"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

martes, 11 de septiembre de 2012

Oblivion -C29-

Hola!! tiempo después...lo sé..pero mi compu estuvo fuera de mis manos...espero ya pronto seguir posteando los que no he avanzado..






CAPITULO VII

Tras llegar al recinto donde estaban todos los enmascarados reunidos, Paula se había separado de Liz, su hijo la necesitaba con urgencia en el baño ya que el disfraz del hombre araña no se quitaba solo. Así que ella  avanzo sola por el lugar, quería llegar la frente del escenario, verlos de cerca aunque no por sus disfraces, Pauli le había sacado una carcajada, iba vestido de cavernícola, el pelo largo todo alborotado, su pecho descubierto y en sus piernas una falda que le llegaba por encima de las rodilla y en el piso junto a él un garrote de madera.

Avanzo por entre las personas, que en su mayoría no estaban entusiasmadas con llegar al frente, así que podía transitar sin problemas, fijo su mirada en Eero y lo vio con un enorme disfraz de oso, y no pudo evitar sonreír, oso… osito… como le decía en secreto a Lauri.

Faltaba poco para llegar al frente, y ver en primer plano todo el espectáculo. A medida avanzaba se iba fijando en los disfraces de los otros, algunos ridículos y otros muy bien planeados, y muchos eran de películas épicas, así que estaba haciendo la cuenta mental de cuantas películas diferentes había y si los podía reconocer.

Llegó al frente y se fijo en Aki al fondo, tras su batería, disfrazado de diablillo, a juego con su novia, pero no veía por ningún lado al vocalista.

Pero no tuvo que esperar por mas tiempo, y vio que desde un arnés descendía desde lo alto del escenario, arrancando aplausos y exclamaciones de los espectadores que habían captado su atención.

Él se paro en el escenario, se quito el arnés y se acerco al micrófono, pero no estaba tan al frente, estaba mas bien, mas atrás muy cerca de la batería, con lo cual no lo podía distinguir muy bien, y se recrimino por no usar lentes, pero se negaba, tampoco era que no miraba tan bien, solo no muy bien enfocado de unos cuantos metros de distancia.

Y  reconoció su disfraz, vestía del fantasma de la opera, su película favorita.

El concierto empezó y la gente gritó emocionadamente a ellos.

A medida el concierto iba pasando, ella sentía que no era el mismo de antes, si bien se sentía que era el correcto, pero no era el mismo, era diferente no parecía ser el mismo Perttu, mas bien le recordaba a su reciente serenata, a Lauri, pero ella bufó ante ese pensamiento, y mejor se dejo llevar por las canciones, coreándolas, y disfrutando del momento.

Lauri se sentía plenamente feliz, la gente no  había notado el cambio de vocalista, y había sido buena idea usar ese tipo de mascara. Se sentía correcto, estar ahí en el escenario con sus amigos, frente al publico, cantando sus canciones, animando a la audiencia, que ni podía quitar la sonrisa de sus labios, sentía que inclusive podría llorar de emoción, tenia unos cuantos meses de no estar parado en un escenario, sintiendo la energía del publico, de los instrumentos, del poder sentimental que tenia sus liricas, que inclusive lo había olvidado. Como amaba estar parado en un escenario y que mejor que con su banda y sus amigos, lo único que faltaba era Liz entre el publico, tal y como lo había hecho en el concierto de Radio Aalto.

La hora del concierto pasó volando ante los ojos de Lauri, pero había disfrutado cada una de las canciones al máximo. Ahora todos los chicos se encontraban disfrutando de la velada en la casa principal. Por un momento él había creído que se quedarían afuera en las grandes carpas con juegos que habían, pero Gia los había mandado a llamar.

Los felicitó con beso a cada uno, pero por ningún momento había pasado desapercibido por Lauri, las miradas lascivas de la anfitriona que le dedicaba e inclusive el beso de felicitación se lo había dado muy cerca de la comisura de los labios.

Ella los abandono y se quedaron deambulando por la recepción del salón principal, estaba
decorada magistralmente, como si fuese precisamente acorde con el disfraz de Gia;  de Maria Antonieta. Habían candelabros antiguos por doquier, en lugar de las normales lámparas, las cortinas y e inclusive los camareros de ese lugar parecían sacados de la película con sus trajes antiguos y sus pelucas.

Lauri se alejo del grupo, mas que todo por evitar a Helena, y eso lo enojaba, no podía pasar el resto de su vida huyendo de ella, de sus palabras, de sus sensaciones, eso aun lo tenia desconcertado, ¿por qué ella se sentía de esa manera?, era como si estuviese a punto de recordarlo todo , y echar a perder el plan original del oblivion.

Pensar en esa perla solo lo hacia rabiar, y precipitadamente abordo a un mesero que pasaba frente a él y le arrebato una copa de … lo olio y comprobó que era vino, lo mejor era evitar bebidas mas alcohólicas.

Contemplo el lugar desde otro punto de vista: desde las escaleras, estas eran amplias y a la mitad se dividían para dar otro par de escaleras que daban a la derecha y a la izquierda para subir a la segunda planta, se quedo en medio en la división, observándolos a todos, con su copa de vino en la mano, en los labios, en su garganta, quería irse a su hotel, llamar a Liz, y pasar la noche juntos platicando o haciendo lo que fuese, menos ahí, sentía que alguien lo miraba, pero no ubicada quien, ni de donde, eso lo hacia sentir incomodo.



Gia, desde el balcón de la segunda planta, que acompañaba a las grandes escaleras, veía fijamente y sin perder de vista a Lauri, se le veía mejor en esmoquin, y era una pena que hubiese dejado pasar el disfraz a juego con él, si lo hubiese sabido nunca se habría puesto el de María Antonieta. Una de sus sirvientas se le acerco, y la insto a que la siguiera, dejando a un lado su acoso visual.

-¿Que es lo que pasa?- urgió saber Gia un poco molesta por la interrupción.

-Él joven Perttu le dejo esto esta tarde-la empleada le entrego el regalo de su amante.

-Oh!!-exclamó ella un tanto sorprendida.- Tan lindo él,¿ y lo has visto?, quisiera agradecerle en persona.-

-No, desde la tarde no lo he vuelto a ver.-

-Esta bien, retírate. -hizo el ademan con la mano.- Y ya sabes de esto ni una palabra a mi esposo.-

La empleada asintió obediente, dejando sola a su señora. Esta rápidamente fue en busca de su frasco, su polvito blanco el que usaba para con su esposo, para poder pasar un rato al lado de Perttu. Estaba donde siempre; sobre su cómoda en su neceser de alhajas, pero estaba mas vacio de lo común, y podía jurar que estaba casi lleno la ultima vez que lo había usado, y solo ella y –él– sabían de eso. Se dio la vuelta y contemplo el regalo de Perttu que estaba sobre la cama.

Camino rápidamente hacia el y lo abrió. Era una botella de su vino preferido, la tomó entre sus manos  y fue hasta el baño, la descorcho, inhalo su aroma, era algo delicioso, pero con dolor en su alma desecho todo su contenido por el lavabo.

-¿Como se te ocurre darme de mi propia medicina?, ¿tan tonta me crees baby?- dijo ella viendo su reflejo en el espejo, con una sonrisa sensual en sus labios.

Salió rápidamente del baño en busca del licor que mantenía Flavio en la recamara, sirvió un poco en dos cristales, pero a uno le agrego una pizca de su polvo blanco, lo suficiente para sus propósitos.



Helena no podía concentrarse en lo que Eero le comentaba, sus ojos iban y venían en busca del vocalista de la banda, movía su copa intranquila entre sus manos, quería salir corriendo y buscarlo pero no podía, su esposo, Paula y Aki, la retenían de su búsqueda privándola del encuentro que sabia debían tener, para remediar esa situación.

Liz estaba maravillada jamás en su vida había visto una casa tan grande, y ni se diga de toda la decoración, las personas con sus magníficos disfraces y claro las miradas lascivas que dejaba tras de sí. Ya se estaba empezando a arrepentir de usar un traje tan atrevido. A lo lejos vio a Paula con algunos de los integrantes de la banda, quiso acercarse pero no lo hizo, ellos estaban en grupo sonriendo de sus comentarios, ¿qué tenia que hacer ahí cuando no conocía a nadie?.

Siguió avanzando explorando la casa, comiendo los aperitivos deliciosos, bebiendo de todos los diferentes tipos de bebidas que servían, hasta que lo vio; al fantasma de la opera. Estaba parado en la segunda planta, en  la barandilla, recostado en ella, viendo hacia abajo, ella solo miraba su perfil, un perfil que se le hacia conocido, y ahora entre mas lo pensaba, mas dudaba que fuera Perttu, además este tenia el pelo largo, y él que estaba en la barandilla lo tenia corto, prolijamente peinado hacia atrás, que le hacia sacar suspiros y tratar de descubrir quien era.

Sin darse cuenta, se vio subiendo las gradas, tratando de llegar hasta su objetivo, abajo en el gran salón todos gritaban ahora, por el gran pastel que iban a partir, así que por primera vez en la noche nadie la observaba, nadie. Solo ella tenía ese derecho ahora, de observar a su presa.


-¿Porque no estas abajo con todos los demás?.-

-Quiero estar aquí, es mas tranquilo.-dijo Lauri sin volverla a ver.

-Eso pensé y ¿no vas a darme las gracias?.- dijo en tono lento y meloso Gia, ahora recostada también en el mismo barandal, pero con una pose sensual, dejando mas al descubierto su descarado escote.

-¿Las gracias?, ¿y eso porqué?- quiso saber él, tratando de sonar arrogante. No le debía nada, si tenia que darle las gracias a alguien era a Eero.

-¿!Como que porqué!?, -dijo muy indignada y exaltada Gia. -Yo acepte que cantaras hoy en la fiesta, bien  me hubiese negado, pero no lo hice.- musitó mas tranquila.

Él se giró y la volvió a ver, dándole una mirada inquisitiva.-Entonces gracias, pero que conste que solo lo digo porque tu lo pides, no porque lo sienta.- mientras habló le sostuvo la mirada.

Ella boqueo, sorprendida de sus palabras.-¿Estas molesto conmigo por algo?-

-No, claro que no, es solo tu actitud la que me molestas, se por donde vas y te digo algo, no gracias, estoy felizmente enamorado como para si quiera fijarme en ti, te veo y no eres mas que una mujer vana, hueca, sin sentimientos, que estas acostumbrada a que los hombres caigan rendidos ante tu belleza, pero conmigo te  has equivocado.-él se giró fijando su miraba en la multitud de la planta inferior, que gozaba jocosamente.

Gia se puso roja de la cólera, jamás en su vida se había sentido mas humillada y por un hombre, cerrando los ojos, se trato de calmar, sabia que quien se enojaba perdía, y ella no iba a perder, no contra él.- ¿Así que eso crees de mi?, pero déjame decirte algo, quien ríe al ultimo ríe mejor.-


Liz vio que el vocalista de la banda estaba platicando con una joven muy hermosa, con todo y peluca dorada voluminosa, su vestido era espectacular, todo vaporoso como el que se usaba en el siglo xvii, con un corsé que se miraba atentaba contra la salud de sus pulmones, y un escote pronunciado mas que cualquier otro que había visto, pero le agrado ver, que él joven apenas y lo volvía a ver, y cuando lo hizo la vio fijamente a los ojos . Sus lenguajes corporales eran claros, ella le estaba coqueteando descaradamente, pero él ni se inmutaba ante eso.

Quiso bajar y seguir con la fiesta, pero estaba intrigada, hasta se sentía una intrusa por ver lo
que no debía. Vio que un mesero se les acerco ofreciéndoles bebida, él las rechazo, pero ella las tomó. Ella se agacho para no ser vista por nadie, se sentía prohibido pero quería ver el espectáculo que tenia ellos para dar, además no era tan como si quisiese saber lo que en realidad estaba pasando, estaban muy lejos separados por unos cuantos metros de distancia, ellos en el barandal del otro lado y ella de este extremo. La iluminación le favorecía; era escasa, apenas y les llegaban unos cuantos destellos del candelabro principal.

Vio que él se negó nuevamente, pero a la tercera vez, acepto el vaso a regañadientes. Los dos bebieron casi todo el contenido café de los cristales, ella  se le acerco mas, ahora rozando su brazo con el suyo, él no le puso objeción pero su vista seguía perdida en la multitud. Ella le hablaba, y él solo asentía, se le vía enojado, y molesto.

Las piernas ya se le estaban empezando adormecer por llevar tanto tiempo agachada, oculta.

Se puso en pie, para marcharse, al ver que nada interesante ocurría ya, y a lo lejos en la otra planta vio a Paula llamarla también, doble razón para volver.

Hasta que nuevamente ellos llamaron su atención, en un descuido por ver a Paula, se había perdido del momento preciso en que … ambos se estaban besando ahora.

Gia había arrinconado a Lauri contra el respaldar de la pared. El polvito blanco ya había hecho su efecto, y ahora estaba a su merced. Lo primero que hizo fue robarle un beso, por casi toda la conversación era lo único que había estado viendo de él; sus labios, además la mascara no ayudaba, casi se escondía todo su rostro.

Él correspondió a su beso, y agradeció por eso, ella estaba desesperada por besarlo, por descargar su ira contra sus labios, que se comiera sus palabras, en un beso urgente, hambriento, violento, y rabioso por ambos, ella lo iniciaba y él lo terminaba, y solo se detenían  para inhalar aire, y luego volvían a la misma faena.

Lauri sentía los labios inflamados, y no podía ver muy bien a su besadora maestra, pero quiso creer que era Liz, sus labios, su aroma, sus manos que vagaban por su fisonomía, y por su masculinidad!, eso lo sorprendió, hasta ahora Liz y apenas lo había tocado y ahora lo manoseaba todo?. Pero él también quería sentirla, bajó la vista en un momento de tomar aire y vio su escote pronunciado, y no perdio tiempo en comprobar si era real o no lo que veía.

Gia jadeaba por el repentino cambio de actitud de Lauri, seguía besándolo, por los labios, por la mandíbula, por el cuello, y sentir sus manos en ella, no era algo que hubiese esperado pero no perdió tiempo, subió una de sus piernas alrededor de su cintura, incitándolo a otra cosa.

-Tómame Lauri!!, aquí!!, ahora!!, ya!!.- urgió ella jadeando lascivamente.

-¡!Liz!!- grito él, pero ella entendió que era un ¡!Si!! y acto seguido le bajo el zipper de su pantalón con torpeza por su urgencia.

Liz se tapo la vista inconscientemente, esto ya era mas de lo que podía ver, una cosa era ver su negativa, pero ahora ver el acto en si, frente a ella, tampoco era una voyerista, así que dio media vuelta y bajo, pero antes, de irse dio una ultima mirada a la pareja acalorada y urgida.
Lauri boqueo ante lo que vio, al otro lado tenían publico, una chica vestida de gatubela que lo veía fijamente a  los ojos, pero no eran cualquier par de ojos, se parecían a los de su Liz, azules, como el cielo del verano, y reacciono  de la situación en la qué estaba cuando sintió una mano alrededor de  su miembro, y entendió que esa que estaba junto a él no era su Liz.

-¡!Espera!!-grito acalorado y jadeante él.

Ella se detuvo en el acto, aun con su preciada carga en su mano que se disponía a dirigirla a su centro. Él bajo la vista y se asustó, ni sabia como había acabado en esa situación, Lauri se hizo para atrás, quitándose su mano de su virilidad, a lo que Gia protesto, dejando caer su  pierna de su cintura.

-Vamos Lauri!!, te necesito!!, por favor!!.- él estaba tratando de entender que era lo que estaba pasando, volvió a ver mas allá de Gia, y la chica gatubela no estaba, pero aun podía sentir que era ella, su Liz.

Él rápidamente se subió el zipper una vez guardo su valiosa masculinidad, se limpio sus labios y salido corriendo a la planta baja, la había visto, se parecía a  sus ojos y tenia que comprobar que no fuese ella, o si no…


Paula rápidamente salió al encuentro de Liz, se miraba un poco ruborizada.-¿Estas bien?, estas un poco colorada.-

Liz se llevo las manos a sus mejillas ocultando su rubor, y como no estarlo si casi era testigo de una escena de … pasión desenfrenada.-Si … si estoy bien, es solo que vi algo…que no suelo ver comúnmente.-

Paula le presento a los chicos de la banda, todos menos el vocalista que no estaba por ningún lado.



***


La noche transcurrió muy animada todos bailando, cantando al son de la música de fondo, pero Helena se sentía incomoda, ya no sentía estar disfrutando de la noche, así que se disculpo con sus amigos y se marcho a la “casita”, llevando consigo los obsequios de Gia; botellas de vino, como si no hubiesen bebido lo suficiente.

Llegó a la soledad de la casa, aun se  podía escuchar la música a todo volumen, pero tras cerrar la puerta, quedo un poco disimulado el alto volumen, se dirigió a la cocina a dejar las otras botellas, quedándose solo con la de Eero. Subió a la segunda planta, necesitaba quitarse el traje, la mascara, y darse  un baño, pero se quedo sorprendida cuando vio que a mitad del pasillo iba caminando Lauri tal vez en refugio a su habitación, ella no sabia cual le había dado Paula.

-Lauri!! Espera!!.- grito ella, y se apresuro para darle alcance. Él se giro y medio se tambaleo, teniendo que apoyarse en la pared para no caer al piso.

Ella llegó hasta él y lo ayudo a estabilizarse mejor.-¿Estas bien?, luces un poco..borracho.-

-Estoy bien, es algo que me dieron a tomar algo raro. ¿Que es lo que quieres?.- dijo entrecerrando sus ojos.

-Quiero hablar contigo, por favor, quiero …quiero estar clara, ¿si?.- él dudo, pero tenia razón si iban a convivir el resto de la vida como un grupo de familia, debían arreglar esa situación. Lauri le dio un leve asentimiento de cabeza aceptando.

-Pero no aquí, ven por favor.- lo insto a que la siguiera, pero no pudo, sus piernas lo traicionar y le hicieron caer al suelo.

Ella se giro y se asusto de estado en que estaba, pero no parecía borracho.-¿Que es lo que tomaste?, ¿te sientes bien?.-Helena le tomo un brazo y lo paso por detrás de su cuello para ayudarlo a ponerse de pie, a lo cual él no protesto.

-No es …nada… vamos  a…platicar.- habló pasivamente, como si se estuviese quedando dormido.
Ella lo ayudo a caminar, y lo metió a su cuarto. Lo guio hasta la cama, pero Lauri se deslizo cayendo sentado en el suelo.

-Oh! No!!... ¿te has herido?.- ella lo intento abrazar para levantarlo y subirlo a la cama, pero él le quito las manos de un solo, en un acto lleno de brusquedad.

-¡!No me toques!!- grito de pronto, asustándola y alejándola también. –No lo vuelvas hacer.- dijo ahora mas tranquilo en el mismo tono de voz que solía usar.

Ella se sentó frente a él, dándole su espacio. Él a su vez recogió sus piernas y las doblo frente a su pecho, abrazándolas con sus brazos y posicionando su quijada en sus rodillas.

-Quiero solo que …me digas la verdad.- hablo por fin ella.

-Dime- musitó él, sin volverla a ver a los ojos, tenía la vista en sus zapatos italianos a juego con su esmoquin.

-Tu ya …me conocías ¿no es así?.- ella no perdió de vista, el estremecimiento que su pregunta le causo.-La verdad.-

-Si. -  respondió Lauri apretando mas fuerte sus piernas con sus brazos.

-¿Y lo que soñé fue solo producto…. de mi imaginación?.-había duda en sus palabras, pero también un anhelo.

-No.-

-Así que …hubo  un tiempo en el que …-guardo silencio no podía ni decirlo en voz alta.- …nos amamos?.-

-Si.- ante sus monosílabos solo se estremecía mas, ya decía ella, que por algo él le huía tanto, o por que sentía esa atracción hacia él. -…yo solía amarte, -agregó.- Tú, no lo sé.-y solo hasta ahora, él levanto su cabeza, encarándola viéndola fijamente a los ojos.

Ella no sabia que decir, no recordaba siquiera haberlo besado, o haber dicho que lo amaba.

-Y …porque no recuerdo nada de lo que vivimos?, lo vivimos alguna vez siquiera?.-

-Claro que lo vivimos,  y el tiempo que duro fue mas que divino, para mi, pero luego tu, no …te decidiste por mi, tal vez no estabas tan enamorada como decías decirlo de mi, y te casaste con …Eero.-tras concluir, él cerro sus ojos, como si le doliera aun.

Ella vio el dolor de sus palabras en sus ojos, el dolor de la traición que supuestamente habían cometido contra…Eero. Y ahí entendió todo, ellos había traicionado a Eero, pero ella lo había traicionado a él, abandonándolo, dejándolo por otro cuando se suponía que ella también lo …amaba.

-Lo siento Lauri.- ella coloco su mano en su rodilla.-Pero no lo…recuerdo.-

-No lo sientas ahora.-quito su mano de su rodilla, no quería que lo tocara y ella  ignoraba su pedido.-Y ni lo recordaras, porque así lo quise yo, estaba harto de esa situación, que ahora… estas volviendo a traer.-

Ella quería decirle tantas cosas, pero no podía sus emociones no la dejaban hablar, ahogándola por dentro, sabia que lo que él le estaba diciendo era la verdad, su mente no le creía pero su corazón si.

-Yo creo que si te amaba y mucho, lo siento en mi corazón, ¿has escuchado que uno ama con el cerebro y con el corazón?, pues creo que yo me dividí y uno amaba a Eero y el otro a …ti.- a sus palabras él levanto su vista para encontrarse con la suya y comprobar si eran ciertas.

-Pueda ser cierto, pero ahora yo te he sacado de mi corazón, y no te quiero volver a tener ahí nunca mas, tu solo sabes herirme, entre mas amor te daba, mas dolor recibía a cambio.- ahora fue ella quien bajo la mirada, no podía sostener la suya, no cuando sentía que era cierto lo que le estaba diciendo, tal vez su voz estaba serena, pero sus ojos verdes decían otra cosa; dolor, ira, enojo, tristeza, agonía, y  pena.

-Yo…yo … no sé que decir…solo.- él no la dejo continuar, colocando dos de sus dedos sobre sus labios en señal que guardara silencio.

-Shss, no digas nada, eso quedo atrás, y al menos solo uno tendrá que seguir cargando con esta cruz, tu estas libre, no tienes porque sentirte mal, y tampoco te tienes que disculpar, cuanto no quisiera yo también olvidar todo lo que le hice a Eero, cuando el solo tiene buenas intenciones para mi, actos de afecto, y ¿yo?, solo se traicionarlo, …al menos no lo he herido aun, y ¿sabes una cosa?, haría cualquier cosa por evitarle cualquier dolor, así que por el bien de él por favor no digas nada, olvídame, no me hables, no me mires, solo se cordial, no me toques, has como si no existiera, como si no supieras la verdad.- abatido por su monologo, dejo descansar su cabeza encima de sus rodillas flexionadas, esperando su respuesta.

Helena no entendía como podía ser tan fuerte, teniendo todo eso dentro de él para si solo, y quería quitarle un peso de encima, y haría lo que él le pidiese, por verlo feliz, si en un tiempo ya le había quitado la paz mental, no iba a ser nuevamente la responsable de eso.

-No te preocupes… no diré nada, y procurare ya no estar tanto en las reuniones de grupo, solo cuando me sea imposible negarme, … no te buscare, ni te llamare, ni te mirare, cosa difícil pero lo haré, ya no quiero verte sufrir por mi causa Lauri, y perdóname si te herí.- dijo entre sollozos, limpiando sus lagrimas de su rostro.-Ya no quiero hacerte mas daño Lauri.-

Él elevo su rostro, ante el llanto quedo de ella, no la quería ver llorar, fue su musa, su todo y por siempre él la quería ver feliz.-No llores Helena, olvida esta conversación, olvídame y todo ira bien.- Lauri acerco su mano a su rostro y con su dedo índice quito una lagrima que estaba a punto de salir su parpado inferior.

-Todo ira bien.- susurro ella entre el llanto.

-Si.- le sonrió a él.

Ella se levanto un poco, apartándose de suposición, ya no quería tenerlo frente a ella, y  dejarle ver lo vulnerable que estaba, se sentó a su lado, recostando su espalda en la base de la cama, cuando sintió un bulto con su mano derecha lo saco y vio que era uno de los regalos de Gia.

-Mira tienes tu regalo aquí atrás.- ella se limpio sus lagrimas y le entrego el obsequio.
Lauri fijo su mirada en el objeto.-No, ella no me …. Dio nada, eso no es mio.- dijo volviendo su rostro a la puerta.

-Pero aquí dice tu nombre, y es el mismo envoltorio que nos dio Gia envuelto nuestros regalos.-

-Pues no lo quiero, bótalo, pero no lo quiero cerca de mi.-

Ella lo abrió y vio que era una botella de vino.-¿No quieres?.-

-Me siento muy mal Helena, aun ni se como fue que llegué aquí, ni que fue lo que te dije concretamente, solo sé, que quiero irme a mi hotel, descansar y olvidar del día de hoy.-

Ella descorcho la botella y tomo gran sorbo.-No sabes lo que te pierdes, sabe mucho mejor que
las bebidas de la fiesta, ¿seguro no quieres?.-dijo ella acercando mas a él, para ofrecerle la botella.

Él giro su rostro negándose, y se dio cuenta de lo cerca que estaban, solo faltaba un pequeño impulso de ambos para besarse.

Y ambos lo dieron, porque segundos después estaban besándose apresuradamente, urguidamente, con una necesidad mas grande que la del mismo aire que respiraban, prácticamente se estaban devorando el uno al otro con sus labios.

Lauri paso su mano bajo su espalda y con la otra sostenía su cuerpo para no aplastarla al irla acomodando sobre la alfombra. Aun sin separar sus labios de los de Helena, ella le rodeo la cintura con sus manos, él tuvo que dejar sus labios por explorar mas abajo con ellos, pero de pronto ella comenzó a toser, él se separo para darle espacio, ella continuo tosiendo, como si tuviese un ataque de tos, mientas él la sostenía con sus brazos.

Helena lo miro fijamente, con los ojos desorbitados, y Lauri comprendió que en verdad se estaba ahogando, automáticamente la pasión paso a segundo lugar, inundándolo con una ola de terror, al verla escupir sangre por la boca, y tratando de inhalar aire.

-Helena, respira!!,- dijo él zarandeándola un poco.

Su expresión de ahogada estaba mas acrecentada, intentaba inhalar aire, pero no podía, y solo conseguía escupir mas sangre por la boca.

-Respira,!!reacciona Helena!!- grito él suplicantemente y desesperadamente entre sollozos, su vista nublada le impedía verla con claridad.

Se le estaba muriendo en sus brazos, junto a él y se sentía impotente de no poder hacer nada.

-Helena!!! Reacciona,!!! Di algo!!,No TE VALLAAAS!!- dijo cuando ella dejo de escupir sangre, y su cuerpo quedo languidecido entre sus brazos.

-Noooooooooooooooooooo!!-grito dolorosamente al cielo.

No era posible que esto le estuviese pasando a él, dejo el cuerpo sobre la alfombra, y sintió húmedo su rostro, automáticamente se llevo las manos para limpiarlas, y tarde se dio cuenta que estas estaban llenas de sangre de Helena, y sin contenerse mas, volvió a gritar, en un grito lleno de dolor, de agonía. Helena ahora yacía en la alfombra ensangrentada y muerta.



Liz se estremeció cuando escuchó el grito, que provenía de la segunda planta, era como si el dueño de ese grito estuviese agonizando de dolor.

Cerró la puerta, se quito su mascara y dejó que el pelo cayera por su espalda, estaba indecisa si subía a ver que pasara, pero lo pensó mejor y seria una metida doblemente si lo hacia, lo mejor era esperar, pero ¿y si era una emergencia?, lo mejor era investigar.

Se quedo paralizada en el borde de la primer escalón de las escaleras cuando vio al fantasma de la opera, el vocalista de la banda, y a medida que él bajaba, con la cabeza baja y en una motilidad temblorosa, mas se le hacia conocido.

A mitad de los escalones Lauri sintió que no estaba solo, pero no podía dejar de ver sus manos temblorosas cubiertas de sangre, de la sangre de ella. Elevo su rostro y la vio a medias , la gatubela coqueta, no era otra que Liz, esos ojos azules lo miraban con desasosiego, y la recordó, ella los había visto con Gia, ahí en la oscuridad sus ojos lo habían iluminado.

-Lauri.- dijo ella, con una voz llena de asombro y repulsión, ante el reconocimiento, su mente le había mostrado todas las imágenes que había obtenido de él de toda la noche, él era el vocalista, el fantasma, Lauri, él traidor.





Así era la mascaran que usaban



Liz Zonaletti

8 comentarios:

  1. waaaaaw entre mas leeo este fic mas me emociono me encanta ... con el e llorado me e enojado y me e reido Heehee' y se me hace eterno esperar una semana el proximo capitulo T_T ...
    pero bueno asi lo leeo con mas ganas :D
    'aaLee'

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  3. Yaaaaaaaa por favor! Ya cuando vas ɑ subir capitulo nuevo??
    Estoy mas que enlelada con tu fic ɑunque ya no había podido comentar, como estas chica?? Que tal todo?
    Aaar, que talento el tuyo.... En fin, cuidate!! :D
    Saludos!!
    Atte: Luz ♥

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  4. me encanto lo de "valiosa masculinidad" jajajajajaja y se que sonare como mala, pero que bueno que murio helena, me caía mal jajajaja xD

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  5. MAdre mia no se por que no habia leido este cap!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Gia es una zorraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa y quizo matar a Lauri!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahahaha mueroooo Dan!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! nooooooooooooo y ya se dio cuenta mi Liz que el era el que andaba de cochinote ¬¬ jajajaja
    Leere el que sigue por que no me quedare con las ganas de terminar mis pendientes..............
    por cieroto si no lei antes fuee por que no me dijiste que habia mas cap de oblivion ¬¬

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  6. Noooo...ahoa se arruino todo con liz!! pobre lauri tanto que hizo y..la cago otra vez!!!
    Esta de diez este fic!! me encanta es muy interesante! saludos! Naii

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  7. omg!!! Lauri D: lo culparan por lo de Helena? y pensar que Lauri beberia de esa botella! D: Liz perdonará Lauri? wdfghfgh que loco el cappitulo.. seguiré leyendo

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