Lauri Una Deidad Mortal (caps 9-10)

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El rey quería pedirle ayuda a Lintu, pero sabía muy bien que este no aceptaría. Día tras día los hijos de las familias mas arraigadas a Korppi, fueron abandonando la región, el rey sabio muy bien que sí para algún día en especial llegaban a desaparecer todos, igual lo haría Korppi. Era un secreto que solo su dinastía sabia, y verse obligado a confesarla no estaba en sus planes. Se dio a la tarea de buscar nuevamente a Jonnes, y así con él, lo haría pasar por su hijo, y que el quedara reinando. Los habitantes que no se marchaban era solo porque guardaban la esperanza que el sucesor regresara. Mas de uno se dio cuenta del plan que planeaba el rey, error de él pensarlo en su mente en lugar de escribirlo en un papel. Ahora lo acusaban de tratar de engañar a sus iguales. Cuestión que no dejarían impune. Hora del juicio.

9 Suplicas

Su mente al fin fue un libro abierto para mi, no había nada que no quisiese que supiera, todas sus platicas con ella, Kišna, todas sus “verdades” a medías, era obvio que le ocultaba algo Lykia, pero al ser tan inocente no lograba ver a través de las palabras de su “amiga”. Y mas extraño, su hermano, porque hasta ahora decide presentárselo?, porque hasta ahora quiere que sepa de ella?.  Cierto en primer lugar el error fue de Lykia por hablarle de mis plumas. Como se le ocurre andar contando sobre mí. Pero su hermano, por qué me inquieta el?, por qué apareció ella en nuestras vidas?, qué quiere de mi?.

-Lauri?-dijo suavemente en mi oído Lykia, al notar que estaba ido, mirando fijamente al techo de la recamara. Me volví hacia su rostro, acerque mis labios y bese los de ella.

-una cosa, porque le hablaste a ella de mis plumas?-tenia curiosidad, de saber su respuesta, si bien abrió su mente para mi, las cosas que olvido, también las perdió su mente.

-oh!!-sonrió para mi- veras, me inquiete mucho al saber que nuevamente había encontrado plumas en tu cama, el tema salió de la nada y creo desde ahí, ella lo descubrió todo, suerte no? QUE hubiera sido de mí, si no la conozco, si no me dice que tienes el poder de hacerme crecer a y otros mas.- se volvió hacia mí y se recostó en mi pecho, pase mis brazos alrededor de ella, abrazándola.

-entonces… cuando querrás verla?-dijo ella algo ansiosa.

-la vi en tu mente no hace falta que la conozca en vivo.-le respondí en tono serio.

-eh!! Por qué no Lauri?,-

-… si digo mis razones es probable que te enojes conmigo.- masculle.

-nunca me podre enojar contigo, dime lo que sea, que piensas de ella?-

Si tengo razón en lo que creo, será mejor cambiar de tema, o Kišna podría descubrir lo que se de ella, bueno, lo que supongo. La bese, un poco apasionadamente, tratando de  hacerla olvidar el tema… perfecto funciono, rei, para mi, aun seguía besándola.

-hmm! Que es tan gracioso?.- dijo mientras continuaba besando mis labios.

-la veras hoy?- me separe un poco de sus labios para poder hablar con claridad.

-Lauri!! No quiero que te pongas así, no desconfíes de ella, ya viste todo lo que hemos hablado, no hay nada de malo en ella.-

-y su hermano?- le pregunte. Ahora estábamos muy separados, uno del otro, había una fricción en el entorno romántico de nuestro pasado beso.

-que con él, aun no lo…-guardo silencio, me miro fijamente y luego comenzó a reír a grandes carcajadas, que dicho sea me incomodaron al no saber el porque de su gran risotada.-Lauri? Tu estas celoso!!!- dijo entre risas.

Le dedique una mirada de desaprobación, frunciendo el ceño.-no son celos, es solo que no entiendo el porque de querer que lo conozcas ahora, nunca te lo había mencionado o si?-

-no lo admites, pero son celos Lauri, ha ha ha ha.- dijo ella. Ok, en primer lugar si estoy celoso, pero también esta el motivo, de su repentina presentación.

Caminaba de un lado para otro, arreglándose, me tenia un poco mareada.-Lykia, decidiste que te pondrías al fin? Me estas mareando-

-descuida, este es,-señalando un conjunto color beige.- Regreso al rato, tu que harás?-susurro ella. Que haría yo? Hmm! Buena pregunta.

-no lo sé aun- le conteste, claro que lo sabia, pero no podía decírselo.

Minutos después que ella salió del apartamento. Me vestí lo mas rápido que pude, tenia tanta prisa, que todo perdía, las llaves no las encontraba, los zapatos que buscaba no aparecían, caos. Al fin todo listo para partir, y ubicar con mis propios ojos a Kišna y hablar con ella. Luego de la nada, mis ojos se sintieron pesados, mis piernas débiles para seguir manteniéndome en pie, no quería ceder, y mi mente, un bullicio tremendo, me provocaba jaqueca, sentía que iba a explotarme la cabeza, que era esto? que me estaba pasando?. Cedí,  caí sobre la mesa de la sala, tirando todo lo que había sobre ella.

 El bullicio se detuvo, y por un momento pensé,  todo había pasado, y fue cuando escuche la voz de mi padre en mi cabeza, solo su voz tan clara como si estuviera a mi lado, trate de abrir mis ojos pero me era imposible, quería ponerme en pie, imposible, y finalmente se dirigió a mi –Lintu, regresa, vuelve a Korppi, te necesito, solo tu puedes parar esto, ahora mismo, estoy en problemas, y todo por tu causa, debes volver y rescatarme, estoy en juicio.-

Quería contestarle pero mis palabras simplemente no salían, que decía?, tenia que volver?, nunca eso jamás lo haría, y por mi culpa estaba en juicio?, “juicio” volví a pensar, cierto los juicios de Korppi son diferente de aquí en la tierra, eso solo significaba una cosa, intento engañar al poblado de Korppi, si fue ese el caso, que sea haga justicia. Volvió a interrumpir mis pensamientos, lo único que podía hacer en estos momentos.

-no, Lintu, si trate de engañar a la región, fue todo por tu causa, si no hubieras decidido abandonarme, no tendría porque haber optado por esta resolución-

Claro dejo una cosa, estaba en esa situación por mi culpa, que bonito, pidiéndome ayuda y al mismo tiempo acusándome, nunca abras de cambiar. 

Nunca regresare a Korppi.

-no seas necio, regresa, tan solo por un año, es lo único que este lugar ocupa y compruebe que algún día tomaras mi lugar, no pido que te quedes para siempre, no por ahora, pero con solo presentarte y quedarte por un tiempo, apaciguarás la situación extrema que esta pasando Korppi.-

Me tiene sin cuidado lo que le llegue a pasar a Korppi, bueno fuera que existiera una forma de hacerlo desaparecer, irme por un año, eso no estaba en discusión, no dejaría la tierra jamás.

-regresa, rápido, el juicio esta por iniciar, solo es un año- pude abrir mis ojos, mis piernas ya no estaban entumidas, logre estar de pie. El juicio inicio.

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Antes que lo llevaran a juicio, el rey se logró comunicar mentalmente con su hijo. Pero no solo Lintu lo había escuchado, también lo había hecho, Jonnes, esta situación era muy conveniente, para llevar a cabo su plan, contando con que Lintu dejaría la tierra. Aunque fuera por poco tiempo, era lo único que pedía, que se marchara. Un año en Korppi, era tan solo veinte días en la tierra.

10 Juicio En Korppi

Lykia llegó, como siempre feliz, luego de ver a Kišna. No quería verla a la cara, no aun, sentí que llego al cuarto, se percato que estaba “dormido” y salió del cuarto. Bien mas tiempo para pensar. Muy concentrado en mis pensamientos estaba, cuando los interrumpió los de ella, era una platica con su “amiga” “-y que dijo? Me conocerá?-pregunto Kišna. –no, no por el momento, creo que aun no confía mucho en ti- le dijo Lykia. – no hay problema entonces, y de mi hermano pregunto algo?.-con mucha curiosidad le pregunto.-

que quería que le preguntara?, acaso el la conoce, o a mi?.

-no pregunto mucho, solo dijo que se le hacia muy raro que quisieras que lo conociera hasta ahora, pero no indago mucho en eso, y dime algo, … como es?, igual a Lauri? O súper diferente?.- mascullo Lykia. –ha ha, no es igual a el, pero si se parece,… bueno hablando de su forma natural.-

Hizo una pausa, al decir que me parezco a el, es cierto, si es cercano a mi familia si nos deberemos parecer, pero si no, imposible, no recuerdo que mi padre tenga deidades que se le parezcan. Continúe indagando en su mente.

-oh vaya!! Y en su forma humana? Como es? Digo, como cualquier humano?- indago Lykia.- si, y no, veras, como… te explico, ah, es igual como Lauri, si tu lo vez, parece un humano, no hay nada que te extrañe de su apariencia, igual mi hermano, es como cualquier humano, claro q lo destaca el ser hermoso-mascullo ella,-no hasta, ha ha, no me digas mas, o mi Lauri, se enterara ha ha, y se pone muy celoso.-

Yo? CELOSO!! Oops!! Lo dije en voz alta, en un instante, ella entro en mi cuarto, con una sonrisa de oreja a oreja, en cambio yo no estaba nada feliz.

-hey!! Estabas dormido no?-susurro ella, a mi oído, se recostó a un lado de la cama, acariciando con sus manos mi pecho.

-yo no soy celoso- le aclare, dejándome endulzar por el aroma de su piel.

-huh? Hey!! Estabas leyéndome no es así?. Si prefieres que mienta. Ok. No eres celoso, ha ha-dijo sonriendo.

-ok, miente. Voy a salir…-ni podía pronunciar la palabra ante ella.-…de la tierra- termine de decir. Mis palabras fueron un balde de agua fría, se reincorporo, y dejo de jugar con las  líneas de mi abdomen.

-porque?, volverás a ese lugar?- sus ojos se estaban humedeciendo.

-Lykia!! No es para que empieces a llorar! No lo hagas, mi padre me llamo, quiere que vaya por… un año.- concluí.

-… desde que me encontraste nunca nos habías separado por un MALDITO AÑO.-

-espera, no es un año exactamente, bueno si, pero aquí en la tierra solo son unos… hmm veinte días supongo.-creo que con esto la calmaría.

-Lauri? Volverás no?- su voz se quebró. No se lo iba a explicar con palabras, me acerque a ella, acaricie su rostro empezando desde su frente terminando en sus labios.-no tienes que dudar de eso, jamás.-la bese, pero no inicie suavemente, por el contrario lo hice lleno de pasión, tal vez como nunca antes nos hayamos besado. Mis manos recorrían el contorno de su cintura, sus manos acariciaban tiernamente mi cabello. Mis labios descendieron a su cuello, lo rose con la punta de mi lengua y fueron hasta su oreja, dándole un pequeño mordisco y susurrarle:

- nunca me separare de ti.- “porque te amo” esto es amor? Sentir me ahogado con su presencia, no querer estar lejos de ella ningún instante, acaso por fin siento amor?.-Lykia  te… quiero- continúe besándola, porque no podían salir esas palabras de mis labios?, si se que la amo, porque no puedo decirlas.

-te amo- dijo ella. Tan sencillo, lo dice, porque me cuesta tanto?. –cuando te marchas?-pregunto, jugando con mi cabello, sin apartar su vista de mis ojos. No quería decirle.

-ahora mismo, no puedo perder tiempo, cada minuto es un día allá.- me reincorpore apartándome de ella.

-bueno –su voz sonaba tan apagada. –Espero, que puedas volver antes de un año.-

Me acerque a ella, le di un beso en su frente.- no te vayas a deslumbrar por su hermano.- sonreí para ella.

-OYE!! Ni si quiera lo pienses, en mi vida, en mi corazón, solo estas tu, aunque fuera mucho, mas hermoso que tu, jamás lo miraría de la forma que te miro a ti. 

Nadie se compara contigo, nadie.-

-hmm? Bueno.-

-que fue ese hmm!?- quiso saber ella.

-que es lo que mas te atrae de mi?-

-lo que mas me atrae de ti… veamos una vueltecita, ha ha no, no lo hagas, lo que 

mas me atrae de ti, hoy, mañana, y el día que te conocí, tus ojos, verdes, a veces, miras de cierta manera en particular, cuando hablas con alguien inclusive con migo, y te veo a los ojos, se que no mientes, eras tan claro de leer, tan solo por tu mirada, que dicho sea, me vuelven loca, cuando están en plan de conquista, ha ha ha.- termino de decir, nos besamos por ultima vez.

Me puse en pie, no miré atrás, y desaparecí ante su vista.

Obscuro, tan acostumbrado a la luz del día. Muy diferente de la ultima vez que estuve aquí. La luz que había, emergía del suelo, no había cables, a diferencia de la tierra. El cielo, negro, lleno de estrellas, algo que se parecía a la tierra al menos, cuan acostumbrado estaba a estar en la tierra, cuanta falta me hacia ya, y que solo he pasado menos de un minuto.

Lo que vine hacer aquí, lo hare y me marchare lo mas rápido posible. En mi forma natural, todo era más fácil, desplazarme de un lugar a otro, de respirar. Solo tenia que encontrar el lugar donde se estaba llevando el juicio. No fue difícil encontrarlo, unas deidades, asombrados por mi regreso se acercaron hasta mi, y de buena manera me explicaron todo, mi padre llevaba mas de diez días encerrado, hasta que confesara, por quien iba a suplantarme, y dar su paradero y atraparlo también.

Me estaba hartando, todos me miraban como si ya fuera el rey, cosa que no lo soy ni lo seré. Llegue hasta el edificio donde estaba, wow!! Este no estaba aquí. Unos cien pisos por lo menos tenia, iluminado hasta ya no caber mas luces a su alrededor, esto si es una cárcel digna de una deidad, pero lo que mas me llamaba la atención, es que estaba sobre el agua.

Las puertas se abrieron, el aire comprimido de adentro saliente, topo con mi cara, haciendo que mis alas se espantaran hacia atrás. Inmediatamente todos me reconocieron. Perfecto.

-bienvenido sea, joven Lintu-dijo uno, que ni lo reconocía, tal vez el a mi si, pero yo ni idea, solo recordaba pocas caras.

-oh!! Gracias, pero… y el juicio?- aborde el tema lo antes posible.

-no se preocupe, el nos ha dicho que usted volvería, hemos esperado, y he aquí 

usted-dijo muy alegremente. Grandioso!! Ahora creen que he venido a tomar mi lugar como rey.

-aja, y dónde esta el?- le pregunte ansioso.

-lo sentimos pero por hoy no lo podrá ver,-

-bueno, exijo verlo ahora mismo- le ordené. Sus ojos se abrieron totalmente inesperados de mi orden, luego curvo sus labios dándome una sonrisa.

-como usted ordene.-dijo. Oh! Tiene sus ventajas ser “rey”.

Subimos hasta el quintoagecimo piso. Volví mi vista a la ventana, esplendido era la vista que tenia de Korppi. La ciudad entera iluminada, no había ninguna “casa” del tamaño de cómo las había en la tierra. Toda sobre  agua en lugar de usar tierra, Lykia le encantaría ver esto. No, ella nunca podrá estar aquí.

Llegamos, caminamos unos cuantos pasos, y ahí estaba el, igual que siempre no había cambiado nada.

-su majestad, he aquí su padre, Johannes.-dijo mi acompañante. No!!! Me llamo majestad, que le pasa? Contrólate.

-déjenos solos- dijo mi padre.

Wow!! Muy parecidos, no recordaba a su hijo, pero difícilmente alguien no lo reconocería. Son casi idénticos.

Pensara lo mismo Lykia si conociera a mi padre?, sentiría lo mismo por mi. De pronto le lancé una mirada acusadora a el, uh!! Celos!!. Mala elección del momento.

-tardaste, estas igual que siempre hijo- dijo, dándome un abrazo.

-con un gracias me conformo, y deja de decir, que he venido para quedarme por siempre, porque eso no es lo que pienso hacer y lo sabes muy bien- retire sus brazos de mi.

-no seas tan hostil, “Lauri” vaya nombre que te dieron por allá.-se rio burlonamente.

-me tiene sin cuidado si te gusta o no. Que tengo que hacer para liberte lo antes posible?-

-simplemente alegando ante ellos, que as venido a quedarte, si, lo se, no es verdad, pero con que tu lo digas todo se calmara.-susurro, el edificio entero, tenia “oídos”.

-y cuando diré eso?- ansiosamente le pregunte.

-cuando ellos lo pidan, todo con calma, o tienes prisa?- indago. Claro que no le iba contar de mis asuntos terrenales.

-puedo esperar, no tranquilamente pero esperare, si no queda de otra.

-me odias tanto que no quieres permanecer ni un segundo mas a mi lado, que no sea por un favor pedido?.-pregunto, mirándome fijamente a los ojos, miraba mi imagen totalmente en sus ojos negros.

-odiarte?, tal vez, tiempo atrás, pero ahora, solo me es indiferente estar aquí.-

-es bueno saberlo, me alegro que hayas ido a ese lugar.-

Habló por un largo tiempo, del cual la mayoría no le preste atención, extrañaba estar en la tierra, pero Korppi había cambiado. Cierto era que no lo odiaba mas, el incidente con mi madre había quedado atrás, creo que a razón de eso, preferí huir de Korppi que quedarme y convertirme en un rey, del cual no tendría la capacidad de manipular mis propias acciones.

Rápidamente me fui a “casa” tendría que esperar al día siguiente y finalmente concluir con el juicio. Eso espero!.

Esta era otra casa, igual que las demás estaba construida sobre agua, escondí mis alas, en mi espalda, camine por toda la planta baja, llena de espejos, cuando me vi en uno, me costo creer, lo que veía, por veintiocho años no había tomado mi forma original. Seguí caminando, recorriendo todo, y no perder ningún detalle. 

Estaba decorada muy sofisticadamente, tenia muchos candelabros color blanco y detalles es negro, no tenia paredes de concreto, eran de una especie de pared artificial, porque las podría atravesar, aparentaban tener color traslucido, parecía que con el paso de mi cuerpo cambiaban de color, era como estar cerca de un arcoíris.

Uh!! Esto si me gusto. Subí hasta la parte de arriba, todo igual que abajo, a excepción que las “paredes” que en la parte de abajo eran traslucidas, aquí eran del color de un día soleado, daba la impresión que… estaba en la tierra. Entre en una habitación… podía ver el sol. Que plan tan siniestro, haciéndome creer que estoy en la tierra, ha ha, tanto quiere que me quede?.

En una habitación tan parecida a una de la tierra, había una gran cama, y a la par…un momento, era igual a la habitación de mi cuarto en la tierra. Me recosté en la cama, lo único que hacia falta era Lykia. Cerré mis ojos, y no sentí nada mas.

Al despertarme, vi a mi alrededor, estaba muy agitado, sudaba, me puse en pie, Salí a la ventana y comprobé que estaba aun en Korppi, otro día, pero igual de obscuro. Me senté en la cama nuevamente, había tenido una pesadilla, muy raro, casi nunca tenia, creo que del día que decidí huir.

Mi madre estaba a mi lado, contándome historias de aventureros que viajaban a otros lados para indagar en nuevas vidas, nuevas especies, y así traer con ellos nueva leyendas, la que narraba en ese momento, una de la tierra. Me quedo con la boca abierta al escuchar como vivían, como se dejaban llevar por sus emociones o sentimientos, hablándome de la leyenda del amor, mi padre entro tambaleándose, y riéndose a grandes carcajadas, lo único que logre entenderle, que ahora era el rey, mi madre se puso en pie, tratando de alejarse, ella no entendía el cambio de su esposo, pero yo leí su mente, y todo lo que vi era muerte.

 Se abalanzó contra ella, gritándole en la cara, que dejara de hablar sobre la tierra, un lugar maldito, un lugar que acabaría con toda deidad. Ella trataba de convencerle que eran solo leyendas, nadie había viajado allá, - mintiéndole obviamente- la agarro del cuello, y yo ahí sin hacer nada inmutado por sus pensamientos, mi mente paralizo mi cuerpo. Al reaccionar ella yacía en el piso, y el sentado a su lado, reprochándose lo que había hecho, diciendo que era una maldición ser un rey.

 Lloraba, sobre el cuerpo muerto de mi madre, arrepentido, maldiciéndose, sus lágrimas negras manchando el rostro pálido de  mi madre. Él se volvió a mi y dijo, “as de morir por amor”. Amor?, eso era un sentimiento de la tierra, pensé, caí al piso sobre mis rodillas, estaba llorando, pero no por la muerte de mi madre, no, era por otra razón, mi pecho dolía, quería gritar, pero no sabia el motivo, mis ojos no paraban de llorar, coloque mis manos en mi rostro tratando de quitar mis lagrimas negras, volví mi vista hacia él y comprendí porque lloraba, era por Lykia.

Me levante de la cama, me seque el sudor de mi rostro y cuello, avancé por las paredes traslucidas, aun teniendo en mi mente  muy presente el porque lloraba por Lykia. Lykia, que pasa con ella?.