"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

viernes, 20 de julio de 2012

Dangerous Kind -C10, 11, 12.-


(c) Flavia M.
Este fic, no me pertenece




Capítulo 10: Noche Buena

------- narración por Eero----------

Sabía lo testaruda que era ella, no la contradije, así que coloqué los pasapalos y los pasteles que hizo Helena en los asientos traseros de su auto. Fuimos hasta mi casa, ella conducía hábilmente a través de la nieve, noté que se sonrojaba cada vez que la miraba, yo estaba emocionado porque lo que sucedió aquella tarde, ellas estaba algo tímida, pero pude notar su satisfacción porque lo que ambos hicimos. Llegamos a mi residencia sin muchos contratiempos, la hice pasar al living ofreciéndole algo de tomar, mientras yo rápidamente me daba un baño y me vestía.

Ella escogió la ropa que usaría, un pantalón gris oscuro, una camisa de vestir blanca, y abrigo color negro para el frío, una bufanda gris y zapatos que le hacían juego.

-Entra conmigo a la ducha Lena- Le supliqué, después de todo aun la deseaba.

-De ninguna manera, arruinaras mi maquillaje y ya estoy vestida jaja… Pero no me sigas tentando- Me contestó sonriente. Estaba tan perfecta esa noche que era un crimen desarreglarla.

-mmm… otro día arruinaré tanta perfección- le dije entrando a la ducha.
Luego de terminar de arreglarme, lo cual no me tomó más de media hora, salimos directamente a casa de Pauli. En tanto íbamos en el auto.

-Siento miedo- Me dijo ella repentinamente.

Quité la mirada de la ventanilla del auto para observarla a ella. -¿por qué Lena?

-Siento que aún no soy aceptada por los chicos de la banda- Me comentó viendo hacia el horizonte.

-Eso no es así nena, Pauli es muy gentil contigo, al igual que Aki… y bueno Lauri es un poco temperamental, pero estoy seguro de que te tiene cariño al igual que todos… mmm ¿no será que eres tú la que no los quieres jeje y no te quieres sacar esas cosas de tu cabecita testaruda?- Le dije para tranquilizarla.

-¿Qué cosas dices Eero? Por supuesto que son agradables conmigo, y yo también les tengo mucho aprecio a todos… aunque Lauri ni me dirija la palabra… mmm discúlpame, seré más paciente y te prometo ganarme la confianza de tus amigos. Sólo quiero ser aceptada.- Me explicó la razón de su temor.

-Ya no te sigas atormentando con eso Lena, vamos todo saldrá perfecto hoy, Aki luego de probar tus exquisiteces culinarias te querrá como a una hermana jaja- Le dije.
Ella aparcó el auto frente a la imponente residencia Rantasalmi. Ella le dio un vistazo a la residencia y vi como su piel palideció, bajamos del auto junto llevando todo lo preparado por Helena en las manos. Allí estaba el guitarrista de The Rasmus a la espera de nuestra llegada, ya eran cerca de las 9 de la noche y por lo visto éramos los únicos que faltaban en aquella fiesta.

Pauli me saludo amistosamente y lo mismo hizo con Helena. Nos invitó a pasar y pude admirar la espectacular decoración del interior de la casa, todo lleno de guirnaldas, arbolitos de navidad, luces, cada rincón estaba rebosante de comida y bebidas de todo tipo. Pensé que todo esto era organizado por la esposa de Pauli y su hermana, quienes también estaban presentes y me saludaron cariñosamente como de costumbre.
Pasé un buen rato conversando con Aki Tykki, vocalista de Happoradio, con quien no cruzaba palabras ya desde hace un buen tiempo en mi última visita a Joensuu.

-Hey Eero! ¿cómo has estado?, tanto tiempo sin hablar. Aunque por allí me dijeron que estuviste en nuestro último concierto en Helsinki, y muy bien acompañado por lo que veo!- Dijo Aki bastante contento.

-Así es amigo mío, y si estuve en el concierto de Helsinki, no tuve chance de hablar contigo porque se fueron muy rápido. Pero ya estamos aquí, bonita la reunión de Pauli, ¿no?- Le dije.

-Si! Esta excelente todo, la estamos pasando muy bien… Hey y ¿cuánto tiempo llevas con ella?, no has perdido el tiempo hombre! Es muy guapa- Me contestó el vocalista.

-Realmente nos conocimos por casualidad, pero me siento super feliz de estar con ella. Tengo el presentimiento de que todo va a salir bien y el próximo año será excelente-Le comenté bastante animado y echándole un vistazo a mi novia, quien estaba conversando con Aki, cosa que me causó una sensación de tranquilidad al verla más integrada con la banda.

--------------narración por Helena---------------------

Al entrar a la residencia de Pauli me sentí un poco incómoda porque no conocía a nadie a excepción de los chicos de la banda. Sin embargo, al saludarlos a ellos comencé a compartir con muchas personas por lo general personas que trabajaban en Dynasty e integrantes de otras reconocidas bandas finlandesas, hasta tuve la oportunidad de compartir con la familia de Pauli.

Ahora me encontraba con Aki conversando en el living. A pesar del poco tiempo que llevábamos conociéndonos, estábamos poco a poco haciéndonos amigos.

-Helena! Qué bueno verte por aquí, pensé que estarías pasándola con tu familia en Londres… Por cierto está excelente esta salsa de pimentones con queso que preparaste, por lo visto sabes cocinar muy bien- Me comentó el baterista de The Rasmus.

-Realmente no tenía planificado ir a Londres, tengo mucho trabajo, tal vez vaya a visitarlos en verano- Le dije, sin querer darle detalles acerca de mi relación con mi padre.

-mmm ojala que si, debes tomarte un descanso, Hel… No en serio, cocinas excelente, debes hablar con Lauri! Es el chef de la banda- Dijo Aki sonriendo.

Nuevamente ese nombre, volvía a perturbar mi cabeza, ¿qué me estaba sucediendo?
Apenas he cruzado una cuantas palabras con él y ya me hace sentir intimidada. Allí estaba, apoyándose sobre una columna vestido elegantemente con un jersey negro y una camisa blanca, con algunas plumas negras en su cabello y con una copa de champagne en su mano izquierda, pude ver que estaba conversando con Perttu Kivilakso de Apocalyptica, y junto ellos estaba una chica rubia de ojos azules bastante guapa. A pesar de conversar con ellos, noté que de vez en cuando echaba una mirada fugaz hacia donde yo estaba, traté de esquivarla varias veces, pero era una tarea bastante difícil tratándose de esos ojos verdes.

Sentí mucho más miedo que antes, pero no por el hecho de tratar de encajar en este nuevo ambiente, sino por la manera en la que pudiese reaccionar. Otra vez, me miró de reojo y ya estaba más concentrada en las veces en las que me miraba que en mi conversación con Aki. Esa noche estaba endemoniadamente guapo, sentí vértigo de solo pensarlo. Hubo un momento en el que nuestras miradas coincidieron, y él me saludó con un gesto en la mano y una sonrisa casi imperceptible, yo le respondí el gesto de la misma forma.

Aparté mis ojos de él para mirar a Eero, quien se dio cuenta de que lo estaba observando y me contestó con una sonrisa que mostraba sus perfectos dientes. Me di cuenta de lo feliz que él estaba por tenerme a su lado, y yo también lo estaba. Al terminar mi conversación con Aki, me dirigí hacia donde él estaba, tomé su mano y le dí un beso pequeño, me sentí reconfortada y a la vez un poco culpable.

----------- narración por Lauri ----------------------

Nuevamente la estaba mirando, vi como estaba abrazada de Eero y ambos muy contentos conversando con Tarja Turunen. Era tan extraño, estaba satisfecho de ver a mi mejor amigo con la persona que amaba, no obstante, también sentí una pizca de… no sé cómo explicarlo, no era precisamente un buen sentimiento. Aún los estaba mirando, casi descaradamente. Tomé nuevamente un sorbo de mi champagne y algo me impulsó a acercármeles.

-Lauri! Qué bueno verte por aquí te he estado buscando para saludarte- Me saludó Tarja, siempre hemos sido buenos amigos.

-Aquí me tienes querida Tarja- La saludé sonriente con un abrazo, para luego saludar a Eero y a su respectiva novia.

-Amigo que bueno verte, te traje un regalo, pero tendrás que esperar hasta que termine la cena para abrirlo- Dijo Eero amistoso como siempre.

-Yo también Eerito, sé que nunca se te olvidaría- Le respondí con el mismo gesto.

-¿No vas a saludar a Helena?- Preguntó Eero sin cambiar su expresión. Me sentí aliviado que él no notase la incomodidad que “su Helena” me producía.

-Por supuesto! ¿cómo olvidarme de ella? Estas muy guapa hoy, bienvenida- Le contesté y la saludé con dos besos en cada mejilla como es costumbre.

En ese momento Pauli hizo un llamado hacia todos los presentes para que nos acercásemos hacia el comedor para comenzar la cena de Navidad. Miré mi reloj y efectivamente ya eran las 12 de la media noche.

Al llegar al salón indicado por Pauli, no se si fue casualidad… Helena se sentó a mi lado

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Capítulo 11: La discusión (narrado por Lauri)

La cena había comenzado, la gente hablaba sin parar, el ambiente estaba muy cálido a pesar del clima fuera de la casa, probablemente a causa del vino. No perdí la oportunidad para hablar con Helena que estaba a mi lado derecho… y próxima a ella estaba Eero.

-Buen provecho chicos, y feliz navidad- Les dije probando dándole un bocado a mi pavo horneado.

-Gracias, Lintu… ¿qué tal esta todo? Estaba por saludarte pero no te encontré- Comentó Eero.

-Perfecto, llegué un poco tarde porque estaba en casa de Paula visitando a mi hijo… Pero veo que ustedes llegaron después que yo… mmm ¿por qué llegaron tan tarde? Siempre estas temprano a cualquier lugar que vayas Eero- Pregunté.

Eero se sonrojó y Helena se ahogó un poco con su vino tinto. Noté algo de nerviosismo pero pudieron disimular rápidamente. Ella se limpió sus labios con la servilleta de manera discreta y posó la mirada en su plato.

-La batería de mi auto se descargó, estuvimos un rato tratando de cargarla pero creo que debo ir al taller, por eso vinimos en el auto de Helena- Se apresuró Eero a decir.
Al parecer mi pregunta fue una impertinencia, pero algo me dejó pensando. Es bastante difícil ver e Eero diciendo mentiras, aunque debo admitir que inventó una excelente excusa, sabía perfectamente que esa no era la razón de su tardanza. Helena estaba cambiando bastante a Eero desde que comenzaron a salir, y eso no me agradaba en lo absoluto.

Quité ese pensamiento de mi cabeza, a fin de cuentas eso no era un asunto de mi incumbencia, creo que mi incomodidad hacia Helena ya se estaba pasando de tono, por ende, decidí hacer lo posible por entablar una conversación con ella donde ninguno de los dos tuviese que sentirse incómodo.

-Mmm vaya percance Eero… ¿Qué tal te sientes Helena? ¿Te gusta la fiesta?- Le pregunté en tono jovial.

-Por supuesto, esta todo precioso, la decoración es exquisita… Tienen muy buen gusto!- me comentó ella de la misma forma. Al parecer ella también intentó hacer el mismo esfuerzo que yo.

-Me alegra que te guste… ¿Qué tal el trabajo? Aun no nos has dicho a que te dedicas, ¿eres músico?- Le pregunté sin mirarla.

-No… si les había comentado en una oportunidad en Dynasty, debiste estar distraído, soy ingeniera agrónoma y actualmente estoy haciendo un estudio acerca de los suelos en Finlandia, por eso es que no estoy tan familiarizada con todo este ambiente… Pero debo admitir que me han tratado increíble y me siento excelente- Me contestó con una leve sonrisa.

Sentí algo de vergüenza ante aquella respuesta, la había ignorado a tal punto que ni siquiera sabía que hacía con su vida. Aunque… ¿realmente la estaba ignorando o había bloqueado mi mente hacia cualquier cosa que estuviese relacionada con ella?. Eero me miró con reproche al ver que no estaba mostrando ni la más mínima intención por tratar de armonizar con su novia.

Continuamos con la superflua conversación hasta que la cena acabó. Luego de esto comenzamos a abrir los presentes, al parecer los invitados no eran tantos como yo pensaba, realmente se trataba de nuestros amigos más cercanos. Aproximadamente a las 4 de la mañana los invitados comenzaron a partir a sus respectivas casas, y yo decidí hacer lo mismo porque estaba realmente exhausto, no sin antes despedirme de “todos”.

-Adios Eerito, te cuidas mucho, nos vemos mañana en el Studio- Me despedí dándole un abrazo.

-Seguro, en casa estuve haciendo unos arreglos y te traeré nuevas ideas- Me dijo.

-Perfecto!... Adiós Helena, espero que la hayas pasado bien, cuídate- Me despedí dándole nuevamente dos besos en cada mejilla, pero con una expresión extremadamente serio.

-Muchas gracias Lauri- Me contestó con una sonrisa forzada.
En ese preciso instante Pauli llamó a Eero y el se alejó diciendo “ya regreso chicos”, dejándonos solos a Helena y a mi.

-Espero que después de este día podamos tratarnos mejor, señor Ylönen- Helena expulsó estas palabras sin poder contenerse, su expresión ya no era tan simpática como la de antes.

La miré sorprendido. –Eso espero señorita, mi intención siempre ha sido esa- Le dije con una pizca de sarcasmo.

-No parece… No se la verdad que es lo que hay en mí que no te agrada, solo quiero ver a Eero tranquilo, quiero estar bien con sus amigos… y por lo visto, son como hermanos ustedes dos- Me dijo ella con seriedad.

- Así es… Y la verdad me estas juzgando mal, tal vez si un poco tajante contigo al principio, pero es mi forma de ser… Siento mucho si no te simpatiza- Le dije secamente, tanto que creo que me excedí a causa de que ya había bebido de mas.

Ella hizo una pausa y me miró con irritación. –No te preocupes, entiendo perfectamente- Me dijo casi escupiendo las palabras.

- Me alegra que lo comprendas, y te recomiendo a que no mantengas la esperanza de que cambie mi actitud, soy así con todos - Le dije sorprendido de lo arrogante que fui con ella.

-Me sorprende que tengas tantos seguidores en el mundo teniendo esa actitud tan cerrada- Me recriminó en voz baja pero encolerizada.

Eso fue un golpe bajo, pero me lo merecía por haber sido tan despectivo con ella. Ella me miró con furia sosteniendo muy fuertemente su copa de vino blanco, haciéndola lucir más bella. Yo en cambio le mostré una sonrisa sarcástica dándole un sorbo a mi copa. Había quedado altamente satisfecho viéndola como se disgustaba. Eero regresó para buscar a su novia y finalmente despedirse de mí nuevamente con una amistosa palmada en la espalda, a diferencia de ella, que tal solo me dijo “Buenas Noches”.

Me subí a mi auto, conduje hasta mi residencia y llegué en 20 minutos en vista de la ausencia de tráfico. Aparqué el auto, entré a mi casa y me lancé sobre el sofá dejando que el sueño me ganara la batalla. Me quedé dormido sin siquiera quitarme la ropa.

Horas después me levanté, eran las 10:30 am según mi reloj. La luz del día nublado que entraba por la ventana me despertó por completo. Me quité la ropa, entré a la ducha y me dí un baño caliente, me costó mucho salir de allí… me vestí con ropa cómoda para estar en la casa. Era domingo luego de la noche de Navidad, las calles de Helsinki estaban prácticamente vacías, luego de las fiestas de anoche la mayoría de sus habitantes estaban apenas despertando.

Había trabajado duro, mi cuerpo no podía resistir mas, me tomé el día de descanso para mañana comenzar con la rutina de grabaciones, entrevistas, ensayos, presentaciones de mi álbum solista, etc.

Encendí mi lapto personal y me senté en mi estudio, cuya vista daba hacia la terraza. Se sentía un ambiente de relax de mi casa, hasta que una sensación de culpabilidad invadió mi cabeza. No se trataba de Paula ni de Johannes… se trataba de ella.

Entré a mi cuenta privada de Facebook, solo mis más allegados tenían acceso a ella. Observé que tenía una solicitud de amistad de Helena desde 15 días, ya la había visto antes pero no se me había antojado aceptarla… ¿o tenía miedo?

Me enojé conmigo mismo por tomar una actitud tan infantil, la acepté sin pensarlo. Pero no por esto desapareció el sentimiento de culpabilidad, era el momento de excusarme con la novia de mi mejor amigo por lo sucedido.

Le escribí un mensaje privado en Facebook

“Buenos días Helena

Acabo de ver tu solicitud de amistad… El verdadero motivo de este mensaje es para disculparme por la discusión que tuvimos anoche, no quise hacerte sentir mal ni mucho menos ofenderte. Me contenta saber que tienes una excelente relación con mi mejor amigo, y estoy dispuesto a que iniciemos una amistad. Por ello quisiera invitarte a tomar un café para que arreglemos las diferencias y podamos llevárnosla bien. Solo pon el día y la hora.

Atentamente
Lauri Ylönen”






Capítulo 12: Un año nuevo que vaticina nuevas experiencias
------------narración por Helena-------------------

Era temprano, me desperté y tomé una ducha rápida para terminar de despertarme. Aun recordaba el momento tan incómodo que el vocalista de The Rasmus me había hecho pasar, pero para olvidar el asunto me preparé una taza caliente de té verde y me dispuse a arreglar un poco mi habitación.
Los domingos en Helsinki no solían ser muy agitados, y mucho menos un 25 de diciembre. Mientras estaba arreglando mi closet se podía escuchar claramente la lluvia golpear contra mi ventana, sin embargo hubo un sonido que interrumpió la tranquilidad que reinaba en todo el departamento.

Mi iphone emitió el habitual sonido para alertarme de que recibí un mensaje. Al principio no le hice caso y continué con mi tarea de arreglar el closet. Cuando me disponía a tender mi cama, cogí el celular y vi que tenía una notificación de Facebook. Se trataba de un mensaje, y me tuve que sentar al borde de la cama para no caerme de la impresión cuando vi quien era el remitente.

------------------narración por Lauri----------------------------------

Los días se pasaron lentamente, a pesar de todas las entrevistas que tuve que dar, más una presentación en Vantaa, y a todos esto se le suma los ensayos con The Rasmus. Las ideas fluían con el pasar del tiempo, nuestra creatividad estaba al máximo y me sentía reconfortado por eso.

Ya había pasado exactamente una semana y había llegado el día de Año Nuevo. La celebración se llevaría a cabo en mi casa, y apenas había comprado algunas cosas, tenía pensado arreglar todo al salir ese viernes del studio.
Minutos antes de irme a casa, me quedé con Eero probando unos sonidos.

-Eero mañana es la fiesta en mi casa, sería bueno que lleves a tu novia- me animé a decirle

-Por supuesto amigo, gracias por la invitación, ella estará encantada de ir- Me comentó con la vista en su bajo.

-No es nada Eero, sabes que siempre nos reunimos para estas festividades- Le dije.

-Lauri- hizo una pausa. -¿Qué tienes en contra de Helena?, sabes… me parece que eres algo hostil con ella- volvió a decir dejando su bajo a un lado y mirándome con seriedad.

-No… ¿Qué cosas dices?, para nada, tu sabes que soy algo callado cuando conozco a alguien por primera vez, pero la verdad me parece una buena chica- Le contesté nervioso.

-mmm… está bien, te creo… ¿estás seguro de que quieres que vayamos a tu casa mañana?- Me preguntó

-Por supuesto que si!!... hombre, tu eres mi mejor amigo, esto es prácticamente una tradición rasmusera! Desde que éramos niños… Me molestaré si no estás allí, y obvio que puedes llevar a Helena, es tu novia!- Le dije quitando la mirada de la lapto para mirarlo con reproche.

-ok ok ok no te molestes, era solo una pregunta- Contestó tratando de calmar la conversación.

No seguimos hablando del tema, todos salidos del studio y yo fui rápidamente a casa de Paula para buscar a Johannes, quien pasaría año nuevo conmigo. Cuando ambos llegamos a casa ya era algo tarde, por ende lo llevé a su habitación y le leí un cuento para que se durmiese, sin antes dejarle encendido un pequeño reproductor con música para dormir a los niños, que en su mayoría era de Mozart, Paula siempre decía que era bueno para el bebé. Al verlo dormido en su camita, acaricié su pequeña frente y sentí que mi existencia se vio justificada.

Salí de su habitación para dejar a mi hijo dormir plácidamente, mientras yo dejé todo listo para mañana. Al terminar el sueño me venció y quedé rendido en mi cama.
Al día siguiente, Johannes despertó primero que yo, ya desde hace un tiempo que había aprendido a caminar, así que bajó de su camita para dirigirse hacia mi habitación y subirse a mi cama para despertarme, fue una de los mejores despertares que había tenido en la vida.

Lleno de un optimismo que no sentía desde hace mucho tiempo, llevé a mi hijo en la mañana al parque, desayunamos waffles, lo enseñé a patinar sobre hielo, fuimos a la juguetería, en fin, pasamos toda la mañana del sábado recorriendo Helsinki, y como de costumbre al final al mediodía tuvimos que regresar a casa a causa del asedio de los paparazzi.

Mientras Johannes veía Bob Esponja en la televisión (programa que Paula le prohibía ver porque le parecía estúpido, pero él apenas es un niño, cuando estaba conmigo podía verlo si quería), yo fui directo a mi latpo para hablar unos asuntos de negocios con los de la disquera. Arreglé mis asuntos pendientes con el gerente y luego revisé mis mensajes en Facebook… nada, Helena no había contestado después de 7 días. Quizás aún estaba molesta, o estaba esperando hasta esta noche para hacer las paces.

Ya eran aproximadamente las 10:00 pm, mi casa estaba reluciente, rebosante de platillos tradicionales de Escandinavia, mucha vodka, champagne y vinos de la mejor calidad, mis amigos y familia más cercana estaban presentes esa noche en mi residencia. Todos estaban encantados jugando con Johannes quien estaba en el living en ese momento con Pauli y su esposa.

En ese instante llegaron Eero y Helena a mi residencia, el como siempre muy sobrio y con su expresión de felicidad me saludo con un abrazo, mientras que ella fue mucho más tímida. Estaba increíblemente guapa con sus pantalones negros un poco satinados, tacos altos negros igualmente y una blusa gris que la hacía lucir con más estilo.

Al darles paso para que entrasen a la casa, Eero y Helena fueron hasta donde estaba Pauli para saludar a Johannes y quedar encantados con mi hijo. Helena apenas lo vio sonrió ampliamente y besó una de sus rosadas mejillas.

-¿Quién es este bebé tan lindo?- Preguntó ella sonriendo dulcemente

-Es el hijito de Lauri, ¿no es una belleza?- Contestó la esposa de Pauli.

-Su nombre es Johannes y es increíblemente inteligente para ser tan chiquito, es todo un hombrecito, es el más consentido de la banda- Agregó Pauli sosteniendo una de sus manitas.

-Jajaaaa! Johannes me quitó el puesto desde que llegó a la banda, es como un rock star en miniatura- Dijo Aki llegando al living.

-Ven a saludar al tio Eero- Le dijo el bajista tomándolo en brazos mientras que Johannes sonreí al verlo. Aki siempre fue su tío favorito porque lo hacía reír, pero por alguna razón siempre le gustaba estar en brazos de Eero.

-Es muy hermoso… No sabía que Lauri tuviese un hijo- comentó Helena un poco sorprendida.

-Sí, es mi hijo… ¿por qué te sorprende?- Nuevamente estaba siendo muy tajante con ella, parece que era algo incontrolable.

-No… pues por nada Lauri, solo pienso que debe ser difícil, siendo tú el vocalista de una banda tan famosa, que siempre está viajando por el mundo… ser padre es una gran responsabilidad, como también una bendición. Supongo que debes… ya sabes… organizar muy bien tu tiempo entre el negocio de la música y tu hijo- Me contentó con timidez y con un tono mucho más suave.

-Estas en lo cierto, mi hijo es todo para mí, y trata de hacer lo mejor que puedo para criarlo como es debido- Le contesté, esta vez sin ser tan duro.
Así se dieron las 12 de la media noche y el año nuevo llegó, todos los celebramos, había un ambiente bastante alegre en mi casa.
Luego de una hora la fiesta en mi casa seguía, sin embargo Johannes no nos acompañó porque se quedó dormido en brazos de Eero, y el mismo lo llevó a su habitación para que descansara, cerrándole la puerta para que el sonido de la música y la gente que se aglomeraba en el living no perturbaran su sueño.

-Se divirtió bastante, ¿no?... jeje- Le dijo Aki a Eero.

-Bastante! Se nota que será igual al padre- contestó Eero mirándome.

-De tal palo tal astilla!, ¿no?- Les dije

Los chicos se apartaron para seguir hablando con los invitados. Eero fue a buscar algo en su auto, y miré hacia mi izquierda donde estaba Helena sentada en uno de los sofás, estaba sola.

-¿Por qué tan sola?- Le pregunté acercándome.

-Pues… no lo sé- Me contestó. –No te preocupes, estoy bien… bonita casa- Me contestó amablemente.

-Muchas gracias, espero que te haya gustado todo- Le dije dejando a un lado la frialdad que me caracterizaba cuando estaba frente a ella.

-Claro que si! Todo es genial en el mundo de la música… Lauri, vi tu mensaje en Facebook, no te he contestado porque la verdad estoy full con el trabajo… pero pensaba hablar contigo hoy- Me dijo mirándome fijamente.

-mmm… ¿y cuál es tu respuesta?- Le pregunté fingiendo estar sereno, realmente sentí un vuelco en el estómago.

-Acepto tu invitación, a fin de cuentas, debemos ser amigos para evitar que Eero se sienta mal- Me contestó.

-es decir, ¿realmente no quieres ser mi amiga? ¿Lo haces para hacer sentir mejor a Eero?... mmm tu razón es válida, pienso de la misma forma… Pero no estas obligada a hacerlo, si no te nace que seamos amigos, no hay problema- agregué.

-Noo! No me malinterpretes… vamos Lauri, tratemos de llevárnosla mejor. ¿Te parece si vamos el mes que viene? Tengo un viaje de trabajo la próxima semana a Londres, fue inesperado, me llamaron hace dos días para informarme… La idea del café es excelente- me dijo con una leve sonrisa.

-Perfecto, no hay ningún problema… conozco muchos lugares en la ciudad que te gustarán- le manifesté. 

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