"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

viernes, 10 de agosto de 2012

El Veneno Del Amor -C6-







Capitulo 6 : One&Only

(c) Andy Mejia

Me sentía nervioso. Por fin estaba de regreso en mi querido hogar. Aquel que me había hecho vivir un infierno durante mucho tiempo y sin embargo lo había extrañado.

Salí del aeropuerto con mis nuevas pertenencias. Respiré profundamente el aire conocido y gélido de mi país pero algo en él era nuevo. Tal vez era porque la última vez que estuve aquí me sentía asfixiado y no podía disfrutarlo pero ahora lo hacía. Lo sentía golpeando mi rostro. Me hacía saber que podía aspirarlo libremente…

Nadie sabía sobre mi regreso. Sólo mi amigo Eero con el que hace un par de días atrás me había comunicado así que no tuve recibimiento alguno y eso estaba bien para mí.

Tomé un taxi que me llevó a mi viejo departamento.

Todo estaba tal cual lo había dejado. Con una gran gama de polvo pero igual a final de cuentas.

Subí a mi habitación. El color que había aplicado seguía intacto y de pronto recordé esa estúpida idea: cambiar mi exterior, todo aquello que estaba a mi alrededor me hacía sentir mejor… por una o dos semanas…

Sonreí al recordar los buenos momentos que pasé en este lugar con mis amigos, desechando rápidamente los pensamientos de Rjuri de mi cabeza.

Su aroma se había desvanecido ya con el olor de la pintura y el tiempo. Era algo bueno…

Esa tarde me había dedicado a quitar la ropa de cama y las cortinas para lavarlas después.

Desempaqué mis cosas y di un poco de orden a mi departamento. Ya en la noche me dispuse a dormir pensando antes que el día siguiente estaría muy ocupado…


Caminaba por la acera sintiendo los rayos del sol de medio día en mi rostro. El clima era fresco y las personas salían a dar un paseo. Las observaba en el parque por donde había pasado. Pronto llegaría a mi destino.

Toqué la puerta para después meter mis manos en los bolsillos de mis jeans oscuros. Un rostro sorprendido y sonriente me recibió.

-¡Lauri!- dijo el chico de ojos azules- no puedo creer que estés de vuelta-
-Sí, ya estoy aquí – respondí y correspondí el abrazo- lamento haberme ido sin decir nada y también lamento haberme comportado como un idiota y golpearte Aki-
-Eso ya no importa, está olvidado- respondió sonriendo

Me invitó a pasar a su departamento.
Aki era de mis mejores amigos por lo que sentí la suficiente confianza para contarle todo por lo que había pasado en mi estancia en Estocolmo, incluyendo la extraña aparición de esa chica llamada Anna quien me había salvado la vida…

-Wow, pues quien haya sido ella le debes la vida y si aun estás aquí es porque aun no era hora de partir-
-Tienes razón. Algo me mantiene vivo así que aprovecharé mi vida-

Sonreí pero luego me quedé pensativo. Había un asunto del que quería hablar. Una parte de mí se sentía vacía.

-Sabes… en el tiempo que me fui estuve escribiendo algunos versos-
-No me sorprende- respondió él- si no escribieras creo que explotarías- se carcajeó
-Sí… y es por eso que… quiero a la banda unida-

Él me miró. Su rostro se volvió serio lo que supuse era una mala señal. Algo no estaba bien.

-Lauri…- comenzó- desde que te fuiste, los chicos y yo no nos frecuentamos mucho. Tú nos mantenías unidos y sabes que sin ti no hay banda…-
-¿Entonces la amistad no cuenta?- pregunté enarcando una ceja
-No es eso. La verdad hemos estado ocupados… yo estoy apoyando en la batería a una banda llamada Kwan. Por lo que sé Pauli está intentando ayudar a nuevas bandas a producir sus materiales y Eero… bueno, no estoy seguro-

Entreabrí mi boca. Estaba sorprendido, en menos de un año habían sucedido tantas cosas.

¿Es que me había ido demasiado tiempo? ¿ó hice algo mal? ¿algo que había destruido a mi banda sin el menor de mis consentimientos?. Me sentía decepcionado por ellos pero aún más por mí porque jamás los tomé en cuenta cuando huí como un maldito cobarde pero no dejaría las cosas así…

Pedí a Aki que llamara a Eero y Pauli para que vinieran. Ambos aceptaron y en cuestión de veinte minutos los cuatro estábamos reunidos.

Los dos me saludaron con la misma efusividad con la que lo había hecho Aki pero yo permanecí serio.

-¿Qué pasa Lauri?- preguntó Eero
-Chicos… no puedo creer que cada uno haya tomado su camino. Desunieron la banda- dije molesto
-Lauri- dijo Pauli- una banda no funciona sin un líder y/o vocalista. No podíamos quedarnos sin hacer nada hasta que regresaras-
-Bueno, lo comprendo- contesté- pero ya estoy aquí y espero que quieran seguir con esto-

Los tres asintieron.

-Entonces hay que comenzar de nuevo- dije por fin sonriendo..


Pocos días después nos encontramos con nuestro primer obstáculo. Nuestro productor nos había mandado al diablo después de darnos un discurso sobre que no tenía tiempo para “jugar” y que necesitaba gente seria por lo que tuvimos que usar otros métodos.

Construiríamos nuestro propio estudio y produciríamos nuestra propia música. Pauli había tenido la idea de que podríamos compartirlo con otras bandas y hacer esto en grande.

La idea me parecía muy buena pero no podíamos perder más tiempo. Necesitábamos recuperar la popularidad perdida, poco a poco si era necesario.

Por un tiempo usaríamos un estudio prestado mientras el nuestro siguiera en construcción.

Las ideas sobre las canciones me habían llegado de golpe y tan inspiradoramente que un nuevo repertorio estaba listo. Sólo necesitábamos agregarle un buen sonido y tal vez en un futuro no muy lejano podríamos producir un material bastante fresco…


El tiempo se nos venía encima y por suerte mi mente estaba realmente ocupada. No tenía tiempo para pensar en estupideces del pasado. Debía estar totalmente enfocado en mi trabajo.

Todo estaba cambiando desde mi regreso y ese cambio era positivo.

Era la hora de hacer las cosas bien y demostrar al mundo quién era Lauri Ylönen porque quién sabe que me depararía el futuro.

Tal vez era mi momento, sólo este. Tal vez sería mi única oportunidad para volver a brillar así que no era un gusto, era una prioridad hacer el mayor de los intentos para aprovecharla.

Ya jamás volvería a caer. Jamás me dejaría vencer, así sintiera envidia a mi alrededor, nada me consumiría porque yo iba a escribir mi propio destino desde ese momento en adelante. Era mi vida y yo decidía en ella. Debía seguir mi curso y  madurar con cada obstáculo que se interpusiera en mi camino. No más depresión, no más dependencia, no más juegos masoquistas, no más engaños ni falsedades.

Y si tenía suerte… no más Rjuri.


En un par de días sería la presentación. Yo caminaba hacia el estudio para uno de nuestros últimos ensayos.

Curiosamente el sol había irradiado cada día desde mi llegada haciendo del clima más acogedor.

Pero ése día era diferente. Las nubes ocultaban el sol, el ambiente era frío y eso estaba afectando a mi estado de ánimo. Me sentía triste sin razón alguna pues mi mente estaba llena de pensamientos sobre “el gran día” y sin embargo eso no lograba reconfortarme.

Estaba a una calle de llegar al estudio cuando miré una escena que me hiso parar en seco. Tragué ruidosamente y sentí cómo mis piernas comenzaban a temblar.

Frente a mí Rjuri caminaba con enojo tras de Perttu, ella parecía discutir pero él ya no le tomaba importancia. Su rostro se notaba arto mientras la bella chica de cabello castaño descargaba su enojo con palabras ofensivas.

Ambos caminaron hasta el mercedes de Perttu.

Por último él dio la vuelta para dedicarle una mirada fulminante. Tomó su brazo apretándolo con fuerza para después decirle algunas palabras al oído haciendo que ella se rindiera. Sin embargo, con la expresión de él podía presentir que esas palabras no habían sido tranquilizadoras sino en forma de amenaza. Sólo esperaba equivocarme.

Él la soltó con repudio entrando a su auto y dejando a Rjuri a media acera con sorpresa en su rostro.

Mi instinto me decía que siguiera caminando. Yo estaba del otro lado de la calle. Mis pasos fueron rápidos pero no lo suficiente para escapar.

-Lauri- escuché tras de mí

Me detuve en seco sin voltear a verla, sólo esperaba a que hablara pero ella se movió rápidamente quedando justo frente a mí. Permanecí cabizbajo. No tenía el valor para mirarla a la cara…

-Hace mucho no te veía- dijo por fin

Alcé la mirada y pude ver su rostro. Un rostro demacrado. Esa chica no era la Rjuri que yo conocía, la mujer fuerte y enérgica que me hacía temblar con cada roce de su piel. No era la hermosa chica que siempre tenía una sonrisa en su rostro a pesar de que las circunstancias no lo ameritaran.

No. Esta chica era como una niña pequeña  e indefensa que podía deshacerse fácilmente. Era como si el muro de fortaleza que había construido durante muchos años  se hubiera destruido, como si al fin hubiera bajado la guardia y estaba dando a conocer su verdadera cara.

-Estuve fuera del país- respondí con sequedad
-Oh, ya veo… ¿cómo has estado?- dijo sonriendo
-¿En serio quieres saberlo?-

Su expresión cambió, pude ver la tristeza en sus ojos lo que me hiso sentir un nudo en la garganta. Respiré profundamente para tragarlo.

-Lo siento Rjuri. Debo irme-
-¿Podemos hablar después?-

La miré fijamente para después negar con la cabeza.

Ella sonrió de medio lado como si hubiera podido leer mi alma sabiendo que quería tenerla para mí.

Una chispa se encendió en sus ojos. Algo me decía que la fiera aun permanecía en su interior. Mi corazón quería explotar pues mi chica pasional aún estaba ahí dentro escondida en alguna parte.

-Adiós Lauri- dijo depositando un beso en mi mejilla.

Su aroma a lavanda embriagó a mis pulmones en un tiempo récord lo que me hiso recordar los buenos momentos juntos.

Quería tocarla y besarla hasta que nuestros labios se desgastaran. Quería hacerla mía de nuevo, sentir su tersa piel rosando la mía, quería que nuestros cuerpos se unieran hasta hacer uno sólo y proclamar nuestros nombres en la íntima oscuridad. Pero mi orgullo… mi bendito orgullo no me lo permitió. Sabía que después de un encuentro casual no habría nada ya.

Se alejó de mí con un andar danzante como el de una bailarina de ballet mientras yo la miraba suspirando como un idiota.

Reaccioné al tiempo de que corría por inercia al estudio. Ahí ya todos me esperaban para realizar uno de los últimos ensayos…



El día había llegado. Todos nos preparábamos para salir al escenario con la adrenalina corriendo por todo nuestro ser. Nos dijeron que era hora de subir y así lo hicimos.

Sentí que mi presión estalló. Miré a unas 500 personas. Muchas más de las que esperaba. Todos tomamos  nuestro lugar en el escenario…

-¿Cómo están todos?- grité por el micrófono

Escuché sólo gritos por lo que asumí que no había tiempo para charlar, ellos querían música y eso les daríamos. Aki dio la señal con sus baquetas y comenzamos a tocar.

Dábamos lo mejor de nosotros. Hacíamos lo que amábamos entregándoles el corazón a todos aquellos que habían venido. Ésta era mi pasión. Disfrutaba al máximo mi momento.

De entrada tocamos algunas canciones conocidas. Me dí unos pocos minutos antes de seguir con una de las nuevas. Era un nuevo estilo, algo diferente a mis trabajos anteriores pues antes, al componer, lo hacía por diversión, escribiendo cualquier cosa que se me cruzara por la mente pero yo había cambiado. Mi alma había probado realmente lo que era el dolor y esta canción era como una liberación de todo eso que ya se había quedado en el pasado…

-La siguiente canción- dije respirando desacompasadamente- está hecha para saltar. ¡Quiero ver esas piernas en el aire!-

Y fue así como la música se hiso presente. Las luces parpadearon. Yo comencé a saltar, caminar, correr por todo el escenario dejando salir toda mi adrenalina.

-Its my time, its my time. The one&only lonely!-

De pronto, a media canción comencé a sentir algo.
La vista se me nubló y dejé de escuchar sonido alguno. Me detuve en seco mirando imágenes distorsionadas. Comenzaba a asustarme.

-Lauri… despierta-

Escuché ésa voz en la inmensa oscuridad que me consumió de repente.

-No te rindas de nuevo…-

Yo conocía esa voz… era de nuevo esa chica.

Era Anna…


Las revistas se vendían como pan caliente después de tener en primera plana las fotos y el reportaje de cómo el vocalista de una de las bandas mas comprometedoras del momento en Finlandia había caído inconsciente en medio de un concierto que tal vez marcaría el resto de sus vidas…

1 comentario:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...