lo que vi, no me miraba acusadoramente, por el contrario se miraba apenada.

Ahora le daba lastima.

Eso de despabiló, me iban a llevar arrestada, estos dos hombres, me iba a llevar a la cárcel!!, el de atrás me apuro a conseguir algo con que cubrirme, mas apropiada para el frio. Di media vuelta y tome tres grandes abrigos y me los puse, metí la mano en uno de ellos y comprobé que ahí guarde anoche la perla.

Llegue al umbral de mi puerta, donde estaban los tres, y me obligaron a darme la vuelta y … esposarme las manos por detrás. Esto solo en las películas lo había visto, y se sentía fatal. Completamente humillada y eso que no tenia publico. Y recordé a Lauri, el ya lo sabia, tuvo que haber escuchado todo este alboroto, claro que lo sabia, ojala y aun no se pudiera levantar de su cama.

Salimos por el pasillo, ellos tras de mi, y Paula mucho mas atrás. Camine cabizbaja, derrotada, devastada, con un paso lento e inseguro hasta llegar a la sala, ahora lo único que quería era salir lo mas rápido posible. Tras de mi los policías hablaron en finés, y note que algo les preocupaba, bueno no entendí nada, pero su voz sonó diferente.

Paula se adelanto para abrir la puerta, se volvió hacia nosotros un momento y fue cuando ella volvió a ver hacia arriba, seguí la dirección de su mirada, y vi con horror, que Lauri estaba al pie de las escaleras, apoyando todo su peso en la barandilla. Creo, si me miro en un espejo mi expresión hubiese sido de la quien ve una cucaracha grande en el piso: espanto, horror.

No! No! No!… el no me tenia que ver salir en estas condiciones, que iba pensar?, que le había dado cabida a una asesina en su casa?, lo mas seguro. Sus ojos viajaron de los policías hasta mi, o mejor dicho hasta las esposas que llevaba tras mis espaldas, y note en su expresión compasión, como quien ve un perro atropellado en la calle.

Fue lo ultimo que me espere de él, lo mas lógico hubiese sido que me viera con asco, repulsión. Pero no. Creo si hubiese estado sano, baja y me abraza. Y vaya que lo necesitaba, no sabia como podía seguir en pie, aun me sentía débil, pero al menos tenía la perla. Un pequeño consuelo a toda esta desgracia.

Y sin querer seguir viendo su expresión de compasión, di media vuelta y cruce el umbral, los policías me siguieron. Y lo primero que espere ver fue los carros de los policías, o una gran ventisca, pero no fue todo lo contrario, había un centenar de periodistas Finlandeses, con carros de los respectivos canales de noticias, OMG!! Hasta vi un CNN. Esto iba a ser mundial.

Algo positivo. Nadie me conoce, nadie sabe nada de mi, no tengo a quien rendirle cuentas de mis actos, nadie que me juzgue, nadie hasta ahora.

Pero pronto volvería a ser nadie.

Por un momento pensé que me iba  a quebrar emocionalmente, pero al ver a los periodistas acercarse a mi, como si fuera el ultimo trozo de carne fresca, mi malestar existencial paso a ser algo de segundo plano.

Y al otro segundo, tenia un collar de micrófonos a mi alrededor, me hablaban en mi idioma, pero su acento era marcado, y muy rápido. No les lograba entender nada.

Sus flashes me dejaron ciega unos segundos después. Avanzamos unos cuantos pasos y vi el carro de los policías, estaba detrás de los carros de los reporteros. Hmm!! Llegaríamos mañana.

Un micrófono dio en mi rostro, eso llamo mi atención y  me giré al instante para ver al responsable, era una chica.

-Liz, dinos cual es tu relación con el vocalista de The Rasmus?, fue esto un acto pasional?, el te obligo?.- hablo rápido, pero le entendí.

Que??? Iban a involucrar a Lauri en esto?, un acto pasional?. En que mundo vivían?. Tenia que salvar su imagen, me detuve y al instante todos guardaron silencio, eso me asusto.

-Claro que no fue un acto pasional!!- vocifere enojada, tome aire y continúe.-  Esto es un error y pronto se aclarara, y nosotros somos amigos, nada mas.- listo con eso tenia que calmarlos no?.

-Eso crees?.- gire mi cabeza, y otro periodista llamo mi atención.- tenemos entendido, que te están arrestando por ser la única sospechosa, y las pruebas lo confirman.- argumentó muy seguro de si mismo y con un aire de arrogancia.

Pruebas? Que pruebas?, no había nada que me vinculara al hecho, nada. A abrir mi boca para responder iba, cuando el mismo policía que me había tomado en brazos, alzo la voz y gritó.

-Suficiente, muévanse, obstruyen el paso. No más preguntas.-

Y no pensé que les hicieran caso, pero todos se movieron de nuestro alrededor al instante, Wow cuanta obediencia, y vi que corrieron tras Paula para abordarla a ellas con mas preguntas cizañosas.

Rápidamente ahora llegamos al vehículo, me indicaron que me sentara en la parte de atrás, y así lo hice.


Ya dentro me pegue a la ventanilla y fije mi vista a la casa  y  una ventana despejada de cortinas llamo mi atención, ante ella estaban Lauri y su hijo viéndome partir de manera tan deplorable. Quise hacerme chiquita, o que el condenado carro arrancara, pero note que ellos aun no se había subido al carro.

Así que desvié mi mirada a otro lugar, no podía sostenerle la mirada, no podía!!, que iba a ser de mi?, no podía ir a una cárcel!! Era muy joven!! Todo mi futuro se vería afectado… pero… no tengo futuro alguno, ya no, y recuerda Liz, tienes la perla, y con ella se llevara todo. Pero no dejaba de ser doloroso, yo no quise estar en esta posición, nunca fue mi intención lastimar a nadie, y no pude evitar, volví a verlo, y ahí seguían ambos.

Y me rompí. Primero comenzó como un sollozo quedo, los ojos se cargaron de lágrimas, vi ante mi reflejo. Un espasmo recorrió mis músculos del rostro, y seguidamente mi mandíbula inferior comenzó a temblar, empecé a sentir que me ahogaba, que el aire me faltaba, pero claro no estaba respirando, le recordé a mis pulmones hacerlo,  pero la sensación no paso, eleve mi rostro viendo fijamente el techo del carro, y lo comprendí, quería gritar.

Me recosté de lado en el asiento del coche, y al instante el liquido contenido de mis ojos se salió de lado, dejando un rastro húmedo tras de si, llegando a mi oreja y mas allá. Las esposas me molestaron pero no me importo, así estaba mejor. Comencé a llorar en voz alta. Hacia mucho que no lo hacia, y escuchar mi  propio lamento solo incremento mi desolación.

Mi llanto parecía como el de una niña, como el de esas que lloran por largo rato y no pueden controlarse por más de que le digan, mi respiración se volvió superficial,  inspiraba por demasiado tiempo, y espiraba en poco tiempo. Los policías entraron al coche con gran escándalo, pero cuando escucharon mi lloradera, guardaron silencio al instante, el piloto lo piso en marcha. Y mis llantos quedaron ocultos por el rugir del motor.


Que irónico, había dicho que hoy me marcharía, y sin querer lo estaba cumpliendo pero no de la manera que mas correcta. Esto era humillante.

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