"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

jueves, 15 de noviembre de 2012

Heaven -part 2-





Parte II


Así como había llegado la guerra de esa misma forma se había marchado, dejando tras de si, destrucción, heridas y perdidas…muchas perdidas tanto humanas como de otra índole, algunas se lograron recuperar fácilmente, como las destrucciones de los edificios que en menos de un año ya estaba al 100% las reparaciones, pero otras como las perdidas humanas eran permanentes o las otras perdidas.

Ya había pasado casi un año del fatídico día, donde perdí mi voz y a ese amigo, lo busque una vez me soltaron los rusos, pero no pude dar con él, mas porque ni su nombre conocía. Si bien los rusos aseguraban no haberlo matado, los mismos que me raptaron, les creía, quería creerles me daba una esperanza, aun podía recordar la ultima vez que lo vi, sufriendo por algo que desconocía sin poder ayudarlo.

El semáforo se puso en verde y avancé alejando los pensamientos de mi mente y concentrándome en la carretera hacia Helsinki, era de noche y tenia que estar alerta, la tormenta de nieve y mas la obscuridad eran una dupla mortal.

Hace cuatro meses que me mudé, sabia que si quería encontrarlo tenia que vivir aquí, necesitaba saber que estaba bien, o al menos ver que aun vivía, en mi interior aun quedaba la zozobra de nunca mas volverlo a ver, no es que lo amara como se ama a un amante, si no mas bien, le tenia cariño, era una persona tan desdichada apática por la vida, que en un momento le di luz a su camino, y de eso tenia miedo, de que la poca luz que le había dado se hubiese extinguido y…

Basta Saril, basta con los malos pensamientos!!.

Tenia que hacerle caso a mi subconsciente y seguir adelante. Cosa que me era muy fácil de decir pero no de hacer.

Llegué a mi apartamento (rentado) con vista al mar, cuando lo vi la primera vez, me importo poco la exorbitante cantidad que tenia que pagar, la vista lo valía, y nunca había sido tan dichosa de amanecer viendo nacer al sol. Me recosté en mi cama y me dispuse a descansar, entre mi tarea de buscar al chico de ojos verdes, debía estudiar el lenguaje de señas. Cerca de mil veces me había inscrito en esas clases pero siempre abandonaba, los recuerdos volvían a mi mente, y darme cuenta que no debería estar aprendiendo tal cosa me daba rabia…y abandonaba para  no sufrir.

No me di cuenta cuando me cambié de ropa, ahora llevaba un vestido beige largo hasta los pies, las piernas y brazos me dolían mucho, pero no era para tanto, apenas y había subido la comida del súper por las escaleras, eso no me lastimaba. Me puse en pie y fue cuando me percate que no estaba en la paz de mi habitación, estaba en las barracas del cuartel ruso.

El bullicio me atormentaba, todos gritaban, iban y venían por doquier algunos chocando conmigo, otros apartándome fuera de su camino, así que me dejé llevar por la marea de personas para encontrarme con la realidad.

El sol me cegó por unos momentos, el lodo bajo mis pies descalzos me hizo dar un brinco por el cambio brusco de temperatura, y el ventorral golpeo contra mi rostro alborotando mi cabello caoba por doquier. La marea de personas seguían saliendo tras de mi, empujándome hacia delante, sin poder reaccionar y quitarme del camino, solo hasta que fui vencida y derrotada cayendo al lodo.

No me podía levantar, mejor dicho no quería, porque tenia que estar en esta posición?, tan a la merced de todos?, no podía decir nada, nadie podía ayudarme, es mas juraba que nadie se percataba de mi presencia. Intente levantarme pero alguien me pisó impidiendo el acto.

Qué había hecho yo para merecer esto?.

-Déjame te ayudo.- dijo un voz masculina con acento ruso. Al instante me dio miedo, no me habían tratado mal pero tampoco bien, y ahora uno de ellos quería ayudarme…

Me levantó y me quedó viendo, fijamente al rostro evaluándome tratando de verme a través del lodo, una inmundicia finlandesa como ellos solían llamarnos. Se llevó su mano al bolsillo de su pantalón y saco un pañuelo con el cual me limpio el rostro.

-Eres tu!!- dijo con asombro el chico rubio.- Eres la que se salvo.-

No lo recordaba, pero al parecer él si.

Y eso me ayudo mucho, por un tiempo,  me tomo bajo su tutela y me saco de las barracas, pero solo para llevarme a su guarida donde todas las noches me violaba una y otras vez, tal como lo hacia ahora.


El celular sonó trayéndome de vuelta a la realidad, evitando una nueva intromisión del ruso en mi cuerpo. Me puse en pie y busqué el móvil, era un mensaje de la universidad, confirmando mi inicio de clases, este seria el definitivo si no resistía, nunca mas lo volvería a tomar.

Me fijé en la hora y no pasaban de las nueve de la noche, tenia aun mucho tiempo, pero lo ultimo que quería hacer era dormir. Sabia que nuevamente me dejaría llevar por mis recuerdos, volviendo al pasado, volviendo a los brazos de Mikolav, no, eso no podía pasar, lo mejor era no dormir, así que me fui a la cocina donde guardaba mi polvo, saqué un miligramo y no inhalé, eso bastaría para estar bien…era lo que necesitaba para no ver a Mikolav, con eso lo mantenía  raya, a él y sus caricias.




-o0o0o-




Me podía dar por satisfecha llevaba mas de dos semanas y aun seguía en el dichoso curso, era muy útil, mas cuando era mi única forma de comunicarme con las personas, que poca falta me hacia, era mas apática, retraída, ya ni sonreía, pero ni falta que hacia, porque hacerlo?, no había motivo.

Llevé  la taza de café hasta mis labios, lo inhalé primero dejando que le olor penetrara en mi sistema y luego tomé un sorbo, uno pequeño viendo por encima de la taza todo a mi alrededor, era la segunda vez que venia al Café Aalto y era un lugar pacifico, diferente a los demás cafés, la mano de Alvar Aalto estaba por todo el lugar, diseñado exquisitamente con colores tan tenues que te hacían querer sonreír de la paz que te transmitían pero era toda la combinación la que daba esa sensación y que la mayoría de publico eran personas mayores, que hablaban bajo y apenas se tomaban la molestia de fijarse en los demás como yo.

Por un momento pensé que  era la única joven en el café, aparte de las meseras, pero al fondo en la terraza cubierta de vidrio como imitación de paredes, había un joven. Deposité la taza en la mesa, apoyando mi brazo en está para estar mas cómoda, y para apreciar mejor al susodicho.

Apenas y miraba su perfil, su quijada cuadrada con apenas una barba de dos días, su nariz apenas visible y unos lentes negros cubriendo sus ojos del sol, que lo tenia frente a sí, su pañoleta blanca ocultaba mi vista de su cabello y sus manos volaban sobre la revista.

La mesera se acercó y pude ver la mitad de su sonrisa, se quitó los lentes y ella le sonrió aun mas, definitivamente la cautivó, y a mi me intrigó, así sin los lentes… ¡se parecía a él!, pero… como saberlo?, fácil solo tenia que irme hasta donde estaba él, presentarme y …que?, ya no podía hablar, pero…. ¿Por qué diablos estoy pensando en eso si una de mis metas era volverlo a ver?, rápidamente saqué una hoja de papel y un lápiz, tenia que llegar con algo escrito, por si no me recordaba.

Listo, terminé unas cuantas líneas, me puse en pie, y …él ya no estaba, frenéticamente lo busque con la mirada por todo el lugar, pero no lo ví, y si era él? Y si lo tuve tan cerca y …por ¿nerviosismo? Lo dejé partir. Rápidamente saque otra hoja de papel esta dirigida para la mesara que lo había atendido, tenia que saber dos cosas.

La encontré y le di el papel a lo que ella se disculpo por mi falencia de hablar y respondió.

-Eran verdes, y si, siempre viene por aquí-

Era él!! Lo sabia!! Era el chico del tren, por fin lo había encontrado.




-o0o0o-




Esa noche no pude dormir, no por mis pesadillas con el ruso, sino por pensarlo a él. No tenia sentido, pero desde que lo vi ( supuestamente) no podía sacarlo de mi mente, recordando nuestro único día juntos, ese dia que tantas veces lo salve, y solo en la mas importante fallé, pero al menos él aun vivía…vivía! Y eso era lo importante.

A primera hora de la mañana me levante muy temprano y me arreglé, creo estuve parada frente al espejo por mas de una hora probándome cuanta ropa se me cruzara por el armario, solo para terminar con mis jeans negros ajustados, una blusa blanca holgada, mis botines negros, mis abrigo, gorro, bufanda, el conjunto mas normal de cualquier chica.

Eso no era una cita, no sé porque actuaba de esa manera. Y salí volando ( deseé claro) hacia el café.
Lo esperé por mas de cinco horas y no llegó, la mesera me dijo que no era puntual en sus horas de visita, lo hacia generalmente por la mañana pero también venia por la tarde, pero no podía seguir esperándolo mi clase me aguardaba y con pesar me fui.





Volví a las dos horas, ya eran pasadas de las cuatro de la tarde y el sol ya se había ocultado. Me senté en la misma mesa que siempre y esperé, tenia que llegar, lo tenia que ver, hablar…bueno eso no, pero tenia que saber que yo también estaba bien, aun la imagen de dolor de su rostro aparecía en mi mente.

Para matar el tiempo saqué mis cuadernos y me puse a practicar la lección dejándome absorta de mí alrededor. La campanilla del local sonaba cada vez que alguien entraba, provocando en mi un trance, además todos conversaban muy quedamente casi se respiraba el silencio, mis ojos estaban cansados no había dormido muy bien los últimos días, eso y el silencio eran una mala combinación.

La campanilla sonó, pero esta fue tan estrepitosa que me hizo despertar, quede viendo a todos lados y maldije, estaba en su cama, sudorosa y olorosa a él, a Mikolav, este estaba de espaldas a mi, totalmente desnudo y cansado después de haberse saciado a mi costa. Me puse en pie y caminé cojeando hasta el baño para tratar de limpiarme sus fluidos. Era un sádico, masoquista, y yo su juguete …su muñeca, como me decía, con la que podía jugar y la que no se quejaba, ese era mi papel, mi nuevo estilo de vida, entonces fue cuando comprendí sus palabras, para que seguir viviendo en esta mierda de vida?.

-¿Estas ahí muñeca?.- gritó Mikolav al otro lado de la puerta, dándome un susto de muerte, haciendo que resbalará la navaja de mi mano. Azotó la puerta tras darse cuenta que no tenia intención de abrir, pero para que abrirle, si le abria seguiríamos jugando y ya estaba cansada de jugar.

-Mi muñeca de hielo, abre la puerta, o de lo contrario me enojaré mucho contigo, y sabes como me pongo enojado.- un escalofrió corrió por mi espalda tras entender su mensaje, la ultima vez, me había cortado el pelo, mi largo pelo, lo que mas amaba de mi, amarrado a la cama y violado sin descanso hasta hacerme sangrar.

Rápido…tenía que actuar rápido.

Los azotes a la puerta se incrementaron en cantidad y sonoridad, poniéndome mas nerviosa de mi labor. Pero no la encontraba, el piso estaba mojado y se confundía con este. Rápido…rápido… o si no.

La tomé entre mis dedos, rápido!! Faltaba tan poco…. La coloque al nivel de mi muñeca donde mis venas estaban mas dilatadas y …la puerta se abrió, aventándome al rincón de los azulejos de una sola patada en el pecho, irrumpiendo en mi privacidad…en mis planes…en todo.



La campanilla que avisaba la entrada de un nuevo cliente nuevamente sonó pero ahora mas sutil, como debía sonar, rápidamente trajo mi atención la puerta, desperezando mis ojos de mi repentino “descanso” para ver a un joven  entrar. Lo escaneé desde abajo, traía botines negros, un pantalón un poco pegado color negro, una gabardina tipo saco, una camisa blanca con una bufanda gris, unos lentes negros que hacían juego con su gorro negro y un bastón.

Era el chico de los ojos verdes.

Mi corazón instantáneamente se aceleró, lo sentía casi salir de mi blusa, quise levantar mi mano para que me viera y …bueno me reconociera, pero tras pasar el umbral de la puerta giró su rostro hacia la barra y la mesera que me había dado la información corrió hacia él, lo tomó del brazo y ese acto tan casual pero personal, no me gustó, me dieron ganas de gritarle que lo dejara, pero que bueno que no podía hablar, yo no era nadie para hacer eso.

Siguieron avanzando hasta la terraza techada, ¡lejos de mi!, y él tomó asiento  y ella se alejo. ¿Qué era esto?, parecía una mujer celosa!!  CELOSA!!! Esto no estaba bien, nada bien.

Ahora si, tenia que ir hasta él y … en estos momentos odiaba tanto ese dia, el dia que me quedé muda, así no podría comunicarme con él. Según los doctores no había problemas con mis cuerdas vocales o algún nervio, todo fue a causa de la impresión del momento, hablaría cuando mi “cerebro” se sintiera listo, pero de eso ya un año, un mísero!! Y puñetero año.

La mesera le llevó su café, y yo aun seguía sentada en el mismo lugar observándolo como si fuera una stocker. Pero que le iba  a decir?, nada, a lo mejor me reconocía, y luego?...él aun seguiría atormentado por su esposa, y ya no contaba con sacarle platica, lo mejor era no ir hacia él, no tenia caso, solo le daría lastima y pesar.

Así que me quede sentada, viéndolo sin perder ningún detalle, trabajaba en algo, sus manos parecían casi volar sobre…su laptop a lo mejor, estuve tan inmersa en mi vigilancia que el tiempo se fue volando y ya eran mas de las ¿!nueve de la noche¡? Pero que tanto hacia ese hombre en ahí?. Tenia curiosidad pero no para tanto, cuando se dispusiera a partir me cambiaria de mesa y que la casualidad nos reencontrara, era lo mejor.

Vi acercarse a la mesera, él se puso en pie y abrazó su brazo, otra vez ese acto tan íntimo me provocó malestar, pero rápidamente guardé todo y me fui a sentar a una mesa estratégica.

Se acercaba….¡¡se acercaba!! Y a mas cerca lo tenia mas rápido latía mi corazón…¿pero por qué?, me puse en pie justo al tiempo que iba cerca de mi mesa y …pasó por mi lado tropezando con mi hombro, a lo cual giró su rostro y me miró a través de sus negros lentes.

-Lo siento.- dijo él, con su voz tan dulce como la recordaba, y siguió su camino como si hubiese sido nadie, como si no recordara nada, como si…yo no valiera nada para él.

Me sentí estúpida, por haber estado pensando en él todo este tiempo, por haber perdido mi tiempo, por haber venido a Helsinki con la esperanza de verlo y…

Que tonta fui, él nunca fue nadie, ni mi amigo ni nada, siempre fue y seguirá siendo un extraño, un extraño que con su indiferencia había trastornado mi mundo. Sentí mis piernas debilitarse, pero no le daría ese beneficio, no me derrumbaría, no lo hice frente al ruso, mucho menos hacia su indiferencia.

Mis ojos aun lo seguían, con rabia y tristeza, aun lo seguía, queriendo alcanzarlo y gritarle lo mucho que me estaba haciendo sufrir, pero que parecería? Una loca que le reclamaba, que bueno que no podía hablar, pero pensar en eso me enojaba, me hacia recordar todo lo que viví en Rusia.

Mis ojos ardían, mi corazón dolía, y solo exploté cuando descubrí el porque no me reconoció.

Oh mi dios bendito!! Pensé y articulé en mis labios tapándome la boca con mis manos. La mesera se regresó y él abrió su bastón el que había olvidado por completo que llevaba y lo extendió para abrirse camino entre los transeúnte, un bastón para ciegos, él estaba ciego…

Estaba ciego.

Dios!!.

Y mis piernas finalmente cedieron ante el repentino debilitamiento, todo dio vueltas a mi alrededor, y mientras me deslizaba al suelo me agarré del mantel de la mesa trayéndome con el todo hasta el piso. Era imposible!! Él no podía estar ciego, era preferible pensar que me había ignorado y no que…no me pudo ver, quien mas sino yo para saber lo que se sentía ser ciego. Oh dios mio!!.

-Esta bien señorita?,- alguien me pregunto pero no podía localizar la voz de la mesera, no podía dejar de ver esa imagen del bastón y su andar por la calle, oh no!! Él estaba ciego!.

Estaba ciego!!, ciego!!.

-¿Se siente mal?, respóndame, ¡¡no me asuste!!, ¿qué le duele?, ¿por qué llora joven? Dígame porqué?.-
La mesera me estaba zarandeando y casi gritándome, quería responderle pero no podía, ni siquiera indicarle que era muda, que no tenia caso, además era lo de menos si estaba bien o mal, él estaba ciego, y recordando eso me puse en pie, omitiendo el repentino mareo de mi acto, me solté de la mesera pero sin saber que hacer, o mejor dicho si lo sabia, tenia que encontrarme con él, y no podía esperar hasta mañana.

Me limpie con la manga de mi blusa mis lagrimas y salí corriendo del café, el viento gélido me congeló y me recordó lo expuesta que estaba al frio, pero poco me importo, lo único que necesitaba era…encontrarlo.
Corrí por la dirección que tomó, no debería estar muy lejos, debería estar cerca, tenia que estarlo! Tenia que!!.

Me costaba respirar, mis piernas ya no podían correr mas, pero cuanto había corrido?, parecían mil cuadras, pero aun así seguía caminando. Lo mas probable era que había doblado en alguna esquina, pero yo seguí y seguí en línea recta, como si supiera por donde había caminado, como si siguiera sus migas.

Pero ya no podía mas, el frio me lo estaba recordando, andaba a la deriva sin abrigo, no lo encontraría en mi estada actual. Un taxi tenia que buscar y llegar a mi casa, o enfermaría.

Que tonta fui, por salir corriendo había dejado botada todas mis cosas, pero no me importo en ese momento nada importó. Alcé la mano para llamar un taxi cuando lo vi, al otro lado de la calle caminando con su bastón a paso lento pero seguro, verlo así me rompió el alma, era como verme al espejo, por mucho tiempo anduve así, mas no en la calle ni en la noche.

Espera!! Grité, pero solo en mi menté se escuchó, y me odié por ser incapaz de hablar. Sin fijarme en los carros que podrían venir por la carretera me abalancé a su encuentro. Más de uno me pitó tras frenar abruptamente por mi  locura, pero mi locura tenia razón de ser, y ahora estaba tan cerca.

 Otra vez quise gritar que se detuviera, cuando crucé la calle, pero mi maldita voz no salía, la impotencia del acto me hacia rabiar por dentro y odiar mas a los rusos. Si tan solo pudiese hablar él ya me hubiese reconocido.

Corrí para darle alcance pero tal parecía que caminaba mas rápido de lo que pensaba, o yo no era capaz de correr en mi estado de agotamiento o tal vez de hipotermia.

No corras!!, déjame alcanzarte!!, traté de hablar, pero inútilmente, las palabras no salieron de mi boca, pero ya no estaba tan lejos apenas unos metros me separaban, tenia que dar un ultimo esfuerzo, lo tenia que dar.

Toqué su hombro y al instante se detuvo, di un respiro de satisfacción, pero fue lo ultimo que hice, el cansancio me venció o el frio me mató, porque lo único que vi luego fue el negro de la noche cernirse sobre mi.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Dangerous Kind -C27-28-

AaLee!!! estos caps van para ti...ya que sigues la historia...
Gracias Luu por leer Oblivion y dejar tu comentario gracias!!!






Capítulo 27: El tiempo

------------------- (Narrado por Eero) -------------------

-Helena estoy cansado, vete por favor- Finalmente dije saliendo de mi ensimismamiento. 

Ella no dijo nada, sus ojos aún estaban húmedos y sus labios rojos un poco abiertos, a punto de pronunciar alguna frase. Caminé hacia la entrada de mi casa y procedí a abrirle la puerta, sin embargo ella no hizo ningún movimiento, su rostro mostraba indignación, como si ella no puede creer lo que estaba haciendo. No pude evitar sentirme dolido al verla derrotada y quizás verdaderamente arrepentida, pero definitivamente no estaba dispuesto a quedar como en tonto en esta historia, no estaba dispuesto a perdonarla. 

-¿Quieres más tiempo?... Porque si es eso yo te lo doy, pero no me quietes la oportunidad de recuperar tu confianza-Dije ella en un hilo de voz. Estaba conteniendo tanto sus lágrimas que parecía como si estuviese ahogándose en ellas. 

-¿Confianza?, esa palabra te queda grande. No necesito tiempo para nada. Hazte un favor a ti misma y vete de mi casa- Dije con la mayor expresión de inclemencia que pude adoptar. Mis propias palabras me causaron un intenso dolor, sentí tensión en mi pecho al haberla insultado de esa forma, por un momento pensé en retractarme… pero no lo hice, no tuve el valor para hacer tal cosa. 
Hubo un silencio incómodo en el que ella limpió sus lágrimas rápidamente. 

-Tu actitud está cambiando todo. No te culpo, estás en tu derecho. Lamento haberte molestado y quitarte tiempo- Dijo ella cruzando con firmeza el camino hacia la salida de mi casa. 

Unas inmensas ganas de detenerla surgieron dentro de mí, quise tomarla por los brazos y sacudirla para reprenderla por su estúpido error, quise besarla y pedirle que se quedase, tuve que mirar hacia el suelo para contenerme, evité a toda costa su mirada. Mi orgullo fue más fuerte y tan solo la deje retirarse silenciosamente, cerré la puerta luego de su partida, me senté sobré el sofá del living y la soledad me invadió. 

No pasó ni un segundo desde que me posé en el sofá, me levanté con agilidad y corrí hacia la ventana para verla por última vez. Helena estaba emprendiendo su marcha hacia su auto, su paso era lento y con la mirada fija en el suelo, la lluvia llegó repentinamente y comenzó a mojar todos los rincones, pensé que su primera reacción seria correr para protegerse de las implacables gotas de agua, pero solo se subió la capucha del sweater hasta la cabeza y siguió caminando lentamente mientras poco a poco se empapaba. 
Minutos después ya no quedó rastro de ella, finalmente se había marchado de mi residencia… y de mi vida. 

Mientras terminaba de armar el equipaje, recibí una llamada, cogí mi iphone inmediatamente. Era Aki. 

-Hey Eerito ¿Cómo estás?, ¿Qué haces?- Me saludó el baterista. 

-Más o menos. Estoy empacando lo que llevaré para la gira, realmente tengo las maletas casi vacias, no se ni que llevar… baah, creo que no llevaré nada- Dije sin ánimos.

-Mejor! Así puedes comprar cosas por todo el mundo-Bromeó Aki.

-Juas!! ¿Acaso crees que soy millonario?- Pregunté 

-Pues claro hombre! Yo también lo soy- exclamó

-Si eres tan rico entonces me las comprarás tú!- Dije sin evitar sonreír, algo que no hacía desde hacía tiempo. 

-Hey no exageremos! Hehe… Eero ¿estás seguro de que estas bien?, sé que es una pregunta mis tonta, pero es que de verdad me preocupas- Me cuestionó cambiando el tema. Supuse que notó mi voz decaída. 

-Bueno Aki la verdad las cosas no están bien. ¿Estás cerca?- Dije.

-Si por supuesto, estaba justamente comprando unas cosas. Pero en 20 minutos estoy en tu casa- Respondió Aki. 

-Tráete una botella de Vodka- Tenía ganas de desahogarme con algo fuerte, ya casi había olvidado el sabor de aquel licor nórdico. 

-¿Qué demonios te pasa?... Tu no tomas!- Profirió Aki impresionado. 

-Deja de fastidiar y compra la maldita botella… Por favor con soda, no pensarás que nos la tomaremos con el agua del grifo- Dije.

-Está bien hombre, relájate… Ya voy para allá- Colgó.

Pasaron los 20 minutos y aun yo seguía sentado sobre el sofá sin darle importancia alguna a mi equipaje, intenté despejar mi mente pensado en la gira, aun tenia nervios por las impresiones del público… y más aún por los acontecimientos posteriores al tour. Aki se presentó puntual con una botella de Koskenkorva Special Edition, lo hice pasar y serví dos tragos de la vodka con soda. 

-Ni creas que esto va a ser costumbre! Sólo por hoy!, en la gira serás igual de serio que siempre, nada de bebidas alcohólicas- Me reprendió. 

-Mira quién habla!-le repliqué.

-No quiero que tomes mis malos ejemplos hahaha- Rió para luego cambiar su expresión repentinamente a una totalmente juiciosa. -Estoy hablando en serio- 

-Vamos Aki, esta es una emergencia… Definitivamente estoy cruzando los límites, no puedo seguir irrespetando mis creencias- Dije pensativo y dando un sorbo a mi vodka, y vaya que fue placentero después de tanto tiempo. 

-¿Qué tal?... Te traje lo mejor de lo mejor-Sonrió Aki dando un sorbo.

-Excelente!... wow de lo que me he perdido… ¿Qué demonios estoy diciendo?- Bromeé.

-Ahora dejémonos de rodeos, ¿qué pasó con Helena?-musitó.

-¿Cómo adivinaste que se trata de ella?- Me impresioné un poco, aunque no me extrañó demasiado que tanto Aki como Pauli me conocieran tanto… e incluso Lauri.

-Tu expresión es inconfundible… ¿La viste?-

-Sí, se fue hace como una hora… Fue algo muy desagradable-

-¿De veras?... ¿te gritó o te reclamó algo?-

-Ese es el punto, que todo estaba tan espeluznantemente silencioso… Ella no es una persona que demuestra sus sentimientos muy fácilmente, pero con lo que me dijo esta mañana quedé totalmente impactado, parece como si realmente le hubiese dolido el hecho de haberme puesto el cuerno con Lauri- Hice una mueca de repulsión al pronunciar la última frase, sonaba tan poco convincente para mí, sentí vergüenza de comentar tal cosa con Aki. 

-Pero ya sabemos cómo es ella realmente, y por muy arrepentida que esté, si es que realmente lo está… Ella cometió un grave error, separó a dos personas que prácticamente eran como hermanos… Imagínate lo incomodos que estaremos en la gira con ustedes dos peleados como perros y gatos- Dije Aki en tono de preocupación. 

-Por mi parte te puedo decir que soy un profesional. No me gusta mezclar lo personal con el trabajo-

-En esta profesión de músico eso es algo imposible… y lo sabes- 

-Apuesto lo que sea a que el imbécil de Lauri escribe una canción sobre esto, y de seguro es un éxito mundial… Tiene tanta suerte el muy miserable- espeté 
Aki no dijo nada, tan solo me miró con los ojos desorbitados como si estuviese mirando un fantasma. Dejó su trago a un lado y su mirada estremecida cambió a una más meditabunda. 

-Me asustas… No eres el mismo de antes-

-¿Y Cómo serlo después de esto?... Aki me siento realmente mal-La melancolía me irrumpió, mis ojos estaban irritados. 

-Entiendo… ¿Realmente crees que esté arrepentida?-

-Si lo está, sólo que estoy confundido… No sé si está realmente lo lamenta porque aún me ama o esta arrepentida porque no quiere quedarse sola- Mi mente divagó e imaginé miles de historias. 

-Pues una cosa si es cierta amigo… Ella pasará un buen tiempo sola, porque tanto tu como Lauri se irán de Finlandia. Quizás en esos meses serán suficientes para que ella rectifique su error… Pero la pregunta es la siguiente, ¿la vas a perdonar cuando regresemos?- Me preguntó Aki esperando una respuesta concisa. 

-No lo sé… también hay otra pregunta que ronda en mi cabeza-

-hum… me temo que se cual es- Dijo Aki terminando su primer vaso de Vodka. 
Suspiré y serví un segundo trago tanto para él como para mí. 

-Sientes miedo de que ella y Lauri terminen justos de nuevo- Dijo Aki.

-Estas en lo cierto. No solo tengo miedo de que ellos regresen, sino que lo que sientan sea algo genuino, porque hasta donde tengo entendido ellos solo quisieron pasar un buen rato, los muy malditos!... En fin, ¿sabes si ellos aún mantienen una relación?- pregunté tratando de calmar mi rabia. 

-No lo están… Pero no puedo seguirte contando más acerca de eso porque sería desleal. Pienso que debes hablar con él personalmente, por lo menos para recuperar la amistad. Pauli y yo estamos muy preocupados por ustedes dos- Me aconsejó AKi.

-Tal vez… Quiero preguntarte otra cosa Aki, y por favor contéstame con sinceridad por muy fuerte que sea la respuesta- estaba a punto de ratificar mi masoquismo. 

-Está bien, aunque te digo que estoy aquí para aconsejarte, no para traerte ningún tipo de información. Me conoces y sabes que no soy ese tipo de personas- El baterista fue muy tajante en aquella declaración.

-Lo sé amigo, mi intención no es convertirte en un chismoso o algo por el estilo… Creo que ya los perjudicamos lo suficiente como para continuar echando a perder las cosas… Solo quiero saber algo porque sé que Lauri confía demasiado en ti así como yo lo hago- Estaba a punto de lanzar mi pregunta, aunque sin muchas esperanzas de obtener alguna contestación. 

-No pretendo traicionar la confianza que me tiene ustedes, por eso me limito a aconsejarlo a ambos… hombre ya me tienes con los nervios de punta!!! Pregunta de una buena vez!!- expresó.

-¿Lauri está enamorado de Helena?...- Pregunté finalmente.
Aki no contestó, bajó la mirada evadiendo por completo mi duda.


Capítulo 28: Life is gonna turn around 

------------------ (Narrado por Lauri) -------------------

Era tiempo de comenzar desde cero, volver a nacer, olvidar el pasado. Mientras hacía mis maletas trataba de pensar en los seguidores de The Rasmus, las únicas personas que confiaban en mí ciegamente, creían fielmente en nuestras letras con la idea de que llevábamos una vida romántica y perfecta. Me sentí culpable al saber que yo no era la persona que muchos creían, mis seguidores pensaban que yo era un modelo a seguir, pero la realidad era otra, no soy más que un insensible traidor y mentiroso. 

Lunes por la mañana, el verano había dejado sequía a su paso, sin embargo sus últimos días habían llegado a causa de las nubes grises que se visualizaban en el cielo, anunciando un fuerte torrencial de agua. Una brisa cruzó mi ventana desempolvó un poco mis ideas, como si la lluvia fuese capaz de limpiar el remordimiento que en ese momento sentía. Las maletas ya estaban hechas, mi departamento ordenado e impecable y mi documentación sobre la mesa del living tan solo esperando el momento en el que llegara el taxi a recogerme y llevarme hasta el aeropuerto. 

Me senté en mi studio privado, tomé unas hojas de papel y comencé a escribir versos sobre una de ellas. Sin hacer esfuerzo alguno, sin levantar la mirada del papel y escribiendo a una velocidad constante ya en pocos minutos tenia una canción escrita, paré de escribir, tomé la hoja y la leí unas cuantas veces. 

-Esta canción debería llevar tu nombre- Pensé en voz alta y reí con sarcasmo.
Seguidamente tomé mi pequeña laptop y la encendí con la leve esperanza de encontrar siquiera un mensaje. Ninguna novedad, me sentí decepcionado pero a fin de cuantas ella estaba haciendo lo correcto, evitar a toda costa tener contacto conmigo. 

-¿Qué hago para arrancarte de mi completamente?- Murmuré de nuevo en voz alta mirando hacia la ventana, donde aun se podía apreciar el grisáceo paisaje. Helena estaba doliéndome de una manera insoportable, pero no tuve tiempo de dar respuesta a mi propio cuestionamiento. El intercomunicador de mi departamento sonó sacándome de mi ensimismamiento. 

-Su taxi esta abajo esperándolo, señor Ylönen- Me avisó el vigilante del edificio.

-Muchas gracias. Dígale que no me tardo, ya estoy saliendo- Le contesté.

Volví a guardar con apremio la laptop en su bolso junto con la canción recién escrita, tomé mis maletas y besé la foto de Johannes que estaba en la mesa de living. Me dolía un poco salir de gira, ya que implicaba pasar menos tiempo con mi hijo, consideré que me estaba perdiendo de mucho mientras él creía aceleradamente. Hace algunos años estaría lleno de euforia por viajar a un montón de países donde me esperarían muchas botellas de vodka y cerveza, fiestas en todos los clubs de las ciudades y mujeres hermosas esperándome en la cama cada noche. Todas esas cosas perdieron sentido con la llegada de Johannes, cuando la esencia de nuestra música y mi estilo de vida precipitado dieron un cambio drástico. A esto le debo sumar la mayor de las estupideces de mi vida, el mas grave error… perder la confianza de mi mejor amigo, la fuerte amistad que construimos desde hace años se estaba desmoronando a pedazos en solo días. 

Mientras iba en el taxi recorriendo la ruta hacia el aeropuerto. Miré con melancolía mi ciudad, al fin y al cabo estaría unos meses lejos de ella. Llegué a mi destino, me bajé junto con mis pertenencias, le pagué al conductor mientras el me deseó un buen viaje. 
Caminé primero a paso lento, no quería encontrarme con la mirada acusadora de Eero, pero el vuelo saldría dentro de dos horas y debía apresurarme para encontrarme con los demás y hacer el check-in pronto. 

-Lauri!... Que bueno que llegaste, solo esperábamos por ti para registrarnos. Ahh! Estoy tan emocionado, será una excelente gira!-Dijo Pauli mientras me acercaba, se que estaba tratando de relajar un poco la tensión que había entre nosotros. 

-Disculpen la tardanza, es que el tráfico esta alago congestionado- Dije buscando con la mirada a Eero, pero no pude verlo por ningún lado.

-No te preocupes, de todas maneras estamos puntuales. En dos horas y media estaremos en Viena para hacer las pruebas de sonido- Dijo Aki con una leve sonrisa. 

-Justo a tiempo, Ylönen-Dijo una voz detrás de mí. Era Eero, llegaba a nuestro encuentro con un vaso de Starbucks en la mano izquierda, cosa que me impresionó un poco, no solía gustarle tomar café. No pude evitar sobresaltarme luego de que apareció de esa forma tan repentina. 

-Tranquilo, no voy a matarte-Continuó en tono satírico. Aki y Pauli se habían alejado de nosotros para hablar con los técnicos, por lo tanto no lo escucharon.

-No tengo miedo-Le dije con firmeza.

-Pues deberías-Contestó en forma de amenaza. 

No contesté, fingí haber ignorado su comentario y así pasamos las próximas horas durante la espera para el check-in, incluso durante el vuelo permanecí callado sin emitir sonido alguno, tan sólo me limité a escuchar el último álbum de Björk en mi ipod. 
Llegamos finalmente a Viena. Nos trasladaron hasta un lujoso hotel en el centro de la ciudad donde las fans nos recibieron calurosamente, firmé autógrafos y acepté tomarme fotos con los fans tratando de que no se notara la preocupación en mi cara. Aki Pauli y Eero hicieron lo mismo. 

Tuvimos muy poco tiempo para acicalarnos en el hotel. Me di un baño rápido para luego salir a una pequeña rueda de prensa que teníamos pautada para aquella tarde, mientras que durante el resto de la noche estaríamos en las pruebas de sonido antes del concierto de inicio del tour.

--------------------- (Narrado por Eero) -----------------------

Las primeras tres semanas pasaron rápidamente, cosa que agradecí enormemente. Se me dificultaba pasar tanto tiempo aguantando la presencia de Lauri, esta vez estaba mas que enfocado en su trabajo, dando ideas en cada concierto, parecía estar evadiendo la realidad hundiéndose de lleno en la música, su actitud estaba tornándose cada vez mas prepotente, no aceptaba ningún error, todos los sonidos debían salir perfectos para él.
Durante la prueba de sonido en Firenze, Aki dejó de tocar al primer minuto de “No fear” porque repentinamente tuvo un esguince, a esto Lauri se volteó para mirarlo con desdén.

-¿Qué demonios te pasa?-Vociferó Lauri de mala gana.

-auch! No es nada… Comencemos de nuevo-Dijo Aki con una expresión de intenso dolor que intentó disimular a los pocos segundos. Tomó de nuevo sus baquetas para comenzar de nuevo a tocar, pero Pauli lo detuvo.

-No puedes seguir tocando así. Deja que te revisen ese brazo por un momento. Iré a llamar a los de primeros auxilios-Dijo Pauli calmadamente quitándose su guitarra de encima.

-De ninguna manera! No hay tiempo para tonterías, debemos seguir ensayando, aún no sonamos perfectamente-profirió el vocalista malhumorado por el retraso.

-Basta Lauri, necesitamos un descanso de algunos minutos. Ya hemos ensayado millones de veces y sonamos excelente, además Aki esta lastimado- le contestó Pauli con el ceño fruncido.


-No me importa! Tenemos que sonar cada vez mejor. No habrá descanso! -espetó Ylönen limpiando el sudor de su frente y volviendo a colocarse detrás de micrófono.
Al escuchar esas últimas palabras del que alguna vez fue mi mejor amigo, estallé encolerizado. Ya había sido demasiado soportar su egocentrismo durante tres semanas, dándonos órdenes como si el fuese el cabecilla de la banda, cuando desde un principio la política de The Rasmus era que los cuatro somos los líderes. 

-Eres un maldito imbécil!- lo insulté en voz alta sin que nada a mi alrededor me importara. Sentí las miradas confundidas del baterista y guitarrista. Lauri me observó igualmente entre confundido y sorprendido. Me deshice de mi bajo dejándolo a un lado.
No me contestó, estaba esperando a que yo lo siguiera provocando, y así lo hice.

-No te importan tus amigos, ¿verdad?. Por supuesto que no! Me consta que no eres más que un egocéntrico y un estúpido cuya vida no tiene sentido, y de nada te sirve tener todo el talento del mundo si lo desperdicias comportándote como un inmaduro e irresponsable de sus acciones. Déjame recordarte que no eres el líder de The Rasmus, traidor!!-Sin darme cuenta, me había acercado hasta donde el estaba con el puño cerrado.

-Bien, encárgate tú de la banda entonces… Sé tu el líder- Dijo desafiante con ira en sus ojos. 

-Lo he sido durante 17 años, al igual que Pauli… y Aki desde hace 12 años. Así que a mi no me vengas con tus “órdenes”-Dije con firmeza.

-Esto no lo voy a tolerar!!! No voy a presenciar ninguna pelea entre ustedes dos. Y entiendan que los asuntos de la banda no se relacionan con sus cosas personales. No voy a permitir que destruyan a The Rasmus por cualpa de una mujer, porque déjenme decirles que tanto Aki como yo hemos dedicado nuestras vidas a este proyecto!... Si van a triturarse a golpes mutuamente, que sea fuera de este escenario!- Profirió Pauli con gran enojo poniéndose entre nosotros.

-Tenlo por seguro- contesté sin pensar con rabia.
Pauli me observó sin dar crédito a sus oídos, como si yo fuese incapaz de haber dicho algo como eso.

-Pues deberías pensarlo, porque siempre te he admirado por ser el mas equilibrado del grupo. No esperaría esto de ti, Eero- Dijo finalmente retirándose con Aki, quien había permanecido inmóvil sentado en la batería y atónito por lo que acababa de presenciar. 

Minutos después Lauri también abandonó el escenario sin antes observarme como si quisiera fulminarme. Me quedé sólo sobre la tarima observando las gradas aún vacías, ¿cómo podríamos dar un concierto después de lo que había sucedido?, no era momento para pensarlo, en menos de 6 horas estaríamos tocando sobre ese mismo escenario con personas a nuestro alrededor esperando nuestra mejor presentación. Fui hacia el camerino con un gran vacío dentro de mí, caminé con la mirada en el suelo mientras los técnicos me observaban perturbados. No cabe duda de que mi vida está cambiando.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Heaven -part 1-.

Hola!!!! Este fic...solo lo podía subir una vez acabara Oblivion,  porque el Lauri que aparece aquí es el Lauri de Oblivion...se podría decir que este fic es el futuro de ese fic, pero...bueno ya ustedes lo juzgaran...Recuerden...para lo unico que es necesario haber leído Oblivion es para conocer el pasado que se habla en este fic (heaven) pero no pasa nada Si No Haz Leído Oblivion ;) no es un requisito....

P.D: hoy mas temprano subí cap de Dangerous Kind para aquellas que no quieren perder el hilo de esa historia :) 




Resumen: Ella nunca tuvo nada, pero un día lo tuvo todo hasta amor, y así como llegó así se fue, llevándose mas de lo que había encontrado, un cruel intercambio que la destino le dio, pero su valentía y amor por la vida se propuso a volver a tener todo lo que llego a perder.Todo por una guerra que se interpuso en su camino haciéndole conocer los placeres y dolores que se pueden llegar a padecer. Acaso será capaz de no darse por vencida y llegar a conocer el cielo terrenal que un día soñó.?






HEAVEN


***

I can't believe that it's over, I lost this one, Tonight i'll run free I wish i had someone to guide me,
 And pull me up 'cause the lights can't find... me

Stranger... take me home

I wish I had already found you, I've wasted time, My mind had grown black, Wish I had already known you
You'll safe my life you brought my faith back

Stranger... take me home
Stranger: And I will love you only for tonight, I don't know you but it's all right ...let me show you heaven



Somehow I feel like I've known you all my life, and we have been together since the gone of time and
I've been missing vital pieces of the puzzle, you might be the answer stranger

***



Parte I


Me sentía incomoda en mi asiento, no sabia cuantas horas habían pasado ya desde que me había subido al tren, pero tampoco quería saberlo, no quería saber nada del pasado ni tratar de adivinar el futuro, desde la semana pasada solo viviría el presente…como si fuera el ultimo día, y el primero.

Todo era nuevo para mi, los colores, las cosas…ahora lo que tenia nombre en mi mente tenia una imagen, y era hermoso!! La vida lo era…y me alegraba de estar viva y de ser capaz de verlo por mi misma y no por palabras.

Un momento.

Porque tengo cerrados mis nuevos ojos?...

Vamos!!! No te prives de ver el nuevo universo que el destino te ha dado.

Así que con mucha….demasiada pereza, los abrí, tenia sueño pero no podía perderme el paisaje de Oulu en tren.

Oh bueno… el deleite humanístico.

Tras abrir mis ojos, que si mal no recuerdo mi madre decía tenían forma almendrada, vi a mi acompañante que ¡no sabia tenia! Hasta ese momento. Este tren tenia camarotes y eran hasta de 5 personas pero el mío era solo de tres, o bueno hasta ahora de dos.

Me acomode en mi asiento para hmm inspeccionarlo mejor. Su cabeza ladeada sobre su hombro, obviamente dormía pero no plácidamente su rostro se veía apagado, pero no por el cansancio si no mas bien como si....bueno no sé, es la primera vez que veía una expresión como la suya. Un gorro gris cubría su cabeza ocultando su frente, tenia una pequeña nariz y unos labios …únicos hasta ahora, pero de los cuales estaban en el top de mi lista por besar.

Bajé hasta sus manos, donde vi tenia una argolla, debía suponer de matrimonio, pero era muy rara, me acerque mas y vi el diseño en ella, era las líneas que se ven en los monitores de los moribundos, esos que hacen bip..bip…bip. raro pero hermoso.

-Lo quieres ver mas cerca?.- dijo el dueño del anillo. Matándome del susto al instante haciéndome retroceder con rapidez de vuelta en mi asiento.

Ahora conocía dos cosas mas de él; su voz y sus ojos, estos eran de un verde hmmm como el de las uvas que vi ayer, pero eran mas hermosos, quería verlos mas de cerca, asi que sin darme cuenta me acerque mas…y mas obviando su pregunta y mi intromisión en su espacio personal.

Hasta que llegué a mi objetivo.

-¡Son los ojos mas hermosos que he visto en toda mi vida!-dije sin pensar, bueno era cierto, desde  hace una semana y había recuperado la vista, así que si, eran los mas hermosos desde ese día.

Él hizo un puchero en esos labios, dándome a entender la confusión de mi respuesta, ladeó su cabeza y dijo.

-Que directa eres, pero …gracias.- asintió.

Pude notar la diversión en su voz, pero ahí…lo entendí, entendí el porque se veía raro mientras dormía, y solo ahora escuchando su voz lo pude deducir, él estaba triste, pero porque?.

Al instante de mi pensamiento él cambió la dirección de su mirada, perdiéndola en el paisaje de Oulu. Se veía aun mas triste de lado, como si quisiera llorar pero sin poder hacerlo…o solo estaba paranoica.

-Y porque vas a Espoo?, vas por negocios o placer?- tenia que cambiar el animo del compartimiento o su semblante me tragaría con su tristeza.

Dirigió su mirada nuevamente a la mía,  extrañado de mi pregunta tal vez, sonrió diciendo.

-Por nada en especial, visita de rutina a un amigo, ¿y tu?, negocios o placer?.-

-Definitivamente placer!.- dije un poco sobre entusiasmada, a lo que él abrió sus ojos muy sorprendido de mi respuesta.

-Oh no! No pienses mal por favor!.- me apresure añadir, quien sabe lo que esa mente estaba maquinando de mi.- Veraz, quiero conocer todo Finlandia y decidí empezar por ahí, en donde mi madre nació, apenas  y conozco la cuadra donde vivo, o la cuadra del hospital, y todo es hermoso pero…Espoo me llama.

Él guardo silencio mientras procesaba mi monologo, viéndome atento hasta que segundos después agregó. – oh ¡ asi que es por eso…por eso…-vi como en un segundo su rostro pasó de neutral a la mayor de las tristezas que he visto en una semana. Este hombre parecía que iba a llorar…. Oh no!! Oh no!! Qué fue lo que dije? Qué?.

-Basta de hablar de mi, mejor háblame de ti….que de interesante tienes?.- a como diera lugar tenia que desaparecer la tristeza de su rostro, quería verlo alegre, quería ver una sonrisa suya…eso es, una sonrisa.
No respondió de inmediato, como tratando de ordenar sus ideas, estaba nervioso, lo noté en sus manos las movía intranquilamente.

-Que de interesante tengo?... nada…nada….solo sé que la vida es una mierda.- dijo sin mas, bajando la vista hasta sus manos viéndolas detenidamente, no….viendo detenidamente su anillo.

-Me molesta que pienses así, no te conozco, y por lo tanto no sé tus razones para decir eso, pero no lo digas mas, no frente a mi, qué sé que la vida es una maravilla.- o bueno eso pensé hasta que vi por primera vez…era hermoso estar vivo.

-Eres tonta entonces, la vida no es maravillosa, no, claro que no, es una completa mierda bien hecha!!, como se puede decir que la vida es hermosa cuando nada sale como lo planeas?,-dijo frunciendo sus cejas entre si.-  Que el futuro que tenias en tus manos se esfuma en un dia, que no tienes al ser con quien ibas a compartir ese futuro, tu vida!!-gritó.- Que no tiene sentido lo que haces, ni razón de ser, que nada vale la pena, maravillosa?!! Maravillosa la vida?-  se mofó de mis palabras.-  Pues la mía es una vida de mierda.-

Me quede helada ante sus palabras, no dije nada para dejar que se desahogara, lo necesitaba, pero estaba muy equivocado, y se lo haría ver.

-Eres patético, y me das lastima que poca visión tienes, obvio que la vida esta llena de malos ratos, pero que solo son esos, malos ratos, yo estuve ciega por 27 años, un largo tiempo, en el cual claro, tuve esos pensamientos, pero luego me ponía a pensar que un dia todo se acabaría que no había venido al mundo a sufrir, esperé mucho sí, pero vez?, ahora puedo ver… y no me dejé llevar por la amargura de mi incapacidad, tu has de tener tu propia incapacidad, lo percibo y eso te tiene cegado de odiar creo hasta tu propia vida, pero nada es imposible todo se puede remediar…no hay incapacidad eterna.-

Y entonces me miró con odio, o creo eso era una mirada de ese tipo, me miró fijamente, en el puente de su nariz se formaron dos arrugas, sus labios se fruncieron y sus ojos taladraron en los míos como queriendo arrancarlos.

-Si que la hay, cuando la “incapacidad” es una mujer, la cual era mi razón de vivir, de soñar, de amar, y de odiar….cuando la incapacidad.-su voz se hizo mas inaudible, casi en susurro.- esta muerta, y mi alma también.-

Y ahí lo entendí, su esposa había muerto. Oh Dios!! Sin querer me lleve mis manos a mi boca para cubrir mi asombro, este hombre si que tenia razones de sobra para odiar esta vida…

-Lo siento…lo siento.- me apresure a decir, pero él no subió la vista, que había vuelto a su anillo.- No fue mi intención hacer que recordaras ….no lo fue, de verdad que no lo fue.-

Pero no me dijo nada, solo se quedo viendo el anillo por un largo rato, hasta que al fin levanto su cabeza pero para mirar a través de la ventana, seguí su mirada, y me fije en su reflejo, quería ocultar su rostro de mi, pero vi claramente sus ojos vidriosos rompiéndome el corazón, este hombre estaba sufriendo y yo le había hecho recordar su dolor.

-Tranquila, sé que no fue tu intención, es solo que me la recuerdas y me molesta saber que tu estas viva y ella muerta.- giró su rostro para ver fijamente el mío, sonriéndome tristemente, derramando una lagrima por la comisura de su ojos izquierdo. –Perdona mis palabras y mi forma de pensar…pero es lo que pienso.- dijo llevándose su mano y limpiando el rastro de su lágrima traicionera.

Shock, era poco comparado con lo que sentía en ese momento, nunca nadie había deseado mi muerte, ni yo misma.

-Bien, mas claro no podías haber sido, lo mejor será que cambie de lugar…o tu con tu apatía por la vida, te llevaras la mía.- me puse en pie, ardiendo en ira por dentro, no tenia porque hablarme así, yo que nunca le dije nada malo, solo le exprese mi felicidad y él…deseando mi lugar en el de su esposa.

-No, espera.- dijo tratando de detener mi partida, pero poco caso le hice y cerré tras de mi la puerta.




-0o0o0-




Algo olía mal, como cuando algo se quema en la estufa, debía ser el pan, alguien debía de haberlo dejado quemar, si eso tenia que ser…alto!! No estaba en mi casa, ni mucho menos tenia porque oler mal, así que poco a poco abrí mis ojos y vi gris, ¡mi camarote nuevo estaba totalmente nublado por una nube de humo gris!.

Comencé a toser descontroladamente, mientras me ponía en pie para salir de ahí. Pero todo estaba igual afuera no podía ver, era como …cuando todo estaba negro, en mi caso, el pánico se estaba haciendo presa de mi, y mas por los gritos provenientes de todos lados, era mas que obvio que el tren se estaba incendiando, además ya no sentía que nos movíamos.

Tenia que calmarme, dejar a un lado el llanto desesperados de todos y centrarme en recordar por donde había entrado y salir rápidamente. Avance tan solo dos pasos cuando recordé a mi antiguo acompañante, él muy ingrato debía estar dormido o tratando de esperar que las llamas le llegaran encima y de una vez por todas liberarse, oh no!! No lo iba  permitir, hice memoria y avance arrastrándome por las paredes contando las puertas que encontraba, solo había caminado unos pocos metros de ese camarote.

Abrí los que pude pero esos estaban vacios, camine un poco mas, tropezando ahora con las personas que iban en la dirección contraria tratando de huir de las …llamas, llamas que ahora podía ver, oh mi dios! Avance con mas prisa y por fin lo encontré.

Como me lo imaginé él dormía. Me introduje violentamente y lo desperté, al principio se sobresalto de mi intromisión pero tras inhalar el humo a su alrededor se dio cuenta del porque de mi presencia, se puso en pie y pasó por mi lado hasta la puerta, me giré para seguirlo pero me detuvo con su mano tras su espalda, al parecer mas y mas gente estaba tratando de huir en ese mismo instante, hasta que sentí su mano tomar la mía con fuerza y arrastrarme hacia afuera contra la marea de gente.


No sé cuanto tiempo estuvimos dentro pero daba gracias de poder respirar nuevamente el aire puro.
Respirábamos superficialmente ambos, muy agitados como si hubiéramos corrido un triatlón, pero al menos estábamos a salvo.


Poco a poco la gente se fue alejando del tren descompuesto quedándonos solos en sabe Dios donde, solo miraba arboles y mas arboles, y no nos movíamos por lo agitados que estábamos, o mejor dicho él estaba mas agitado que yo, había inhalado mas humo y lo estaba afectando.

-Estas bien?, pido ayuda?, ambulancia?, algo?.- dije preocupada al ver que aun seguía sentado en la grama tosiendo constantemente.

-Gracias.- carraspeó él

-Pero estas bien?.-

-Si, lo estoy, pero gracias, gracias por despertarme, de no ser por ti no lo hubiera hecho además estaba soñando.-dijo terminado con una gran sonrisa que debía suponer el sueño estaba ligado con su esposa fallecida.

Se puso en pie mirando a todas direcciones como tratando de ubicarse donde estábamos, si me preguntaba a mi, no lo sabia.-Sabes donde estamos?.-

-Si, si te fijas casi todos están caminando en esa dirección.- apunto él con su dedo, dándome la espalda.- Por ahí se llega a Helsinki, pero por este lado.- apunto hacia mi- se llega a Espoo.- dijo sonriéndome.

-Y he de suponer que ehem es mas cerca la ruta a Helsinki no es así?.- era lógico, sino porque casi todos (menos nosotros creo), iban a ese lugar?.

-Bingo!, ellos llegaran a lo mucho en dos horas, y nosotros…bueno en mas tiempo, nos vamos?.- concluyo dándome la mano para que la tomara.

No tenia  a donde ir, lo único que conocía era Oulu, y caminando llegaría en un mes, así que acepte su mano y lo seguí rumbo a Espoo.

Mientras caminamos en esta nueva dirección, tras de mi escuche el gran estruendo, me giré y vi la gran nube de fuego negro elevarse por sobre el cielo. Oh!! El tren!! El tren había explotado, y pensar que si no lo hubiese ido a traer, ahora mismo él se estuviese achicharrando dentro. Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, giré mi cabeza para ver por donde iba caminando tratando de poner en blanco mi cabeza, cuando sentí su apretón, baje la vista hasta donde nuestras manos se unían, él estaba vivo, y junto a mi, por algún motivo me dio paz pensar que él estaba a mi lado.





-=-o0o0o-=-





Era raro, nunca había caminado de la mano de un joven, nadie nunca quiso ser el novio de una ciega, y bueno no es que ahora caminara de la mano de mi novio, pero si del chico mas lindo e insolente, aun no olvidaba el motivo de mi partida de mi camarote.

Quise soltar su mano tras recordarlo, pero él lo impidió apretándomela mas fuerte. Se sentía bien, era cálida, suave y me daba seguridad además ya pronto anochecería y teníamos que caminar mas rápido y obviamente él llevaba el ritmo de la caminata.

-Descanso, por favor!!- rogué tras caminar lo que fueron mil kilómetros para mi.

Se detuvo y solo entonces soltó mi mano, pero no pasé desapercibido como lo hizo, soltándomela en una caricia que me dio escalofríos, o bueno fue por el ventorral que soplo en ese instante.

-Antes, porque quisiste soltarte?.-

Me senté en la grama tocándome mis pantorrillas y suspirando de felicidad por poder descansar. Eleve mi rostro para ver el suyo, que estaba sereno pero dudoso.

-Porque recordé tus palabras y me enojé. Porque no querías que te soltara?..-

Se sentó frente a mí, cerca muy cerca al grado de poder ver a su plenitud los detalles de sus ojos.

-Porque pensé que huirías de mi.-

-Que hombre tan sabio eres.- dije con arrogancia, pero divertida también.

-Lo sé-dijo elevando sus cejas.

-Engreído.-

Sonrió mostrándome todos sus dientes blancos y poniéndose en pie.- También lo sé, nos vamos?.
De estar en otras circunstancias ni loca lo sigo, pero no podía caminar yo sola por el bosque. Me puse en pie y nuevamente me ofreció su mano, pero esta vez la rechace y me adelante, tras de mi solo escuche su risa, lo cual hizo que me detuviera y hacerme dar vuelta para poder verlo.

Este hombre se reía de manera tan…jocosa que me provocaba reírme con él, me contagiaba su humor, pero no me reiría porque sabia era de mi que se estaba riendo.

-Oh vamos!! No pongas esa cara.- dijo en una pausa de su risa, para continuar con su labor.

-Que cara es la que tengo?.- dije enarcando una ceja ya enojada.

-Lo siento, si, si, me rio de ti, pero en tu cara se nota que también quieres reírte, vamos relájate un poco.-

-Me pides que me ría de mi misma?. Se puede saber que dije que fuera tan chistoso?.-

-Nada…- se destornillo de la risa.- nada, es solo que …actúas tan infantil al no querer tomar mi mano que tan gentilmente te ofrezco en este bosque donde ve tu a saber que nos puede salir y tendríamos que salir huyendo y tu con esas piernitas tan cortas no llegarías ni en mil siglos hasta donde yo corra.-

Me sentí enrojecer pero no de vergüenza si no de ira, se estaba burlando de mi!.-Mire señor desconocido.- me acerque a él con paso veloz y firme, y mi rostro con cero expresión a lo cual me moría por reírme también, es que como no reírme con él, se veía tan jovial…tan hermoso.

Rápidamente borré ese último pensamiento.

Le apunte con mi dedo en su pecho lista para reclamarle pero él habló primero.-Oh vamos ríete, mueres por reírte, lo leo en tu rostro…mueres por reírte.

Y sin mas caí en su hechizo, y me ríe, cuando mi dedo toco su pecho, cuando él hablo, cuando inhale su esencia olvide porque me había acercado tanto a él, ni sabia porque él se estaba riendo, solo sabia que quería reírme con él.





-0o0o0-




Estaba rendida, o mejor dicho muerta, habíamos caminado mucho, mucho y aun no llegábamos a Espoo.

 La noche nos alcanzo pero aun así seguimos caminando a lo lejos vimos las luces de la cuidad pero parecía estar a mil kilómetros de distancia quería descansar pero solo atrasaríamos nuestra llegada, tenia que continuar.

Él iba delante de mi, ahora silencioso, habíamos platicado mucho, de todo y de nada, pero aun no sabia su nombre, o a lo mejor dio por entendido que lo sabia tras decir que cantaba en una banda, pero como conocer su banda si nunca tuve televisión ni radio, odiaba esas cosas, bueno la radio no pero iba incluida en el
paquete.

Quería preguntarle mas y mas saber mas de él aprender de sus vivencia, porque había viajado mucho, casi todas sus anécdotas me había contado, riéndonos hasta que el estomago nos doliera pero eran solo vanalidades, en si de él no sabia nada y tenia curiosidad, quería saber su color favorito, o su manías…o que lo hacia enfurecer o reír o llorar o gozar…bueno llorar si sabia, su esposa.

Tampoco sabia nada de ella  y no me atrevería a preguntar por ella pero…también quería saber, lo quería saber todo.

Ni cuenta me di de cuando nos habíamos detenido cuando choqué con su espalda, que era musculosa.-Porque nos detenemos?.- pregunté perezosamente como si recién me hubiese levantado de la cama.

-Llevo rato esperando que me alcanzaras, estas muy cansada y caminas muy lento.-dijo sin darse vuelta, permitiéndome observar su espalda, la cual era ancha y marcada con algunos músculos sobresalientes. Lo vi agacharse y girar su rostro hacia mi.- ven te llevare en mi espalda.-

Me sorprendí de su ofrecimiento y en otras circunstancia hubiera dicho no, pero su petición se me hizo muy tentadora, estaba cansada, moría por descansar y viajar en su espalda no era un mal plan.

Y sin mas le obedecí, abracé su cintura con mis piernas y su cuello con mis brazos y posé mi rostro sobre su hombro.

-Cómoda?.- pregunto él con diversión en su voz.

-Mucho, gracias.-

Él giro su rostro hacia el mío para agregar algo, pero no contó con la poca distancia que supondría ese acto entre los dos, quedando a una distancia de milímetros nuestros rostros.

-Me alegro.-

Y giró su rostro. Hubiera faltado un impulso de uno de los dos, para un beso. Había visto sus labios de cerca, sentido su aliento sobre mi rostro, ese paquete era devastador.

Pero no pasé por alto el deseo que sentí de besarlo en ese momento, mas que nada quise besarlo.



-0o0o0-




Por fin llegamos a la cuadra donde vivía su amigo. Casi me arrastraba por la calle, estaba muerta de cansancio, y para colmo no podía comprar comida ni llamar por un taxi, ningúno de los dos tenia dinero ni telefeno, pero eso ya no importaba, la puerta de esa bendita casa estaba ante nosotros.

Él tocó, una vez, dos veces….mil veces (creo) y nadie abrió, mientras yo esperaba sentada en el escalon de la entrada fijándome en las otras casas, y todas tenían algo en común, no tenían las luces encendidas, ni carros pasaban, era como si estuviera desierta la cuadra, me puse en pie un poco alarmada, llegue hasta la acera y vi en ambas direcciones, ni un carro a la distancia, ni una sola luz dentro de las casas, solo la iluminación de la calle, algo malo estaba pasando lo podía sentir, y con temor regrese corriendo hasta donde el chico de los ojos verdes se encontraba aun tocando la puerta.

-No abrirá!!. No lo hará!!.- dije casi un poco histérica…pero porque?.

Él me quedo viendo extrañado, pensado que ahora estaba frente a una desquiciada.-Calma, él debe estar dormido no sale por la noche, además no pasan de las ocho.-

Tenia razón en sus palabras pero algo no estaba bien, la cuadra se miraba vacía, desértica.- No te parece raro que …no pasé ningún auto, o no encontrar luz en las casas de enfrente?, no es…. No sé como decirlo, pero tengo miedo.-

Él se giro para fijarse en lo que acababa de decir, miró en ambas direcciones, respiro hondo y volvió a posicionarse frente a mi.- Bueno…si es un poco raro, por lo general debería haber movimiento de coches, no es muy tarde, y cierto no hay luz en ninguna de las casas, a lo mejor se les venció el recibo.-

-No hay gracia en tu comentario, esto es raro, ni tu amigo tiene luz, ya te fijaste?.- él se alejo y se acerco a una ventana cercana, me devolvió la mirada y asintió, obvio que él no estaba, nadie estaba en esta cuadra.

-Algo debe haber ocurrido, calma lo esperaremos hasta que regrese.- se alejo de la ventana y se encamino hasta la grada donde yo estaba sentándose.

Pero y si no regresaba. A lo  lejos se escuchó un estruendo lo que hizo llamar mi atención y la de él, pero nada, hasta que me percate de las luces del cielo, parecían fuegos artificiales, pero todos de un mismo color; amarillos, el cielo estaba casi totalmente cubierto por esas luces, hasta que las vi descender y entonces explotar..

Oh no! No eran juegos artificiales eran disparos, que ahora caían sobre Espoo. Esto no tenia razón de ser! Como es que alguien estaba disparando tantas veces y tan cerca de nosotros. Me acerque corriendo hasta él, encontrándomelo ya de pie, a decirle algo iba cuando otra oleada de luces amarillas llamó mi atención, pero estas estaban mas cerca de nosotros, mejor dicho sobre nosotros.

-Mierda!.- gritó él, pero no se movio, ninguno de los dos nos movimos, nos quedamos inmóvil ahí donde estábamos, contemplando como caian lentamente las luces sobre nosotros.

Y solo cuando explotaron reaccioné. No quería morir así, no ahora, no cuando ni mi primer beso había dado, no cuando nunca había bailado el baile del amor, no cuando no sabia lo que era el amor.
Tomé de la mano al desconocido y quise salir corriendo o de lo contrario moriríamos, pero él no se movia, estaba ido contemplando como todo a nuestro alrededor se despedazaba por la caída de cada luz, lo jalé una y otra vez, pero estaba totalmente inmerso en las explosiones que no reaccionaba ni se daba cuenta que en cualquier momento una de ellas nos podía caer encima.

-Oye!! Vámonos!! Tenemos que salir de aquí!!.-grité una y otra vez, pero su rostro estaba palidecido, sin expresión, solo viendo como todo se despedazaba a nuestro alrededor, cada vez las explosiones se escuchaban mas cerca, mas y mas cerca.

-Tenemos que correr, o moriremos!!.- lo jalé mas fuerte pero sin poder moverlo un centímetro.

-Vamos a morir.- dijo con una tranquilidad que me sorprendió, como se atrevía afirmar algo así delante de mi?, claro que no íbamos a morir, ni él ni yo.

Y sin mas le di una cachetada que me dolió mas a mi que a él creo, pero lo hice reaccionar, mi miró a los ojos, luego alrededor y otra vez mis ojos, -Corramos!!-

Y así lo hicimos, ahora él me jalaba  a mi corría tan rápido que tenia miedo de soltarme de su mano, giré mi rostro hacia atrás y vi como una bomba caía sobre la casa de su amigo, si tan solo hubiéramos dudado un poco mas, ahora…estaríamos muertos.

Seguíamos corriendo pero aun no podíamos alejarnos de las explosiones que seguían sucediendo tras de nosotros, era como si nos fueran siguiendo sin darnos respiro de nada, era como si quisieran acabar con nosotros.

Ya no podía mas, necesitaba un respiro así que me solté de su mano, y al instante sentí frio. Me deje caer en el suelo, ya no podía seguir corriendo me sentía exhausta el dolor en cada respiración que daba me estaba matando, era preferible morir bajo una bomba instantáneamente que por mi propia incapacidad de respirar, porque así lo percibía.

-Tenemos que seguir!, no podemos descansar, no ahora.- él se agacho hasta el suelo para quedar a mi altura.

-Qué esta pasando?...Qué?-

-¿No estas enterada?, Rusia alega que los atentados contra el Kremlin del año pasado fueron producidos por el gobierno de Finlandia, habían amenazado con atacar al país si no les daba la cara, nunca creí que fueran a cumplir su palabra y atacar el país, se supone que es parte de Al Qaeda, ellos están acabando con los puntos clave de cada país, pero no sé como se transjiverso la información que era un acto de Finlandia.

-Cómo?, estamos en una…guerra?- no podía dar crédito a lo que escuchaba, eso era algo tan irreal para mi, apenas y me entere del atentado contra EUA en el 2001, por la radio, ya no escuchaba noticias, solo música, pero jamás me imagine estar en una.

-Yo no quiero morir! No quiero morir!.- lloriqueé, porque en una guerra siempre habían muertos y eran los civiles, osea nosotros.

-Por esto no había nadie,- dijo para si mismo, como si ya no estuviera frente a él.- Debieron de alertarlos y dar toque de queda, entonces lo del tren era parte de esto… maldición.-

-No quiero morir!. No quiero morir!. No quiero morir!. No quiero morir!. No quiero morir!. No quiero morir!. No quiero morir!. No!!- grite descontroladamente, no sé que me pasaba, pero tenia miedo un miedo inexplicable, al menos las detonaciones habían cesado.

-No moriras!- me gritó, al tiempo que me zarandeaba fuertemente.-No morirás, yo te protegeré.-

-Lo prometes?.-

-Lo prometo.-

Y entonces mas explosiones se escucharon de la nada pero no solo eso si no que a lo lejos pude ver como carros de guerra, debían ser, eran muy grandes y rústicos y con un asta en medio, aparecían de la nada y personas con uniforme, militares.

Él me jaló para ponerme en pie, pero la imagen me tenia congelada, todo mi cuerpo no se podía mover, me quería largar de ahí, pero ninguna parte de mi cuerpo reaccionaba para ponerme en pie, el miedo me había consumido a tal grado que estaba incapacitada para darle ordenes a mi propio ser.

 Y solo me pude mover, cuando una explosión cerca de nosotros nos lanzo a través del aire lejos uno del otro.

No sabia que dolía mas si la caída o darme cuenta donde había caído. Con mucho dolor trate de reincorporar  mi cuerpo, primero vi a los militares que no estaban tan lejos de mi, pero me fijé en la lejanía, donde el chico de los ojos verdes ahora estaba en el suelo, quise moverme e ir hacia él, pero todo mi cuerpo dolía de una manera nunca pensada, tenia que hacer caso omiso de mi dolor e irme hacia su lado, alejarme de los militares y estar junto a él.

Tomé valor y me puse a gatas, lagrimas de dolor corrían por mi rostro cada gateo era mas agonizante que el anterior era como si con cada movimiento me rompiera mas por dentro, pero no podía quedarme donde estaba, no hasta que…

Otra explosión cayó cerca de su lado, pero sin hacer tanto estrago como las otras esa era mas como una…explosión de humo blanco. Oh mi dios! Que era eso?. Y entonces lo vi incarse, su rostro estaba ensangrentado, al igual que todo su cuerpo, pero se logró poner en pie, alargo una mano hacia mi, y lo vi mover sus labios como tratando de llamarme, pero era en vano, no sabia mi nombre. Y además  nos separaba casi un campo de futbol, su rostro se miraba afligido, como si quisiera decirme algo para hacerme reaccionar.

Y solo cuando la explosión junto a mi estalló lo entendí. Pero esta tan poco era como las  anteriores, no era para destrozar cosas, no, estas tenían otra finalidad. No me había derribado ni nada por el estilo, solo me estaban causando una sensación d e placer cada vez que inhalaba ese humo blanco, ese humo blanco!!.
Me giré y vi su rostro transfigurado del dolor, al tiempo que sentía como manos fuertes me tomaban de los hombros, pero eso me tenia sin cuidado, ni el dolor que eso causaba a mi cuerpo, me mortifico mas ver su rostro… sus manos cubrían su rostro y lo escuche gritar de pavor.

Quise soltarme de alguna forma de los hombres, pero ellos me agarraron mejor impidiendo mi acto.
No…no..no… déjenme!! Algo le pasa…algo le pasó!!, déjenme ir! No quiero ir con ustedes, no podemos dejarlo ahí, sufriendo, acaso no lo ven?, bájenme por favor!!

Pero ellos no me hicieron caso, me montaron en un carro aun mas grande de los de antes, y quise gritar de impotencia y dolor, pero fue entonces cuando me percate de algo, ellos no me entendían o no me…escuchaban.

Déjenme!!, grité, pero solo retumbo el sonido en mi mente, nunca salió de mi boca, nadie se percató que había gritado, nadie.

¿Qué me estaba pasando?.

Esto era una pesadilla de la cual quería despertarme ya, pero mientras tanto salía de ella, contemple como él se retorica de dolor cubriéndose su rostro cada vez mas lejano de mi hasta el punto que me fue imposible verlo, y fue cuando me sentí sola, abandonada con hombres desconocidos, sin poder hablar y sin poder si quiera recordar su nombre…

Pero si nunca me dijo su nombre, quise reír amargamente, pero mis mandíbulas dolían, nunca me dijo su nombre, y ahora no lo sabría jamás.







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...