Lauri Una Deidad Mortal (cap 24) vol.2

8 Duerme Mi Amor…

Su mente estuvo totalmente inaccesible para mí, durante toda la velada, después de descubrir que se comunicaba con Lykia, quise investigar mas en sus memorias, pero no podía, por mas que trataba de indagar en su pensamiento.

-Todo bien en la Universidad?.-le pregunté, tenia que saber algo, como es que se conocían?, por qué eran amigas? Algo pasaba aquí.

Ya habíamos terminado de comer, ahora estábamos comiendo el postre, en la sala de estar, Kiana a mi lado y viendo fijamente mi perfil, todos estábamos en reunidos, y frente a mi estaba Lilu, mirándola a los ojos tratando de saber mas y mas.

-todo bien, me adapté rápidamente, conocí a muchas personas y tengo una que otra amiga, no muchas.- respondió Lilu, mientras terminaba de tomar su te, y viéndome por encima de la taza… solo sus ojos podía ver.

-pero engañash a Lauri, Lilu… Lilu mala… - dijo Kiana.
Gracias Kia.

-no digas bobadas, Kia, lo dices por la llamada?.- se detuvo, dejo de mirar a Kia, y dirigió su mirada a mi.- era una amiga, se llama Lykia, y nos conocimos poco después de que llegue y rápidamente me lleve bien con ella.

Esto era el colmo del descaro, o en verdad no sabia nada de mi historia con ella, me estaba ahogando, el ambiente era demasiado para mi, tenia que irme… rápido… mañana… mi viaje, todo acabaría.

Me puse en pie, me despedí de todas, no quería hablar a solas con Lilu pero ella insistió demasiado.

-Qué pasa?- le pregunte, ya afuera de la casa.

-nada, solo quería desearte suerte en la gira.-dijo ella, caminando un poco hacia mi.

-gracias. Regresa que esta muy frio esta noche.- le dije, sin querer mirarla a los ojos.

-y tu?.-pregunto Lilu, ya cuando había dado la vuelta para irme.

Sin mirarla de frente respondí.

-yo?... Igual.- y me fui.

Igual de frio, todo en mi es así, mi piel, mi ser, y mi corazón… aunque bueno, por eso no debo preocuparme, una caja lo mantiene cálido por mi.


Llegue a casa, “hogar dulce hogar”… que irónico es todo ahora, no se le puede llamar a esta casa gigante hogar, donde solo yo vivo. Al menos me gusta vivir solitariamente, además siempre a sido así, no tengo porque estar quejándome.

Tenia que conseguir mas cosas para amueblarla a mi gusto. Fui a la cocina y abrí una botella de vino, ni recuerdo cuando lo compre o donde, pero me alegre mucho de ver la botella ahí, esperando por mi.

No necesité una copa, decidí tomarla de la misma botella, así era mejor. Subí a mi cuarto, me senté en mi sofá, y mire fijamente el cuadro, ya no me miraba, ahora igual que desde hace algunos días, con sus ojos cerrados.

Me dijo que el tiempo se terminaría, y antes de eso tenia que liberarla, y si la quiero liberar, pero no se de que, o de quien. Muy ciertas sus palabras aun no soy un rey verdadero,  mi padre a un vive,  y solo lo seré, cuando el muera, y cuando el ya no este mas, yo …

Reinare

Korppi hace mucho que no lo veo, como estará?, será igual? Le habrán hecho alguna mejora?, bah!!! Lo dudo mucho.

Me quite la camisa, y me tire en la cama boca arriba, no haciendo nada mas que pensar en mi vida en Korppi. Ya no había mas vino, no tenia hambre, y la noche aun era joven, pero yo aquí sin hacer nada.

Repasé una y otra vez la canciones, pero era inútil seguir haciéndolo, ya me las sabia perfectamente. Las guarde muy bien, y regrese a la cama, y espere a que llegara el amanecer, pero las horas pasaban y nada que amanecía, bueno no era tan tarde aun, pero me parecía una eternidad, las horas no avanzaban y estaba aburrido.

No podía dormir y aunque lo necesitara tampoco lo hubiera hecho, había sido mala idea ir a esa casa, tan tranquilo que estaba, y ahora todo hecho nudos. Mañana me iba, y no sabía cuanto tiempo estaría fuera, tenia que verla, estar cerca una noche mas.


Claro!! Ella dormía, todo en calma, no se escuchaba ningún ruido, solo el de mi respiración, porque estaba en cuerpo y alma en casa de Lykia, para hacerle recordar que aun estaba por aquí, que no se libraría tan fácilmente de mi.

Me acerque a la cama, estaba boca abajo, con la cara de un lado, iluminada por el resplandor de la luna, que era la única luz en ese momento.

-qué quieres?.-pregunto Lykia, aun con los ojos cerrados.

Me había visto en algún momento?, no imposible, estaba profundamente dormida, pero…

-a que has venido?.-volvió a preguntar, sin moverse ni un milímetro.

No podía hablar, me había sorprendido de gran manera, o estaba soñando?

-hace mucho no estabas por aquí. Porque?.- murmuro ella.

Si, es cierto desde lo del Hospital no me había acercado a ella, bueno asi en cuerpo, pero si en mente. Y además las drogas no me había gustado el efecto que tenia en ella, o estaba drogada en este momento?.

-tenia deseos de verte, simple, por eso.-dije, y era verdad, a la hora que se me antojara estar ahí, lo estaría, nadie ni nada lo impediría .

-una razón, valida, simple…-dijo ella, aun sin mirarme a los ojos.

-y que quieres?.-dijo Lykia.

Que quería?, tantas cosas…

-lo que quiera hacer contigo no es asunto tuyo “amor”.-le respondí, sentándome a un lado, en la cama.

-“amor”, pues estas de suerte, y has lo que quieras conmigo ahora.- declaro ella. Dándose la vuelta y quedando boca arriba, estiro sus brazos y piernas a lo ancho, aun sin abrir sus ojos.

Pero me percate de algo, una lágrima de cada ojo cerrado corría, hasta llegar a su oreja y perderse.
Era eso acaso un reto? Para probarme?. Oh Lykia no sabes con quien estas hablando.

Me puse en pie en la cama, y me acosté sobre ella, al principio note su sorpresa, no se lo esperaba, tome sus manos junto con las mías y las lleve hasta por encima de su cabeza,  ahí las mantuve agarradas con las mías.

-no Lykia, no hare nada hasta que me plazca hacerlo a mi, por mi cuenta, no espero, ni quiero tener tu consentimiento para actuar respecto a ti.-
Ella no dijo nada, al menos aun, ni tampoco abría sus ojos, porque?, no quería indagar en su mente, me gustaba sentir el factor sorpresa venir.

-entonces en lo que piensas que harás conmigo, podrías … besarme.- susurro ella. Levantando mas la cabeza y entre abriendo sus labios un poco, esperando los míos, anhelando rosarlos, tenerlos, poseerlos.

Me acerque lentamente, hasta rozar sus labios con los míos, solo un poco, dándole a sentir mi aliento. Ella quería mas que un simple roce, lo quería todo, y yo…

…También

Absorbí sus labios con voracidad, con hambre de mas, en un beso que se hacia lento y rápido, entre dos hambrientos. Ella quería soltarse de mi agarre, quería tocarme con sus manos, pero eso no lo permitiría. Por ahora un beso era mas que suficiente.

Me separé de sus labios, mordisqueando en labio inferior, pero quería mas, la volvía a besar, a unir nuestras lenguas en un vaivén sin cesar, nuestra respiración era cada vez mas rápida, ella arqueo su espalda, y rozo su vientre con el mío, mandado centelladas de lujuria a mi cabeza, pensamientos, recuerdos, de la vez que había sido mía.

-Perra inmunda!.- fue lo primero que se me vino a la mente, en solo pensar que esta hambre también la pudo haber sentido y vivido con Jari, tan llena de lujuria y pasión.

Solté sus brazos, y me apoyé en mis codos, retirando unos cuantos milímetros mi cuerpo del suyo.

-gracias Lauri, este beso fue magnifico, lo sentí tan especial, tan lleno de ternura, deseo,… y amor, aunque lo hallas manchado con esa sucia palabra, que cruel eres, pensar que estoy con otros, que hago estas cosas, pero no pienses así, no te mortifiques mas, porque yo te amare siempre, ya no quiero que pienses así, mejor sácame de este precioso sueño o pesadilla de una vez por todas.

Ella abrió sus ojos.


Sus hermosos ojos, que me vieron fijamente, llenos de lagrimas, llenos de anhelación, ternura, y …

-tan solo mátame, y no vuelvas a hacerme sentir de esta manera Lauri nunca mas.- tomando mis manos con las suyas, haciendo que mi cuerpo callera nuevamente sobre el suyo. Coloco mis manos alrededor de su cuello, pero yo no las moví.

Mátala.

Su cuello entre mis manos lo apreté levemente, ella soltó mis manos, y con las suyas acaricio mi rostro, solo con la yema de sus dedos, solo una vez, e hizo estremecer mi ser de pies a cabeza. La vi fijamente a los ojos, todo acabaría en un segundo, con un solo apretón certero más fuerte.

No cerraba sus ojos, que no pedían por suplica de su vida no, lo contrario, era como que anhelaba que acabara con todo de una vez por todas.

-fuiste feliz a mi lado?.-pregunto ella. Con sus ojos aun llenos de lágrimas, que en un impulso me dieron por limpiarlas con mis labios pero, su pregunta, acabó con  mi poca paciencia.

Feliz????

Feliz????

Feliz????

-no me hagas reír, y duérmete, duerme para SIEMPRE!!!!.-