"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

martes, 30 de octubre de 2012

Oblivion -C35-

Hola!!!otra cap!!! el final se acerca!!! OMG...estoy tan emocionada!! ....







CAPITULO XIII


Milán en otoño, el viento se hacia mas fuerte y los arboles perdían sus hojas. Todo estaba cambiando inclusive la vida de Liz. Solo un mes había pasado desde que Lauri le había pedido que casaran, y tenia que tener todo listo para enero el día pautado para su unión, aunque solo en cuanto a la ropa se haría cargo ella, lo demás todo seria sorpresa.

Los dolores de cabeza había aumentado y ya las aspirinas no funcionaba, cambió de analgésico pero muy poco efecto tenían en ella. Tanto estrés la estaba matando. Estaba tomando mas clases teóricas que de costumbre, ya que el próximo periodo seria sabático, seria sus meses de casada y por nada del mundo quería pasar lejos de su osito.

La banda tenia programada su retiro hasta en marzo, y luego tendrían su luna de miel, solo se casaban en enero por la sorpresa que Lauri quería darle. Sabia que seria algo espectacular, ya había hecho sus averiguaciones de lo que en realidad albergaba Saariselkä, pero no sabia lo que la mente de su amado tenia planeado para hacer de esa fecha aun mas inolvidable de lo que ya iba a ser.

Tras salir de clases todos los días se iba a buscar su vestido de novia a las tiendas, pero por mas que veía no encontraba el indicado. Quería uno que no fuera tan espectacular, lo quería sencillo pero único, no uno común de los que todas las novias usaban no, lo quería propio, y de su estilo, pero tal parecía en Milán no estaba.

Los encuentros con Lauri eran cada vez menores, ahora estaban de viaje por Asia y con los cambios de horario siempre chocaban con sus clases, y con el tiempo disponible de él, para verse por skype.

Sus clases terminaban en noviembre y para ese entonces se mudaría a Helsinki. Le propuso a Lauri vender su apartamento, pero él se rehusó, diciéndole que además de la casa del Lago di Como, tendrían ese su otro nido de amor cuando volvieran a Italia, y ella claro acepto, no le podía negar nada.

Entre la rutina y sus estudios, los días fueron pasando y aun no tenia su vestido de novia. Era tiempo de viajar a Paris.

Un fin de semana fue el ganador y tomo el primer vuelo a parís la ciudad del amor y la moda, ahí si encontraría su vestido.

Tras llegar a su hotel, apenas y comió algo, y salió disparada a las calles, para encontrar su vestido. Fue a la calle de modas, y entro a cada tienda de diseñador. Había miles de vestidos de novia, pero no el que hiciera clic con ella, tenia que sentirlo tras verlo, que seria el suyo, el que Lauri vería cuando se casaran.

Eso la llenaba de nostalgia, Lauri se había ofrecido acompañarla a su viaje a París, pero ella se rehusó, no porque creyera en supersticiones, si no que se puso en su lugar y viajar desde Taiwan hasta ahí era un viaje cansado, lo extrañaba mucho, pero ya faltaba poco para que se reencontraran unos días mas no harían la diferencia.

Ya por la noche, cuando el cansancio pudo con ella, volvió a su hotel, casi y perdiendo su cita con Lauri por skype.

-Hola osito.- ella se acerco mas a la pantalla, para darle un beso, el cual Lauri atrapo con su mano y lo llevo hasta sus labios.

-Mi-elle, hoy te ves cansada, ¿que ocurrió?, ¿qué te hizo París - quiso sonar celoso, pero su alegría por verla fue mas grande.

-No me dejo encontrar mi vestido, y el avión me quito unos cuantos años de vida cuando por turbulencia cayo en picada unos segundos, juro que pensé que moriría, no si mas bien lo vi…-

-Oh… he experimentado eso, y es un mal recuerdo que te acompañara de por vida, ahora soy mas selectivo con las aereolinas que escojo.-sus ojos parpadeaban demasiadas veces, demostrando inconscientemente lo cansado que estaba.

-Es muy tarde, creo deberías descansar y mañana hablamos.-

-No, no le hagas caso a mis ojos, ellos no son yo en este momento, me traicionan pero…. Yo quiero hablar contigo.-al final de la frase cerro por demasiado tiempo sus ojos.

-Lauri, osito, ve a dormir, en cualquier momento vas a caer sobre el teclado y quedaras con la compu abierta y encendida, ya tendremos tiempo para vernos por  siempre, estas muy cansado, ve a dormir si?.-

-Noooooo Liz…. Tengo sueño pero quiero hablar contigo.-

-Pero yo si estoy cansada, y mucho. -mintio, no lo estaba tanto como él, que ya se caia dormido sobre la computadora.

-Eres mala, como privas de mis ojitos tu presencia, pero has de pagar caro cuando te tenga entre mis brazos.- ahora su quijada era sostenida por su mano, y sus ojos estaban completamente cerrados, pero con una sonrisa de oreja a oreja.-

-Lo sé, por eso lo hago, te amo, nos vemos pronto.-

Espero su respuesta, pero solo vio como cerro de un solo el monitos, perdiendo el contacto. Estaba realmente muy cansado y en el fondo sabia que Lauri agradecía por cortar la cita, él no seria capaz de hacerlo.


Al dia siguiente, domingo, volvió a visitar las tiendas que le faltaban por ver, pero tambien fue en vano. Fue hasta que dio con la de Wera Wang que creyo haber dado con el indicado.

Nunca había visto uno igual, era exquisito, y le llamaba la atención, pidió a la dependienta que le ayudara a probárselo. No tenia mucha cola, ni era en corte sirena, ni de  princesa, no, ella quería uno sencillo pero exquisito a la vista, que no fuera muy probovatico pero tampoco recatado,  y este era perfecto, tenia todo lo que ella quería. Era el indicado.

Se lo probo, y para suerte le quedo a la medida, como si lo hubiesen hecho con sus medidas. No tenia velo, ni lo quería, era de seda que se plegaba  en dobleces que iban angulados, separados por una fajilla de bordado con incrustaciones de diamantes a la altura de la cadera, y en la parte de abajo continuaba con el plegamiento de la tela hasta llegar a una pequeña cola. Parecía un corte antiguo pero a al vez muy moderno.

-Me lo llevó.-le dijo a la dependienta con una sonrisa en sus ojos.
Una vez facturado su vestido, salió de la tienda mas que contenta. Llego al hotel y coloco con cuidado la caja donde venia su atuendo perfecto. A Lauri le compraría un esmoquin blanco, ambos irían de blanco sin nada de color, el blanco era perfecto, como lo seria su vida.


***


El periodo de universidad estaba culminando, tal como lo hacia su vista, el pasar tantas horas frente a su computador estudiando y haciendo trabajos le estaban acortando su vista de lejos.

Era tiempo de usar lentes aunque no quisiera lo tenia que hacer, ya no podía saludar de lejos a alguien porque no lo reconocía, solo hasta cuando estaba a pocos metros de distancia lograba distinguir su rostro.

Entro en la óptica, y lo primero que hizo fue ver los modelos, quería unos que no fueran tan llamativos para que no se notara cuando los dejase de usar. Podía ver de cerca a la perfeccion pero de lejos era el problema y lo mas seguro como el había dicho su profesor es que tenia miopía.

Rápidamente alejo los malos recuerdos que esa palabra le traian, ayudada tambien por el joven que atendía.

-La puedo ayudar en algo?.-

-Si, quiero hacerme el examen de la vista y …bueno luego compra aquellos lentos.-dijo señalando el par sin aro. Cuando se los pusiera parecería que no llebava ninguno encima.

-Lo siento, pero ahora el doctor no esta, se le presento una emergencia, no te puedo hacer yo el examen, así que no te podre ayudar, pero puedo pautarte una cita, si?-le sonrió el chico rubio.

-Bueno, esta bien,.-

Entre los dos encontraron un día conveniente para el examen. Pautado para el día siguiente. Salió de la tienda sin nada, pero al menos ya no le tenia tanto pavor a los lentes, pronto usaría unos, que mejorarían su visión.

Llego a su casa para terminar de empacar sus cosas, faltaba una semana para su viaje y trasladarse de vivienda. Mientras guardaba su vestido, escucho que la puerta principal se abrió  sabia que era Lauri. se puso en pie y salió corriendo para recibirlo.

Lauri dejo caer sus maletas al suelo tras ver a su Liz venia corriendo hacia él.

-Te extrañe tanto.-le dijo ella, tras tirársele encima y susurrarle las palabras contra su cuello.

-Yo mas!, mucho mas!, no sabes cuanta envidia le tuve a Aki, Paula y su hijo estuvo con nosotros, en la gira, pero tu no estabas a mi lado.- dijo apretándola mas contra él.

-Extrañaba tu olor, intoxicando mi cordura.- se zafó de su abrazo para contemplarlo.

-¿Solo eso?, ¿y yo? ¿Donde quedo?, soy yo él que te puede ….-la beso.-besar, él que te puede….-le acaricio una pompa.-acariciar… mi olor no hace nada.- termino diciendo con una carcajada en su boca.

-Si, lo sé, los extrañe a todos.- le dijo viéndole pícaramente, refiriéndose con la mirada a su otro compañero anatómico.

-Ohhh!!, si.-


Lauri termino de entrar todas la maletas, y observo como Liz tenia todo en cajas, lo necesario que se llevaría a Helsinki, estaba mas que lista para partir, y él mas que emocionado.

Mientras Liz le preparaba el almuerzo él aprovecho para darse una ducha y tomar una siesta. Tras terminar su labor camino hasta el desayunador y espero a que Liz le sirviera la comida. Le gustaba observarla, como hacia gestos cuando algo no le salía bien, ella era su Liz, la única… e inigualable.

-¿Que me vez tanto?.- le dijo ella, sacándolo de sus pensamientos.

-Lo hermosa que eres, y la suerte que tengo de tenerte a mi lado.-musitó. Se recostó sobre la mesa, cruzando sus brazos y apoyando su mandíbula en ellos, para seguir observándola.

Cuando ella le sirvió la comida Lauri estaba famélico, y apenas contestaba palabra de lo que Liz le hablaba. En si solo lo ponía al dia de su aventura parisina, de cómo le había ido en las clases y del nuevo vestido que había en su guardaropa. Su vestido de novia, solo le faltaban los zapatos pero eso los comparia en Finlandia.

Lauri escucho atento su monologo solo dándole monosílabos mientras tragaba su comida. Cuando termino fue su turno de entablar conversación.

-Sabes que mas envidié de Aki?.- le pregunto, limpiándose las comisuras de sus labios y viéndola fijamente con esa mirada tierna y melancólica que le hacia cuando iba a pedirle algo.

-uh huh- trato de sonar desinteresada  pero también estaba curiosa. Hizo a un lado su copa de vino, y puso toda su atención en su prometido.

-Que tiene un hijo, con el que juega en todo momento, que rei de sus tonterías, que él pequeño se rie de Aki con una risa tan jocosa, que nos contagia a todos, eso le envidio.- tomo una de las manos de Liz que descansaba sobre la mesa, y jugo con sus dedos y con el anillo de compromiso de doble aro de diamantes.-Yo también quiero uno.-dijo, sin volverla a ver al rostro, solo miraba sus manos unidas.

Liz no supo que decir, él claro que quería niños, pero ella no, era muy joven, tenia mucho tiempo por disfrutar de su vida de casados y un niño… bueno eso le era otra responsabilidad.

-Lo siento Lauri, pero por ahora no podrá ser.- ella vio como su sonrisa se diluía en su rostro.- No  he terminado mis estudios, y quiero graduarme no sé en cuanto tiempo lo hare, pero mientras no tenga mi titulo no quiero ser madre, además debemos disfrutarnos el uno  al otro mientras estemos casados, al menos no sé… un año.- ella solto sus manos, sabia que no era lo que quería escuchar, pero no siempre haría lo que el quisiera.

Él quedo cabizbajo viendo sus manos vacías.-Sabes.-hablo sin levantar su cabeza y en un tono mas grave.-Cuando estoy con Julian, disfruto mucho de su compañía, de sus risas inocentes, de sus travesuras, y en este poco tiempo lo he llegado a querer mucho, y lo raro de esto, es que hay ocaciones en las que siento que esa fotografía familiar esta mal, que no es aki es el que debe encajar ahí si no yo.-levanto su cabeza, enfocando sus ojos en los azules de Liz.-Creo es la envidia la que esta covernado mi corazón, y sé que esta mal, pero no puedo evitarlo, cuando lo abrazo no lo quiero soltar, porque sé que si lo hago lo perderé, en los brazos de su padre… entiendes lo que digo?.-llevo una de sus manos a al puente de su nariz, apretándolo fuertemente, evitando… dejar salir sus emociones.

-Lo siento mi osito, no … tenia ni idea, de que te sentía así respecto a ese niño, no sa…-Lauri le hizo señas con la mano que callara. Sus ojos cerrados, aun con su mano en el lagrimal de sus ojos.

-Sabia que dirias eso, que no es tiempo, y lo sé, en verdad lo sé, pero es solo que… yo no soy envidioso, y no me gusta sentirme así.- se puso en pie bruscamente, partiendo de la cocina, huyendo.

Pero Liz salió a su alcanze, en la sala, le toco el hombro y lo hizo girar.-Osito… triste…. Es osito hermoso.- ella lo abrazo y se maravillo con su risa sobre su cabeza.-Ya los tendremos, mas no ahora, podrás aguantarte hasta entonces?-

-Si. Tratare.-



Esa noche ninguno tenia ganas de hacerlo, y era la primera vez que no lo hacían desde que lo hicieron en el Lago di Como. Ambos se sentían triste pero por diferentes razones… y solo el tiempo aliviaría sus corazones tristez.


Al día siguiente Liz, se levanto muy temprano, había puesto a lavar toda la ropa sucia de Lauri, si es que se le podía llamar sucia, antes de meterla en la lavadora, la llevaba a su nariz para comprobar si ocupaba detergente o no, pero tal parecía que hasta el sudor se conserva olorosamente agradable.

Asi que no ocupo mucho detergente solo para los pantalones que aunque eran negros, luego tras ver el agua en la lavadora, vio negra pero no por desteñir sus pantalones si no negros de suciedad.

Rápidamente la coloco en la secadora y al cabo de un rato, que le dio tiempo de bañarse, cambiarse y hacer el desayuno,para cuando volvió la ropa esta seca. Tomo la canasta y la llevo  a la sala, la guardaría en las maletas ya que viajarían en dos días, pero no pudo obviar un detalle, la ropa aun concervaba el aroma de Lauri.

Llevo una camisa negra hasta su nariz, y la inhalo levemente, y tenia su escencia ni el javon podía con eso. No pudo evitar sonreír  ya parecía una señora casada, oliendo sus camisas, lavandossela, doblándosela… eran ya marido y mujer, solo faltaba comprobarlo con un simple
papel.

Volvió al cuarto y Lauri aun dormía, debía de estar muy cansado para no despertarse aun después de las once de la mañana.

Le dejo una nota, con una caligrafía temblorosa, era la primera vez que lo hacia y le gusto.
Luego salió velozmente de su apartamento hacia la óptica, para encontrarse con el doctor. Al llegar paso directamente a su consulta, no fue nada del otro mundo pero estaba nerviosa, su madre también había padecido miopía, debía ser algo genético, por mas horas que pasara frente al computador no podían debilitar tanto sus ojos.

El examen fue muy rápido, y en efecto tenia miopía con 1.5 dioptrias. Era leve pero el doctor le explico que eventualmente tendría que cambiar de graduación ya que sus corneas estaban débiles, y eso había sido consecuencia de un accidente. Le pregunto si lo había tenido, pero ella no supo que responder, tenia vagas imágenes pero todas eran del dia que había encontrado a Aki fuera de la mansión de Briatore y eso no había sido un accidente.

Salió de la tienda con sus nuevos lentes sin aro, totalmente transparente que de lejos ni se notaria que los usaba.


Al llegar a la casa, se encontró con su amado esperándola con el almuerzo preparado, desde la entrada de la puerta se podía oler el cordero que tenia en el horno. Cuando Lauri la vio, notó de inmediato los lentes y … su mandíbula casi se desencajo de su lugar, era como le había contado… tal como su madre había iniciado.

-Liz?... que paso?.-

Ella notó la preocupación en su voz, pero no entendió porque, nadie sabia…y tal parecía que Lauri si sabia, o que podía…leer su mente, su miedo, que a fin de cuentas era sin fundamentos el doctor no había encontrado nada malo, y ya los dolores de cabeza desaparecerían…pero la reacción de su amado no tenia palabras.

-Nada, solo son lentes, ya te lo había comentado.- dejo las llaves sobre la mesa del teléfono y avanzo hasta la cocina pasando por su lado, solo deteniéndose para darle un fugaz beso en los labios.

-Y que mas dijo el doctor.- él la siguió, sentándose frente a ella, en la mesa del comedor, uniendo sus manos como en plegaria.

-Nada… no sé porque tanta preocupación.- ella ladeo su cabeza tratando de entenderlo. Era solo miopía.

-Es que … una vez me comentaste que tu madre…-

-Lo hice?- lo interrumpió ella. Él solo asintió.- ah!! El oblivion, bueno si, ella también tuvo miopía pero… el doctor no me encontró nada malo, estoy perfecta…entre lo que cabe.

Y por fin Lauri pudo respirar aliviado, aun recordaba las palabras como si se las hubiera dicho ayer… que su madre había muerto de cáncer en el cerebro. Solo de pensar en la palabra le daba escalofrió, pero tenia razón no todas las personas que tenían miopía les daba cáncer, solo estaba formando una tormenta en un vasito de agua.

-Te ves bien.- dijo él tomando su mano entre la suya, entrelazándola.

-Gracias, pero no se notan mucho, los escojí sin aro por eso, no me gustan los lentes ni me gustaran.- ella posiciono su otra mano sobre la de Lauri, envolviéndola entre sus manos.

-Te amo osito.-

-Y tú Mi-elle, eres mi oxigeno, así qué te amo mas allá de la vida misma.-

-Tan romántico.- soltó su mano y se puso de pie, rodeando la mesa y acortando la distancia entre ellos, para llegar hasta él, y sentarse en su regazo.

-Pero solo contigo, tu sacas lo mejor de mi.- atrajo su rostro con su dedo índice para capturar sus labios y besarlos…tal y como lo había hecho la primera vez…lento…muy lento…pero de manera sensual.




1 comentario:

  1. Oye Mi Ell si se muere la Liz voy hasta honduras y te pego Dan!!!!!!!!
    Me enoja que no me avises Jajaja lo bueno es que yo subí cap y me Di cuenta .... Aww
    Ya se van a casar .... Sabes que pensé que los dolores de cabeza eran por que iba a comenzar a recordar Jajaja no se sí supongo bien Jajajaja pero en fin!
    Oye la mamá de Pietro ya no volvió nunca?
    De lo que eme acuerdo Pietro ya no tenía derechos de renacer Ahahaha pero ella creo dije que se volverían a ver! Cuando? Y que va a pasar con mi Laurencio? No, no, no ..... Ya se que ya acabó el fic pero d verdad Ahahaha quiero que Liz sea Feliz con Lauri Ahahaha
    Mi teoría es que el final será asi como los dos olvidaron que se conocieron y vivieron infelices para siempre >> te pego Daaaaaan yo quiero verlos juntos! Ahahaha obsesionada? Jajajaja

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