"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

jueves, 21 de junio de 2012

Oblivion -C16-





EL CIELO QUE SABE A INFIERNO


CAPITULO XVI



Helena p/v


N/a: Se preguntaran que tiene que decir Helena, pues bien, a ella la saqué de un fic de una amiga ( Flavia, quien  me concedió permiso para usarla) ella tuvo su fic propia en el cual se desarrollaba un triangulo amoroso entre ella, Lauri y Eero, en el cual se vio la confusión de ella entre los dos hombres ( tal como lo habrán visto en cualquier telenovela!! solo que con dos finlandeses hermosos :) ), pero ella al final eligió a Eero, pero en el fondo aun quería con Lauri ( todas quieren con él hehehe).Asi que ahora solo traigo en después de su "relación"... el fic se llama Dangerous Kind, y si quedan picadas de quien fue ella en ese ambiente y como fue ese triangulo, solo lo dicen y le pediré permiso a la autora para subirlo al blog :) )...





El aire gélido pegaba en mi rostro, y se llevaba con el, las lagrimas que prometían ser derramadas si no fuera por el viento. Aun no podía dar crédito a lo que la jueza había dicho, que esa chica era culpable. Y no es que estuviera mal por ella, ni la conocía, pero… una parte de mi estaba celosa de ella. Qué quería Lauri de Liz?

Eero me abrió la puerta del coche, casi no habíamos hablado desde que salimos de la audiencia, ambos quedamos muy sorprendidos, creíamos que era inocente, y no lo era. Tal vez se cometió una injusticia con ella?. Quien sabe, pero de una cosa estaba segura, ella lo iba a pasar muy mal ahí dentro.

La calidez me abrigo dentro del automóvil, Eero lo puso en marcha y nos dirigimos a su casa. La de Lauri. Un escalofrió recorrió mi cuerpo, hacía mas de año que no entraba en esa casa, y no quería hacerlo precisamente ahora, pero como me negaba?, un dolor?, no imposible, tenia que pensar en algo, al menos estar afuera pero no dentro, no con él.

-Qué pasa amor?.- Eero soltó el volante conduciendo ahora con una sola mano, y tomo mis dedos para darle un suave apretón. Me volví  para verlo y el me miraba también, le sonríe, pero creo no llego a mis ojos.-Estas triste.-Concluyo él.

En su voz noté, también tristeza pero he de imaginar que era por ella,  a la pobre le esperaban cosas malas, si bien fuera una cárcel de chicas, era una internacional y peligrosa.

Y yo… no estaba triste … sino…preocupada. Aún no olvidaba la forma en que me miró en el hospital, ni la forma en que le correspondí, no se en que estaba pensando cuando decidí ir a verlo, pero la preocupación de que estuviese muerto le ganó a mi raciocinio, y eso no podía volver a pasar nunca.


Lauri era mi pasado y Eero mi presente y mi futuro y lo amaba pero …

-Todo bien?.-volvió a preguntarme. Ahora su tono estaba cargado de preocupación, note que disminuyo la velocidad, suspire relajada ante ese acto.

-Si, todo bien, solo pensaba en esa pobre chica, no a de ser fácil vivir de esa manera por tanto tiempo.- solté la mano de Eero, baje el espejo que estaba escondido en la visera y me observe. No estaba tan mal, pero … que estaba haciendo?, acaso iba a una cita?.

Inmediatamente regrese el espejo a su escondite, era absurdo, me estaba comportando como si quisiera darle una buena impresión a Lauri y era todo lo contrario, no podía ni siquiera dejar que él viera un desliz por mi parte…no como el de aquella vez.

Estuve a punto de traerlo a mi mente ese recuerdo que aun me consumía, cuando contemple que habíamos llegado a su villa. Me apreté mas contra el asiento, no quería bajarme, y fue tal como la vez que vine con Liz, por un momento de debilidad estuve apunto de entrar a su casa, pero por suerte Eero me salvo, y ahora quien me salvaría de entrar a la casa del lobo?… que tanto echaba de menos.

-Llegamos.-el motor se apagó.- ojala y tomé bien la noticia, creo se hizo muy amigo de ella, aunque pueda que sea otra cosa, no lo crees asi amor?.- las palabras de Eero fueron como una bofetada que me trajeron de vuelta a la realidad.

No tenia porque sentir nada en estos momentos, Lauri era mi pasado y si quería estar con Liz, pues …adelante, y aunque él negaba alguna relación con ella, Eero pensaba que tal vez ni el mismo se había dando cuenta de sus sentimientos por Liz. Pero esta noche lo podría averiguar.

Tomé valor y apreté el botón que abría mi puerta.

Mis tacones me traicionaron y me hicieron resbalar tras pisar el asfalto nevoso, pero la puerta me ayudo a recomponer mi equilibrio, Eero corrió inmediatamente a mi ayuda, paso mi brazo por su cuello y caminamos juntos hacia la puerta de su casa, me sentí nerviosa y mi labio inferior empezó a temblar, rápidamente lo mordí con mis labios para ocultar la acción.

Acaso podría tener suerte y que el no estuviese en casa?. Pero tras unos cuantos segundos tras tocar Paula nos abrió. Me estremecí tras pasar el umbral de su puerta, no podía creer que estaba nuevamente aquí aunque en diferentes circunstancias.

Avanzamos y llegamos a la sala, y todo estaba igual a como lo recordaba nada era diferente…solo el tiempo y las personas que estaban ahí ahora.

Los tres sillones rectangulares negros daban realce a las paredes blancas, la iluminación era perfecta dando un toque de brillo a los accesorios metálicos de la sala. Paula nos invito a sentarnos en el sofá mas grande, pero rápidamente hui y me senté en el mas pequeño por nada del mundo me volvería a sentar ahí, tampoco podía fingir tan bien mi estado neutral.

Eero me miro extrañado pero se sentó en el sofá que ella nos ofreció, y aun así quedamos juntos solo que en diferentes espacios. Paula se retiro en busca del hombre de su casa.

Las manos me empezaron a sudar dentro de los guantes, agradecí de no habérmelos quitado cuando llegamos. Tenia que tranquilizarme, que ahora me sirviera tantas horas de yoga que Eero había invertido en mi, cerré mis ojos y me relaje, descargué mi mente alejando cualquier recuero o pensamiento.

-Estas cansada?.- su voz me sacó de mi estado de relajación. Abrí mis ojos y le sonríe, ahora si mi sonrisa la sentí llegar a mis ojos.

-No, es solo que tantas cosas me tienen un poco estresada, y también los tacones.- y no era del todo falso a buena hora me puse unos tacos de aguja fina, yo y mis sentidos de la moda.

Me recosté en el respaldar del sofá, ya que ellos tardaban tanto en llegar, y fue bueno porque me pude relajar.

Sentí que Eero se puso en pie, y sabía que era porque Lauri estaba a su vista. Escuche su lento caminar por las gradas inclusive el sonido que causaba la fricción de su anillo contra el pasamano metálico, fue tan fuerte para mis sentidos, haciéndole creer a mi cerebro  como si fuera el sonido de unas campanas.

Como las campanadas de mi matrimonio.

Ese día…

Mi sensible mente estuvo a punto de llevarme a ese día, pero la voz de Lauri en la sala lo impidió.

-Me alegro que estén aquí tan pronto, cuales son las noticias.- abrí mis ojos y el estaba oculto de mi visión, sabia que estaba detrás, muy cerca, pero era mejor así, que no nos miráramos, no aun, no con los recuerdos al borde de mi mente.

-Ya puedes estar de pie?.- Preguntó Eero un poco asombrado de verlo ahí de pie, cuando hace dos días lo había herido de gravedad.

-Si, camino lento pero resisto.- intento sonar contento, pero el también estaba nervioso, tanto como yo o mas.

Y noté que aun no me daba la cara, no caminaba hacia nosotros y tomar asiento. Solo pude sonreí ante su cobardía eso me molesto, no solo yo iba a sufrir. Me puse en pie y lo encare. Por un momento pude ver como le cambiaba el semblante, paso del asombro a la felicidad en un milisegundo, quedando nuevamente en su cara una apariencia neutral, serena.

-Hola Helena.- dijo él, y no perdí detalle de cómo reaccione ante ese simple comentario, que me estaba pasando?, no había estado así en el hospital, pero hoy era diferente, mejor dicho el ambiente era el que descontrolaba todo en mi. Había sido un error total haber venido, pero muy tarde me di cuenta de eso.

-Como estas?.- mi mirada fija en sus ojos, casi ocultos por su pañoleta blanca que cubría toda su frente y sus cejas. Procure no sonreír, se miraba tan bien para ser un convaleciente.

-Mas o menos. Pero díganme como fue todo?.- el desvió su mirada y la volvió hacia Eero. Acortando la distancia   sentándose  junto a su amigo. En el sofá.

En el sofá …que hui… de sentarme, lo seguí con mi mirada desencajada, acaso ya no lo recordaba?. Pero no… cuando nuestras miradas se volvieron a encontrar, creo lo recordó, su expresión fue como si Eero nos hubiese descubierto en el acto, como si hubiera descubierto lo que pasó hace un año.

En el día de mi matrimonio.

Lauri tomo asiento nerviosamente entendiendo que había sido un error sentarse ahí, y no fui capas de contener mas mis recuerdos de  ese día.








Las campanas dieron su ultimo repique al salir de la iglesia, todos nos esperaban afuera sonrientes, las cámaras en mano grabando el día mas feliz de mi vida. Mi mirada viajaba por todos mis amigos, parientes y …Lauri, el también sonreía, y le sonreí de vuelta, todo había terminado bien entre nosotros y ahora solo viviríamos el futuro sin mirar atrás.


Nos montamos en la limosina blanca con destino a la resección, el regalo de Lauri, su recepción. Su casa.
Eero abrió una botella de champán mientras esperábamos a llegar a nuestro próximo destino. Reímos, bromeamos, y bebimos casi completamente la botella para cuando llegamos a la casa de Lauri.

El vestido era inmenso y no me permitiría disfrutar de mi fiesta con el puesto, pero el primer baile lo tenía que bailar con el puesto ya luego me lo quitaría.


El chofer nos abrió la puerta, Eero salió primero me tendió una mano y me ayudo a salir. Creí que entraríamos por la puerta principal, pero no, Eero me cargo en brazos sobresaltándome por su acto, pero me explico que Lauri nos tenía una sorpresa. Rodeamos su casa, atravesando el jardín externo y avanzamos mas, unos cuantos metros por detrás de su casa, y vi una gran carpa blanca, era inmensa parecía la de un circo solo se diferenciaba en el color.

El césped verde contrastaba con los pétalos de rosa blancos y rojos caídos sobre el, haciendo un camino hasta la carpa. En este punto mi corazón latía a mil por hora, cual era la sorpresa?, pero viniendo de él puede que nunca la olvide.

Cuando entramos escuche los primeros acordes de chelos, Eero me bajó y me tomo de la mano, avanzamos lentamente por el recinto, todos estaban de pie y observaban nuestro ingreso pero yo  no podía apartar mi vista del escenario. Ahí estaba Apocalyptica y Lauri con micrófono en mano. Me iba a cantar?. Sentí un revoloteo de emoción en mi estomago, mis rodillas temblaron pero el brazo de mi amado me ayudo a no caer.

Eero acerco su boca a mi oído y susurro las palabras.-Esta canción se llama “Solo Tu”, y es para ti amor.- y terminó con un rápido beso en mi mejilla.

Pero yo no podía apartar mi vista del escenario, Lauri tenia los ojos cerrados así que no me miraba pero yo si. La melodía seguía y él no comenzaba a cantar, Eero me insto a bailar en ese momento.

Y él comenzó a cantar, su voz fue como un susurro al principio, pero luego su voz se hizo mas profunda. Nuestros pasos iban al compás de la música, y de vez en cuando me fijaba en su rostro, sereno, hermoso. Pero porque no abría los ojos?.  También no podía evitar verlo porque se miraba arrebatadoramente hermoso en su esmoquin gris, parecía salido de una boda real, con el tipo de corte de su traje, totalmente entallado hecho a la medida, su cabello prolijamente peinado hacia un lado.

La canción termino y el por fin abrió los ojos, pero no vi nada en ellos que llamara la atención, así que me relaje por un momento dudé que no estuviera feliz por mi boda. Lauri se acerco a nosotros y nos felicito con un beso en nuestras mejillas, e insto a que disfrutáramos la fiesta.

Y me di cuenta del pastel. Como no lo había visto antes?. Era de seis pisos pero el último era diferente, tenia la forma de una flor, y no cualquiera, era un tulipán rojo, y eso significaba amor eterno.

Para mi y Eero o …

El tiempo paso rápidamente que ni sentí la incomodidad del vestido, pero no podía seguir con el toda la fiesta. Ya había comido y bebido mucho, y mi traje corría el riego de arruinarse o romperse. Me acerque a Eero y le pedí que le pidiera al chofer  traerme el vestido, pero él me dijo que el vestido ya no estaba en la limosina, si no en dentro de la casa.

Relajada, me separe de Eero y me dirigí a la casa por fin me iba a liberar de mi vestido. Al salir de la carpa y encontrarme con el césped trastabillé un poco, así que me quite los tacones y los lleve en la mano. La sensación fresca del césped bajo mis pies fue muy gratificante, aliviando el malestar de mis sufridos pies.

Llegue mas rápido descalza, entré por la puerta de la cocina y me dirigí a la sala donde estaba mi vestido igual blanco pero mas sencillo de usar. Pero no estaba solo, junto a él estaba recostado Lauri en el sofá central de cuero negro, y en su mano un cristal con liquido café transparente. Tenia los ojos cerrados y creo no me había escuchado entrar, y  ayudo el que andaba descalza.

-Qué haces aquí?.- le pregunté acercándome  mas. Qué estaba bebiendo?. Y porque estaba aquí escondido de toda la gente?.

Él se sobresalto  ante el sonido de mi voz, y se incorporo un poco del respaldar del sofá.

-Luces hermosa.-dijo viéndome con una mirada… hambrienta de arriba a bajo. Ante su escrutinio retrocedí un poco, tal vez estaba un poco borracho y quien sabe lo que podría decir.

Esas no eran las palabras que espere por respuesta, así que me tomaron por sorpresa y no supe que responder rápidamente. Me quede viéndolo fijamente, él tampoco dijo nada, por unos segundos solo se escucho a lo lejos el bullisio de la fiesta.

-Vine por mi vestido.- lo señale. Él siguió la dirección de mi dedo, y sonrió cuando nos volvimos  a ver.

-Me gusta mas el que traes puesto.- en su voz note alegría, una verdadera satisfacción masculina. Hasta ahora ni Eero había reparado en el. Tenia un escote en v un poco pronunciado pero sin caer en lo vulgar, era de seda pura traído desde parís,  con detalles en diamantes y rosas bordadas, que cubrían mis brazos, y una cola larga.

Cierto Lauri, el vestido lucia hermoso.

-Gracias, pero es incomodo así que me podre ese.- quería que se fuera, no teníamos porque estar solos, ni ahora que ambos teníamos cierto nivel de alcohol en nuestro sistema y eso mas la emoción de verlo aquí era una mala convinacion.

-Te puedo ayudar?.-pregunto él desde la distancia. Me sobresalte ante su petición. Claro que no me podía ayudar, en que estaba pensando?.

-No. Vete Lauri es lo mejor.- me aparte un poco, cuando él comenzó avanzar. Pensé que darle espacio para su salida era lo mejor, pero se detuvo frente a mi.

-Digo, con el zíper que tienes atrás, prometo que no muerdo.- dijo elevando sus manos al aire en rendición. Su rostro era sin emoción alguna, así que no sabia si era verdad o mentira sus palabras. Pero cierto ocupaba ayuda con el zíper.

Me giré y quede de espaldas hacia él, lo sentí acercarse, posar sus manos en mi espalda lentamente.

Trampa eso era trampa. Mi espalda descubierta, captaba a la perfección su tacto … sensual dándome una sensación placentera, que me hizo estremecer por completo

-Lauri.- dije quedamente. Tenia que parar cualquier cosa que quisiera inicia él.

-Ya lo encontré!!.- dijo emocionado cuando toco el broche del zíper.

Lo bajo lentamente y aprovecho para pegar su nariz en mi nuca inhalando mi aroma y exhalando, deleitándome con la placentera sensación de aire cálido ahí en esa parte tan erógena de mi ser.

Ronroneó satisfecho por lo que encontró. Yo no dije nada, solo me limite a callar mi boca o podría salirse un gemido.

El ziper iba por la mitad, y cambio su nariz por sus labios en mi nunca, depositando un casto beso. Me estremecí desde los pies a la cabeza, sentir la suavidad de sus labios era una cosa completamente fuera de este mundo. Por un momento  perdí el balance por su toque, y él se dio cuenta justo a tiempo y me abrazo por detrás sosteniéndome por la cintura.

Ahora nuestros cuerpos estaban unidos, solo separados por nuestras ropas. Pego su boca en mi oreja y susurro de forma tan sensual, que sentí por un momento que mis rodillas fallarían.-Tienes frio.- no se de donde había sacado eso, pero podría asegurar que ni una pisca de frio sentía.

Su aliento me rozo el rostro pícaramente trayendo con si, el olor de su bebida.

Whiskey.

Lauri tenia que estar borracho y por eso actuaba de esta manera, pero aun no me separaba de él. Que estaba esperando?. Que Eero entrara por la puerta y nos separara?.

-Estas borracho Lauri, es mejor que me sueltes, ya bajaste el zíper, así que gracias, pero lo demás lo puedo hacer yo sola.- intente separarme de su abrazo, pero fue inútil, él me apretó mas hacia el.

-Dije, que tenias frio.- deposito un beso fugaz donde latía mi arteria estrepitosamente. –Pero aún no he terminado de bajar el zíper, permíteme.-

Termino el abrazo y …sentí frio, y un escalofrió, poniendo mi piel de gallina. Escuche una leve risa de su parte, y el sonido del zíper acabado también. Pero no desperdicio tiempo, rápidamente desplego el vestido por la gran abertura que ahora tenia en mi espalda y al instante cayo al suelo, dejándome totalmente expuesta ante su mirada, solo con mi ropa interior blanca, y mi piel de gallina.

Que era por el frio, por su mirada, y por mis anhelos.

-Te lo dije, tienes frio.- y volvió a pegar su cuerpo contra el mío, posando sus manos en mi estomago, dándole lentas caricias en círculos con sus dedos, enviando una secuencia de sensaciones tan agonizantes que no pude resistir mas y se me escapo un gemido.

Esto ya era demasiado!!, gire mi cabeza para tratar de encararlo, ya que no podía hacerlo con mi cuerpo por su apretón cariñoso. Abrí  mi boca para ponerle fin a esto, pero solo encontré sus labios que se apoderaron de los míos en un beso hambriento.

Estuve apunto de ponerle fin, pero… creo el champán inhibió mi cordura y deje que continuara su tormentoso beso. No me sentía cómoda, quería mas de él, mas de lo que sabía podía darme. Me gire, y solo entonces él me lo permitió hacerlo. Y ahora si pude saborearlo mejor, mis manos buscaron entre su pecho, quería sentir su corazón, latía a gran velocidad, igual o mas que el mío, y eso me gustó.

Una de sus manos subió hasta mi nuca, y la otra a mi mejilla, aprisionándome contra sus deseos, dejándome a su voluntad.

Me soltó. Pensé que para buscar mas aire, pero no, entendí que el rabioso, y sensual beso había terminado y me sentí decepcionada. Pero era lo mejor.

Él se alejo de mi, y por un momento pensé que se marchaba, y eso me trajo un aluvión de tristeza, no quería que se fuera.

Me gire para ver que era lo que había llamado su atención, y comprendí que quería que me vistiera, al menos uno de los dos, tenia bien puesta la cordura.

Desdoblo el vestido blanco de seda, le abrió el zíper y seguidamente se agacho, esperando que avanzara hasta él, y permitirle que me vistiera.

Era algo sensato. Creí.

Me posicione dentro del vestido, y  comenzó a subirlo por mi cuerpo, jamás había sentido tal sensación al vestirme, el roce de la tela era demasiado contra mi sensible piel. Llego a mi estomago y se detuvo para depositar un fugaz roce de sus labios, subió mas y completo su tarea, subió uno de mis delgados tirantes hasta mi hombro y rozo con la punta de su lengua la protuberancia de el.

Eso casi me hizo estallar por completo. Sentir su respiración, su boca eran una cosa en mi cuerpo, pero sentir su aterciopelada lengua era el infierno. Y yo gustosa ardía en el.

Hizo lo mismo con el otro hombro y no resiste la descarga eléctrica de su íntimo tacto, atraje su rostro con mis manos y me apodere de sus labios carnosos en un furioso beso. Tenia que descargar mi frustración interna, al menos con sus labios, y creo me pase, porque sin darme cuenta le mordí el labio inferior.

Él paro el beso solo para desahogar la risa que tenía atragantada en su garganta, fue tan sincera y honesta, que me fue imposible no acompañar su alegría.

Pero no duro mucho, porque volvió a reclamar mi boca, y sentí su urgencia. Con un leve movimiento me despojo de mi vestido que con tanto esmero él me había colocado y al segundo después estaba otra vez expuesta, pero no por completo, al menos tenía mi ropa interior.

Hacia tanto que no saboreaba sus labios, sus besos, su tacto, que había olvidado lo maravilloso que era estar así junto a él.

Su siguiente movimiento me sorprendió. Me estaba quitando el sujetador. Acaso quería …?

Mi cerebro reporto la alerta a mi conciencia, pero mi cuerpo no le obedeció y no hizo ninguna protesta alguna ante lo que Lauri estaba haciendo con mi ropa interior, que segundos después estaba en el piso, ahora completamente desnuda y él aún vestido.

Nuestros labios seguían unidos, y nuestras manos viajaban de aquí por allá reconociendo lo que una vez fue nuestro. Él cuerpo del otro.

Con urgencia lo empecé a desvestir, pero el condenado traje era imposible para mi torpeza del momento. Pero eso no lo inmuto a elevarme con sus brazos; lo sentí dudar, y luego me deposito sobre la fría piel del sofá de cuero.

Se retiro un poco, tratando con desesperación de quitarse el ajustado saco, pero le paso lo mismo que a mi, su torpeza y urgencia se lo impidió. Así que hice algo que solucionaría todo el proceso.

Me acerque a él, colocando mis manos en el botón de su pantalón, por un momento me sentí estúpida, pero su sonrisa me quito esa sensación,  con urgencia se lo desabotone y seguidamente le baje el zíper, pero no estaba preparada para lo que vi a continuación.

No llevaba ropa interior así que me encontré de golpe con su masculinidad.

No me dejó deleitarme por mucho tiempo con lo que tenia ante mi vista, me tumbo nuevamente al sofá, lo abrace con mis piernas por su cintura y  sentí de golpe su intromisión dentro de mi.

Fue un aluvión de sensaciones que sentí en ese preciso momento: alegre, triste, ansiosa, deseosa, amada, excitada hasta mas no poder. Y lo que mas me llego  en lo mas profundo de mi ser, es que estaba siendo amada por Lauri, su ternura y pasión me envolvían y me reconfortaban, haciendo olvidar cualquier cosa que amenazar contra nuestra unión.

Ambos alcanzamos el clímax al mismo tiempo, el posiciono su cabeza sobre mi la mía y le dio un tierno beso, sentí todo el peso de su cuerpo, pero poco me importo a diferencia de sus palabras.

-Esto jamás …se puede volver a repetir, …jamás.- susurro entre jadeos. Aun fatigado por nuestra muestra de pasión.

Jamás?, y lo recordé, no era como antes, ahora estaba …casada. Oh por dios!!. Lo había olvidado por completo, que fue lo que hice?, le había dado mi noche de bodas a Lauri, en lugar de Eero, y no es que fuera mi primera relación intima, si no era el hecho del acto en si, luego de la boda, sigue la consumación de su amor.

Y yo que hice?, consumarlo con Lauri, precisamente con él, en plena fiesta, a unos cuantos metros de mi esposo y yo aquí sudorosa, pero satisfecha en los brazos de otro.

Le di un fuerte empujón y me aparte de su cálido cuerpo. Estaba temblando de culpa pero también de frio. Me abrace con mis brazos, él me miro acongojadamente, también sentía culpa. Se puso en pie, se subió su pantalón, y listo estaba totalmente vestido, y yo? Desnuda…y frente a su mirada.

-Tienes que darte una ducha, o va ha sospechar que algo te pasó.- dijo él sin apartar la mirada de mis ojos. Acaso tenia miedo de dejar vagar su mirada por mi cuerpo y que su control se cayera?. Si.

-No no.. ya he estado mucho tiempo ausente, tengo que irme.- me moví un poco en busca de mi ropa interior, pero el detuvo mis movimientos.

-Debes hacerlo Helena, tu apariencia grita a los cuatro vientos que acabas de echarte un buen polvo y no pretenderás decir que fue con tu esposo no?.-

-Tan mal me veo?.- sentí la preocupación salir por mi voz, que iba hacer si Eero o los demás me descubrían?.

-Eso nunca.- acaricio el borde de mi rostro con su mano.-Te ves tan radiante, pero es esa apariencia luego de una intimación con alguien la que te delata. Ven vamos.-

No me dio tiempo de protestar, me cargo en sus brazos y siguió andando por el pasillo de la sala hasta entrar a una habitación que supuse era de huéspedes, para ahí darme un merecido baño.






-Helena?.- Lauri me llamó, y por un momento pensé que aun seguíamos en el cuarto de baño, pero lo vi ante mi, junto a Eero, recordándome que me había dejado llevar por mis recuerdos.

Sentí que tenia la cara sudorosa, cuanto tiempo había pasado desde que me desconecte de la conversación?

-Si?.- respondí, nerviosamente tratando de no verlo fijamente.

-Estas bien, no has hablado nada, parece que estuvieras en otro lugar, estas bien?.-su voz sonaba con un acento de preocupación.

Obvio que estaba en otro lugar, pero solo en tiempo, porque todo estaba tal y como había estado hacia un año atrás.

-Lo siento, me deje llevar por mis recuerdos del día de mi boda.- y ahora si lo miré fijamente, él agacho la cabeza rápidamente ocultando su mirada de la mía.

-Oh si!! Lo recuerdas Lauri?, fue tan esplendido ese día, la recepción fue estupenda, Perttu, Paavo y Eicca estuvieron geniales, tocando para nosotros, y ni se diga de la canción que nos hiciste, fue tan bonito ese dia, como olvidarlo-

Yo no podía dar crédito a lo que escuchaba, tan equivocado estaba mi marido.  Ni por un momento recordaba esas cosas, todo el tiempo trataba de borrar ese día de mi mente, y lo había conseguido,… hasta hoy. Todo por estar aquí donde todo pasó.

-Si …lo recuerdo perfectamente.- y me miró fijó a los ojos, dándome a entender que recordaba lo que habíamos hecho aquí en su sala el día de mi boda, pero sus ojos solo mostraban arrepentimiento, dolor, y tristeza.

Me incomodo notar eso en él, si bien sentía lo mismo no me daba tristeza, pero si mucha culpa, y arrepentimiento. No podía permitir que Eero ahondara mas en los recuerdos de esos días.

-Liz esta en la cárcel.-cambie de tema.

-Si amor, eso es lo que le dije hace un momento.-Eero comento rápidamente, sin verme directamente a mi, su mirada estaba fija en la de Lauri.

Cuanto llevaban hablando?, que se dijeron?

-Pero debe ser un error- argumenté, tratando de ver si habían llegado a esta parte.

-Eso mismo digo, ella no es culpable.- salió a su defensa Lauri. Su voz estaba cargada con una profunda tristeza… pero era solo por Liz o… por algo mas?.

-Aunque las pruebas decían todo lo contrario.- y era cierto. Acababa de contrariar mi anterior argumento, y me di cuenta un poco tarde de eso. Eero y Lauri me miraron de pronto, como si fuera una intrusa en la conversación, como si fuera el enemigo de todos. Fue una sensación fea, no me gustó.

-No importa, todo puede ser circunstancial, apelare su audiencia.- dijo Lauri cabizbajo. En que estaba pensando realmente?.- Cuando la trasladan?.-

Eero fue quien le contestó, dudo un poco al principio.-  … Mañana (sábado), la trasladan a la cárcel general de mujeres.-

Lauri quedo estupefacto, no daba crédito a lo que mi esposo le había dicho. Pero vi que su mirada estaba fija en otro lugar, mas allá de nosotros, en dirección a las gradas. Me gire para ver que era lo que había llamado su atención y observe a Paula bajando por las escaleras con maletas.

Así que su sorpresa era por lo de Liz, o por la partida de su esposa?.

Lauri se puso en pie, en su rostro había tal desconcierto por la partida de su mujer, acaso se estaban separando?. Por Liz?. No, claro que no.

-A donde vas Paula?, y esa maleta?.- la voz de Lauri estaba cubierta de miedo, y porque  no un poco de desesperación. Eso me llamo la atención.

Ella se giro, y nos volvió a ver a todos, me fije en Lauri que no perdía de vista la  maleta pesada. Se miraba realmente asustado. Pero porque?. Que era lo que le asustaba tanto?. Si se iba pues, no era lo que ambos querían?.

-Creo se me olvido decirte, que mi padre me invito a esquiar, como entenderás me llevare a Julian porque no podrás atenderlo.- coloco la gran maleta pesada ante la puerta, y regreso a las escaleras.- estaré de regreso el martes.- y desapareció al final de ultima grada.

Me gire y vi que Lauri no le agrado por nada esa decisión de su esposa. Pero si solo eran cuatro días. Su rostro estaba totalmente trasfigurado por … angustia?. Su frente tenia unas cuantas líneas de expresión sobre marcadas, su expresión era como si alguien hubiera muerto. Creo estaba siendo un poco exagerado no?.

Lauri se tambaleo y busco sentarse nuevamente-Estas bien?.- Eero rápidamente lo ayudo acomodarse.

-Me duele el hombro, pero estoy bien.- Claro que no lo estaba, su cara lo decía todo, por alguna razón no quería que se marchara su esposa, o es que… las cosas ya estaban bien entre ellos dos?. Rápidamente desaparecí ese pensamiento de mi mente, a mi no me tenia porque importar eso.

Nadie dijo nada hasta que Paula volvió a bajar con otra gran maleta, que la hacia esforzarse demasiado, y tras de ella su hijo, que corrió hasta donde nosotros, nos saludo con su manito y se fue a los brazos de su padre, quien lo acogió con gran jubilo, creo poco le importo el malestar de su hombro porque lo abrazo con ambos brazos.

Su abrazo se hizo eterno pero no podía ver su cara, porque estaba  oculta por el pelo un poco largo de su hijo.

-Papi porque no vienes con nosotros?, te voy a extrañar muchote.- Julian se separo de él, y quedaron frente a frente.

-No puedo Julian.-

Que era esto?, su voz… su voz… salió quebrada?, pero porque?, que estaba pasando aquí?, porque Lauri estaba tan triste?, jamás lo había visto de esa manera, su rostro acongojado solo me inspiraba querer llorar las lagrimas que él no se atrevía a derramar. Pero porque?.

Julian lo volvió abrazar, y solo fue interrumpido por el grito de su madre que lo apuró a partir. Que acaso no veía ella lo que yo?. Su hijo salió corriendo y tras de él, salió Eero que se ofreció ayudarle con las pesadas maletas, quedando sola con …Lauri.

Me sentí incomoda, él tenia la vista baja, viendo tal vez mis zapatos o las patas de la mesa.

-Qué sucede?.- tenia que saber que le pasaba, porque estaba tan triste, y no era por Liz.

El se sobresalto ante mis palabras, creo no pensó que le diría nada. -Nada, … es solo … que … no quiero estar …solo.- termino  pausadamente su frase. Sus palabras hicieron eco en mi mente y me lastimaron.

Él no estaba solo, bueno tenia a los chicos de la banda, su hijo, su esposa, e indirectamente a mi. A menos que no quisiera estar solo en la casa, a decir verdad no me gustaba, era sin vida, le faltaba color a esta casa… y será que Liz era el color?.

-Que significa Liz para ti?.- que dije? Si seré imprudente, pero no pude aguantar mas, la zozobra de … y a mi que carajos me importaba si Liz y Lauri tenían algo?. Me moví nerviosamente en el sofá, cuando él elevo su rostro y fijó su mirada en la mía, y comprobé que no había pero ni un rastro de tristeza, ahora su mirada decía . “Y a ti que te importa”?

-hmm?.- sacudió su cabeza y continúo.- A que viene esa pregunta?, acaso …- hizo una pausa, sonrió sarcásticamente y prosiguió.- Estas celosa?.- no pude darle respuesta alguna, las palabras quedaron atrapadas en mi garganta, y mas porque Eero regreso justo cuando Lauri termino de preguntarme eso… precisamente eso.

-Ya se fueron, Julian iba un poco triste.- dijo Eero sentándose junto a su amigo.
Lauri solo asintió, y volvió su mirada hacia mi, acaso me iba a responder?.

-Ella solo es una amiga, que en el poco tiempo que llevamos de conocernos le dio color y diversidad a mis días. Es agradable observar el arco iris andante que es ella, es fácil de adaptarla a tu vida.- respondió él a mi pregunta, Eero se quedo extrañado de sus palabras pero no dijo nada.

Y yo tampoco le dije nada, pero sus palabras confirmaban mi certeza, ella era la que le daba color a su casa, pero y en su corazón también?...suspire fuertemente ante este pensamiento, y volví a centrarme en la conversación que Eero había comenzado.








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Si tienen curiosidad por la canción, la pueden buscar en youtube, Apocalyptica: solo tu ...me encantó!!!


2 comentarios:

  1. Esta historia ya la había leído :p
    e encanto este cap
    saludossssssssss
    atte: Nâncy

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  2. Que encuentro tan ardiente ese, me puso los pelos de punta!!! Ahhhh yo se que en el fondo Lau siente algo mas por Liz...ahh Picaron! y que Helena se olvide de el para siempre.. jejeje xD

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