"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

lunes, 5 de noviembre de 2012

Oblivion -C38-



CAPITULO XVI

Liz p/v

-Yo…- ¿yo le estaba provocando esa expresión en mi osito?...¿yo le iba a decir que no?...oh …oh…yo…-Si acepto.-era una cobarde pero enamorada.

Y el color le volvió al rostro de Lauri. No era capaz de hacerlo sufrir por voluntad…jamás…

Dije mi parte del voto…y sin perder tiempo él acepto.

-Los declaro marido y mujer hasta que la muerte los separe.- la muerte…la muerte… él reverendo me quedo viendo como si hubiese equivocado en algo y yo le estuviera reclamando.
Pero no…no se había equivocado, había dicho las palabras más certeras de la noche…hasta que la muerte nos separara.

Nos acercamos y nos dimos un casto beso, luego los aplausos comenzaron a sonar…nos dimos vuelta para enfrentar a nuestros invitados que bueno el 100% eran de parte de Lauri de mi lado… no había nadie.

Ahora era la esposa de Lauri…sentí su mano tomar la mía y avanzamos por el pasillo central con la mirada de todos fijas en nosotros. Sentí su celular vibrar en la pierna, lo sacó y me sonrió, tras decir.-Es hora Liz…mi regalo.-dijo en un susurro.- Todos afuera!!!-gritó con mucha algarabía.

Y comenzamos a correr, a penas y podía seguirlo con mis plataformas.
Nos detuvimos cerca de la puerta para que me dieran mi abrigo. Salimos y me quede perpleja, una aurora boreal en todo su esplendor estaba sobre el cielo. Era fantástica…el movimiento..los colores… era algo mágico.

-¿Te gusta?... por eso escogí este lugar…además dicen que las auroras boreales traen suerte…en momentos especiales, y este es uno.-la mano que aun seguía unida a la suya, la elevo y la llevo hasta sus labios.

-Es…hermoso. Gracias!!.-y me tiré a sus brazos, besándolo y abrazándolo, perdiéndome en la calidad de sus besos, y de su amor…debía disfrutar ahora, y dejar de preocuparme tanto…era su esposa, y por la tanto debía estar mas que feliz.



N/A: Mira lo que ellos miran!!




***



La recepción la tuvimos en el salón principal del hotel. Comimos, bailamos y disfrutamos…y lo mejor de todo que en ningún momento recordé mi situación…estaba disfrutando al máximo el momento y haciendo que Lauri también lo disfrutase…que también fuera un día inolvidable para él.



Por fin quedamos solos, ya eran más de las tres de la mañana, lo confirmó mi celular tras encenderlo y vi que había un mensaje de voz de Kimi, lo active y escuche mientras Lauri estaba en el baño del Iglú de cristal.

Creo has de estar en tu boda, felicidades. No te olvides de tomar las pastillas para cuando vengas a tu visita.”


(N/A): Aww!! Saben Kimi iba ha ser el amante de Liz O.O pero no me dio tiempo para cuadrar esas escenas XD

Lo apagué tras escucharlo, no quería pensar en eso, no ahora.

-¿Quién era?.-dijo de pronto Lauri viéndome desde el umbral de la puerta del sanitario, con una postura relajada, y recostado sobre el  marco.

No le podía decir…que era mi doctor.-Una amiga de la universidad.- mentí. Él se acerco como si fuera un león hambriento, vistiendo apenas una bata de seda negra que contrastaba con su piel pálida, debía suponer que dentro de ella no llevaba ropa alguna.

Yo estaba sentada en la cama, y él se coloco frente a mí, sentándose en la cama viéndome como si…supiera que le estaba mintiendo.

-¿De verdad?-dijo ladeando su cabeza.

Odiaba mentirle pero…- Si…mejor. -me acerque a él y tomé sus labios entre los míos…lo mejor era cambiar de tema.

Sentí picar su barba apenas creciente de su barbilla cuando la rosó contra mi cuello, sus manos en mi espalda y cintura, palpándome. Una de sus manos encontró el zíper ladeado del vestido y con mucho cuidado lo bajó, mostrándome su rostro emocionado. Por la abertura que ahora había en mi costado introdujo una mano palpando mi espalda desnuda, quemando mi piel con su tacto.

Mis ojos veían mas allá del cristal del iglú, el cielo negro, como estaba mi corazón, mientras sentía como él iba bajando el ligero de mi pierna con sus dientes, mientras sus manos acariciaban mis piernas, me sentía querida, y amada él siempre me daba lo mejor de si, y yo?... yo engañándolo, omitiéndole la verdad…la cruel verdad.

Sus labios se posaron en mi cuello y succionándolo fuertemente lo concluyó en un beso.

-Hey!!-dije, rompiendo la magia entre los dos..-Eso dejara marca.-

Él se detuvo para verme al rostro.-Lo sé.-curvó sus labios en una media sonrisa…muy sensual.-Y es lo que quiero, que deje marca y todos sepan que tienes quien te quiera.-deposito un beso en mis labios.

-Que posesivo resulto ser el osito de Liz.-dije enrollando mis brazos alrededor de su cuello y devolviéndole el beso, pero sonoramente.

-Claro, pero solo con las cosas que sé que son mías, y tu Mi-elle eres mía…-dijo al tiempo que separaba mis muslos con su rodilla.

Y me deje llevar por las sensaciones, dejando de pensar y solo sentir, era lo que tenia que hacer dejarme llevar por las emociones de ambos, por el amor que flotaba sobre nosotros…solo pensar en el ahora…ok..no pensar…sentir Liz…siéntelo…ya!.

Ambos llegamos al tope de nuestra pasión y justo en ese momento vi sobre nosotros  una aurora.

-La…uuu.rii-dije entre jadeos. Él al instante se detuvo, viéndome confundido.

-¿Qué?.-

-¡Una aurora!-

Terminamos la labor de amor que estábamos llevando acabo, él se dejó caer sobre mi y rodó hasta mi lado para contemplar también los fuegos del cielo…porque así era como se miraba, como si estuviese en llamas, sobre nosotros.

-¿No…es…algooo…maraviiii…lloooso?- dijo entrecortadamente por el agotamiento de la faena de amor, terminando con un gran suspiro de satisfacción.

-Lo es…gracias osito…por hacer de este día el mas inolvidable para mi.-me pegué a su pecho desnudo para descansar, pero sin dejar de ver el cristal del iglú y como resplandecía sobre nosotros la aurora de colores.

-Es fuego…el cielo se está quemando para nosotros, y ….definitivamente vamos a tener un varón, es de buena suerte…hacerlo…y que una aurora te acompañe…es como una señal del cielo.-musitó con trabajo.

No dije nada…si era una señal, no podría ser de mi embarazo o …si?.



***



Solo tres días teníamos libres para nosotros, luego Lauri volaría al inicio de su próxima gira…retornando hasta en marzo. Era una buena época, podría llevar a cabo mi radioperacion y si todo salía bien….quedaría sin el tumor y podría llevar una vida normal, sin preocupaciones y sin…darle una tragedia al que solo amor tenia hacia mi.

Lauri había ido por el desayuno en el carrito de golf que nos habían dejado, ser recién casados tenia sus beneficios. Miré al cielo a través del vidrio y noté que  estaba despejado. Me incorpore en la cama, me puse el abrigo y salí a respirar el aire puro de la mañana.

A medida que avanzaba se me iba haciendo mas borroso la lejanía, a penas y podía distinguir las montañas, me quité los lentes y los limpié con la mano, me los volví a poner y …seguía igual miraba empañado, avancé mas…hasta que mis pies tocaron la nieve, y me adentre mas en el bosque.

El cielo se estaba poniendo obscuro, creo las nubes habían rechazado mi vistazo, elevé mi rostro y… apenas y podía distinguirlo, esto ya me estaba preocupando, me detuve y mire a mi alrededor, me había alejado un poco de los iglús, los arboles se miraban como si los estuvieran moviendo, y obscuros.

Volví mi mirada otra vez a los iglús, y ya no los podía distinguir, me alarmé. Me quité los lentes y froté mis ojos con mis puños cerrados fuertemente, los volví abrir y …no podía distinguir los arboles solo miraba una mancha en su lugar, vi al cielo y apenas y miraba su claridad, en mi pecho sentí el mal presentimiento de la situación, mi respiración se volvió mas superficial, y mis ojos se humedecieron ante la angustia de mi estado.

Me volví a frotar los ojos con furia, estaba viendo muy borroso, hasta que …poco a poco deje de ver las manchas de los arboles y ahora…apenas y miraba el entorno, mi corazón comenzó a latir a una velocidad estrepitosa, pero era por el miedo…el miedo a..

Me giré viendo a todos lados como frenetismo, empecé a caminar de regreso a los iglús, pero me tropecé con una raíz que no vi, agache mi cabeza y …palpe la nieve que se suponía era blanca, pero yo …yo ..yo…la estaba viendo gris. Una lagrima rodó por mi mejilla. Hincada en la nieve, vi a mí alrededor y toda la nieve iba cambiando de color muy rápido, de gris suave a gris oscuro. Para este entonces mi corazón lo sentía en la garganta, y mis lágrimas nublaron aun más mi visión, mientras el miedo me ahogaba.

¡!Oh no!! Me  alarmé…!no podía estar pasándome esto!…estaba…estaba perdiendo la vista. Me incorpore para tratar de llegar a la comodidad de mi habitación, pero otra vez me volví a tropezarme por ir apresurada. La realidad me golpeo con furia, sentada sobre la nieve, la tomé entre mis manos temblorosas…oh no!!

Alcé mi cabeza para ver el cielo…que ahora era negro…giré mi cabeza y mas negro…abajo hacia mis manos donde sabia y sentía la nieve blanca ahora solo miraba en tinieblas.
Estaba ciega.

¡No!..

¡No!.

¡No.!.

¿Lauri, dónde estaba él?... ¿dónde?..no quería estar sola, me sentía perdida…abandonada…
frustrada, con mucho frío y miedo…a lo desconocido.

-Lauriiiiiiiiiiiii-grité una y otra vez, desesperadamente, girando mi cabeza a todos lados con frenetismo, tenia miedo..no veía nada… estaba ciega… solo podía sentir…mucho miedo…desesperación…frio…

-Lauriiiiiiiiiiii!!- escuché mi grito implorante, lo necesitaba…lo quería cerca de mi.

-Lauriiiiiiiiiiiii!!- me puse en pie, tenia que llegar al iglú… pero a penas di dos pasos y me volví a
caer quedando en gatas.

El viento helado estaba congelando mis lagrimas, que salían borbotadas por mis ojos, mi rostro ardía, por el esfuerzo de gritar y por la mueca de dolor que seguramente estaba impregnada en el.  Comencé a gatear…por sobre la nieve que quemaba mis manos sin guantes- ¿Lauri!!…dónde…estas?.-dije llorosamente.- Te necesito…Lauri!!…ven a mi.-susurre entre sollozos ya cansada de tanto gritar.

Creo estaba avanzando en círculos porque solo nieve y mas nieve sentía. No podía estar ciega, no ahora, no un día después de mi boda, no sin haberle dicho como eran las cosas a mi osito.

-Lauriiiiiiiiiiii!!-grité apenas, mi voz sonó carrasposa y sufrida, cualquiera que me escuchase creería que me estaban matando…pero solo eran mis ojos, que se había ido la luz de ellos, para nunca mas ver nada.

-Lauriiiiiiiiiiiiiii!!-volví a gritar…¿acaso no me escuchaba?, ¿o no me miraba?, no sabia lo mucho que lo necesitaba ahora…y para siempre?

Llevé ambas manos a mis ojos, frotándolos con la nieve que había en ellas, aliviando el dolor efímero que tenían…y quitando mis lagrimas congeladas, Lauri…¿dónde estas?.

Me deje caer en la nieve, recostándome en ella, sintiéndome vencida y cansada.


 Mis ojos!!...mis ojos!!.





Lauri p/v




De regreso a nuestro iglú iba cuando a lo lejos vi a alguien tirado en la nieve, detuve mi carrito de golf, bajándome para llevarle la comida a Liz, y luego ir al auxilio de esa persona. Al entrar no vi a nadie, y ni sus zapatos estaban. Dejé la bandeja sobre la cama para auxiliar al que estaba sobre la nieve.

Salí y lo escuché un grito lleno de agonía y dolor, que decía mi nombre, pero eso no fue lo que me hizo palidecer, si no, el darme cuenta que era mi Liz, ella estaba gritando mi nombre, desesperadamente y con mucha urgencia. Me paré fuera del iglú para identificar de donde venia su suplica de auxilio, ¿o era la persona que había visto antes? No busqué mas, si era ella, y ahora poco se iba incorporando de la grama blanca,   quedando  hincada en la nieve meciéndose hacia adelante y atrás, con ambas manos en su rostro, tapándolo y solo quitándoselas para gritar mi nombre otra vez.

Sentí pavor y mucho miedo…de que era lo que le había pasado. Salí corriendo lo mas rápido que pude, pero en mi carrera lo sentía tan lejos, como si nunca pudiese llegar hasta ella, sus implorantes gritos llenos de dolor, me rompían el corazón, haciéndome querer volar hasta llegar hasta ella y darle alivio.

-Lauriiiiiiiiiiiiiiiii- volvió a gritar llorosamente y ya sin ganas.

Me abalance hasta donde estaba ella, tratando de entender que era lo que le estaba pasando, porque me llamaba tan sufridamente.-Liz!! Aquí estoy!!- dije tocando sus hombros, al instante retiro las manos de su rostro y busco él mío, a tientas como si no pudiera verme que ahí estaba.

-Lauriiiiiiiiiiii- gritó agudamente, nuevamente, mostrándome su rostro compungido por el dolor, y cubierto de sus lágrimas hiriéndome profundamente su estado.

-Lauriiiiiiiiiiiiiii, no te.. no..no..no te…puedo ver.-dijo rompiendo en llanto, pero era ya como un sollozo, de los que quedaban cuando se había llorado mucho.-No puedo …verte…no puedo…no..puedooo..no..no..puedoooo!!.- volvió a gritar hacia el cielo.

Me quede congelado, no por el ambiente, si no por sus palabras, buscaba sus ojos con los míos, para que se diera cuenta que estaba ahí, pero… ella no podía hacer contacto con los míos…estaba ciega.

Ella se tiró a mi pecho, para seguir llorando sobre mí. Sentí sus brazos abrazarme pero yo aun seguía inmóvil, no podía ser cierto…Mi-elle no estaba ciega…no.

-No veo!…no puedo verte!, tu cara!, tus ojos!, tu sonrisa!!..nada…-seguía llorando sobre mi, mientras gritaba histéricamente, sacudiéndome con sus manos violentamente.

Sentir sus manotadas sobre mi espalda, me hizo reaccionar de mi estupor, antes de abrazarla limpie mis ojos con el dorso de mi mano, ya que no me había dado cuenta cuando mis lagrimas habían comenzado a salir. La tomé en brazos y comencé a caminar de regreso. En todo el trayecto no paró de decir que estaba ciega…eso ya lo sabia, no tenia porque seguir repitiéndolo, pero tal parecía que lo hacia para creérselo ella, y no yo.

La apreté mas contra mí, dejando que se hundiera en mi pecho, ella no podía estar pasando por esto…ella. Y lo entendí, tenia que estar enferma, por eso mostraba un semblante apagado..por eso…lloraba el día de la boda.

Mi carcomía verla sufrir de esa manera. La coloque en la cama, y me quise alejar para traerle el desayuno, pero no me dejó, jalándome de la solapa de mi abrigo me retuvo con ella, me acerque entonces, para brindarle mi compañía, y decirle con mi cuerpo que ahí estaba para ella, que no estaba sola que me tenia a mi.

Se hizo bolita en mi regazo, como si fuese una niña, a la que yo mimé, con mi canto,  y mis besos, mientras sus sollozos eran casi inaudibles. Mi voz no estaba bien, en ocasiones no me salía clara ni una palabra, por el ahogo de mis emociones, estaba tratando de controlarme por ella, y no aumentar su sufrimiento.

La recosté en la cama, y automáticamente se puso en posición fetal, quise moverme, o decirle algo, pero no tuve el valor para alejarme de ella, así que me recosté también junto a ella, acomodándome a su posición, abrazándola con todo mi ser, acariciando su cabello, y su espalda, tarareándole…nuestra canción.

No sé cuanto tiempo pasamos así, en esa posición, pero lo único que confirmaba el avance del
tiempo era la noche que se cernía sobre nosotros…acompañándonos en el dolor con otra…aurora boreal.

-Lauri.- dijo por fin, tras casi medio día sin decir palabra.

-Si.- aproveche para cambiar de posición, mi hombro dolía, su cabeza yacía ahí demasiado tiempo…pero yo no seria capaz de moverme si ella no lo hacia.

-Tengo miedo… es como…como…-inhaló temblorosamente el aire de nuestro alrededor.-Si hubieran apagado la luz para siempre, tengo…mucho miedo osito.-y la escuché comenzar a sollozar y a temblar.

-No pasa nada Mi-elle, yo seré tus ojos, guiare tu camino, además siempre estarás a mi lado, no tengas miedo…amor…porque siempre estaré ahí para ti.-la apreté mas a mi, dándole todo mi calor y mi amor, que supiera que eran verdad mis palabras, que ella era lo mas importante para mi.

-Seré un estorbo…una ciega, una…-

-Calla!!, eres mi esposa, mi mujer, mi amiga, mi otra mitad…¿no harías tú lo mismo por mi si fuera la situación al revés?, yo sé que si, y nunca vuelvas a decir que eres un estorbo, porque eso me hiere.- Levanté mi cabeza para buscar su rostro, con mi mano libre elevé su cara y acaricié sus labios con los míos, en una sutil unión de ellos, necesitando su contacto mas que nada en ese momento.




***




Llegamos a Helsinki muy temprano al día siguiente, en el viaje hasta la casa llamé a Eero y Aki para contarles lo sucedido, a Pauli no lo pude localizar, pero en fin, la noticia igual le llegaría. Ya no iría de gira, si me entendía bien si no… ya que importaba. Pero ellos lo tomaron bien y me dieron su apoyo para retrasarla hasta nuevo aviso. ¿Con acciones como esas como no amar a mis amigos?.

Liz estaba mejor, ya no lloraba a todo momento, ni se lamentaba por ya no poder ver las cosas, apenas y me contó que por una debilidad en sus corneas, era que existió la posibilidad de la perdida de vista, y que ahora estaba en lista de espera para recibir un donación de corneas.

El día entero lo pasamos acurrucados en nuestra cama, solo escuchando música, de todo tipo la que estuviesen pasando en la radio, pero cuando sonaron una de la banda…Living in a world with at you…había rotó en llanto…pero¿ por qué?.



Los días fueron pasando…y cada vez tomaba mejor su ceguera, caminando por la casa, reconociéndola. Pero su actitud en ocasiones me era muy sospechosa, por ejemplo cuando hablaba por teléfono y la sorprendía en ello, la notaba nerviosa y terminaba la llamaba rápido.

Esperé a que se durmiera en mis brazos, aun no se acostumbraba a hacerlo sola. La acomodé en la cama para que descansara y avancé hacia mi objetivo; su Iphone.

No era de andarla espiando, pero era muy sospechosas sus llamadas por teléfono, me tenían intrigado y…alarmado. Revisé su inbox pero no había nada, estaba limpio, raro, seguí con sus ultimas llamadas y vi un tal KimiR, no conocía a ningún Kimi…lo seleccione y apreté la tecla de llamar.



Tras colgar la llamada, descubrí que era un doctor…y no uno cualquiera si no un neurocirujano.

El celular cayó de mis manos al suelo, rajándose la pantalla por el estrepitoso impacto, pero poco me importo si lo había roto…lo que realmente me importaba era saber porque Liz se llamaba con un neurocirujano, acaso…ella… sentí un frio interno en mi cuerpo ante el pensamiento de esa palabra.


Cáncer.



***




Llegué lo más pronto posible al hospital donde Kimi me había citado. Nunca solía manejar como un loco, solo en raras ocasiones lo hacia…y para ser concretos solo cuando involucraba a Mi-elle.

Me bajé y tras pisar el suelo me tambaleé, agarrándome fuertemente de la puerta abierta de mi coche.

Inspire aire de mas para sentir pasar el malestar, pero no pasaba, y era porque no estaba preparado para recibir una noticia así, ella no …podía tener cáncer. Cerré el carro y me posicione en la acera, acachándome, sentándome, con mis piernas encogidas y sosteniendo mi débil cabeza entre mis manos.

Una  joven paso y se detuvo tal vez llamándole la atención mi estado deplorable, me pregunto si estaba bien, y solo fui capaz de levantarle mi pulgar, se fue sin mas, dejándome solo…pero no tenia que seguir en esta zozobra, me puse en pie y corrí en dirección a la entrada del hospital.

Llegué a su consultorio y tras una  breve presentación y actualización de la situación de mi Liz…dijo sin más.

-Ella tiene un tumor maligno-. dijo mirándome fijamente a los ojos, cargados de consternación y pesadez.

Mi corazón dejo de latir por un milisegundo supongo, ya que todo en mi se paralizo, desde mi respiración, mi calor, mi parpadeo, y mis esperanzas, Mi-elle tenia cáncer, tenia…tenia… me sentí ahogar, por la falta de inhalación de aire, no podía siquiera aliviar el ardor  de mis ojo…Mi-elle tenia cáncer, esa palabra hacia eco en mi mente una y otra vez, haciéndome pensar que era una broma, una pesadilla de la cual tenia que despertar.

Ella no se podía morir, no podía abandonarme, no aun…no cuando era tan joven nuestro amor, nuestro futuro.

Miraba que la boca del doctor se movía, pero no le podía escuchar nada, levante mi mano lentamente para decir que parara, que ya no hablara…no le estaba captando nada, en mi mente solo se veía la palabra cáncer.

-….pero aun hay posibilidades, solo es de hacer el tratamiento.-

Capté apenas, tras salir de mi estupor, para entender lo que decía.

-¿!Cómo!?.-dije tras retirar rápidamente una lagrima que se había escapado de mis ojos…y de mi corazón.

-Si, ella se ha estado tomando las pastillas, teníamos planeado realizar la radiooperacion, tres días después de la boda, pero entonces paso lo de sus ojos y se rehusó a venir.- se recostó en su silla, que ahora hacia un ruido chillante cada vez que se balanceaba, tal vez él estaba tratando de quitarse el estrés, pero a mi…me lo estaba provocando.

Había una posibilidad…¿la había?

-¿Y con esa operación se …salvara?.- me acerque mas a su escritorio, apoyando mis manos en el, atrayendo su atención hacia mi.

-Bueno..solo hay un 35 % de probabilidad de que funcione, eso es porque no sabemos si ya se ha extendido a otras partes del cuerpo, los tumores en esa región tienden a extenderse en muy poco tiempo, pero si no lo ha hecho y lo encontramos con su capsula intacta, ella podrá vivir, por muchos años mas.-

Lo que quería escuchar….vivir por mas tiempo…el que necesitábamos, el que nos merecíamos…era injusto que esto nos estuviera pasando, no solo ella enfermaría, yo también….mi alma seria la sufrida si ella…si…

-Y cuando podría hacerle eso?-dije con apremio.

-Mañana mismo, si ella así lo quiere, es tan raro ver a una chica tan joven con un tumor, pero al menos podemos intentarlo.-

-Y sus ojos?- ella tenia que ver…si no su recuperación no seria completa.

-Ya esta en la lista de espera, pero tratare de que llegue a ser la primera en la lista de recibir un par de corneas.- vio como miraba con odio su silla y creo tal vez entendió mi malestar, porque se puso en pie, para caminar de un lado al otro cerca de su escritorio.

-Yo le podría donar una de mis corneas, no necesito los dos para vivir felizmente.- él detuvo su andar al instante, viéndome perspicaz, evaluando mis palabras anteriores.

-Muy valiente, pero esta prohibido realizar donaciones de personas vivas, no se puede así.



***



Tras salir casi corriendo del consultorio, llegue a mi auto y prácticamente volé por las carretera hasta llegar a mi casa…donde Liz estaba esperando por mi.

Aun había una luz…en todo este problema..aun lo había.

Cerré tras de mi al entrar, pero me quede recostado tras la puerta, tenia que serenarme, me  sentía muy entusiasta pero al  mismo tiempo enojado con ella, por no haber compartido conmigo su dolor…ella no debía porque sufrir sola…yo quería aliviar su carga, y lo iba  hacer.

–¿Lauri?.-dijo ella cerca de mi. Abrí mis ojos, buscando de donde había venido la voz, y la vi sentada cerca del piano de cola, llegue hasta ella, agachándome y recostándome en sus piernas, apoyando mi cabeza en ella, y mis brazos abrazando su cintura.

–Acabo de estar con Kimi–susurré, no tenia porque darle más rodeos a las cosas, ella se iba a operar aunque no quisiera.

Al instante de la mención del nombre trato de quitar mi cabeza de sus piernas y liberarse de mi abrazo, pero no la dejé, y solo me retiré cuando la escuché sollozar.

– No!..no!!...no!!! –decía una y otra vez contra sus manos que ahora cubrían por completo su rostro. – No debías enterarte!!!...no debías!!!. –dijo entre sollozos.

– No Liz, claro que debía, eres mi esposa, mi mujer, mi compañera, y por lo tanto si tu caes yo te levanto, soy el que vela por ti…nadie mas…¡.tenias que decirme! y eso me molestó, pero no importa…no importa ahora. – con mis manos trate de quitar las suyas de su rostro, no quería pero al final se rindió.

–Fui una cobarde!! Lo sé, pero quien era yo para amargarte el día tu boda….¿quién? dime!! – la contemplé fijamente, como sus ojos se hacían mas pequeños por el esfuerzo de para de llorar, su mentón se arrugo mostrando un tierno puchero en sus labios, los cuales rocé con los míos para aliviar su tormento por un momento.

Contra sus labios, sintiendo nuestras respiraciones. –El amor de mi vida, mi otra mitad, la luz de mis días. – conteste su pregunta, terminándola con otro beso, pero este no tan inocente como el anterior.

–No!!...voy a morir!!...a morir!! Y lo siento, por ser tan egoísta y hacerte sufrir por una esposa ya vencida…lo siento– apoyó su frente contra la mía, para luego abrazarme. Su rostro escondido en mi cuello, su respiración fuerte contra mi, me hacia estremecerme, aun estaba viva. La apreté contra mi pecho, para sentir su corazón contra el mío.

-No, vas a vivir, y te vas a curar…mañana iras y te operaras…–

-No!!...no!!! sabes que pasara si no resulta?...no quiero quimioterapia para alargar solo mis días de dolor….no quiero que veas a una Liz toda demacrada…eso no es vivir…– se apretó mas contra mi, su boca ahora posaba cerca de mi oído, escuchando su intranquila respiración..pero al menos aun lo hacia y yo me encargaría de que lo hiciera por mucho mas tiempo.

–No!!...lucharas por ti..por mi…¿acaso quieres matarme del dolor?.¿.acaso quieres que te cante en tu funeral mientras tu estas en el cielo viéndome sufrir?, ¿y tú en el gozo celestial?. ¿¡Ah!?.. ¿Es eso lo que quieres para mi?....lucha!!! no te des por vencida.. Confía en mi… hazlo por mi…vive por mi…Liz..por que yo sin ti…no podría hacerlo- Sentí mis mejillas humedecidas, y al parecer ella escuchó algún sollozo de mi parte, porque rompió el abrazo, atrapando mi rostro entre sus manos, para palparlo todo…hasta que llego a mis húmedos parpados cerrados.


-No…no llores por mi… no lo hagas osito. –dijo entre suspiros. Limpió mis lagrimas con sus manos.-No lo hagas. –guardo silencio, y aproveche para abrir mis ojos y ver su reacción, se tenia que hacer eso…lo tenia que hacer.

-No insistas osito, porque no lo hare.-su declaración golpeó fuerte mi conciencia. ¿Cómo se atrevía a darse por vencida?...¿acaso su amor propio era tan mínimo?, o el que decía tener por mi?.

La tristeza del momento había volado con sus palabras, ahora la ira reinaba en mi, y con ello dos lagrimas Quise apartar mi rostro de sus manos, pero ella lo apretó  mas evitando mi acción.

-¿Por qué me haces esto?...y a ti?...¿por qué?.- dije ya una vez mi ira pasó, no quería lastimarla con mis palabras, que sabia serian hirientes si no me calmaba.

-No me pidas eso Lauri…no.- apartó una de sus manos de mi mejilla y secó mis lagrimas.

-Hazlo por mi.-le rogué.-Hazlo.- Pero ella solo movió negativamente su cabeza, sonriéndome.-¿Por qué?.... porque no vez lo que yo veo?....amate un poco, y déjame a mi velar por ti, confía en mi, confiemos en el doctor, haz un intento, hazlo…-guarde silencio, mi voz se quedo atragantada en mi garganta.-por favor.-

-No llores Lauri… no lo hagas.-ahora ambas manos suyas yacían sobre mis parpados, que los había cerrado con su acción, pero como detener mis lagrimas, si el producto de mis sentimientos, el sentir de mi ser…de mi alma…el reflejo de mi dolor y pesar era por su culpa, por su negativa.

-No lo hago, porque sé que no resultara, tal como pasó con mi madre, no quiero sufrir si no es necesario.-

-¿¡!Pero si prefieres verme sufrir!!?.-estallé, en un grito que la hizo temblar de susto. Con fuerza retire sus manos de mis ojos y me aparte de ella, de su negativismo.-Tu no eres ella!!, maldita sea!! Quiérete un poco más….quiérete tal y como yo lo hago.-

-No.- dijo entre sollozos. La había asustado, lo sabia, nunca le había levantado la voz, jamás, y quise disculparme, pero no era el momento de bajar la guardia con ella.

-Maldición Liz!!...Maldición!!...Maldición!!...hazlo…maldita sea!!..Hazte la maldita radioperacion….- ella solo negó con su cabeza y me quede quieto, si hablaba podría decir cosas de las que me podría arrepentir luego, si me acercaba a ella…haría..haría…respirando pesadamente, di medio paso atrás, y me dirigí a la puerta, tenia que dejarla sola o…

-Mentirosa.-dije con rencor, desde la puerta listo para salir.-Tus votos hacia mi fueron una mentira…no me amas, porque  sí lo hicieras, no dejarías de luchar y huir de mi lado, y darte por vencida como lo estas haciendo ahora…tu no me amas, como yo lo hago.-y cerré con gran estridor la puerta. Mi mano aun seguía en el domo de la puerta, no lo podía soltar, lo agarraba tan fuerte que forzaba con lastimarme, canalizando inconsciente mente mi rabia e impotencia ante la situación.

Ella no me amaba, si no, ella lucharía por vivir, por no irse de mi lado. El peso de mi cuerpo fue grande para mis piernas venciéndolas, tal y como la conciencia de saber lo que me esperaba, verla en una muerte rápida, por su negativa.

Escuché que algo se movió dentro de la habitación y por fin avance lejos de su cuarto por el pasillo en busca de las escaleras y llegar a la primera planta. El frio del metal del pasamano me hizo detener, reflexionando en mis palabras, retractándome de ellas, ella no era una mentirosa, me amaba…pero tal vez no tanto como yo, y prefería a no luchar.

Ella no se podía dar por vencida, reflexionaría y lo haría…por ella y por mi…por ambos, lo haría no?. Pero sabia que su madre había muerte tal y como había empezado ella, y era un recordatorio infalible, ¿acaso iba a ser capaz de …cantarle en su funeral como le había amenazado?.

Deslice mi cuerpo por el andar de mis piernas en las escalares, restregando la manga de mi camisa por mi nariz y mis ojos, limpiándolos, cuando tras de mi escuché un desplome, giré mi cabeza y vi apenas su pelo rubio desparramado por las primeras escaleras con una mano colgando de ellas.

El miedo me paralizo, ¿y que si se hubiese tropezado unos pasos después?, hubiese caído rodando por las escaleras. La vi levantarse y yo aun inmovilizado en el inicio de las escaleras sin poder subir y socorrerla.

-No lo soy.-dijo ya reincorporada, quitándose su melena leónica del rostro, dejándome ver el dolor en el, sus ojos contraídos por el esfuerzo de llorar, porque lo estaba haciendo, y sus lagrimas brotaban como si fueran una cascada, una tras otra-No soy una mentirosa, ¡te amo!-gritó fuertemente, cerrando sus ojos, limpiando su nariz húmeda con su mano.-¡No fue mentira lo que dije!...mis votos son reales!!...te amo!! Te amo!! Te amo!! Te amo!!, no digas que no lo hago.- inspiro amargamente mientras se atragantaba con su saliva.-¡Te amo Lauri!!.

Avancé apresuradamente por las escaleras, subiendo de dos en dos las gradas, sentándome frente a ella, y viéndola.-Si me amas, demuéstralo.-susurré, y no sabia si lo había dicho muy bajo, porque ella no dijo nada de inmediato. Quise acariciar su rostro, limpiar sus lagrimas, aliviar su dolor, pero no hasta obtener una respuesta, y si era negativa…

-Lauri te amo.-alzó los brazos para buscar en mi un abrazo, pero los deje en el aire, esperando. Me carcomía no abrazarla, no consolarla y estrecharla contra mi, pero de alguna forma debía entender mis palabras, y si mi rechazo lo hacia, pues bienvenido fuera.

-Abrázame…-dijo quedamente. Guardó silencio.  Sus ojos se arrugaron del dolor de mi negado abrazo.-Te necesito, no me dejes sola, no quiero.- otra oleada lagrimas la azotó. Estaba sufriendo por mi rechazo, pero mas lo hacia yo por su negativa.- Llévame entonces!! Llévame al maldito hospital y hagámoslo!!.-soltó rabiosa al fin.

Dejo caer su cabeza y sus brazos vencida, por sus propias palabras y sus acciones y solo entonces me acerque mas a ella y la abracé, tan fuerte como pude, tan largo como se nos fue posible, no quería soltarla y dejar que se retractara…quería tenerla entre mis brazos por siempre.

-Gracias.-dije contra su cuello, depositándole un beso sonoro.

-Gracias. - volví a decirle, y que entendiera que era lo mejor para ambos. Debíamos encarar juntos su cáncer, porque lo mío era de ella y lo de ella era mío.

















***





Estaba intranquilo…. Hacia mas de cuatro horas que había empezado la radioterapia. Me paseaba de un lado para el otro por toda la sala de espera, de vez en cuando volteaba a ver a mis amigos; Eero, Aki, y Paula, que había venido para acompañarme en estos momentos. No se los pedí, pero cuando les conté ellos se había ofrecido.

Boté el vaso de cartón, el café se había acabado otra vez, no sé cuantos llevaba ya, pero no podía dejar de tomarlos, al menos me calmaban los nervios, o eso quería creer. Ocupaba otro.

-A donde vas?- dijo de pronto Eero, deteniendo mi andar hacia la cafetería.

-Necesito un café, ya vuelvo.- me di vuelta, pero habló de nuevo deteniéndome.

-No lo necesitas, ven siéntate con nosotros, relájate, libera tu mente y piensa positivo, el doctor no tarda en salir, y veraz que son buenas noticias…relájate ven.- para este entonces ya estaba tras de mi, con su mano en mi cabeza.

Quería pensar en positivo..pero y si…ya era demasiado tarde? Y si el tumor ya se había extendido?...como podía alegar esos pensamientos de mi cabeza?.como_?

-No quiero que se muera.- dije, mientras volvía al asiento con él.

Eero me paso su brazo por mis hombros.-Lo sé… y te entiendo..yo tampoco quería perder a Helena…no lo quería, pero tuve que aceptarlo, pero en tu caso no tendrás que pasar por esto, ten un poco mas de confianza, si piensa que va a salir mal, así será...visualízala sana y contigo..-
Helena, de solo recordar su muerte me daban escalofríos mis vellos se erizaron…yo no quería pasar por lo mismo otra vez. No!.

Me senté y Paula y Aki me sonrieron, no les devolví la sonrisa, solo un asentimiento con mi cabeza…

Tal vez pasaron minutos o horas….hasta que el doctor salió con su traje verde de pies a cabeza. se acerco a nosotros. Yo casi salte de mi silla, para ponerme frente a él.

Se quito la mascarilla verde, sus ojos azules no me decían nada…todo era una incógnita…

-Y bien! Como les fue?.- dije muy entusiasmado, pero a la misma vez con mucho miedo. Si el empezaba con su dialogo de “hicimos todo lo posible”….ya sabia cuales era las siguientes palabras…todo mal…mal…mal.

Me quedo viendo fijamente por lo que creo fueron eones de años, hasta que al fin abrió la boca para contestarme.

-Hicimos la radioterapia.-

-Si..si y?.-

Se quito el gorro verde de su cabeza agachada…¿Por qué no me respondía de una maldita vez!!!?.

-Encontramos el tumor con la capsula…-

-¿Abierta o rota?- ¿por qué sentía que hablaba tan lentamente?…o era mi imaginación?...si estaba abierta el tumor se había expandido, pero si estaba cerrada…ella viviría conmigo hasta la vejez…

Exhalé fuertemente, la incertidumbre me estaba matando!!.



-Estaba….


2 comentarios:

  1. un cap demasiado largoooooooooooooo, largoooooo ahahahaha
    me mueroooooooooooo pinche estress para leerlo jajaja en clase y mirando la lap awww
    1 la boda toda bella y mi paula ahi toda hermosa jajaja
    como iba vestida?
    2 mi Liz una cobardeeeee yo le hubiera dicho, pinches llevame al hospital me morire en el intento ahahaha no la neta no jaaja seria muy cruel ver a mi osito ahi todo acongojado por lo que pasaba
    3 jaaaaaaaaaaa no te dije que en el cap anterior o cuando aparecio Kimi fue asi de >.< mi vidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jajajajjajaa
    dime como madafaka no amar un doctor asi, hasta yo seria su amante jajajajaja
    3.1 aunque me hubiese gustado ver esa parte de los amantes jajaja Lauri no se le merecia ¬¬ inche Dan ehhhh que feo que ´paso por tu cabeza esa idea loca jajajajaja
    (llego mi maestro pero "x")
    4 los igluuuuuuuuuuuus tu toda explicita jajajaja amooo como Laus percibe cada parte de Liz ajajjaja
    5 Mira que salir y empezar a perder la vista ahaha no maaaaaaaaaaa
    yo me miaba al leer eso! hasta frenesí salia de mis pupilas ¬¬ odio eso jajajajaja me sentia nerviosa
    6 Pobe de mi Laus todo ahi llorosoooooo, sabes lo que pense cuando vio su iphone dije ahahaha va a decir que era su amante ahahaha pero no jjajaajjaajajaja hubiera estado bueno jajajja
    7 mi doc todo de verde sabrosooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
    8 donde demonios estaba Pauli??? ehh ehh?
    dame una explicacion congruuente ahora mismo ajjaajajaj
    estoy celosa
    9 Eero amo a Eero te lo juroooooooooo
    10 bueno por que siempre lo dejas asi? estoy en ascuas ajajajajaja pero esperare ahahahaha
    no puedo decirte que predicare para ahora por que ya es un hecho que la madre de Pietro salga mañana ahahahahhaha ahora si ya me dio miedo jajajja :3

    bueno y estos fueron los 10 ptos de Sogo ahahaha
    moriree con el final estoy segura

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  2. no se si Liz soltaba mas lagrimas que yo :'(
    la boda hermosa! con auroras boreales y todo.. wow...

    Liz ciega aaww u.u no quiero es que en el prox cap tiene que pasar un milagro.. >.<

    Lauri .. pobre.. somo sufre..
    yo digo.. la piedra del Oblivion aparte de obvio propósito tambien da mala suerte? ¬¬ es que assshh.. ya es mucho sufrimiento para los dos :c

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