"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

domingo, 13 de mayo de 2012

Oblivion -C8-




CAPITULO VIII




Me desperté abruptamente, afuera podía escuchar escándalo. Paula le gritaba algo en finés a Julian, él le contestaba lloroso, mas bien afligido, ahora que lo pensaba ella también sonaba afligida. Aun no me quería levantar, podía sentir que me faltaba por lo menos mil horas mas de dormir.
Me lleve las manos a los labios, lo de anoche había sido un sueño?, pero lo sentí tan real, la urgencia de sus besos, sus caricias, el olor… a sangre. De inmediato me incorpore de la cama y fui a un espejo, y comprobé que no fue un sueño, una mano semidibujada de sangre tenia en mi mejilla.

El horror se apodero de mi, era mi sangre?, me revise a conciencia a ver si estaba herida, o tal vez era la suya?, pero vi que estaba bien,  abrí la llave, y me lave con furia el cachete, tratando de quitar la sangre seca que ahí tenia, pero no se quitaba, tome una esponja la enjabone  la frote fuertemente.

Al ver que me estaba provocando las lagrimas por tanto frote, paré, y ya no tenia rastros de sangre, el alivio me sobrevino al instante.

Alguien tocó a mi puerta, di un brinco por el susto, volvieron a tocar con urgencia, me apresure a abrir, por algún motivo desconocido estaba cerrado con llave, abrí, y la vi a Paula, llena de sangre su ropa y sus manos. Me horrorice era su sangre?.

-Qué… te pasa?.-

Ella no podía hablar, estaba temblando, acaso se iba a desmayar en mi puerta?, no no no… porque tenia que venir a mi?. Y ahí me percate de algo, ella estaba bien, bueno al menos el color de su rostro me decía que no podía tener ninguna herida mortal para tener tanta cantidad de sangre encima y andar por ahí.

-Lauri…- fue lo único que me pudo decir, levanto su mano y alzo su dedo índice y me indico arriba. Era de Lauri toda la sangre que tenia ella encima?. No tenia que ser una experta en la materia para entender que si el había perdido tanta sangre acaso el estaba …

Ni lo quise pensar, la aparte bruscamente de la puerta para que me dejara pasar, y corrí lo mas rápido que pude, jamás había sentido tan largo el camino hasta su cuarto. Lo abrí y lo primero que vi fue a Julian sentado en el piso llorando, sus rodillas flexionadas hacia arriba  y apoyaba la cabeza en ellas. Y luego a el.

Tendido en la cama, bueno en la orilla a punto de caerse, su ropa era roja, pero no porque ese fuera el color original, si no por la tinción que su sangre le había dado.

-LAURIIII!..- solté un grito agudo, Julian se estremeció por mi alarido, pero no era eso importante en ese momento. Me acerque al lado de la cama donde yacia el, ya habían llamando a una ambulancia?, ya habían controlado la hemorragia acaso? O ya era… muy tarde para eso?. Borre al instante tal pensamiento, puse mi mano sobre su brazo y lo sentí helado.

Un escalofrió subió por mi cuerpo, sentí entrar a Paula al cuarto.

-Qué le paso?, la ambulancia?, la herida?.- hable tan rápido que por un momento pensé que tal vez no  me habia entendido.

-La… la ambulancia esta… esta en camino, y la .. la herida es… es en el hombro.- tartamudeaba mucho, que se me había difícil unir las palabras que ella me decía.

-Paula cálmate y explícame lo que paso.- y nuevamente le hable muy rápido, me acerque a ella y la tome por los hombros, encarándola.

-No lo se, Julian no podía dormir, asi … asi que se vino a su cuarto y al acostarse escucho que su padre se … se   estaba ahogando, lo toco y sintió la… la  sangre me llamo y al verlo vi la… la  herida en el hombro, sangraba mucho muchísimo Liz, intente al principio tapar la herida con mis manos pe.. pero era imposible no paraba de salir.- a este punto de su relato, ella estaba temblando bajo mi agarre, sus lagrimas comenzaban a asomarse por sus ojos.- crees que se va ha morir?, perdió mucha sangre.-

No quise decir nada ante su comentario, aun no podía creer lo que estaba pasando, tan solo ayer, anoche el estaba bien, y ahora ahí tendido boca abajo en la cama desangrado y helado, no se podía morir.


La ambulancia llego rápido, nos trasladamos al hospital lo atendieron de emergencia. Dos horas después de la operación el doctor, le informo a Paula que estaba fuera de peligro, la navaja que habia perforado la piel de Lauri por suerte no habia tocado una arteria o vena, solo capilares menores pero muchos y por el tiempo que paso sin ser atendido se logro salir una buena cantidad de liquido rojo, pero sin llegar a ser mortal para su salud.

Y mi ser volvió a respirar con tranquilidad, no se si eran los nervio o que pero hasta el momento no habia derramado ni una sola lagrima. No es que no quisiera, las sentía ahí muy cerca del borde, pero no salian, envididaba a Paula en ese momento, bueno y en otros también, pero ella estaba derramando lagrimas por su esposo, que si bien el no la quería, ella si.

Julian se habia dormido en mis brazos, al poco tiempo de llegar al hospital, el pobre si que se llevo la peor parte, encontrarlo desangrado en su cama.

Y en ese momento lo recordé, la sangre de mi rostro era…. Era  la de Lauri?. pero como averiguarlo, no tenia forma de hacerlo, entonces mi besador era el culpable, pero quien podía ser?.

Ya habían trasladado a una habitación normal a Lauri, y al fin pude recostar al pobre de Julian en algo blando un sofá grande se encontraba frente a al cama, y un gran televisor LCD sobre la ventana. Paula había salido a pagar el hospital. Era mi oportunidad para estar a solas con el. Me acerque y me senté en una pequeña e incomoda silla, y tome su mano entre las mías, estaba cubierto por una sabana hasta la cintura, tenia unos cables que salían de su pecho, y el hombro estaba vendado, su rostro lucia relajado pero muy pálido, sus labios apenas y tenia color, y aun estaba helado.

Extendí su mano y coloque la mia sobre la de el, mientras con la otra la sostenía. Darle mi calor era lo que podía hacer en ese momento. Me gustaría que abriera sus ojos y viera quien es la que lo sostiene, por algún motivo eso me aliviaría de mucho.

Pero el no se movia, el doctor dijo que en cualquier momento podía despertar, luego de la anestesia de eso ya 7 horas,  le habían dado analgésicos que lo pusieron a dormir.

-Me diste un gran susto esta mañana Lauri, bueno primero lo hizo tu esposa, pero eso ya no importa.- ahora lo único que podía hacer era sostener su manos entre las mias, darle mi calor y abrirle mi corazón.- Nunca imagine que memorable seria este viaje y todo gracias a ti, tengo porque tantas cosas que darte gracias que ni una vida me ajustaría para agradecerte lo inmensamente feliz que me has hecho, y no permitiré que uses la perla, eso jamás.

Vi como los vellos diminutos y casi imperceptibles se le erizban, tenia mucho frio. Me puse en pie, observe a cuidado la cama y vi que era grande, asi que con mucho cuidado y sin separar su mano de la mia, me recosté a su lado, tratando minimamente de rosar con su cuerpo.

Aun cubierto con aroma a yodo y medicinas, podía percibir su aroma natural, tan condenadamente adictivo que era para mi sistema.

-No sabes lo terrible que fue el verte en tu cama boca abajo y desangrado, me paralizaste.- seguía hablando no quería dejar llegar el silencio, porque cuando llegara me marcharia.- Amiga, quien lo diría, Liz la amiga de Lauri Ylönen, pero me encanto cuando lo dijiste, y a decir verdad es mejor asi, porque ahora se que es mejor la amistad que el amor, porque el amor se desvanece con el tiempo pero la amistad dura para siempre, y aunque no me recuerdes, yo siempre lo hare por los dos, no quisiera estar en los zapatos de Paula, me sentiría miserable, porque ella te ama y mucho…

Corte de momento mis palabras, alguien había entrado a la habitación, me gire y vi que era un doctor que además traía una mascaría que le cubria la boca y parte de la nariz, venia todo cubierto de verde, a lo mejor una revisión rápida luego de una mas de sus operación del día.

Él fue a revisar la herida y hablo.

-Es tu culpa, esta era la única salida, nunca habia hecho algo asi.- el segui hablando, y yo estaba paralizada y mejor dicho petrificada de terror, claro que reconocia esa voz.- Tu eres la culpable, has hecho que pierda mi buen juicio inquebrantable, lo supe desde el primer dia que te vi.- el elevo su rostro y pude contemplar sus ojos.

Ojos azul zafiro.

Y grite tan fuerte como pude en auxilio, el estaba aquí solo para terminar lo que habia comenzado anoche. En mi nerviosismo olvide donde estaba, y cai de la cama bruscamente, quedando el doctor fuera de mi vista.

El terror me hizo presa, sentí mi corazón incrementar sus palpitaciones, lo sentía hasta en la boca, la adrenalina por todo mi sistema burbujeante, por el miedo de …. Verlo morir ahí ante mis ojos, pero no podía moverme del piso, mis piernas y brazos temblaban, estática e inútil me hallaba, y si lo conseguía esta vez?. Quise volver a gritar, pero solo en mi mente lo hice, y lo vi ante mi, Julian.

Me había olvidado de él, ahora era el único que podía salvar a su padre, vi que con emoción miro al doctor, y hablo en perfecto finés. Porque rayos era una analfabeta del finlandés…

Los segundo se me hicieron eternos, es que acaso nadie habia escuchado mi grito?, solo Julian?, escuche su voz mas cerca, y mas inútil yo, se estaba acercando,  eleve mi rostro y lo vi ante la puerta, se disponía a marcharse.

-Recuperare lo que es mío.-dijo con tono posesivo

Y se marcho, y tras de el también lo hizo Julian.

Aun seguía en el piso, el miedo no me dejaba moverme, porque nadie venia?. El silencio era apabullante.

-Liz.- murmuro Lauri con cierto tono de dolor.

Al instante me incorpore del suelo y estuve a su lado. El por fin habia despertado, el alivio fue muy bien recibido por mi cuerpo.

-Qué me paso?.-

-Alguien te hirió en el hombro y ahora estamos en el hospital.-

Él guardo silencio, y miro a su alrededor tratando de reconocer.

-Tengo frio.-

Pero no podía hacer lo que habia hecho anteriormente, acurrucarme a su lado. Asi que busque algo con que cubrirlo y lo único que encontré era mi manta, algo era algo no?.

Lo cubrí y el se relajo al instante. Quise decirle que todo esta bien, pero no podía mentirle, no a el. El silencio se hizo presa de nosotros nuevamente.

-Huele a ti esta manta.- esbozo una media sonrisa.- es tuya?.

Yo asentí, y la vergüenza se subió a mi rostro.

Él sonrió mas ampliamente.- No tienes porque sentirte mal Liz, yo solo hice un comentario de tu olor, que es poco difícil de olvidar, es tranquilizador y me agrada.

Quise agregar algo mas, pero nuestra intimidad se vio opacada por alguien que acababa de abrir la puerta, al principio solo vi a Paula, y luego tras de ella venia Eero.

-Qué fue lo que hiciste?.- fue lo primero que dijo Eero, algo angustiado por su amigo.

Al principio Lauri lo tomo desprevenido, tanto su visita como sus palabras.

-Nada, alguien entro a mi casa y me ataco.-Lo miro de soslayo él.

-Y viste quien era?.- pregunto exaltado su amigo.

-No, estaba dormido, y ya cuando su cuchillo me despertó, solo vi que vestía totalmente de negro.

A su declaración solo pude comprobar mis sospechas, claro que había sido esa persona, el de los ojos azules.

-Cuando Paula me llamó, no podía creer lo que me contaba, nos venimos a toda prisa, pensando lo peor.- guardo silencio un momento y luego agrego. –Y discupalme por lo de la ultima vez que nos vimos, pero cuando me entere no razone.

A mi no se me paso ni por un instante el plural empleado por Eero y a Lauri tampoco. Tras sus palabras vi como su rostro se cubrió de un miedo, casi irracional, como si le estuviesen apuntando con una pistola en la cabeza.
A preguntar algo iba Lauri cuando la puerta se volvió abrir, y tras de ella, apareció una chica muy bella, alta , de tez blanca. Volví mi mirada a Lauri, y entonces descubrí quien era ella. Helena.

Se puso pálido, mas aun de lo que ya estaba, y podía jurar que si lo tocaba estaría helado, su rostro por un milisegundo paso de  estar  tranquilo, relajado, a estar sombrío, asustado, temeroso. Pero al instante lo cambio, tratando de que nadie notara su reacción, pero yo si lo había notado, y ahora tenia una cara de póker, pero sin poder esconder una leve felicidad que se le escapaba por los ojos.

Tenia miedo, de ella, pero al mismo tiempo estaba …. Feliz.

-Amor, que bien que estas aquí, ya puedes estar tranquila, mira Lauri ya esta despierto y bien.- Dijo Eero, acercándola a el, pasando su brazo por detrás de su espalda para posarla en su cintura.

Lauri no los miraba, su ojos estaba fijos en sus manos, como si tuvieran algo malo, examinándolas.

-Siento si los asuste, pero lo vi tan mal, había perdido tanta sangre que pensé lo peor.- comento Paula. Era como si ellos tuvieran su propia conversación absortos del estado de animo en el que se encontraba él, acaso era la única que lo notaba?.

Deje vagar mi vista, por todos los rostros, y me detuve en el de Helena, ella lo miraba, a el fijamente, y claro!!!

Ella también noto el estado en él que estaba. Por qué entonces no se iba?.

-Nos asustamos mucho, y venimos lo antes posible.- Por fin hablo ella, la causante de su felicidad escondida. Y fue hasta ese entonces que el la vio al rostro.

Que fue eso?, un desliz de su mascara?.

-Gracias.- fue todo lo que el herido contesto. Pero no dejo de ver ni un momento a Helena.

Paula, se había retirado de su lugar y ahora removía las cosas de Julius que estaban regadas por el sofá cama, Eero estaba con la cabeza agachada respondiendo un mensaje en el celular. Y en ese momento me sentí una intrusa en su espacio. Ellos se miraban fijamente, sin decirse nada, sin moverse si quiera, y sin pestañear. Solos en silencio sin que nadie notara lo obvio.

El amor en el aire que ellos respiraban, un sentimiento mutuo. O no?

Y quise gritar.

Cuanta hipocresía por parte de ambos, sentí asco de sus miradas. Que hubiese pasado si hubieran estado solos?.

Se abrían revolcado? Saciando la pasión que llevaban dentro?.

Para mi fueron mil horas las que pasaron hasta que alguien hablo.

-Hace ya mas de un año que no te veía Lauri, estas mejor de lo que creia, Eero tenia razón pero no le creía.- dijo Helena,  que fue la que rompió el silencio.

-Que cosa amor?.- pregunto desde detrás de ella Eero.

-Le decía a Lauri, que no creía lo que decias, que estaba bien, la ultima vez que lo vi, estaba muy delgado.-

-Cierto.- se dio la vuelta y volvió a estar frente a Lauri.- La vieras, no creía que ya estabas mas regordete .-sonrió ante el comentario de su cuerpo, porque de regordete tal vez solo los dedos de los pies, Lauri podía perfectamente posar para la W magazine en un simple bóxer negro uff!!.-

-De veras?.- eso lo animo un poco mas, y se quito su cara de póker, dejando ver la calidad de su sonrisa. –Porque?.-

Auch!!! Ahora que iba a decir ella?.

-Eso mismo le dije yo. No habia porque preocuparse, tu tienes buen metabolismo.- esta vez Eero volvió hablar, dándole tiempo a Helena de formular su respuesta.

-Te .. aprecio mucho, eres como mi cuñado, casi eres el hermano de Eero, y asi como me preocupo por ti, lo hago por Aki y Pauli.-

Y el cielo era rojo.

Y Lauri ningún tonto, claro que entendió el mensaje de ella. Su preocupación no era de su cuñada, era de su…
Ahhh la palabra me daba escozor en mi garganta, ya no podía seguir respirando ese aire viciado. Me disculpe con prudencia y Sali de la habitación.

Cerre. Y pude respirar hondamente. Fui hasta una maquina de bebidas y opte por una 7-up. Me fui hasta la sala de espera y me tumbe en el sofá. Tome toda mi bebida de un solo trago, deja caer mi cabeza hacia atrás en el respaldar, era cómoda esa posición, lo único que quería era no pensar, borrar de mi mente la imagen de Lauri contemplando a Helena, me dolia y no quería aceptarlo, inclusive estaba celosa, como diablos podía estarlo?.

Tonta solo eres su amiga.

Ella su amante.

La verdad era cruel, pero tenia que aceptarla. Cerre mis ojos, no quería que alguien me viese llorar, ni lo quería hacer. Y mejor me deje relajar por completo y dormirme.





Alguien me llamaba, pero no quería abrir mis ojos, los sentía pesados, entonces tomaron mi mano y no fue preciso ver quien era.

Lauri.

Deje que mis manos se acostumbraran a su contacto, eran suaves y estaban cálidas. Abrí mis ojos y vi sus ojos verdes viéndome fijamente, sonrió pero era una sonrisa de cortesía, no la sonrisa que le había dado a ella.

Estaba a mi altura, sentado en una silla de ruedas.

-Nos vamos?.-

Tras de el, pude observa a Paula que cargaba en sus brazos a su hijo. Cuanto habia dormido?. Porque nos íbamos ya?. No estaba el muy enfermo?.

-Porque nos vamos?.-

-Me siento de maravilla, y el doctor me dio de alta, solo tengo que guardar reposo o podría desmayarme en cualquier momento.-

Obvio que se sentía de maravilla. Le sonríe hasta ahora en respuesta, me puse en pie, y me disponía a adelantarme pero el aun no había soltado mi mano.

Paula avanzo primero, y nosotros  aun estabas ahí, en la sala. Pude ver que el quería decirme algo. Pero callo y nos fuimos a la salida.

Paula no se había adelantado mucho, vi que en la entrada del hospital estaba de pie, conversando con alguien, no lo podía ver, porque ella bloqueaba mi visión. Nos acercamos mas y ahora si vi quien era.

Aki, y en sus brazos sostenía a Julian. Su hijo.

OMG!!! Que hacia el aquí?.

Que asco de dia!!!.. primero tuve que ver la escena de Lauri y Helena, que por cierto donde estaban ellos?, bueno eso no me importaba. Y ahora la escena de Aki y Paula. Era como un de javù de la escena observada en la habitación del hospital.

-Qué haces aquí?- Ladro Lauri.

-Cálmate Lauri, yo lo llame.- contesto Paula.

-Baja a Julian ahora mismo.- Le ordenó él desde la silla de ruedas.

-No lo hare.- contesto tajante Aki.

Hoy se veía exquisito, vestía unos pantalones grises tirando a negro o desmanchados, algo asi, una camisa desmangada negras, unos lentes negros que le quedaban de infarto, y su pelo rubio peinado pulcramente.

Me fije en Lauri y puedo asegurar que si hubiese estado de pie, le hubiera dado un puñetazo.

-Baja a mi hijo, ahora mismo.- hablo enojado, podía escuchar la rabia en sus palabras, para nada le gustaba que Aki cargara a su hijo.

-Tengo derecho.- contesto Aki, asiendo caso omiso a la orden.

-El vino porque le conté lo que te paso Lauri, no seas tan hostil con el, si?.- Defendió Paula a Aki.

-Gracias, pero como ves ya estoy bien, nos vamos?.- dijo dirigiéndose a su esposa.
Pero nadie se movió, la cólera se podía ver en el rostro de Lauri, estaba rojo como un tomate. Y ahí fue cuando Aki se percato de mi presencia, me miro inquisitivamente,  me vio de la cabeza a los pies, no disimulando. Me sentí extraña.

-Podemos hablar en algún lugar privado?.- pregunto Aki a su antiguo amigo, mientras acariciaba el cabello de su hijo.

-De que quieres hablar.- aunque no era un secreto de cual seria el tema, por la manera en que miraba a su primogenito, era obvio que el era el tema de conversación.

-Lo sabes muy bien, se puede ella retirar?, e ir algún … lugar neutro?.- el me miro atravez de sus obscuros lentes.

-Ella no se va, además sabe nuestro secreto.-
Vi el impacto de la noticia reflegada en el rostro de Aki, Paula en cambio se mostro distante de la platica, miro a otro lado con profundo enojo, una “nadie” sabia su secreto. En ese momento no me sentí comoda, no me gustaba en la manera que me estaban tratando, si supieran lo que estaba tratando de hacer, ingratos!!, yo que solo quiero que me devuelva la perla para que ellos no lo olviden… pero en fin.

Nadie iba a cambiar de opinión, asi que no le quedo mas que tratar el tema ahí, frente al hospital, por suerte, no pasaba nadie.

-Bueno, quiero arreglar las cosas por las buenas.-

-Y si no quiero?.- le interrumpió Lauri, se podía casi respirar el malestar del rumbo que estaba tomando la conversación.

-Nos iremos a juicio, y ambos sabemos quien va ha ganar.- planteo el su propuesta. Ahora el contraataque.

-Como puedes estar seguro que vas a … - el no continuo su argumento, algo lo interrumpió. Un pensamiento?, un recuerdo?, o una verdad?.

Oh!! Así que si me la iba a devolver, si todos se olvidaban de el, no tendría poder alguno de luchar por su hijo, no existiendo alguien contra quien luchar. Y lo que no se había planteado era eso. O a menos que se lo robara.

-Podemos hablar otro dia?, no me siento bien.- dijo el con cara afligida, pero no era por un dolor físico, sino por uno emocional.

Al instante de ver su cambio del rostro, acepto, asintiendo con su cabeza, bajo a Julius de sus brazos, y el niño corrió hacia su padre abrazándolo por detrás, rozando sus bracitos por detrás de su cuello, acorralándolo, impidiendo que se fuera. Literalmente.

La silla de ruedas eléctrica avanzo, dejándome atrás sola con Aki.

-Te doy un consejo?.- hablo enigmáticamente él.

No espero mi respuesta, pues no sabia que decir, igual me impactaba su presencia, no importaba los problemas que tuvieran, el era otro Rasmus, Aki.

-Alejate de el, si mal no recuerdo tu estabas con él, el otro dia en el café, lo digo por tu bien, si pasas mucho tiempo a su lado, solo te encariñaras mas con el, y al final solo saldrás herida, el cambio mucho…- se detuvo, como tratando de ordenar sus pensamientos, y hablarme concretamente sus puntos.

-Desde el año pasado cambio,  y se ve que eres una chica buena. Solo aléjate, o pagaras las consecuencia de estar cerca suyo.-

Desde lejos escuche como grito mi nombre llamandome, nos íbamos a su casa, a su hogar, quise que se congelara el tiempo. Cuando en mi vida se me iba a crzuar por la mente, que Lauri me llamaría?. Me emocione tanta, que solo pude sonreir, volvi mi mirada a Aki.

-Lo siento pero el es mi amigo.-

Ya me iba pero el hizo que me detuviera nuevamente.

-Sabes quien fue la ultima quien el nombro por su amiga?.-

-Quien?.- mi curiosidad era mas grande que mi prudencia.

-Paula.-

Eso me molesto, el solo estaba tratando de proteger a su querida, alejándome del lado de su supuesto amigo. Corrí lo mas que pude y llegue a donde me esperaban. Me adentre al carro, y quede sentada atrás con Julian.
El rápidamente se subió a mis piernas, y acuno su cabezo sobre mi pecho, buscando consuelo. El era un niño afortunado tenia mucha gente que lo quería inclusive dos padres.

Comprobé mi reloj pasaban de las cuatro de la tarde pero el  cielo ya estaba totalmente ennegrecido. Mis ojos encontraron sus ojos, atreves del espejo de su puerta, pero evite seguir viéndolos.
Mañana me marcharía, era jueves el ultimo dia, y hoy el había recapacitado no podía perder a su hijo, lo único … bueno no lo único, que amaba.

Llegamos a la casa muy rápido, en el camino le pregunte a Paula por la seguridad de la casa, como habia sido posible que alguien hubiese entrado en la casa y atacado a Lauri?, ella solo me dijo que de ahora en adelante la casa estaría mas vigilada, y en cuanto al sospechoso la policía no había encontrado pista alguna, pero yo si tenia una.

ella estaciono magistralmente el Ford de Lauri, salio del carro, se dio la vuelta y ayudo a Lauri a bajar, mientras yo le acercaba la silla de ruedas.

Ya dentro de la casa, Julian fue hacia su madre, que caia rendido de sueño, Lauri se puso en pie, y rápidamente lo ayude a mantener el equilibrio. Todos nos encaminamos a la segunda planta, separándonos en medio del gran pasillo. Ella ni siquiera nos volvió a ver.

Entramos en su recamara, hacia ya tres días que habia dormido en esa cama, en esa habitación. No pude recordar lo sucedido, mi despertar tan maravilloso.

-De que te ries.- pregunto Lauri acomodándose cuidadosamente en la cama.

-Bueno, no pude evitar recordar el día que amanecí en esta habitación, me diste un gran susto.- segui con mi mirada sus movimientos.

-Bueno o malo?.- preguntó el con su sonrisa arrebatadora, y esta vez si llego hasta los  ojos.

-Muy bueno.- suspire, e hice mi gran pregunta.

-Es cierto lo que me dijo Aki?. Que … cambiaste mucho este año?-

-Ese bastardo!. Pero no es mentiroso, si Liz, cambie y para mal lo admito.-

-Fue por ella?.- las palabras apenas me habían salido. Fue casi un susurro, pero el lo escucho muy bien.

- Si.-

-Que fue lo que paso?, por que ya no se ven?.- tuve miedo de preguntar pero… lo necesitaba.

-Liz ellos se casaron, y ya no tenia yo lugar ahí. Como un perro con la cola entre las patas me aleje, bueno ella me alejo, pero en fin cada quien tiene lo que cosechar.-

Ahí no entendí lo que quiso decir pero, tenia que dejarlo descansar.

-Nos vemos mañana, que descases.-

-Liz?.-

Me volví ante el llamado de mi nombre.

-Porque te fuiste de la habitación hoy mas temprano?.-
Había hundido su dedo en mi llaga, que aunque me lo merecía. Por preguntona. Cuando aprenderás Liz?.

-Porque había demasiada hipocresía en un mismo lugar.- lo dije, lo solté, aunque solo era una de mis razones, la otra no tenia porque decírsela.

-Disculpa?.- preguntó el indignado.

-La manera en la que la veías, en al que ella te veía, por dios!!! Que hubieran hecho si hubiesen estado solos?. Y Eero estaba ahí!!, lo compadezco, vive en una burbuja de tiempo, que tu destruirás en cualquier momento.
No quería seguir conversando, abrí la puerta y me salí de su cuarto, pero sin antes escuchar sus ultimas palabras.

-Eso no sucederá nunca.-

Y lo medite un instante. No sucederá porque él no quería?, porque ella no quería?, o porque … ellos se iban a olvidar de el?

Pero y su hijo?.

El aire de esa casa me asfixiaba como nunca, tantas cosas en un solo día, estaban mas allá de mi capacidad. Baje corriendo las gradas, fui a mi cuarto por un par de abrigos, corrí a la entrada y salí.
Una ventisca me golpeo, devolviéndome algo de oxigeno a mis gastadas neuronas, algo productivo. Mire al cielo y estaba totalmente negro, a este paso comenzaba a odiar el invierno, desde la dos de la tarde las calles estaban opacas, habia luz en el cielo pero no la suficiente. Camine por la villa, llegue a la carretera principal, ahora lo único que faltaba era un hermoso taxi, ir al katajanokka y buscarlo…

Media hora después, a punto de congelarme y ni un condenado taxi que pasara por la región. Donde demonios vivía Lauri, que no pasaban taxis?. Lo único que me quedaba era caminar y encontrar calle abajo desvíos a otras regiones.

No di ni diez pasos, cuando comencé a temblar, había pasado ya mucho tiempo en este infernal puñetero invierno, y con mis pocos abrigos ya no le daba abasto a mi cuerpo para calentarse. El miedo me entro, que iba a pasarme si me caía desmayada?, o algún animal raro me comía ya inconsciente?, ya lo podía ver mañana en el Helsinki sanomat, “Italiana descuartizada por un … hmm alce?”...puede un alce descuartizarme?
Bueno ahora lo único que me faltaba era pedir aventón, levante mi pulgar e hice la señal, no podría pasar por aquí Eero y salvarme?... eso si seria super genial… pero ya era mucho soñar..
Pude observar que un carro que venia por mi carril disminuyo la velocidad… alguien me iba a dar aventón. Gracias Dios!!! Bueno y si era un asesino?... lei tiempo atrás que aquí en invierno suele soltarse esos tipos de problemas mentales… ayy ayyy y bien era como en esas películas.

Un Ferrari totalmente negro bajo el vidrio del copiloto, con miedo me agache y observe al conductor, OMG!!Mi salvador Rasmus!!...

Aki con un Ferrari?, eso si que no lo sabia, bueno no es que ande buscando ese tipo de info en al red, pero Wow, se nota que ser el baterista dejaba muy buenos dividendos.

-Tu eres la que estaba con Lauri no?, que haces aquí y pidiendo aventón?.- me pregunto el en tono acusativo.

Que? Me iba o no a dar aventón?. O solo a sermonearme?.

-Si, so so soy la misma, ocucucucucupo ir a mi hohohohotel, pero no papapapasa ni un taxi.- dije tartamudeando, ya el frio había hecho estragos en mi sistema.

Al instante la puerta se abrió, sin perder mas tiempo me introduje en el lujoso automóvil, ou!!esto parecía otra latitud, podría calcular que el ambiente estaba a 10 grados, nada que ver con los negativos grados de afuera,  olía bosque y a licor, volvi  mi mirada hacia el, y vi lo que la lejanía me oculto, estaba ebrio.

Aun no arrancaba, que esperaba?... que yo condujese… eso seria la gloria, jamás en mi vida me habia subido a un ferrari, daban ganas de retorcerse en el asiento era tan comodo, se almoldaba a mi cuerpo… pero en fin eso no era lo mas importante ahora, no quería morir en un accidente, pero tampoco de hipotermia.

-Eh… por que no nos vamos?.- me gire un poco para verlo mejor, y no solo con mi cabeza girada.

El me seguía viendo de cierta manera peculiar, era como si me estuviera evaluando, como si no me hubiese visto antes bien, sonrió. Y OMG que sonrisa tan picara y sexi me dedico, este gesto era algo característicos en los integrantes de la banda, también Pauli tendría eso?.

Y lo siguiente que sucedió fue como en cámara rápida, se quito el cinturón de seguridad, acorto el espacio entre nosotros, paso una mano por detrás del cuello y me acerco a sus labios en un furioso pero ardiente beso.

Me quede estupefacta, jamás se me cruzo por la mente que hiciese eso, el beso continuaba no podía sepáralo lo intente dos veces ya luego decidí que era imposible hacerlo si el no quería, la mano en mi cuello me tenia atrapada.

Y al fin se separo de mi.

-Oye!! Que te pasa?, que fue eso?.-

El estaba agitado, mejor dicho se miraba excitado, su rostro sonrojado, inspiraba fuertemente. Se llevo dos de sus dedos y los roso con sus labios, siguiendo la línea de ellos.

-Te ha besado el de la misma forma?.-

Como?. Habia escuchado bien?, se estaba comparando con Lauri?.

-RESPONDE!!!!- me grito fuerte, me estremeci, ahora se miraba enojado.

-No no… claro que no.- el ni siquiera me había tocado, bueno solo en mis sueños.

-Mentirosa.-

No me gustaba el comportamiento de el, que le sucedía? Porque actuaba tan raro con migo?.

-Que haces por estos rumbos?.- si mal no recordaba por esta región no vivía mucha gente, y nunca se me menciono que el viviera por aquí, y me puedo imaginar que Lauri preferiría mudarse que dejar a la suerte encontrarse con el.

-Velando lo que es mío.-  seguía viéndome de manera muy peculiar, me daba miedo.

-Paula?.-

-Y Julian.- declaro él.

Iba para la casa?, habia estado ya ahí?... no, imposible me acaba de alejar de la casa.

-Y por que me has besado entonces?.-

-Sabes lo deliciosa que eres?. Y por lo tanto eres un estorbo para Paula, y mas, metida en su casa.- Por que el se preocupaba de que estuviese ahí?. A menos que amaba a Paula, y aun asi velaba por su felicidad?.

-La amas no?.- le pregunte, un poco temerosa de su respuesta, en ese estado cualquier cosa podía desatar su ira.

-Y tu?.-

Si yo amaba a Lauri?. porque me venían preguntando por esto todos?. Acaso era obvia?.

-Pero ella no te ama.- y vi la ira reflejada en su rostro.

-Ni tampoco a ti.-

Esto ya era como tira y jala… pero no me dolió escucharlo de el, si ya lo había escuchado de la propia fuente, lo que Aki me dijese me resbalaba… lentamente pero lo hacia.

-Me vas a hacer el favor de llevarme a mi hotel o tengo que caminar?.- me aventure a preguntar…

-Le estorbas. Bájate, fue un error.-

No podía dar crédito a lo que escuche. Quería que me bajara?. Pero estaba nevando!! A pie lo mas seguro era que no llegara viva al hotel, bueno ni a la cuidad.

-Que .. me.. baje?.- le pregunte incrédula.

-Eres sorda?.- me grito él.- Desaparece!!!.

Por un momento creí que me iba a golper, se miraba tan enojado, pero solo alargo la mano para abri mi puerta del coche. Y el aire entro como una gran ráfaga de viento, que me congelo hasta los huesos.

No quería bajarme, claro que no, valoraba mucho mi vida como para hacerlo, pero su rostro me daba aun mas miedo que el gélido aire de afuera. No se porque, pero salí corriendo a toda velocidad por la carretera. El corazón en mi boca, se me hacia difícil respirar, el aire frio me lo impedía, el dolor empezaba a iniciar desde mis pantorrillas a las piernas, cuanto llevaba corriendo?. No escuchaba carros, estaba sola la autopista, y Aki?.

Y al instante escuche su potente Ferrari tras de mi, sentí que aminoro la marchar, quería correr mas rápido, pero no podía. Silencio total, solo escuchaba  mi propia respiración. Y rugió nuevamente el Ferrari, estaba tan cerca, que de un momento a otro me pasaría dejándome abandonada.

Y bueno si me paso, pero no de lado, sentí un fuerte golpe en mis piernas, y vi como me elevaba sobre el pavimento, el aire arriba era mucho mas helado, y luego comencé a descender, hacia atrás, no podía ver a donde caería, pero una cosa estaba fija, caería de espaldas, la caída no me dolio tanto como el golpe del carro contra mi, aunque si sentí como si algo se rajara en mi cabeza.

Me gire hasta quedar de acostada de lado, no estaba desmayada, solo de milagro o tal vez del frio, el Ferrari estaba estacionado a escasos metros delante de mi. El sueño se aventuraba a ser estragos en mi, Aki se bajo de su carro, vi que se acercaba a mi, pero no me di cuenta si llego.

Por que me había atropellado?, que le hice yo?, acaso ella lo había mandado?. O él?.

3 comentarios:

  1. Pobre Liz por qué Aki es tan malo? u.u Aunque un beso suyo bien vale la pena :p
    Näncy..

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  2. Hayyyyyyyyyyyyyyno ,,, simplemente no puedo imaginarne a Aki tan agresivo, Que malo...y por que simplemente Liz se quedo en la casa? le hubiera ido mejor jajajja

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  3. No bueno eh !!!! Que imaginación ahahaha
    Me soprende la actitud de LAuri asdfghjkl .....

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