"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

martes, 12 de junio de 2012

Oblivion -C14-


CAPITULO XIV





Estaba encerrada en cuatro paredes, al menos era en la delegación y no en … la cárcel. Aquí era mas helado que afuera, suerte que había traído conmigo los abrigos. Me hice volita encima del catre, y suspiré fuertemente. La habitación “cuatro por cuatro” era blanca, al menos no era un color deprimente, tenia mi catre limpio, una silla, y la puerta. Nada mas!!

Me habían dicho al entrar a la delegación, que mi audiencia seria por la tarde. Faltaban siete horas para eso, pero al menos me podría calmar, no podía dar la versión de mis hechos en mi estado actual de animo, tenia que serenarme, pensar con tranquilidad. Aun tenia la perla, y si … en el peor de los casos  me daban sentencia … un escalofrió recorrió mi cuerpo ante este pensamiento… solo tendría que esperar hasta el sábado o sea mañana, y dejar que el poder de mi perlita actuara y me liberara.

Si mal no recuerdo el sábado pasado la perla hizo su efecto, si cuento bien.. pues mañana volverá a hacer su gran jugada, en las mentes de todos mis nuevos conocidos.

Si tan solo pudiera agilizar todo esto. Ya no quería estar en Finlandia, ni aquí, ni con Lauri, ni con nadie!!. Alguien toco y me saco de mis pensamientos, produciéndome un estremecimiento por todo el cuerpo, me puse en pie al instante que se abría la puerta, el tocar solo era para avisarme, no para decidir si lo dejaba o no entrar, algo era algo. El oficial Liimatainen, el que era mas cálido conmigo, entro a mi “celda”.

-Tiene visita, acompáñeme.- me até mi cabello en una coleta y lo seguí sin saber quien podría visitarme. Lauri no era, el estaba aun mal herido. Entonces quien?.

Pasamos por las oficinas centrales y llegamos hasta un despacho con vidrios transparente, y vi a mi visitante sin poder reconocerlo. Liimatainen me tomo del codo y me hizo entrar, pero el no lo hizo, me soltó y se fue de la habitación cerrando la puerta de vidrio ante  el.

-Buenos días, señorita Zonaletti, mi nombre es Mikko Eronen y seré su abogado en este caso.- se puso en pie tras haber ingresado yo en la habitación, extendió su mano hacia mi en forma de saludo, yo le correspondí.

-Gracias, pero … no … tengo dinero para costear un abogado privado.- era mas o menos cierto, pero que caso tenia pagar uno, cuando la perla me iba  a sacar?. Bueeeeno hacer olvidar mis … crímenes, ya vería la forma de cómo salía yo de aquí.

-No se preocupe, usted no tiene porque correr con mis gastos, el Señor Ylönen me mando para defenderla.-

Ante sus palabras tuve que tomar asiento o me iba a dar de bruces contra el suelo. Lauri pagaba mi abogado?. Que clase de persona tan …. Maravillosa era?. Ni siquiera le había dado la oportunidad de escuchar de mi boca si era inocente o culpable, él había dado por hecho que era inocente.

Y que equivocado estaba.

Eso hirió mi corazón, lo estaba engañando. La momentánea felicidad se esfumo. Mikko tomo asiento, extendió sus manos sobre la mesa. Viéndolo bien no debería pasar los 45 años de edad. Se miraba bien conservado una que otra arrugas de expresión y su exótica belleza. Al menos un deleite pupilar.

-Quiero que me diga con detalle que paso esa noche en el hotel?.-Su voz era neutra, pero denotaba autoridad.

Me recosté contra mi silla, alejándome un poco de el, no me gustaba su cercanía, era como si en cuanto hablara se daría cuenta que era culpable, y luego Lauri se enteraría y …

-Antes quiero saber porque me tienen aquí?, cuales son las pruebas contra mi, o quien me … difamó.- cada vez que una palabra terminaba en mentira dudaba.

Y él lo notó.

-Porque piensa que alguien la difamo?.- el entorno sus ojos. La desconfianza se respiraba en el aire, o era idea mía?.

Nadie me había delatado?. -Entonces dígame porque estoy aquí?.-le respondi con una pregunta, entornando mis ojos, y no dejando que me intimidara.

Él se relajo, plegó sus brazos uniendo sus manos como si fuera a orar, por debajo de su mandíbula. – Una cinta de video revelo que usted salió “huyendo” de la habitación de Pietro, a la misma hora que se presume comenzó el fuego en su cuarto.

Mis ojos se abrieron como plato por la sorpresa. Las cámaras de video!! Como se me pudo olvidar tan pequeñísimo detalle?, así que fue por un error mío. Tonta Liz…

-Y …- guardo silencio, y me taladro con su mirada. Acaso era mi defensor o mi acusador?- El occiso no murió simplemente por quemaduras, se encontró un corte en su cráneo tras realizada la autopsia.-

Qué era esto?, no se había hecho cenizas? O tal vez desaparecido del lugar?. Me iban realmente a procesar?. Creo guarde silencio por mucho tiempo, el continuaba observando cada pequeño detalle que hacia, inclusive ladeo la cabeza queriendo mas de mi.

No me gustaba su tono, ni la manera en la que me miraba, no era como si me diera la duda, creo daba por hecho que era culpable. Me alarmé, mis manos comenzaron a sudar, mi pulso se disparo, algo positivo de estar lejos, que no se daría cuenta de mis cambios. Tal vez.

-Por quçe no dice nada?.-

-Yo no fui.- mentí sin mas. Tampoco me iba a delatar tan fácilmente, como bien dicen los reos, inocente hasta la muerte.

-No fue usted.- repitió mis palabras, agacho la cabeza como tratando de analizar mi mentira.- así que supongo que paso por casualidad por su cuarto y al ver el fuego se alarmo y huyo.- yo solo asentí con mi cabeza, si hablaba mi voz tal vez me delataría.

-Muy bien, no tengo mas que decir.- se puso en pie tomo su portafolio.- Si usted dice que es inocente, inocente la hare ver ante la juez. Que tenga buen dia.- estiro su mano, y yo la tome, me dio un breve apretón y rápidamente salió del cuarto.

Qué fue todo esto?. Solo eso me preguntó? O mejor dicho, ni le di mi versión de lo hechos?, en verdad me creía que era inocente solo con mi … palabra?. Como se supone que me iba a defender si no sabia mi versión de los hechos… parte de ellos. Abogado de pacotilla!!!.

El oficial entro tras salir mi abogado y me escolto hasta mi “celda”. Faltaban pocas horas para mi audiencia. Antes de que el se fuera le pregunte.

-En una audiencia se puede… dictar sentencia?.- mi boca se quedo seca ante su respuesta. Mi corazón amenazo con salirse de mi pecho, en ese momento quise tomar por la solapas de su camisa, zarandearlo y que me dijera que no podía ir a la cárcel en un día.

-Si, y trasladada a la cárcel al día siguiente.- dicho esto se retiro dejándome sola. Y en shock.
Iba a … ir a la… cárcel?. Era obvio que ese tal Mikko Eronen no me iba a liberar, pobre Lauri gastando su dinero en un inepto. Me entraron los nervios, y comencé a caminar de un lado para el otro en círculos en mi cubículo.  Apretaba mis manos con fuerza en torno a mi pecho, estaba salivando mas de lo normal, el blanco me estaba hartando, es decir todo me estaba sacando de quicio, no tenia porque ir a la cárcel, eso fue en defensa propia!!, y ni el al estúpido abogado se lo pude decir, pero y si digo eso me estaré incriminando en que si estuve y fui la autora intelectual del hecho?.


Estúpido viernes, quería que acabara pero ya!!. Seguí caminando y caminando en círculos al cabo de … un tiempo quede mareada, me recosté en mi catre y apreté mis abrigos contra mi pecho y por un momento no quise respirar. Porque me estaba pasando todo esto a mi?, como fui capaz de caer en esta pesadilla?.

Yo no quería ir a un lugar como ese, y si era hallada culpable? lo mas seguro, si iría. La perla a que hora haría su efecto? Al salir el sol?, en la tarde?, en la noche?, a la medianoche?. Estos últimos pensamientos quemaban mi mente. Porque no podía hoy funcionar la perla?.  Y otra cosa, que le dirá Mikko a Lauri?, la
verdad o … ¿?.

De tanto pensar alternativas, me volvió el dolor de cabeza, me lleve las manos al cráneo tratando de aliviar la presión que sentía, pero solo se volvía mas y mas fuerte, que inclusive me hizo lagrimear mis ojos.  Respire hondamente, vacié mi mente, y me relaje. Tan pronto no pensé en nada, que me costo un buen de trabajo parar mi cerebro de hacer tal cosa, me quede dormida.




Liz despierta, despiértate!! Y no llores




Alguien me hablaba dulcemente, quise creer que era Lauri pero …

Al instante abrí mis ojos, y vi que Liimatainen me estaba despertando.  Pero no fue su voz la que escuche en mi sueño, era otra … pero de quien?

-La audiencia en es quince minutos.-

Me sobresalte, había dormido tanto?, al menos no tendría porque sufrir la espera de la tal audiencia. Nunca había estado en una, bueno nunca había hecho algo que ameritara que me hicieran acudir a una.

No hasta ahora, hasta hoy.

Salimos de mi cuatro por cuatro, la juez me estaba esperando en la planta superior del edificio, me iba explicando el oficial. Él siguió dándome indicaciones, pero al cabo de un rato no lograba captar nada de lo que decía, no lo procesaba, solo eran palabras vacías sin contexto para mi. Esta caminata era como ir a la horca, aunque no seas tan ridícula Liz, la perla no dejara que vayas a la … cárcel.

Mi respiración estaba aumentada, mi cerebro dejo de pensar futuros acontecimientos, y fui consiente de todo a mi alrededor  pero en un sentido diferente. Nuestras pisadas me eran ahora muy fuertes, ahora que reparaba en ello todo estaba muy callado, y caminábamos lento. Porqué?. Quería volar, llegar sentarme y … esperar.

Ya no quería seguir esperando, quería acabar con esta incertidumbre que me estaba carcomiendo.
A medida nos acercábamos, podía escuchar el bullicio de personas, y la hora que se acercaba. Mi corazón latía a mil por hora, mis manos temblaban, y no podía detenerlo aunque las ocultara en los bolsillos de mi gabardina. Estaba mojada, mi sudor era el culpable. Tenia que calmarme no podía estar así en la audiencia, no podía!!. Tienes que tranquilizarte Liz!!!.

Y la toqué.

Mi perla, en el bolsillo derecho, y me permití relajarme, no tenia porque preocuparme, ella me salvaría, solo faltaban horas y sin importar el veredicto, todo estaría bien. Todo saldría bien, no tienes porque preocuparte Liz. Respira, relájate, aleja los miedos y ve esto como una lección del mal que indirectamente causaste.

Respira.

Entramos al salón, era grande, había un estrado donde una mujer de edad estaba sentada, tres mesas enfrente ante su vista. Y atrás de las mesas cinco bancas. Hice un recorrido visual para localizar a mi abogado, y lo encontré en una esquina revisando unos papeles con otras personas, ni se había limitado a verme cuando entre.

Vi mas atrás, en las bancas y me quede en shock. Que hacían ellos aquí?.

Helena y Eero estaban sentados majestuosamente vestidos. Como si esto fuera una boda real, él con un esmoquin negro que le quedaba de muerte, se notaba que era de diseñador lo entallaba perfecto, y su cabello largo peinado hacia atrás y Helena en un vestido largo verde oliva y su pelo arreglado en un elaborado moño. Y ahora que lo pensaba, todos iban muy bien vestidos, creo la única mal vestida era yo. Se notaba quien era la acusada en este lugar.

Y entonces los flashes comenzaron. No me había dado cuenta de los reporteros!!. Ellos estaban en otro piso. En el de arriba, eleve mejor mi cabeza para observar y vi que desde ahí tendrían una vista perfecta. Esto era como un anfiteatro. Y yo la mendiga, la acusada, la delincuente,… la culpable.
Liimantainen me quito las esposas y me indico que me sentara en la silla de una de las mesas, la que estaba en el centro, tras de esto se marcho. Rápidamente gire mi cabeza para confirmar a mis “invitados de honor”, pero vi que ellos ya se acercaban a mi.

Wow, me impactaron caminaban como si fueran por una pasarela.

-Estoy un poco sorprendida.- los mire de arriba a bajo. Ellos solo sonrieron en forma apenada.

-Lauri esta preocupado, y nosotros decidimos venir en representación suya.- dijo en un tono tan cálido Eero, que me conmovió, ayudado claro por el contenido de sus palabras.

Lauri preocupado?, pero no merecía tal acto por su parte, era una vil culpable, que … merecía el peso de la ley. Qué?????. Claro que no!!! Yo solo … solo…

-Gracias- articule mi gratitud en una voz dolorosa. No quería estar aquí, no delante de ellos, que solo serian testigos de mis actos. Que le dirían a él?. O mejor dicho que pensaría luego de todo esto?. Pero eso que me importa?, el no recordara nada.

Y era mejor así. Sonreí ante mi absurda forma  de pensar.

-No te preocupes Liz, veras que solo será un trago amargo en este día, todo se solucionara.- las palabras de aliento de Helena, estaban mezcladas con algo mas que pesar… me mostraba una sonrisa, pero no se reflejaba en sus ojos. Se miraba tan triste aun sonriendo, se abra dado cuenta Eero de eso?.

Pero porque estaba triste?.

-Cuando te vimos en la televisión no podíamos creerlo, pero cuando Lauri nos llamo esta mañana y nos contó todo, supe que no era un malentendido, sabes? El esta preocupado, inclusive Julian lo esta.- Dijo acongojado Eero.

Y eso era!!, el porque la tristeza de Helena, Lauri se preocupaba por mi, aunque claro solo era su amiga, pero una persona de afuera no podría verlo de esa manera. Pero yo que tenia bien claras las cosas, sabia que era una preocupación, como la que se siente por una hermana en apuros.

Una hermana.

-No se hubieran molestado, como ya ven.- señalé todos los periodistas que estaban sobre nosotros.- ellos les informarían tarde o temprano.-

En ese momento vi que Mikko se acercaba. Y la juez hizo guardar silencio. Eero y su esposa rápidamente se retiraron dándome una leve palmadita en el hombre y se volvieron a sus butacas.

-Esta audiencia da inicio.- vocifero la juez. Sus palabras me calaron por dentro de mi cuerpo, irradiándome un miedo fatal. Porque tenia tanto miedo?. Tenía mi perla en mi bolso, y no importaba el resultado. No importaba.

Y comenzó. Primero se dieron a conocer la pruebas que estaban contra mi. Mostraron el video. Y no había duda, en el se mostraba claramente como salía corriendo desde dentro de la habitación de Pietro, y dejando tras mi abrupto portazo una cortina de humo. Hasta un niño vería que era culpable.

Mis piernas estaban temblando a medida iban hablando los abogados del hotel, daban sus argumentos muy bien elaborados, y no dando lugar a alguna posible defensa, mi abogado tenia su cabeza gacha, tomando nota de todo lo que se decía.

Luego vinieron las pruebas forenses. Por suerte ahí no había ADN ni otra cosa mia, que me inculpara mas. Fue un breve respiro. Pero plantaron la duda, si fui yo quien primero lo apuñalo y luego lo quemo.

Estaban hablando de la verdad, mientras tanto la juez solo escuchaba atenta, no hacia ninguna interrupción.

Y llego el turno de mi defensa por parte de mi abogado. Y para mi total sorpresa dio argumentos contrarios a los dados por los abogados del hotel.

Primero argumentó que tal vez si hubiese entrado a la habitación de Pietro, pero solo por que nuestras habitaciones eran cercanas y en ese momento no estaban todos los cuartos habitados y no se mostro mas personas en el piso.

Buen punto.

Luego siguió declamando con una voz melodiosa, todo el mundo le prestaba atención. Había dicho que nosotros no nos conocíamos, como había deducido eso?. Y luego mostro el video de la vez que chocamos en el lobby, y se vio que ninguno de los dos nos conocíamos, quedo claro para todos, pero no para mi, en sus ojos, ahora mas tranquila y con la verdad de sus acciones, pude ver en sus ojos emoción ante nuestro choque, sus ojos azul zafiro se habían entornado tiernamente, haciéndome recordar la forma en que lo mate.



Y mi turno de dar la versión de los hechos llego.

Me puse en pie y camine pausadamente ante el banquillo. Unos flashes dieron en mi cara a modo de bienvenida. Y comencé.

Seguí la línea de Mikko, no me iba a ir por la línea culpable de mis acusadores.

A medida hablaba, se me fue haciendo mas y mas natural mentir  y formar una historia totalmente diferente a la verdadera y inclusive yo misma la acepte. Todo el mundo estaba callado, solo mi voz se escuchaba, y el golpeteo de una maquina de escribir, dejando por escrito todo lo dicho en la audiencia.

Esa desgraciada maquina si me estaba poniendo de punta los nervios.

Termine de dar mi versión. Volví a mi asiento, un poco mas tranquila, todo estaba en un 50% de probabilidad. Ahora miraba a la juez que repasaba sus apuntes.

Luego tras unos minutos de silencio, ella se puso en pie, y ordeno que todos hicieran lo mismo. Al no haber sido esto un juicio no había tenido que jurar, o de lo contrario hubiera caído en el agravio de perjurio … otro mas a mi lista de acusaciones?.phew!!

-De acuerdo con las pruebas presentadas por ambas partes.- señalo a mi a los abogados del hotel y al mío.-Y con mi deliberación, concluyo que la joven Liz Zonaletti, es hallada …-ella guardo silencio, y mi corazón latía furiosamente, hasta lo podía escuchar en mis oídos, el bum bum bum…- Culpable del asesinato en primer grado ocurrido en el hotel Katajanokka, y se le condena a ir a la cárcel por un periodo de tiempo de 20 años.- y sonó su martillito con fuerza.

La gravedad se hizo diez veces mas fuerte, en cuanto a mi cuerpo, haciéndome caer de un solo en mi silla… veinte años?... no sentía los músculos de mi rostro, vi que Mikko me hablaba, pero no lo podía escuchar, solo miraba su boca mover, las personas se estaban esparciendo por el lugar, pero no podía escuchar nada, solo escuchaba la voz de la juez veinte años…

Eero y Helena se acercaron también, y llegaron ante mi, estaban tan sorprendidos con la noticia, me hablaron pero igual, no escuchaba lo que me decía, sentí mi cuerpo frio, de pronto tuve nauseas, levante una mano le di vuelta y observe mi palma, estaba totalmente blanca como el papel, he de imaginar que así tenia el rostro, porque Helena puso ambas manos en mis mejillas, Eero me abrazo por detrás, sentí su calor, pero no escuchaba sus palabras, y de pronto vi como si me hubieran segado con una gran foco de luz blanca, eso solo duro unos segundo.

Me sentía débil, quería acostarme pero el cuerpo de Eero me lo impedía, las manos de Helena me transmitían serenidad, y me comenzaron a quemar ahí donde ella me tocaba, sentí como si fueran brazas de fuego, pero por dentro.

Leí en sus labios que repetía una y otra vez, “Liz, háblanos di algo, Liz, Liz”, quise decir algo pero no pude. No podía mover mi lengua, sentía un peso increíble, quería gritar, histérica por todo el lugar, pero ni para eso tenia fuerzas. Era culpable, eso lo sabia pero, era muy diferente que ahora todos lo supieran, los medios, Eero… y Lauri.

Por dios!!! Que iba a decir el?, pero no lo hice a propósito, no lo quise hacer, que alguien me escuche!!. Quise ponerme en pie, y decir al verdad, gritarla a los cuatro vientos, que se supiera todo, y que él la escuchase, pero no podía hacerlo, estaba atrapada en mi silla, sin poder hacer algo, mi cuerpo no respondía a mi mando, creo no había parpadeado desde el anuncio, y por eso creo me ardían los ojos, quería parpadear, lo quería hacer, esconderme de la mirada de Helena, de Eero. De todos, pero no podía hacerlo.

Qué me pasa?. Y entonces Helena se inclino, y sentí que Eero se retiro para que ella me abrazara, y por fin logre escuchar algo de sus palabras.

-Llora Liz, desahógate conmigo, no te reprimas, no te guardes tu dolor, sácalo todo.- fue un susurro, pero lo había captado claro.

Pero no quería llorar, no. Porque si lo hacia me iba a descontrolar, y no, eso lo dejaría ya para después.
En la cárcel?, ahí iba a llorar? Quitar todas mis penas, culpas, angustias.


Comencé a temblar bajo su abrazo. Quise devolvérselo pero mis brazos no respondieron a mi orden. Los flashes estaban a la orden del día, nadie se perdería de nada, pero no me verían llorar.


Sentí que Helena se quito, no quería, quise decírselo pero no pude, y entendí porque se quito, dos guardias venían con esposas hasta mi.

Me entro pánico, me iban a llevar ya?, no…. No… no … ellos se inclinaron y me pusieron en pie, por poco y no pude sostenerme en mis pies, y me esposaron mis manos por delante. Y las vi, bajé mi  miraba y contemple la verdad.

Una sensación tan horrible recorrió mi cuerpo, fue como si estuviese en un acantilado y estuviese apunto de lanzarme. Me pusieron en pie, y se colocaron tras de mi, tenia que avanzar pero no quería, ellos me tomaron cada codo y me obligaron a avanzar pero me rehuse, me di vuelta y los vi, Eero y Helena aun ahí, y quise caminar hacia ellos, y por poco lo logro pero uno de los guardas me agarro por la cintura y me lo impidió.

-No quiero ir!!, no quiero!!, soy inocente!!.- comencé a gritar histéricamente, el guardia me abrazo en torno a la cintura mas fuerte y me cargo, mis pies estaban fuera del alcance del suelo y me llevaba con el.

-No!!! No me lleven yo no fui!!!.- mis gritos mesclados con rabia.

Los periodistas no perdieron el tiempo y apuntaron hacia mi con sus cámaras captando mi escena.
Como pude me libre de su agarra y caí al suelo, me dolió pero no me importo. No avance mucho, el guardia me volvió a agarrar de la misma forma.

-Soy Inocente.- le dije en susurro. Pero el no me dijo nada.-No me lleven.- rogué en voz mas audible.-No me lleven.- volví a decir. Pero el siguió avanzado. Y no luche mas, deje caer mi cabeza, tocando mi mandíbula mi huesito mas sobresaliente de mi pecho. Y vi que en el piso verde iba dejando gotitas provenientes de mis ojos.

Por fin estaba llorando, pero al menos nadie me veía. Parpadee y parpadee, hasta que me librara de todas las lagrimas contenidas, pero no fue así. Llegué a mi “celda”, y seguía desbordando mi rio interior.

-Mañana la trasladamos.- dijo el guardo y cerro fuertemente.
Parada tal como estaba, me acerque a la pared, no me sentí capaz de llegar al catre. Me deslice por la pared hasta sentarme en el piso, recosté mi cabeza en la pared alzándola un poco, tal vez la altura me quitaba las lagrimas. Pero no. Ahora estaba en un estado de sollozo tembloroso, respiraba y en cada inspiración captaba tres veces oxigeno, y no dejaba tiempo para sacar el aire viciado de mi cuerpo en la espiración.

Y el cuerpo me paso factura de esa acción, el cuerpo entero de me durmió, comenzando desde las piernas hasta llegar a la cabeza, para ese entonces no resiste y me deje tumbar a un lado en el suelo.









Caminaba hacia el carro adornado de la policía. Me llevaban a la cárcel. Me habían levantado muy temprano para el papeleo, ahora las dos de la tarde era el turno de encontrarme con mi nueva morada.

Al despertar, analice mejor la situación, no tendría porque estar tan devastada, en unas horas la perla haría olvidarles a todos de mi existencia. Solo unas horas y todo acabaría.

-Porque esta tan alegre?.- me pregunto el guardia. Pero yo no le respondí, y el lo entendió, cerro la puerta, y tras unos minutos el auto se puso en marcha.

El tiempo paso veloz, porque en un momento dado estábamos ya afuera del edificio.

Entramos, y ellos me entregaron con una señora regordeta uniformada, ella me indico que la siguiera, y así lo hice. Había mucho silencio, no parecía una cárcel, me la imaginaba mas bulliciosa.

Entramos en una gran habitación que parecía una tienda, tenia zapatos, peines, toallas, accesorios de ropa de cama, overoles rosados , botas negras, gabardinas que parecían de piel, pues viéndolo bien no estaba tan mal estar en la cárcel.

Pero rápidamente quite ese pensamiento.

-Qué talla eres?.- me pregunto la encargada del lugar.

-Medium..- ella se retiro, y pude seguir deleitándome del lugar. Me había dicho que era solo de mujeres, y que tuviera cuidado de andar sola por el jardín.

La mujer joven, a lo mucho parecía de treinta años, me entrego mi overol rosado, y una caja trasparente, que pude ver venias toallas, papel higiénico, toallas sanitarias, al menos me hubieran dado tampones, para aliviar mi mente… tonta Liz, no estarás mucho aquí.

-Qué numero calzas?.-

-7 ½- y seguidamente ella me trajo mis botas sin tacón, claro eso podría ser una arma mortal aquí a dentro.

-Quítate todo y lo guardas esta bolsa.-

Me entrego una bolsa verde y me indico que fuera tras un biombo. Me quite todo y quede desnuda, el aire beso  mi cuerpo llenándolo de frio, y en ese momento como un beso de la muerte tuve un mal presentimiento que no pude analizar. En ese momento tenia que esconder mi perla entre la ropa nueva, si no me la podrían quitar.

Me puse mi overol y me gusto como me lucia, era entallado resaltando mis curvas, las botas eran bonitas, en la cárcel pero con estilo. Esto parecía como si  Paris Hilton fuera la asesora de imagen.

Guarde mi ropa que ya estaba sucia, y la entregue. Seguidamente salimos de la habitación.
Transitamos por un pasillo muy angosto, me llevaban a mi celda, ahora si lo podía decir con todas sus letras, celda.

Llegamos al lugar donde estaban todas la celdas con sus barrotes, cuando hicimos acto de presencia, comenzaron a chiflarme y vociferar palabras obscenas, OMG!! Esto era la cárcel. Llegamos al segundo piso, y avanzamos por el pasillo que tenia todas las celdas. Mi habitación estaba solitaria, pero comprobé que un camarote estaba ocupado.

-Tu compañera es rusa, ten mucho cuidado con ella, llego la semana pasada y ya ha hecho mas estragos que las reclusas mas antiguas, no te metas en su camino y estarán bien.- y tras decir esto salió cerrándose al puerta automáticamente.

Oh vaya!! Rusa era mi compañerita, no podía ser … de Finlandia al menos?... no tenia muy buenas referencias de las personas de Rusia. Ojala y me equivoque.

Me acomode en mi catre que estaba sobre el otro, eran literas, y me hice volita, hacia frio y la gabardina no me proporcionaba la suficiente calefacción. Saque mi perla, quería que todo acabara ya.

Escuche que la puerta se abrió, y supuse que mi compañera había llegado.

-Y la nueva princesa no me saludara- no quería bajar, pero tampoco la quería contrariar. Escondí mi perla en la bolsa trasera de mi overol, me senté y me dispuse a bajar.

Quedamos frente a frente, ella parecía de mi edad, pero a diferencia de mi, su pelo era negro, pero tenia la raíz rubia. Una peliteñida. Se acerco a mi, y me tomo del mentón elevándolo. Me estaba evaluando?.

-Eres hermosa.- dejo mi mentón, sus palabras me dieron escalofríos, porque no eran como los de un cumplido de mujer a mujer, era como si ella fuera un hombre que me había catado.

Ella también lo era, pero no le iba a decir nada, mejor quedarme callada, quien sabe si era lesbiana y malentendía mis palabras, perla cuando actuaras?, sácame de aquí, ya!!.

-Y porqué estas aquí?.- ella se retiro dándome espacio, y se sitio en las rejas recostándose, sacando su pechonalidad, ofreciéndomela?.

-Mate a un hombre.- para que seguir mintiendo?, no tenia caso.

Ante mis palabras ella sonrió, y apremio mi declaración con una aplauso.

-Vaya!! La princesa tiene ovarios!!, y como lo mataste?, con pistola?, cuchillo?, o..?- ella elevo su perfecta ceja. Había salón de belleza adentro?.

- Con mis … manos.- me aleje de ella, inspeccionando la celda, no queriendo que me siguiera viendo frente a frente.

-Oh!! Que osada eres.- y sentí que sus palabras ya no venían de tanta lejanía, la sentía tras de mi, y luego me sobresalto su acción, poso ambas manos en mis pompas y el pánico me llego de inmediato, la perla!!.

Ella lo sintió, claro que si!!, y metió rápidamente su mano en mi bolsillo, extrayéndola. Me gire de inmediato y contemple mi perla en su mano.

-Devuélvemela- dije con horror.

Pero ella cerro su mano en torno a ella, OMG!!

-Que harás por tenerla devuelta?.- ladeo su cabeza.
Perra estúpida!! Es mía, no tenia porque hacer nada por tratar de recuperarla. Asi que guarde silencio o mis palabras me delatarían.

Ella se acerco, hasta quedar nuestros cuerpos muy cerca, sentí su respiración en mi rostro.

-Un beso?.-

Perra lesbiana!!, pero cuando se durmiera le cortaría la lengua.

Cerre mis ojos y deje que hiciera conmigo lo que quisiera, tenia que recuperar mi perla. Ella se acerco y poso sus labios contra los míos, violando mi boca, era tan diferente las reacciones de mi cuerpo, en comparación con el beso de Lauri, eso era el cielo, y esto el infierno, y me harté!!, me estaba lastimando su beso, así que me separe un poco, use toda la fuerza que pude colectar y le di un fuerte cabezazo, pensando que la dejaría inconsciente, pero ella solo sonrió.

-Sabias que con mi cabeza maté a mi amante?.-

Veía a dos morenas, cuatro ojos, dos bocas y dos perlas, la elevo para que la viera, y luego la introdujo en sus cuatro senos. Me había salido el tiro por la culata. Y luego tras un espasmo por todo mi cuerpo me incline hacia delante cayendo hacia ella con todo de mi cuerpo, viendo la penumbra que se cernía sobre mi.




4 comentarios:

  1. "pero cuando se durmiera le cortaría la lengua."
    Jajajaja perra lesbiana aún así me quedé en shock cuando dijeron que era culpable u.u
    genial capítulo.
    atte: Näncy

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  2. Jure...que la iban a dar por inocente!! Pero todo pasa por algo...que Perra esa rusa jajajaajaja xD

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  3. OMG a que hora hace efecto la inche perla ahahahaha y sí hace efecto también la olvidará Lauri???
    Ahahaha sufroooooooo yo hubiera muerto al ver la carita de Eero ahí cuando dictaron sentencia pff voy al otro (:

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  4. uff que cap :( me hizo llorar .. no hace efecto la perla si no la tiene consigo? ..

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