"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

jueves, 25 de octubre de 2018

Voy A Marte, desde Venus -C6-


Este 16 de octubre el blog estuvo de aniversario, increible como pasa el tiempo...hace 7 años que esto empezó. 








Era ya la época de agosto, el tiempo pasaba más rápido de lo que se podía pestañar, se sentía que había transcurrido ya más tiempo del que en verdad había pasado. El trabajo en la galería había incrementado, tenía que presentar una serie de obras para el 21 de septiembre, y aunque se escuchaba que faltaba mucho tiempo, era en realidad poco, no tenía tiempo que perder, y sea como sea eso me estresaba un poco, no mucho, pero si lo hacía.

Me encantaba por eso la forma de ser de Mauri, porque se adaptaba perfecto a mi estilo de vida, no era como otros individuos que te exigían una respuesta inmediata a sus mensajes, no te reclamaba si te tardabas algunas horas en contestar (no es que me tardara tanto en contestarle, en muy raras ocasiones lo hacía; a veces cuando estaba resentida con él, y otras porque andaba haciendo alguna cosa lejos de mi célular).

Resentida; si has leído bien, y aunque en pocas ocasiones me pasaba eso, sí que lo había sentido, más que todo cuando me dejaba en sus “sutiles vistos” que no entraba a leer el bendito mensaje que le había enviado, y lo venía leyendo al día siguiente, si, al bendito día  siguiente, ¿no te resentirías ni un poquito si alguien te hiciera eso?, bueno si ese alguien te valiera 5 hectarias de estiércol, pues no pasaba nada, pero él que …. Era la luz mis ojos, a veces eso me ponía como un Sharizard ( si viste pokemon entenderas) no siempre claro, pero es que además era una falta de cortesía humana, pues en estos días, que el tiempo vale oro, que te tomes unos momentos para redactar un mensaje ( a veces me pasaba y escribía mini testamentos) y ese receptor, no se digne a leerlo es como –¡ hey! No seas así, conchale mi chavo.- pero en fin, eso aún no lo entendía del todo, porque tenía la capacidad de ignorar un mensaje por tanto tiempo, yo no podía hacer eso, solo aunque estuviese enojada, o bueno, tal vez era que no quería ver con mis ojos la verdad que estaba frente a mi.

Tenía dos teorías del porque él hacia eso. La primera era para no sentir apego hacia mi persona; que podría ser, pero no estaba muy convencida, la otra era porque estaba tan ocupado que no podía tomarse unos minutos a leerme y contestarme, pero entonces, sí esta era verdad, él solo estaba tonteando conmigo y mis sentimientos, queriéndome tener ahí cerca, para calentarte el oído, pero de lejos, que cuando no estorbase, allí iba a estar él y su mensaje, pero cuando no era bienvenida ni me leía.

En una ocasión le pregunte porque hacia eso, y solo dijo, que al final siempre me contestaba. Era verdad siempre lo hacía pero a un millón de segundos después, trataba de no darle importancia, pero habían días que si importaban y molestaba, solo a veces, lo he de admitir, pero como no iba a sentarme mal que hiciese eso; que se sentía tan a propósito, era de dosificarme una dosis diaria de comprensión.
Salí de la nube de mis pensamientos, y de la comodidad de mi cama, me encaminé hacia mi armario que estaba empotrado en la pared, y tomé mi traje de baño negro, no tenía ganas de usar otro color, solo ese, será que era un reflejo de cómo estaba mi aura ese día.

Me hice una coleta alta, me aplique un poco de bloqueador, y me encamine hacia mi piscina, necesitaba sentir el agua en mí. Pero no sin antes conectando mi celular al estéreo, tenía ganas de escuchar música, mi música la que solía escuchar siempre en Finlandia; The Rasmus.

Tenía hambre pero por los momentos solo alimentaria mi alma, con música, siempre era relajante y sin importar que canción eligiese, esa reconfortaría mi ser, esa era la capacidad de la música de The Rasmus, alimentar almas hambrientas.
Mientras avanzaba hacia el patio trasero en donde lo único que estaba era la piscina y una pequeña sala de estar, Last Generation comenzó a sonar, al instante una sonrisa conquisto en mi rostro, era algo roquerona, del álbum hide from the sun, tenía una aura de nostalgia y dolor, no es que me sintiera así, pero era reconfortante de alguna manera, que Lauri me cantara y me apapachara momentáneamente.

La piscina era en forma ovalada y tenía degradación en profundidad, totalmente cristalina el agua, repellada con azulejos celestes, unas cinco palmeras adornaban mi patio, y eran perfectas para dar sombra en ciertos sectores del área.

Me zambullí dejando que el agua acariciara mi cuerpo, no recordaba la última vez que había utilizada la piscina, pero definitivamente era algo que no debería dejar en el olvido, pues instantáneamente me traía paz.

La música se escuchaba fuerte y claro en el patio, y un párrafo me llamó la atención:

Dust replaced their souls
Minds turned into stone


Y así me sentía en realidad, mi mente de piedra, y mi alma de polvo. Dejé de nadar y solo comencé a flotar, a perderme en el intrincado dibujo que iban formando las pocas nubes blancas en ese perfecto cielo azul.

Tenía ya una semana de no hablar con Mauri, bueno un poco  más, porque le había escrito a veces pero solo contestaba por contestar, sabia estaba ocupado y lo entendía, por lo que dejé de mandarle mensajes, que no eran vanos de –Hola, ¿Qué haces?. Me molestaba ese tipo de mensajes, sino comentándole algo que había visto, o mandándole algún boceto de mis pinturas.

Pero dejé de comunicarme y él también, había desaparecido totalmente, era como si hubiera hecho un viaje directo hasta Plutón, donde no era bienvenida, dejándome atrás, en el limbo intergaláctico de su planeta y el espacio.

Los días fueron pasando y nada que daba señales de vida, ya en otras ocasiones se había esfumado de la misma manera, pero por alguna razón se sentía diferente esta ausencia.

Quería viajar hasta Plutón y traerlo de vuelta conmigo, pero entendía que si había hecho ese viaje hasta allá, era porque quería estar solo. Y comprendía muy bien, pero era algo difícil, y más cuando entraba a leer memes a instagram y daba la casualidad que solo de memes románticos aparecían en momentos como ese.

“ si no te busca, no te llama, no le importas”

“Valórate y deja de mendigar cariño que no te quieren dar”

“No le des prioridad virtual a quien no te la da”

Y así, habían mensajes que era como luces de neon de -¡reacciona Kai, aléjate de ese hombre, que solo está jugando contigo!, entonces era difícil, ver como se alejaba y no pensar que todos esos memes eran real. Kimoa solía siempre aconsejarme que lo buscase, si él no llamaba; que lo llamase, si él no escribia; que le escribiese, y creo por tan orgullosa que era, que no lo hacía, pero en raras ocasiones le había caso y esa fue una.

Le llamé a un en contra de mi razón, pues no quería y si deseaba hacerlo y no contestó, y ni devolvió la llamada, ni ese día ni el día siguiente. De solo recordar lo que sentí, perdí la concentración que tenia de estar flotando, que mi cuerpo se tornó pesado y me comencé a hundir, aun con los ojos abiertos, quizá tal vez para no ser consciente de lo que mis ojos querían hacer y traicionarme con una lagrima.

Era de noche, sabia él estaba en su casa, y no contestó porque no había querido, o no había podido, y si tenía que escoger una opción, sería la primera; el masoquismo ante todo.

El aire en mis pulmones se estaba acabando, pero aun no quería salir a la superficie, se sentía aun mucha más calma estando dentro del agua, más reconfortante.

Salí a flote cuando no pude más, y mi alma estaba en paz. Continué flotando pues no tenía la intención de nadar, solo dejarme acariciar por el agua y el sol y el recuerdo de la llamada nunca contestada. Y así fueron pasando más días, e iba a dejar pasar muchísimos más, hasta que él volviera a mí por su cuenta, pero no pude más, eso me estaba quitando la paz mental; una que valoraba y apreciaba más que nada en este mundo y tenía que saber porque se estaba alejando de mí, si era porque se había cansado o aburrido, pues sabía nada malo había hecho, y su lejanía ya era más prolongada de lo usual.

Dejé a un lado mi orgullo y le escribí, no contestó. Pasó una, luego dos, tres, cuatro, cinco horas y nada, ni un visto, ni una respuesta nada, silencio absoluto, sentí que mi alma quemaba de iracunda, pues aun en contra de lo que mi razón indicaba de no escribirle; lo había hecho, él no quería ser contactado, ¿y qué había obtenido a cambio?. Nada.

Se había sentido como si tocase su puerta, sabiendo que él estaba dentro, y que jamás había intentado abrirla y dejarme pasar, que por el contrario me había dejado afuera en la tormentosa lluvia que caía sobre mí, y no me gustó para nada lo que sentí.

Esto estaba ya saliéndose de mi control, pues no tenía que sentirme así,  me había ignorado; pues que más daba, no había contestado mi llamada; ya otro día lo haría, pero no, si me había importado que no me contestara, que ni siquiera me leyera el mensaje, que no diera una señal de luz. Era como si estuviese aceptando mi solicitud de alejamiento, que días atrás le había enviado, y que solo hasta ahora, que sabía Dios por qué, si había aceptado pero sin decírmelo.

Mi mente no dejaba de maquinar cosas, por qué se había alejado tanto tiempo, pues nunca lo había hecho antes, y no podía seguir así, tenía que saber porque lo estaba haciendo o perdería totalmente mi paz.

Nuevamente aun en contra de todo mi ser le volví a escribir(a este punto, queda un gran cero de orgullo en mi interior o ¿ya había perdido la dignidad?), y es que si me dejaba en su bonito “no leído”, ahí si le volvería a contestar en la próxima navidad cuando él se dignara a volver. Pero no le escribí cualquier cosa, sabia tenía que decirle algo que lo hiciera entrar al chat, y darme una respuesta, pues aunque no leía el mensaje en el chat, sabía muy bien lo leía en sus notificaciones, o bueno eso solemos hacer en general casi todos.

-Has aceptado mi solicitud.- le escribí. Miraba que el mensaje no le llegaba y ¡oh por Dios! fueron los minutos más largos de mi vida, pues cuando lo leyera en su notificación sí que entraría, y así lo hizo, pero entró todo iracundo.

Lo hizo iracundo, pero con justificación del por qué estaba en Plutón y no en Marte; por el bendito estrés, y mi alma tuvo sosiego al fin, no sabía la había perdido, hasta que leí eso y ese simple renglón, le había devuelto la luz a mi día; la calma a mi ser.

Él era el ser más peligroso para mí, tenía un poder que ni cuenta me había dado, y no recordaba la última vez que me había sentido así, o tal vez sí, pero ahora era diferente, pues no había un título entre nosotros, era como estar en el limbo, aunque al parecer, solo yo estaba en el, porque él si sabía dónde se encontraba perfectamente, o eso daba a entender con sus acciones.

Y le creí, del porque se había esfumado por tanto tiempo en Pluton. Estaba en un punto que mi confianza era al 100%, hubiera dudado que fuese por el estrés; que se había alejado, si no confiara en él. Solo esa palabra había bastado para volver a estar en paz, la paz que había perdido, de la cual era fiel guardiana, porque mi paz siempre estaba antes que todos, sin importar quien fuese.

Había sido cortante en su mensaje, pero por obvia razón, no le negaba eso, pero me hizo ver que, él tenía más orgullo que yo. No quería que me alejara, y era la segunda vez lo que pedía, y no haría falta una tercera vez para comprobarlo. Había dicho que si me alejaba, su orgullo no le permitiría que volviese.

Y pues no, no quería alejarme, como iba alejarme de mi propia mano, del sol de mi verano, de la luna de mis noches, de mí muso incondicional, tendría que ser una tremenda tonta y testaruda si lo hacía o muy miedosa, solo que no sabía como saber el porqué de su ausencia, que tenía nombre: estrés.

Había aprendido algo importante, que ante momentos de estrés, donde él se refugiaba en su luna de miel consigo mismo, en donde se mimaba su alma, pues aun no era bienvenida y debía respetar eso, que aunque no entendiera porqué tan extremo de su actitud, debía aceptarlo, pues en esta vida cuando uno quiere a una persona desinteresadamente, lo acepta como es; con sus virtudes y sus defectos, pero si no lo haces, simplemente te exaspera su forma de ser, te das por vencido y escapas, porque es lo más fácil; huir de un planeta, y buscarte otro.

En esta galaxia habían miles de formas de querer, porque nadie quiere de la misma manera, unos más desinteresadamente; que no esperan absolutamente nada del otro, otros más cariñosamente, unos son más demostrativos de afecto( con gesto o palabras o hechos), otros más insípidos, otros más detallistas, y los que no lo son , uno si realmente quiere estar con esa persona, encontrara la manera de hacer sentir querida a esa persona especial; con el paso del tiempo, se aprende que cosas son las que hacen sentir queridas  a una persona, porque las hay, que no pasa nada si no contestas un mensaje en un siglo, pero hay otras que eso cuenta, máximamente, hay unas que si no le das besito de buenos días, no se sienten amadas, hay otras que no pasa nada si no lo haces, hay unos que quieren que le digas palabras bonitas, cariñosas, para saber que sientes algo por ellos, hay otras que no pasa nada si ni dices su nombre… todas las personas somos diferentes y está en uno identificar esas pequeñas singularidades que denotan; amor hacia alguien más, y estarás alerta a encontrarlas si realmente sientes algo en tu interior, sino, nunca te enteraras.






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