Dangerous Kind -C20-

Hei....Hei!!Ohhh!! Srita Antunez....que mala influencia fue para el Sr. Ylönen XD

"Angie"-Se puede llegar desde Suecia, Noruega( por el norte que comparten), o Letonia vía barco que está enfrente de Finlandia (al sur). Por cierto vi que en un tiempo te llamabas E. Olgin...

(c) Flavia M.

Este fic no me pertenece.



Capítulo 20.1: In the shadows (En las sombras)

------------- (Narrado por Lauri) ----------------------

Iba en mi auto conduciendo hasta la sede del famoso canal de televisión finlandesa YLE, esa misma tarde daríamos una entrevista a fin de estrenar nuestro nuevo sencillo. Era un jueves fresco y el tráfico estaba ligero, hacia unos cuantos días que no veía a los de la banda, específicamente desde nuestro regreso de Suecia, sólo me comunicaba con ellos por teléfono o internet. 

Los planes poco a poco se iban concretando, el nuevo álbum ya estaba listo al igual que el primer sencillo, ya los planes para la gira mundial estaban en proceso y mi vida personal estaba comenzando a encaminarse ya que Paula tenía un trato menos violento conmigo las veces que iba a su casa para visitar a mi hijo, quien dentro de poco comenzaría el kindergarden. Sin embargo, existía alguien que amargaba mis pensamientos, alguien de ojos y cabello castaño con su peculiar aroma de almendras que me hacía perder la razón. 

No me había comunicado con Helena en dos semanas, mi mente se había despejado un poco al no tener que encontrarme con su penetrante mirada, y a pesar de sentir tanta paz en su ausencia, también pude notar que su presencia me hacía falta y de solo pensar que estaba feliz compartiendo estos días de descanso con 
Eero me producía una gran sensación de impotencia. Deseaba verla pronto. 

Al pasar unos cuantos minutos conduciendo por la autopista, por el retrovisor pude notar que un Mercedes Benz color negro me venía siguiendo desde que salí de mi casa. Al principio me asusté un poco, pero luego pensé que probablemente se tratase de una fan. Sin dejar de estar alerta, llegué y aparqué mi coche en el edificio de YLE. El auto de color negro se estacionó en una acera cercana a la sede del canal pero no tuve tiempo de ver quién era el conductor debido a que el tiempo me apremiaba. Subí en el ascensor hasta llegar al lugar de la entrevista, donde me encontré con mis compañeros de banda. 

-Ylönen! Cuánto tiempo sin vernos- Dijo Aki recibiéndome con un abrazo

-Ja! Solo fueron unos días Hattu, que exagerado- Le contesté

-Significa que no nos extrañaste! Eres un mal amigo!-Continuó Pauli saludándome con el mismo gesto de Aki

-No me vengan con eso chicos! Estábamos todos muy ocupados con nuestras familias!... Por cierto, cambiando el tema, cuando venía hacia acá tuve el presentimiento de que un auto me venía siguiendo- Les comenté con curiosidad

-Pues que raro esta eso. Seguramente era una fan, porque los paparazzi así de fastidiosos no son muy comunes aquí en esta ciudad… Bah no te preocupes, seguramente quería hacerte una foto y simplemente no lo consiguió- Dijo Pauli en tono despreocupado. 

-Mmmm… es extraño, me asuté un poco porque nunca me había pasado algo así- dije.

-¿Y qué hiciste?- me preguntó Aki intrigado.

-Pues nada realmente, venia un poco distraído escuchando a Muse… ¿Dónde está Eero?, ¿aún no ha llegado?- Cuestioné cambiando el tema. 

-Sí, llegó hace poco, estaba afuera hablando por su celular- Me respondió Aki. 

En ese preciso instante Eero cruzó la puerta del studio y observé como guardaba su celular en el bolsillo derecho de su pantalón, me saludó como siempre y se sirvió una taza de café antes de comenzar a grabar el programa en vivo. 

Horas después salí a la terraza a tomar un poco de aire, mi celular sonó y se trataba de un mensaje de Helena. Por unos segundos me quedé sin aire, me emocioné un poco debido a la sorpresa que me causó el interés de Helena hacia mí. Su sms tan solo decía “Lauri, ¿cómo estás?, espero que bien. Me gustaría poder hablar contigo esta tarde en el café del otro día, respóndeme para saber si estas disponible”

Sin pensarlo más de dos veces le contesté de modo afirmativo, aclarándole que a las 7:00 pm era la hora de nuestro encuentro. Cada vez que ella llegaba a mi vida, esta comenzaba a desordenarse de nuevo, la voz de Helena era como una especie de cataclismo en mi cerebro que me hacia actuar sin medir las consecuencias.

------------------- (Narrado por Helena) -------------------------

-¿Qué quieres hoy de cenar?- Me preguntó Eero saliendo de la habitación luego de que pasamos la tarde del sábado viendo películas en su casa. -Me gustaría tan solo un vino con algo de pan sueco y queso de cabra- Le respondí estirándome un poco en la cama

-Perfecto, podemos salir en busca de eso- Me dijo parado sobre el umbral de la puerta y mirándome con sus ojos, que para ese momento eran de color miel. 

-Noooo! No me apetece salir amor, vamos a quedarnos aquí, además está lloviendo- Le dije con un ademán de súplica.

Como es costumbre me dedico una de sus más espléndidas sonrisas y entró de nuevo en la cama para recostarse a mi lado. 

-Mmm, creo que no tengo pan sueco aquí en casa, pero la botella de vino es segura… además me provoca hacer otras cosas contigo más que salir por allí- Me dijo en doble sentido y rodeando mi cintura con sus manos. 

-Me gusta más esa propuesta- lo besé suavemente. 
Eero interrumpió el beso sin antes morderme el labio inferior para salir rápidamente hacia la cocina, cuando regresó tenía una botella de vino francés en la mano derecha, mientras que con la otra sostenía dos copas. 

Descorchamos la botella y disfrutamos de unas cuantas copas de vino tinto mientras charlábamos un poco, sin embargo la temperatura iba subiendo a causa del efecto del alcohol etílico entre nosotros, los besos eran cada vez más desenfrenados hasta que la ropa comenzó a estorbarnos. 

El comenzó sacándose el sweater de color negro que llevaba puesto, luego los jeans hasta dejarme completamente sin nada que cubriese mi cuerpo. 

-Eres tan hermosa, amo cuando tu piel se eriza- Me dijo mientras besaba mi espalda. 

-Esto es injusto! Estas vestido y yo no…-Dije entre cosquilleos que me causaban los besos del finlandés.

No me respondió, tan solo siguió besándome y yo como pude también lo despojé de su vestimenta para finalmente hacer el amor, mientras la botella de vino yacía vacía en la alfombra de la habitación de él junto a las dos copas. 

A la mañana siguiente, apenas abrí mis ojos sentí un leve dolor de cabeza, puse mis manos sobre mi cara para intentar despertarme del todo. La persiana estaba entre abierta y pude ver que el cielo estaba aún nublado, volteé hacia mi otro lado y Eero dormía plácidamente bocabajo con su perfecta espalda descubierta. 

Me levanté, fui al baño para lavar mis dientes, mi cara y seguidamente cubrirme con una bata. Salí hacia la cocina para preparar algo de desayunar, comencé por el café, luego rellené unas tostadas con mermelada y queso crema… Me interrumpió el sonido del iphone de Eero que indicaba que un sms le había llegado. 

No era del tipo de personas que acostumbraba a hurgar en las cosas personales de las personas, de hecho me molestaba bastante ese tipo de acciones. Al principio pensé que se trataba de un mensaje de trabajo, confiaba plenamente en él, no le di mucha importancia. No tardé más de dos segundos para ir directamente hacia la mesa del living y tomar el celular del bajista para revisar de quien era el mensaje.

Por culpa de mi curiosidad no me llevé una grata sorpresa, si no una sensación de vértigo bastante desagradable. 

“Ya está todo listo, ya le tengo lo que buscaba señor Heinonen
Comuníquese conmigo en cuanto pueda”

¿Qué será eso que tanto busca Eero y se ve reflejado en ese mensaje?, ¿por qué Eero no guardó el número entre sus contactos?, no pude saber quién era el remitente, sin embargo rápidamente fui en busca de mi celular para anotar el número antes de que el señor Heinonen se diese cuenta, marqué el mensaje como no leído y dejé el celular exactamente donde estaba antes. Tuve un mal presentimiento respecto a ese recado, tomando en cuenta el hecho de que tuve un reencuentro con cierta persona hacia dos días, traté de calmarme y fui hacia la despensa en busca de un analgésico. 

-Buenos días Lena- Escuché la voz de él detrás de mí. Me volteé de un salto con la respiración agitada. 

Eero me miró extrañado alzando una ceja… -¿por qué tan nerviosa?

Capítulo 20.2: Todo se queda en el mar

--------------------------------Flash back--------------------------------------

(Narrado por Eero)
Sé que la confianza es lo principal en una relación, también estoy consciente de que mi lazo con Helena no está marcado por mentiras ni engaños. Sin embargo, me dejó muy intrigado el comportamiento extraño de Lauri hacia ella, y más aún la llamada de hace algunos días mientras estábamos en Suecia. Confiaba ciegamente en ambos, estaba seguro de que no pasaba nada grave, seguramente decían la verdad, sin embargo quiero salir completamente de dudas.

Helena me quitaría el habla para siempre si llegase a enterarse de que contraté a un detective privado para que la siguiese, mi acción era una gran falta hacia la privacidad de ella, y más aun sabiendo que estaba poniendo en duda muchos aspectos importantes de nuestra relación, pero no pude contenerme.

Hace un tiempo que ya conocía a Thomas Hahn, un investigador privado alemán residente en Finlandia, fue a través de una entrevista para una prestigiosa revista alemana que entablé mi primera conversación con él. Siempre me dijo que si necesitaba algún tipo de información confidencial o realizar trámites con discreción él estaba a mi disposición. Conversamos a veces debido a que hemos entablado una amistad, pero por mi cabeza jamás pasó la idea de utilizar sus servicios, nunca sentí la necesidad.

-Eeroo! Enhorabuena te acuerdas de mi amigo! ¿Qué tal está todo con tus negocios? ¿Andas en Helsinki?- Me saludó por medio de una llamada telefónica que le hice un lunes por la tarde.

-Si Thomas, acabo de llegar de Suecia, gracias a Dios todo bien con muchisimo trabajo por hacer, ya sabes ando súper ocupado con lo del nuevo álbum, la gira, el grupo de Sahaja Yoga, etc… ¿Qué tal has estado tú?- Le contesté en el mismo tono jocoso.

-También ando muy agotado con el trabajo… pero cuéntame ¿a qué se debe tu llamada?- Me preguntó.

-Amigo es que creo que esta vez sí voy a requerir de tus servicios como agente privado?- Dije

-¿Alguien te esta acosando? Ahh Eero creo que es bastante normal en tu caso, pero tranquilo que yo me encargaré de todo, apenas est…-Comenzó a decir pero lo interrumpí.

-No amigo no se trata de eso, es que necesito que sigas a una persona, pero necesito muchísima discreción. Tu solo dime el costo de todo y ya mismo acordamos una cita- Dije siendo directo y sin rodeos.

-Pues perfecto, y despreocúpate que yo tengo a los medios aquí controlados- Me aclaró.

Al día siguiente ya estábamos sentados en mi escritorio con un trago de whiskey escocés tratando el tema de la investigación. Cuando le comenté que se trataba de mi actual pareja quedó un poco sorprendido.

-Wow Eero… ¿tu esposa? Pero si por lo que me has contando esa niña es un ángel. No tengo este tipo de conversaciones con mis clientes, pero tratándose de ti me preocupa un poco- Me comentó.

-No es mi esposa Thomas, es mi novia pero tenemos una relación bastante madura. El punto es que no puedo confiar en nadie… Tengo un mal presentimiento acerca de ella, y necesito que la sigas por un tiempo para que mis dudas queden aclaradas- Le di un sorbo a mi vaso.

-No te preocupes, pero necesito que no le asomes ninguna posibilidad de que desconfías de ella, debes hacerle creer que no sospechas nada y que todo sigue con normalidad… De las pruebas me encargo yo- Dijo Thomas de manera decisiva.

-----------------End of Flash Back--------------------

-No pasa nada cielo, todo está bien… Sólo que me asustaste cuando apareciste- Dijo ella con una risita nerviosa y se dispuso a preparar café.

-mmm lo siento no fue mi intención-Dije sin importancia alguna y tomé mi iphone de manera automática como hago todas las mañanas. Al ver mi bandeja mi entrada y leer el primer mensaje mis miedos se materializaron. Finalmente encontré lo que nunca quise conseguir, quizás hubiese sido preferible vivir un engaño a sentir el desasosiego de aquella mañana.

-¿Pasa algo?- Preguntó Helena sin levantar la mirada.

-No… Nada. Debo salir un momento, se me hizo tarde-Dije yendo al baño para darme una ducha rápida.

-¿No esperaras al desayuno? El café está listo-

-No creo Helena, olvidé una reunión que tengo hoy con los técnicos de Dynasty-

Al salir de la ducha y vestirme en 15 minutos ella estaba aun con la bata de la pijama y con dos tazas de café. –No te tardes, quería pasar todo el día contigo, quizás salir por allí- Me dijo con sus brillantes ojos cafés. La imagen era encantadora, solo sonreí y tomé un sorbo de una de las tazas que sostenía con las manos, se la devolví, la besé en la frente y salí rápidamente por la puerta.

Mientras iba en el auto llamé Thomas. El vértigo se intensificaba mientras iba a más de
100kmh por la autopista.

-Buenos días Thomas, estoy saliendo ahora mismo para tu casa. Disculpa la demora, vi tu mensaje tarde- Dije nervioso.

-No te preocupes amigo si es tempranísimo. Aquí te espero-

Al llegar estacioné el mustang lo más rápido que pude. Al entrar el me recibió con una expresión que me indicó de inmediato que mis sospechas eran ciertas.

-Tengo algunas fotografías de esta semana Eero. Sé que no te gustarán pero esta es la verdad- Me dijo haciéndome entrega de un sobre amarillo tamaño carta.
Esperé al menos tres segundos antes de abrirlo, cerré los ojos para contener mi ira. Al abrirlo la imagen se me incrustó en el cerebro como una espina que dolía terriblemente. Me dejé caer en el sofá con los ojos fijos en la fotografía donde se mostraba un café al que yo solía ir en Helsinki, pero ojala solo fuese la imagen del pequeño restaurant, en una de las mesas se hallaban “mi novia”… vaya que me llené la boca hablando orgullosamente de esa traidora!... y mi supuesto mejor amigo besándose. Ambos usaban lentes oscuros, quizás pensaron que con ese estúpido accesorio no los reconocerían.

-Thomas… dime por favor que esto se trata de una broma- Le dije sintiendo una gota de sudor frio bajar de mi cabeza.

-Sabes la seriedad de mi trabajo, esto no es ninguna broma ni un montaje… Son fotos auténticas… Tengo el video que lo comprueba- Me dijo sentándose a mi lado y dándome una palmada en la espalda en señal de apoyo.

-Malditos traidores… como pudieron- apenas pude pronunciar estas palabras.

-Amigo por favor calma, se que estas lleno de rabia en este momento, pero debes controlarte porque solo conseguirás dañarte a ti mismo. Yo te aconsejo que cortes esa relación por lo sano y no tomes represalias contra Lauri.

-No menciones a ese imbécil!!! No quiero saber nada!! Estoy cansado de ser engañado!!... Pero esta será la última vez que me ven la cara de estúpido esos dos!-Dije soltando las fotos sobre la mesa con fuerza y levantándome de golpe.

-Cálmate Eero!! Debes ser racional en estos casos! Piensa en tu carrera como músico, en las idioteces que hablaran los medios para destruirte… Debes permanecer tranquilo, olvidala a ella y continua con tu camino… por favor! Eres una figura pública, cualquier mujer del mundo daría lo que fuese por salir contigo… Vamos amigo sé que es terrible, pero debes ser mucho más fuerte que esto- Me dijo Thomas en tono de preocupación.

Cubrí mis ojos con mis manos para evitar que mis lágrimas de ira saliesen, casi no podía respirar. Mi sangre hervía y pude notar que mi piel estaba caliente, tenía que salir de allí, necesitaba aire y mis pensamientos no estaban claros, ¿estaba soñando?.

-Discúlpame Thomas, debo irme, entiende que esto no es fácil para mí-Diciendo este salí del departamento, me subí a mi auto de nuevo y conduje a toda velocidad en dirección a la costa.

Miles de imágenes se asomaban a mi cabeza: el primer día en la primaria cuando conocí a Lauri, los ensayos en el garaje de su casa, nuestro primer concierto en Helsinki, conciertos alrededor del mundo, entrevistas, fans, paparazzi, mi primer viaje a la India, mi boda con Jessica, el divorcio… Helena en la clínica, nuestra primera cita…

-Basta ya de todo esto!- Frené abruptamente en una pequeña calle cerca del puerto. Me bajé y comencé a caminar por el sendero al lado del mar.

El sol tenía un color rojizo solo visible en esta época del año, sus destellos dorados caían sobre el mar y se mezclaban con el rojo sangre de las nubes. Me senté en un banco de madera, cerré mis ojos y respiré hondamente recordando todo lo que me había enseñado el Yoga sobre el autocontrol. Sin embargo, se me hizo imposible contener lágrimas de odio y rencor hacia aquellas personas a las que alguna vez les entregué mi confianza… y que ahora la habían perdido por completo.