"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

martes, 18 de diciembre de 2012

Heaven -part 4-

Hola!!!!...y el final llegó!!!...mil gracias Nai!!! por seguir la historia y dejar tus comentarios!!!...te lo agradezco mucho!!!!...espero disfrutes este el final!!!!...

Felices vacaciones!!!



IV Parte


Respiré aliviada tras darme cuenta que había fallado en mi intento de suicidio, además Lauri estaba al otro lado de la puerta, llamándome. Mis manos temblaban pero aun así fui capaz de jalar el gatillo, ¡en verdad lo había intentado!, mi corazón latía a mil por hora, sudaba frio y mi cuerpo entero comenzó a temblar, falto un poco de suerte para acabar con todo esto, pero tonta fui por olvidar que solo dos balas había comprado, que estaba en el baño de Lauri, que  lo haría sufrir, no, tenia que hacer las cosas bien, no podían ser precipitadas, sino premeditadas.

Rápidamente me puse en pie, Lauri se estaba impacientando porque no salía ya llevaba varios minutos esperando que saliera, pero no podía salir así como así, tenia que calmarme y pensar que hacer con la pistola. La quede viendo fijamente no era tan grande pero ni tan pequeña para esconderla por ahí, tenia que esconderla para su  próximo uso.

Con frenetismo busqué por las gavetas si había espacio, por el armario de toallas, por la alacena de jabones y detergentes pero eran lugares comunes fácilmente lo descubriría, tenia que ser…

-¿Estas bien?, si no sales en un minuto voy a entrar, lo digo en serio Saril.- su voz sonaba angustiosa como si pudiese adivinar lo que intentaba hacer, tenia que actuar rápido.

Me tomó un poco de tiempo descubrir el escondite: sobre el cortinero de madera. Tenia bastante polvo por lo que era un lugar poco común para que lo revisara, la coloque con cuidado y me apresure a lavar mi rostro, me quite la ropa y me envolví en una de sus toallas, ¡pero no olía a jabón!, así que sin mas remedio me rocié con su loción.

Olía bien, muy bien….olía a él.

Y con la mejor de mis sonrisas abrí la puerta del baño, esperando así poder calmar su angustia injustificada por mí.


Lauri p/v

Me tomó totalmente desprevenido verla así: envuelta en mi toalla azul, con una coleta pequeña y su rostro sonrosado.

Pasó por mi lado, sin darme tiempo de decirle algo, pero que le podía decir?, que estaba preocupado por ver que había desaparecido de mi lado? Que llevaba mucho tiempo en el baño y que pensé miles de cosas que estaría haciendo pero que nunca se me cruzo por la mente que se estuviera bañando?.
Respire hondo y la seguí.

Se había detenido frente al sofá pero sin sentarse, dándome la oportunidad de escanearla, mientras llegaba a ella. No era la misma que había conocido, eso ya lo sabia, algo había cambiado en ella haciéndola lucir un semblante diferente, y no solo era un cambio por dentro si no por fuera también, su cara en forma de corazón enmarcada por el cabello negro la hacia lucir radiante aun cuando estaba delgada y demacrada.
Sus ojos azul claro eran como un espejo de su alma que aunque aparentara estar feliz como ahora, sus ojos gritaban tristeza, tal como lo había hecho en el club. Quería saber la causa de su tristeza, eso que la atormentaba, que la había hecho cambiar de la dulce joven que conocí a esta nueva que tenía frente a mí.

-Sígueme, te prestare algo de ropa para que te cambies.- le ofrecí pero ella rechazo el gesto moviendo efusivamente su cabeza, a lo cual no hice caso y me fui a mi cuarto tomando su mano para que me siguiera.

Llegamos a mi habitación en el segundo piso, la única, y la hice pasar adelante. Tomé un pantalón de tela que usaba para dormir y una camisa blanca del armario, se las di y di media vuelta para darle algo de privacidad a lo que ella sonrió sorprendida de mi acto, y entonces recordé que de no haber sido por su desmayo a estas horas ya nos conociéramos completamente físicamente.

Me tocó el hombro para indicarme que ya estaba lista, me giré  y la vi en mis ropas.-Luces bien, y es mas,
hueles muy bien, ¿me pregunto porque será?- se sentía correcto oler mi fragancia en ella, como sin querer estuviera marcada por mi olor.

Hizo la mímica de escribir y me movilicé para tomar lápiz y papel, había tanto que quería preguntarle, tanto que saber, ahora mismo era como los extraños que fuimos en el tren, sentía que lo poco que sabia de ella se había esfumado por el paso del tiempo, pero era lo mejor porque esta ya no se parecía a mi Liz, mi elle.

Se acomodó en la cama siendo el único lugar para sentarse, yo hice lo mismo pero pidiéndole que lo hiciera cerca de mi, quería tenerla a mi lado. Ella accedió y se recostó en mi pecho mientras yo me acomodaba en el respaldar de la cama.

Escribió en la libreta y rápidamente lo leí.

Cantas muy bonito, me gustó, además sabes transmitir el sentimiento de tus liricas”.

-Recuerdo que nunca supiste  de mi banda, y ayer lo hiciste, me sorprendió verte ahí frente a mi y llorando ¿por qué lo hacías?- acaricie su cabello con mis dedos, se sentía tan sedoso que parecía algodón.
La letra era linda, me llegó. Y cuéntame como es que ahora puedes ver?.”
-Letra que te hizo recordar algo, sabes recuerdo exactamente en la parte que lloraste, de que sufres?, de que tienes vergüenza?. Bueno a lo me di vista, hace un año que la perdí exactamente ese día que los rusos te llevaron esa ultima bomba era un gas que me hizo arder los ojos, fue un sensación horrible, era como si me los estuvieran arrancando, pero cuando desapareció el dolor también lo hizo mi vista. Y solo la semana pasada desperté con la sorpresa que tras abrir mis ojos lo vi todo, estaba eufórico de felicidad fue algo inigualable.- ella giró su rostro para poder observar el mío y tras descubrir mi gran sonrisa ella me imitó volviéndose a la libreta.

-Y que te paso con los rusos?, intente buscarte pero no pude ni siquiera dar razón de ti no sabia tu nombre.- le di un pequeño beso en la coronilla de su cabeza, si bien había imitado mi sonrisa  con los labios en sus ojos vi el profundo océano de tristeza.



Cosas…cosas de las que prefiero dejar en el pasado, estoy cansada podemos dormir?.
-Evades el tema, pero si quieres descansar lo haremos, duerme Saril mientras velo por tu sueño.- al instante noté que se puso tensa, así que no me lo había imaginado ella no había dormido nada hasta ahora y lo mas normal era que quisiera de ese polvo blanco.
Me deslice un poco en la cama haciendo que ella imitara mi acto, tomé su barbilla con mi mano y la giré hacia mi para que me observara.-Duerme, solo duerme.-
Sus ojos se humedecieron como si mis palabras la hubiesen herido, y sin saber como disculparme hice lo único que podía; la besé.

-o0o0o-


No sé si era mejor que estuviera despierta viendo su semblante tristozo o verla sufrir por  sus pesadillas. Se movía intranquilamente, arrugando su rostro haciendo gestos terroríficos como si estuviera muriendo en sus sueños. Su cuerpo entero estaba húmedo, como si tuviese fiebre, pero no lo tenía. La intente despertar pero casi juré escucharla gemir de dolor, como si mi tacto la hubiese lastimado, pero tuvo que haber sido mi imaginación, ella estaba muda y soñando.

Me aparte con cuidado de su lado, posicionando la cabeza en mi almohada en lugar de mi pecho. Fui hasta el baño continuo y traje toallas para secarla y despertarla.

Cuando abrió los ojos dio un respiro tan hondo que parecía que se había estado ahogando en las profundidades del mar o de su sueño en este caso. Me tomó de los hombros con fuerzas, y me miró fijamente a los ojos, unos ojos que parecían en el mar y que estaban a punto de rebalsarse.

-¿¡Qué pasa!? ¿¡Qué sucede!?, ya todo pasó, fue solo una pesadilla, nada fue real, nada era real Saril, cariño.- sus ojos estaban abiertos como platos, sin pestañear, como si no pudiera creer lo que tenia ante sus ojos, es mas parecía que hasta había dejado de respirar.

La zarandeé un poco, para hacerla reaccionar, me estaba afligiendo  su actitud, era como si aun siguiera atrapada en su pesadilla.  Y solo noté que volvió cuando una lagrima rodó por su ojo derecho, luego otras más le siguieron, pero sin hacer ningún gesto en su rostro, como si solo fuera capaz de hacer eso nada más.


Sus ojos me vieron afligidos y tras tocar mi rostro en repetidas ocasiones como si no diera crédito a lo que veía, se abalanzo hacia mis brazos para darme el abrazo mas apretado que jamás me hayan dado. Le correspondí con la misma intensidad para que entendiera que aquí estaba yo, con ella y para ella.


o0o0o-

Al día siguiente ya un poco más descansados ambos, salimos muy temprano por la mañana, yo tenia contratos que firmar con la banda para nuevos show, y ella quería tomar ropa para cambiarse y bañarse, porque se había negado a bañarse en mi baño es mas, no recordaba si había ido al baño luego de su pesadilla, aunque cuando estuvimos en la sala si quiso bañarse en ese baño pero ya era muy tarde, se me hizo raro esa peculiaridad, ¿será que había guardado algo en su bolso y lo había escondió ahí?, no quise ser entrometido al revisar su bolso pero, lo mejor hubiera sido revisarlo.  Tenia que revisar el baño tras mi
regreso.

Por la tarde tras haber cumplido con todos mis compromisos pasé por Saril, encontrando ahora con una persona totalmente diferente a la que había dejado por la mañana. Se miraba radiante, bueno al parecer se había maquillado un poco, pero era ver su sonrisa genuina en su rostro que llegaba hasta sus ojos también.

Mientras íbamos de regreso a mi auto, no perdí detalle de lo tranquila que era la zona lo agradable que seria pasar una temporada ahí, definitivamente nos mudaríamos. Y lo otro fue ver su gran maleta, eso solo indicaba que había aceptado vivir conmigo para conocernos mejor, obviamente eso agrego mas anchura a mi sonrisa, pero era cierto conocíamos muy poco el uno del otro y solo la compañía nos acercaría mas.

Los chicos me habían invitado a una velada en casa de Aki, para celebrar la gran cantidad de contratos que teníamos por el resto del año. Se lo comenté a Saril a lo que acepto acompañarme de inmediato, provocando esta acción una nueva emoción en mí. Llevaba más de dos años sin presentarles a nadie, y ya por fin esta noche dejarían de armar fiestas para solteros, cuando de ellos el único soltero era yo, que indirectas mas directas, pero no es que no quisiera estar con nadie si no que la imagen de Liz vivía presente siempre a donde quiera que fuera inclusive ese día que conocí a Saril.

El trafico por la tormenta de nieve hizo que nuestro viaje hacia la casa de Aki fuera mas lento, dándome tiempo para seguir reflexionando, mientras que ella hurgaba  mi guantera por la gran variedad de música que ahí guardaba.

El día que conocí a Saril pensé que nunca seria feliz otra vez, pero desde su platica hasta los acontecimientos que pasaron esos días me hicieron abrir los ojos y también mi sueño con mi-elle, cuando perdí la vista pensé que me volvería loco, grité como uno por mucho tiempo, nadie venia por mi, ni oía nada, era como si hubiese quedado abandonado y entonces la vi, vi claramente el día que ella perdió al vista, lo mucho que se revolvió entre la nieve buscándome, gritándome para darle auxilio y solo entonces comprendí su dolor, había sido la
peor experiencia de mi vida, con la salvedad que ella me había tenido ahí cerca de ella para darle auxilio pero yo…estuve abandonado por no sé cuantos días hasta que alguien llegó a mi, pero mientras tanto gateé por los escombros hasta encontrar un lugar seguro por si regresaban los rusos, por suerte no volvieron, pero inclusive quise que volvieran para sentirme acompañado, y solo lo estuve cuando ella llegó.

A punto estuve de chocar con otro auto, cuando la imagen de mi esposa muerta apareció en mi mente nuevamente. Volví mi cabeza hacia Saril y vi que estaba bien, que solo había sido el susto. Emprendí marcha nuevamente ahora con menos velocidad hacia el hogar de Aki.

Por un momento creí que estaba muerto, por que solo así la podría volver a ver, pero entonces me percate que la podía ver y ella a mi, y fueron los minutos mas felices que viví desde el día que la perdí. Platicamos como si fuera un día normal de cosas tan vanas que nos ahogábamos en nuestras propia risa, hasta pude volver a sentir sus labios sobre los míos, juraba que estaba muerto pero feliz, y entonces fue ahí cuando salí de mi utopía, “pero estas vivo e infeliz, cámbialo"recuerdo que dijo ella, y entonces comencé a discutir con ella como nunca lo había hecho antes, tonto!! Tonto!! Solo hice que mi “felicidad” se acortara, y al final cuando se cansó de eso dijo “aférrate a alguien que este vivo, que te haga sentir cosas, que te haga vibrar pero sobre todo que te haga amar nuevamente, y no a una muerta, ¡déjame morir de una vez por todas! y aprende a vivir, mira a esa chica, como me hubiese gustado ser como ella, sabes la envidio, no solo porque supo sobrellevar su ceguera sino porque  esta viva, con ganas de amar y de ser amada.

Estacioné el coche frente a la casa de Aki, pero sin tener intención de bajarme aun del el. Noté la mirada persistente de Saril en mi por el rabillo de mi  ojo, pero no podía corresponderle la mirada, no aun, no cuando sentía mis ojos cargados de agua, cuando las palabras de mi-elle estaban aun flotando en mi mente, no, tenia que esperar, tenia que cumplir mi palabra, tenia que evitar derramar nuevamente lagrimas por ella, tenia que hacerlo aunque eso significase tragarme mi dolor y llorar por dentro, mas no por fuera.
Lo prometo, nunca mas llorar por ti, nunca más.
Su mano tocó mi barbilla, no!! No!! Saril no me mires, no me hagas voltear a verte, no!!. No me hagas romper mi promesa.

-Lauri!! por fin llegas hombre!! Bájate de una vez por todas que se me esta congelando el trasero!!- gritó Aki desde el porche de su casa.

La mano de ella cayó lejos de mi, salvándome de su mirada, se bajó del auto esperando que yo hiciera lo mismo, lo hice pero con gran lentitud. Una vez estuve afuera lleve mis dedos: índice y pulgar al encuentro con mis lagrimales para parar lo que no debería iniciar.




Avancé mas tranquilo hasta donde Aki nos aguardaba lo salude fraternamente y le presente a Saril a lo que hizo una expresión tan poco disimulado por su sorpresa de verme junto a una mujer. La saludó con un abrazo, cosa rara en él, pero luego tras elevar sus pulgares tras de ella entendí su abrazo, solo suspiré sin remedio ante lo que la noche estaba por depararme.


-o0o0o-

Siempre era el tema de conversación con que chica pasaría la “noche de solteros” en las fiestas de Aki, no en un aspecto sexual si no en uno sentimental. Siempre escojia a la mas llamativa la que provocara mas envidia y esta noche no fue la excepción, excepto que la chica la había traído yo.

A todos les impacto la belleza de Saril, belleza que tuve que detenerme a observar bien. Mientras socializaba con los chicos de Apocalyptica, por medio de sus celulares. Su sonrisa era contagiosa, su forma de mirar era tan sutil pero con un toque de picardía, como insinuando algo sin querer. Su postura parecía casual pero la hacia ver sensual o era el vestido?, el cual era negro entallado hasta por debajo de su pecho, en donde tenia detalles dorados en forma de hojas romanas, es mas parecía un vestido romano pero en negro, con esos pliegues por debajo de su pecho hasta el suelo, bueno había sido que se cambiara antes de entrar al salón principal, había llamado la atención desde que entro, pasando mi soltería a segundo plano.

Para ser muda se desenvolvía bien, aun tenia prestado el Nokiaberry de Eicca, con el cual se comunicaba con los demás, que hubiera pasado si hubiese hablado?.

A las 2 de la mañana partimos hacia  mi casa, pues si seguíamos lo mas probable era que amaneceríamos en fiesta. Tras subirse al auto me percate nuevamente de su dije en forma de corazón que pendía de su cuello, era realmente hermoso cubierto por diamantes, le pregunte por el, a lo que ella solo me sonrió, tomó mi celular y escribió: un regalo de mi madre.

-o0o0o-

Mientras velaba por su sueño con gran cansancio me percate que en esta ocasión dormía plácidamente, como si estuviera teniendo un sueño y no una pesadilla, eso me tranquilizo ayudándome a caer totalmente vencido por el cansancio de la madrugada haciéndome olvidar mi cometido. Revisar el baño.

-o0o0o-

Llevábamos una semana de vivir juntos, y todo parecía estar bien entre nosotros. Ella había recuperado peso, su sonrisa y alegría, todo estaba perfecto, lo único que faltaba era que recuperara la voz y así ser completamente felices. Aun no habíamos intimado, no porque no quisiéramos, si no por factores hormonales suyos lo habían impedido, pero esta noche seria, y no seria cualquier noche si no una especial.
}
Me apresuré a llegar mas temprano a casa, mientras sabia ella estaría en su cita con el doctor. De regreso a mi hogar había pasado por una florería comprando tulipanes rojos y amarillos, por el supermercado para hacer algo especial y por una joyería en la cual compré una pulsera de mano con un dije de corazón similar al que pendía de su cuello diariamente ahora, en el cual grabé nuestros nombres y la fecha de hoy.

Abrí la puerta con un poco de nerviosismo, hacia mucho tiempo atrás que no me esmeraba tanto por complacer a una chica, pero era lo ideal, pero mis nervios aumentaron cuando la vi de espaldas a mi. Se suponía no debería estar en casa, no ahora, y ¿que haría con mi sorpresa?, todo lo planeado se había esfumado, pero los nervios y la desilusión fueron reemplazados por otra cosa cuando ella volteó.

Se limpió el polvo blanco de la nariz con su dedo índice tras cerrar su dije de corazón, al tiempo que sus ojos me miraban con pavor, tras haber descubierto su secreto no tan secreto.

Mis bolsas se soltaron de mis manos, siendo estas incapaz de seguir sosteniéndolas,  mientras mis ojos la miraban con asombro, y desconcierto. ¿Todo este tiempo se estuvo drogando y frente a mis narices?.

-¡Me engañaste!, dijiste que no eras una drogadicta, ¡pero lo eres!.-

Ella se quedo estatica, con el rostro dolido como si le hubiera dado una cachetada. Se acercó a paso lento hacia mi, mientras que mis ojos solo veían el dije en su pecho, lo tomé entre mis manos cuando estuvo frente a mi, y lo abrí, en efecto ahí guardaba la droga la cual vacié haciéndola caer completamente en el piso, mientras veía la cara de horror por mi acto en su rostro.

-¿Por qué lo haces?, dime ¿¡por qué!?.- ella ya no me miraba a mi, si no al polvo blanco esparcido por el suelo, vi la intención en sus ojos de querer recogerlo pero algo la contuvo de hacerlo.

La tomé de los brazos haciéndola que me mirara a los ojos, pero se rehusó hacerlo, desvió su mirada a otro punto mientras veía como lagrimas rodaban por su mejilla.¿ Y ahora que había hecho?.

-¿Qué te duele … que te haya descubierto o que perdieras tu droga?.- me moleste por  mi pregunta, no tuve que haberla hecho, ambas cosas le dolían pero entonces, ella enfrentó mi mirada con tal rencor que tal parecía le había ofendido y herido mi pregunta.

-¿acaso no te hago feliz, que ocupas estar en onda para sentirte bien?.- seguía sosteniendo mi mirada sin
siquiera tratar de indicar que quería papel y lápiz, era si con su solo mirar lo digiera todo.
Lo único que podía leer de su mirada era desasosiego como si hubiera rotó algo dentro de ella.

-¿Por qué lo haces?, acaso no puedes parar?.- respiré hondo tratando de ordenar mis pensamientos, tenia que calmarme, todo tenia solución, menos la muerte y entonces recordé el día que se desmayo en mis brazos.- ¿No ves que si te hundes me hundo yo también?.-

Entonces abrió la boca y articuló un si. La solté de los brazos y ella se dio dos pasos hacia atrás, mientras limpiaba sus lagrimas con la manga de su blusa, su rostro ya no parecía tan molesto como antes, si no mas relajado, abrió la boca nuevamente, y articuló un adiós.
¿Qué significaba eso? Que me iba a dejar? Que se marcharía de mi lado? Que prefería a la droga sobre mi?.
Pero no, dio media vuelta y corrió hasta el baño de la cocina. Recordándome que algo había ahí que ella quería, que no revisé y dejé pasar. Cerró con fuerza tras entrar, dejándome estático sin poder moverme para correr tras de ella.

¿Qué era lo que pretendía hacer?, diciéndome adiós, encerrándose en el baño…huyendo de mi.

Huía de mi, de mis palabras, de mi persona.

¿Tonta Saril que pretendías hacer?

Y como pude le ordené a mis piernas moverse y llegar hasta el baño, el cual estaba cerrado con seguro, pegué mi oreja en la puerta para ver si escuchaba algo, algún movimiento pero solo escuchaba el fuerte suspirar de su nariz, que era constante, sonoro y nervioso.

¿Qué diablos estaba haciendo?

Empecé a darle golpes a la puerta para que me abriera, pero sabía no lo haría, tenia que buscar las llaves pero hacia mucho tiempo que las había visto que dudaba llegar a tiempo. Así que me hice para atrás, tomé impulso para tratar de derribar la puerta del baño.

Y así lo hice, derribé la puerta del baño para encontrarme con la peor escena que jamás hubiera antes visto: ella sentada en la tina del baño frente a mi, en un mar de lagrimas y lo mas importante una pistola en su boca.

A gritar que se detuviera iba cuando jaló el gatillo.

Mi corazón dejo de latir por un segundo de la impresión, esperando ver salir la sangre por su boca, inundando la tina, drenándola por completo hasta la muerte, pero no, la bala no había salido de la pequeña pistola.

Su mano temblorosa buscando otro camino, su rostro acongojado, denotando claramente el sufrir tras su falló,

Oh mi dios!.

Quería intentarlo nuevamente y frente a mí. Corrí a todo lo que mis piernas dieron para acortar la pequeña distancia que había entre nosotros, con el objetivo de quitar el arma de sus manos, y evitar una desgracia que no solo la mataría a ella si no a mi también.

Parecía eterno el tiempo a mi llegada, pero solo era un factor distractor de mi mente, iba  a llegar, a impedir que colocara el arma en medio de sus ojos y evitar lo evitable.

De una manotada le aventé la pistola lejos, donde no pudiera alcanzarla y si lo quería hacer tendría que pasar sobre mi.

Luchó, oh si! Luchó para ir por el objeto pero se lo impedí, solo si estuviese loco dejaría que se volviera acercar al maldito objeto.

Atrapé su rostro entre mis manos para que enfrentara mi mirada, pero se rehusaba hacerlo, así que pegué mi frente contra la de ella para hacerle ver que no desistiría de mi objetivo. Ella colocó sus manos en mi pecho para alejarme de ella con empujones suaves que ni en un millón de años me alejarían, pero entonces entendí que ese no era su propósito, sino por el contrario quería estar en contacto conmigo saber que ahí estaba aun.

-Mírame, mírame.- dije muy cerca de sus labios, evitando el contacto con estos.

Pero se rehusaba hacerlo, a lo cual prefirió darme un puñetazo, otro, y otro mas, no me dolían pero tal parecía que le dolían más a ella, porque a cada puñetazo una lagrima mas rodaban por sus mejillas.

-Basta Saril, no te lastimes, no ves que no tiene caso?, no me apartare de ti, ni tu de mi.- pero seguía con esa actitud a lo que no me quedo mas remedio que abrir el grifo de la llave para helar su conciencia y traerla de vuelta hacia la realidad.

El agua fría también me cubrió a mí por completo, haciéndome dar un pequeño brinco por lo helado del agua, ella tuvo la misma reacción que yo, pero aun seguían sus puñetazos contra mi  pecho, me acerqué mas a ella, acortando la distancia entre los dos, uniendo mi corazón  a su pecho, abrazándola, dándole mi calor para compensarle el frio que sentía.

Seguía llorando eso lo sabia, pero ahora sus lágrimas se confundían con las gotas de agua. Apoyó su mentón en mi hombro e hice lo mismo, la abrace con mas fuerza uniéndola a mi. Ella se aparto de mi lado, y por fin miró fijamente mis ojos, en los suyos solo vi tristeza, una profunda tristeza, que me hacia querer llorar por ella.

Pero en lugar de hacer eso, cerré mis ojos, uní mi frente a la suya, busqué sus labios con mi nariz, rosándola sutilmente, calmando el temblor de sus labios, deleitándome con la textura suave de estos, atormentándolos con un beso prometido que aun no llegaba, percibí su urgencia por unir mis labios a los suyos, pues hizo lo mismo que yo, buscó con su nariz mis labios, atormentándolos con sutiles caricias, hasta que no pude mas y reclamé sus labios para mi.

Se acoplaron al instante para iniciar caricias de mis labios a los suyos. Solo ellos eran los protagonistas ya que aun no había hecho mi intromisión en su boca, pero podía esperar solo quería disfrutar de sus labios entre los míos, y cuando estos me aburrieron pedí por mas, a lo que ella aceptó con urgencia reclamando mi lengua en un hambriento encuentro con la suya.

El agua que aun seguía cayendo parecía ahora tibia sobre nosotros. Mi camisa comenzó a estorbar y me la quise quitar, pero ella apartó mis manos reemplazándolas por las suyas, entonces yo le quité la suya, y luego su sujetador.

La hice caminar hacia atrás, aun mientras nuestras manos y labios seguían en movimiento, y solo detuve mi andar cuando su espalda rozó las baldosas de la regadera. Sus piernas ahora desnudas se enrollaron en mi cintura, lo que solo podía significar una cosa.

Detuve el vaivén que había en nuestros labios separándolos un poco, en busca de alivio momentáneo. Ambos respirábamos agitados pero expectantes por lo que podría pasar a continuación. La miré a los ojos en busca de una respuesta, y me sorprendí de lo que vi, en estos solo había deseo.

-Aun no puedo…entender…porque… me sustituyes… por la droga…cuando yo puedo…causarte…el mismo …resultado…sin efectos secundarios.- hablé contra sus labios entre jadeos, ella sonrió contra estos urgiéndome; enterrando sus uñas en mi espalda.

Y entonces no titubeé y la reclamé mía.

Éramos por fin un solo cuerpo, cubierto por agua, envueltos en amor, y sensaciones que nos hacían temblar de éxtasis.

Pero el éxtasis mayor faltaba por llegar y cuando este llegó no pude evitar gritar su nombre, viendo fijamente ese océano que tenia por ojos, interpretando en ellos lo que su boca no me podía decir.

-Lauri- susurró contra mis labios cuando todas las emociones se evaporaron.

Me quedé estupefacto, ¿acaso había sido mi imaginación y el deseo me había jugado una mala pasada?.

-Lauri…no te detengas, no por favor.- rogó Saril.
Me sentía agotado, pero procesar esa información, que ¡ella podía hablar!, y decir lo que dijo, solo hizo avivar la chispa del deseo reviviendo todo en mi, para comenzar otra vez con esa faena de amor.

Mis piernas estaban temblorosas por sostener por tanto tiempo su peso, me dejé caer lentamente en la tina, con ella aun en la misma posición. Tomó mi rostro entre sus manos, mostrándome una gran sonrisa de satisfacción femenina en sus labios, no hacían falta las palabras, su expresión era más que suficiente.

-Esta ha sido la primera vez que he sentido lo que es realmente hacer el amor, no es que hayas sido el primero, por desgracia no, pero si has sido el primero en mostrarme lo que es hacer el amor, has elevado mis sentidos a un nivel de plenitud que pensé que podría morir, y eso que decías que no causabas efectos secundarios.- Se rió de mis antiguas palabras, a lo que yo la acompañé.- Fue algo sin palabras, fue totalmente grandioso,  algo tan liberador, que siento como si flotara, me siento nueva, libre, con ganas de todo, fue como si me hubieras llevado lejos de aquí y traído de vuelto, traído una nueva Saril una que te ama, que te desea con locura, que te quiere mas que a su vida.

-Vida que casi extingues con tus arrebatos, ¿Por qué?-

-Porque no valía la pena seguir en el estado que estaba, oculta por la droga creando una pantalla ficticia de mi, porque la Saril que conociste se fue a la obscuridad donde no había luz para mi, y solo la droga me hacia ver la claridad, y sin ella que seria de mi?, tu no me dejarías volver a ella, y no es que sea una drogadicta.-

La interrumpí, ¿acaso estaba ella escuchando sus propias palabras?.- Dices que no eres una adicta, pero ¡necesitas ese polvo para estar bien!, para ver la “luz”.-

-Lo dices porque no entiendes mis razones, porque solo quieres ver lo que quieres ver Lauri.- se agachó buscando refugio en mi pecho, evitándome mi mirada.

La recibí con gusto abrazándola.- Entonces dime tus razones, para entender porque buscas la luz en las drogas.-

Inhaló profundamente, apretándose mas a mi.- Porque cada vez que cierro mis ojos, vuelvo a revivir esa pesadilla llamada Rusos, porque en lugar de soñar, tengo pesadillas, porque cada vez desde que fui libre lo único que puedo rescatar de esa travesía es el sufrir de ser violada una y otra vez sin descanso por Mikolav, por eso trato de alejarlas y solo las drogas lo permiten, entiendes ahora?, no las tomo porque quiero, sino porque las necesito.-

Desde que dijo la palabra violada,  comencé a sostener el aire, evitando el de mí alrededor, imaginándome todo lo que pudo llegar a sufrir, creando escenas de ese acto, con ella como protagonista, recordando el día que la vi dormir, entendiendo su comportamiento y su cambio, su nueva actitud ante la vida. Mi pobre Saril, la abracé con más fuerzas contra mi pecho, acariciando su espalda, tratando de procesar la noticia.

Escuché su sollozo, y recordé la vez que lloró ante mí por primera vez, en aquel club, con aquella canción. –No sientas vergüenza por algo que no fue tu culpa, yo te amare las veces que sean necesarias para borrar esos malos recuerdos, te daré la luz que necesitas para salir de ese infierno, mostrándote el cielo de mi amor. –






-o0o0o-

Epílogo

Desde ese día, desde nuestra primera vez, ella no volvió a consumir drogas, confirmando así sus palabras, no era adicta, sino algo terapéutico, reemplazándolo así por mis caricias y mimos que cada día eran más efectivos. Ya no eran todas las noches que tenia pesadillas, llegando a ser tan esporádicas que solo parecían un mal recuerdo que poco a poco estaba dejando atrás, pero debía admitir que no era solo por mi, una psicóloga la estaba tratando canalizando ese dolor que tenia escondido en su interior, dejando así libre su corazón de tristeza para reemplazarlo por mi amor.
A por cierto nos mudamos a su apartamento en verano donde ver el amanecer desde la cama era la cosa mas grandiosa, bueno no, lo que  hacíamos por la noche (o durante el dia) con Saril era la cosa mas grandiosa, el amanecer era lo segundo.

FIN

3 comentarios:

  1. Una vez mas... que historia tan mas perfecta y genial, otra vez llore jeje... me encanto oblivion es el mejor fic que e leido y Heaven uff simplemente genial... me encantan tus fic's ojala hagas otro pronto como oblivion que me haga llorar, reir, enojarme, etc.... FELICIDADES ESTUVO GENIAL...
    Saludos!:)
    'aaLee'

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  2. Woooowww!!! Estuvo no genial FANTASTICOOO!!! Me encanto!!
    Oooh Lauri se acordo de Liz te juro que pense que le iba a pasar lo mismo qee a Liz, cuando Liz mato al profe sin kerer!! :( pero no, salio todo bien y me alegro!!
    Te felicitoo!!
    Feliz Navidad! :D espero qee la hayas pasado genial! besos!! y hace mas fics qee te salen re lindos!

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