Este fic esta totalmente inspirado en la canción I'm a mess de The Rasmus...
Resumen: ¿qué pasaria si un dia despiertas y eres otra persona, sin un igual en este planeta? Que tu vida esta llena de grandesas pero de igual manera de torpezas, que todo lo que haces, es por tratar de liberate de cadenas invisibles, que nada es lo que parece ante los demás…y que todo tiene su razón de ser…que por mas cruel sean tus actos a con tus seres amados son puras…
I dont know who I am, am I even human?, I forgot your birthday, I shouldn’t drink, I’ll lose control, No one knows my secret...only my heart..
I Don’t Know Who I Am, Am I Even
Human?
Every Night I Sell My …
Marzo, 2012
En alguna parte del Mar Báltico.
El
aire frio pegaba contra mi piel descubierta, como si quisiera hacerme pagar por
mis actos, sin embargo nada podía hacerme, era inmune a sus azotes. Los ruidos
estrepitosos de las olas carcomían de dolor mis agudizados oídos, hiriéndome
profundamente, pero solo sutilmente, porque era una dolencia remediable. La
barandilla de metal de la proa amenazaba con lastimar mis manos, pero eran
ellas las que se estaban haciendo daño, al no querer soltar el metal que
apretaba fuertemente, pero si lo hacia, corría el riesgo de probar….la
libertad, que sabia no tenia, o bueno si, pero si lo intentaba solo encontraría
la muerte luego del precipicio.
Elevé
mi cabeza hasta posicionar mis ojos bajo las estrellas que la noche me
brindaba, estrellas que estaban llenas de recuerdos que jamás podría olvidar.
Todo era monocromático y no por la noche en sí, si no por mis propios ojos,
desde que había descubierto mi nuevo yo, había dejado de percibir los colores.
Otra perdida a la gran lista, si porque tenia una lista inmensa de cosas
perdidas, pero ninguna me dolía mas como su
perdida, la de mi gran amor, que por ser un inconsciente, inmaduro, y estúpido,
la había perdido…tal vez para siempre.
Giré
mi cuerpo dándole la espalda al mar, para contemplar a los pasajeros que
rondaban no muy lejos de la proa. Todos reían o conversaban de cosas tan vanas,
y yo aquí solo sin…algo llamó mi atención, era un olor peculiar, cerré mis ojos
concentrándome en el aroma que cada vez se hacia mas cercano a mi, ¡no podía
ser ella!, pero…era su olor, abrí mis ojos para barrer el lugar con mi mirada,
no la ubicaba por ningún lado, solo su olor. Hasta que la vi.
De
perfil, y junto a ella un hombre elegante. Vestía un vestido de blanco con
vuelos que el aire trataba de desacomodar, pero ella devolvía el efecto, su
pelo azabache acompañaba el movimiento que su vestido hacía, tan largo como
siempre lo tuvo, como yo se lo había pedido una vez. No la podía dejar de
observar, cada movimiento, cada manía que aun conservaba, pero que ahora la
acompañaba otro que no era yo.
Algo
dentro de mi exploto, pero no podía moverme de mi lugar, llegar hasta ella,
encararla y besarla, oh si!! Besarla como deseaba hacer eso.
Quería
que me mirase, que se diera cuenta que la casualidad de la vida nos había
vuelto a reunir, pero no lo hacia, en
algún momento lo haría, mi mirada en ella la tendría que quemar de curiosidad y
entonces…qué?.
¿Qué
iba hacer cuando se diera cuenta de mi presencia?... lo mas seguro huir.
Y
como si leyese mi mente, sus ojos se encontraron con los míos, al principio
sorprendidos y luego afligidos, pero no pudo apartar sus ojos de los míos,
ninguno podía, era como si a través de nuestras miradas se enlazara un canal…de
recuerdos, que sabia tenían un coctel de todo tipo. Mi corazón comenzó a latir
de emoción, la había encontrado, el destino me daba otra oportunidad…pero ¿y
ella?.
Claramente
que no. Tras unos breves segundos de mantener mi mirada, sus ojos se
humedecieron opacando el azul turquesa de ellos, hasta que finalmente dejó
rodar una lágrima que acompañó a su rostro dolido. No quería que llorase, no
por mi, no otra vez por mí, y en mis labios declaré un no silencioso, que solo
hizo incrementar el rodar de sus lagrimas.
Dio
media vuelta, vi como se acercaba al oído de su acompañante, negando algo en
voz susurrada, que nadie escuchó, pero yo si. Me siento mal, estaré en mi camarote. Huía de mi, ¡otra vez!, pero
no lo permitiría, una vez dejé que eso pasara por temor…un miedo infundado por
mi nuevo yo….pero no ahora, ella me escucharía, le contaría toda la verdad, y
aguardaría por su respuesta, sin importar cuan cruel fuera, yo lo aceptaría…
¿Lo
aceptaría en verdad?.
Junio
2002
Estocolmo,
Suecia.
Llevábamos
más de 12 horas metidos dentro del estudio, ensañando el demo de In the
shadows, a todos les parecía que le faltaba algo, pero para mi estaba bien, o
tal vez no estaba concentrado en la labor, pero como estarlo después de venir
viviendo acontecimientos tan…extraños a mi.
Cantaba
una y otra vez, y ellos; Pauli, Aki, Eero, Martin y Mikael seguían diciendo que
algo le faltaba. A la hora dejé de quejarme
y mejor seguí cantando y pensando…en todo lo raro que se estaba
volviendo mi vida. Cada vez se me hacia mas difícil conciliar el sueño por las
noches, inclusive tal parecía que no lo necesitaba, incluso mis ojos por las
mañanas se miraban como si fuesen negros, pero parpadeaba seguidamente y
volvían a su radiante verdoso.
Pero
esas eran cosas menores de las que preocuparme, lo que si era alarmante, era el
esbozo de una pluma en mi espalda, que encontré hace dos semanas. Al principio
no me alarme porque pensé que se me había pegado, pero cuando…la arranqué había
herido ese punto de mi piel, dejando un hilo de sangre.
No
le había dicho a nadie ni a Ariahna, mi nuevo amor, pero ¿qué podía decir?, ni
yo mismo lo sabia. Ella no se había percatado de mis cambios, y eso que vivíamos juntos desde
hace cuatro fabulosos meses.
Llevábamos
de relación mas de un año, el mejor año
de mi vida tal vez, ella lo era todo
para mi, era mi par, mi complemento y tal parecía que yo lo era para ella, pero
ni la inmensa confianza que le tenia, me hacían hablar y contarle eso…
Pero
¿con quien podía hablar de las cosas que me estaban pasando?, no, con nadie, lo
mejor era esperar y dejar que las cosas pasaran, no tenia porque preocupar a
nadie mas, con mi mundo de preocupaciones era mas que suficiente.
Diciembre 2002
Helsinki, Finlandia.
Todo
estaba listo para lanzar el nuevo álbum, menos yo.
Ya
no podía tener un día en paz, ni cuando lo pasaba junto a mi Ariahna, como hoy.
Acabábamos de amarnos, y claramente lo disfrutaba, pero no al máximo, ahora
cada vez que lo hacíamos tenia miedo
de…que mis ojos cambiaran a un tono negro totalmente, o que salieran volando
plumas en cuanto llegara al clímax, y tantas otras cosas que rondaban por mi
mente mientras ella yacía bajo mi cuerpo.
Todo
había empeorado tiempo atrás, luego de dejar Suecia y venir acá, todo fue a
peor. Una noche me desperté sudando, corrí al baño a vomitar y al verme al espejo
estaba totalmente blanco y mis ojos negros, totalmente negros. Luego al pasar
de los días no había vuelto a tener cambios, no hasta que llegué al clímax, y
sentí como mi espalda quemó, con suerte Ariahna se desmayado del éxtasis, me
separé de ella y fui hasta el baño a contemplar mi espalda, de la cual se
miraban dos líneas negras…por donde salían esbozos de plumas…en ese momento me
sentí desfallecer, ¿Qué me estaba pasando?.
Diciembre, 2004
En algún lugar del mundo.
El
álbum había sido un éxito a nivel mundial, no parábamos de dar conciertos, cada
noche amanecíamos en una ciudad diferente, ni idea de en cual estábamos hoy,
pero solo sabia que no era mi Finlandia, porque a mi lado no estaba Ariahna
sino, una chica de pelo rubio que ni su nombre sabia.
¿!Cómo
diablos me había acostado con un chica que no era mi…amor!?.
Quería
matarme.
¿Cómo
tenia la osadía de traicionar la confianza que ella había depositado en mi?,
aguardando a mi llegada, quien sabe cuando, pero esperando por mi; su “fiel”
novio, mientras yo me la pasaba retozando con cualquier fan atractiva que se me
cruzaba por el frente?.
Pero
no era mi culpa. Cada vez que me subía al escenario la adrenalina estaba por
todo mi sistema, y eso me hacia cambiar… la primera vez casi me muero de la
impresión tras verme en la pantalla gigante del estadio; las luces se apagaron
mi corazón lo sentía en mi garganta de la emoción, mis ojos negros y en mi
cabeza…!plumas! y luego no recordaba nada mas, hasta que despertaba empiernado
con una chica…una que no era la mía.
Eso
me estaba matando por dentro, yo en mi sano juicio ¡jamás! me acostaría con ellas, pero el
cambio…a esa cosa rara me hacia actuar de diferente manera.
Eero
fue el primero en llamarme la atención, sabia cuanto amaba a Ariahna y no le
parecía lo que hacia…pero ¡!ni a mi!!, en cambio Aki, me dio su bendición, no
era de los que mantenía relaciones monógamas en giras, siempre que salíamos de
tour, lo hacia soltero, creo pensaba que había terminado con Ariahna, ¡pero
no!, como iba a terminar con ella si la amaba, mas que a mi vida. Pauli fue
neutral, me recriminó pero al mismo tiempo me apoyó.
Ya
no quería seguir en este circulo vicioso, cada noche..cada show…me parecía a
esa cosa rara…que a todos les gustaba pero que yo lo odiaba, me hacia…traicionarla.
Julio 2005
Helsinki, Finlandia.
Por
fin regresaba a mi hogar, junto a mi
amada, para recomenzar por todo el tiempo perdido que la gira me había hecho
estar ausente, pero ya las cosas no era lo mismo, ni conmigo mismo ni con ella.
Mi
mente constantemente me mostraba las imágenes de las infinitas traiciones a
para con mi Ariahna, pero no era capaz de contarle, y eso me hacia huir de sus
caricias, no las merecía, pero al mismo tiempo si, porque nada era mi culpa, y
eso me volvió una persona amargada, quería sus besos y atenciones pero a la vez
no.
Y
eso se lo transmitía a ella, ya no sonreía efusivamente para mí, como antes,
ahora inconscientemente estaba imitando mis acciones, rechazaba mis abrazos y
cuando de vez en cuando me ponía a jugar con ella, acababa enojándose conmigo
cuando antes solía terminar doblada de la risa.
Poco
a poco nuestra llama se estaba apagando y todo era mi culpa.
-Otra
vez me estas viendo fijamente.- me recrimino ella, mientras comía con su
tenedor un pedazo de carne.- No lo hagas, ¿si?.- bajó su mirada la plato de
comida concentrándose en la labor de comer, eso solía hacer ahora, huir de mi
mirada, de mi.
-Te
noto triste, apagada creo es la mejor palabra.- mantuve mi mirada fija en
ella, hasta que aceptara devolvérmela,
siempre lo hacia, solía decir que le quemaba mi mirada fija.
-Puedo
decir lo mismo de ti, ¿Qué te sucede?, ya no…eres el mismo que se fue de esta
casa hace un año atrás, ¿Qué paso?.- por fin subió su mirada a la mía, la
mantuvo hasta que yo cambie la mía, ocultando mi verdad.
¿Qué
paso?, ni yo lo sé, no sabia ni quien era yo, lo único claro en mi, era cuanto
la amaba.
-Te
amo.- dije, era lo único cierto en mi, porque lo demás todo era mentira.
Ladeó
su cabeza, y ¡por fin! Sonrió.-Yo también, no me imaginé que fueses a decir
eso, pero…¿qué nos sucede?, siento como nos estamos separando cada día, y que
quede claro que esa situación no empezó por mi, fuiste tu, desde que volviste
de tu viaje, ¿Qué te paso?.-
Que
no me había pasado, pero no podía decirle, en primer lugar porque se marcharía
de mi lado, que mujer en su sano juicio iba aceptar a un…¿qué era yo?...¿acaso
aun era humano? Y además a uno infiel.
Y
sin importar lo que sucediera, callé, me levante de la mesa la tomé en brazos y
la hice callar con mis labios y mis caricias tratando de hacerle olvidar lo que
había mal en nosotros, no quería pensar en una vida sin ella, cosa que era lo
mas cercano si seguía con mi apatía y mis cargos de conciencia.
Julio 2007
Helsinki, Finlandia.
Por
fin me había acostumbrado a mi nueva “etapa”, tan solo un año atrás habían
aparecido mis alas, si…alas negras detrás de mi espalda que solo aparecían por la noche, ante cualquier estimulo, pero
ahora ya lo podía controlar, y solo aparecían cuando yo así lo quería.
Las
cosas estaban más que claras en mi mente. Humano no era…pero tampoco un cuervo,
era algo hibrido.
Amaba
con locura a Ariahna pero solo una parte de mi, la otra amaba la libertad, y
Ariahna significaba ataduras, cadenas que me asfixiaban y por eso de hacer lo
que hacia, pero no quería…no quería hacerlo, me dolía en el alma cada vez que
la traicionaba, pero no lo podía controlar, estaba fuera de mi en poder
hacerlo.
Al
menos aun con el paso del tiempo las cosas las podía tapar con mi mano, y ella
no sabia nada, empecé a cambiar mi forma de ser, para bien, era extremadamente
atento, innovando cada día una cosa para cambiar nuestra rutina, y hacer que se
enamorara cada vez mas de mi, la llenaba de detalles, pequeños detalles y le
componía canciones que solo ambos sabíamos que eran para ella, los demás ni
cuenta se daban.
Había
vuelto a actuar como antes, con un brillo en su rostro cada vez que me miraba,
que me amaba en la intimidad de nuestro cuarto, o en su forma de reír, eso era
lo que mas me gustaba, frente a los demás sonreía de cierta manera, como de
cortesía, obligada por el momento, pero conmigo, cuando yo la hacia sonreír,
era diferente, especial y eso me volvía loco de emoción, saber que hacia
pequeñas cosas solo para mi.
Se
podría decir que las cosas estaban mucho mejor que al principio, mucho mejor, y
todo era perfecto mientras no saliera de gira.
O
eso pensaba yo, hasta que un día cambie de opinión.
24 Agosto 2007
Espoo, Finlandia.
Me
había alejado de Helsinki por motivos laborales, sabía que tenia que volver rápido
pero…algo pasó, que inhibió el por qué de mi regreso con urgencia.
Comencé
a beber de más, tenía mucho tiempo de no hacerlo y el exquisito sabor no me
hizo parar de hacerlo. La noche cayó sin darme cuenta, y con ello se libero mi
verdadero ser.
Había
sido la mejor noche que jamás había tenido, había bebido a mas no poder, tuve
sexo sin inhibiciones, con mis ojos negros y mis alas extendidas por la
excitación del momento, sin ocultarle a …Flahvia mi yo, la chica del bar, la
morena con piel canela que me había encandilado con su belleza, me hechizo,
haciéndome olvidarme de ella…de Ariahna.
Ya
en la madrugada volví a mi hogar, entré tropezándome con vasos y botellas
esparcidos por el piso, sin encender la luz pude percatarme que la sala estaba
hecha un desastre, bueno pero igual lo estaba yo, me dirigí al cuarto de un
solo brinco me tiré en la cama, buscando con mi mano la cintura de mi amada,
posando mi mano en ella, haciéndole saber que estaba en casa.
-Llegas
tarde.- dijo en un susurro lloroso, que taladro mi corazón.
Su
voz sonaba apagada…pero era por el sueno no?.
-Un..poquito
nena, duérmete.-
-Estas…borracho.-
volvió a decir en ese tono que por alguna razón me hería escucharla. Ella jamás
hablaba en ese tono tan… muerto.
Quise
indagar mas…que era lo que le pasaba pero el sueño me venció, sin antes decir
su nombre, para calmar mi culpa.
-Te
amo…Flahvia.-
A
la mañana siguiente me desperté con dolor de cabeza, estire mi brazo para
tocarla, pero no estaba a mi lado, me incorpore en la cama y me concentre en
ubicarla con mi agudizado oído…estaba en el baño…llorando, eso me alarmo, ella
jamás lloraba, algo tenia que haberle pasado.
Me
incorpore de la cama, y contemple que llevaba la ropa de ayer, y no solo eso si
no que olía a alcohol, cigarro y… oh por dios!! A sexo.
¿Acaso
ella…ella… se había dado cuenta?... pero tenia que ser una ilusa para no
hacerlo.
Estúpido,
imbécil seas Lauri!!!.
Imbécil!!.
Salí
casi corriendo del cuarto, para bañarme en el de huéspedes pero en mi camino me
tropecé con la verdad de la situación.
En la pared en lo alto había un cartel que
decía.
Hyvä
Syntymäpäivää!! Ariahna.
Oh
santa mierda!!.
¿En
que mundo yo podría haber olvidado su cumpleaños? Claramente en este no.
El
lugar estaba hecho un desastre, botellas por doquier, vasos vacios en todos
lados, bocadillos sin comer sobre las mesas, sofás…era la foto de un
afterparty, se había celebrado un cumpleaños, su fiesta, ¿y yo?...retozando con
otra…
Di
media vuelta, importándome poco mi aspecto y mi olor a traición.
Abrí
la puerta del baño y ante mi me encontré con el rostro acongojado y lloroso de
ella, esa imagen me hizo callar lo que iba a decir para disculparme, en cambio
me quede viéndola fijamente, como sabia le hacia enojar, no aparte mi vista de
sus ojos ni ella de los míos, pero en esta ocasión los vi…como nunca antes lo
había visto, nublados, enojados…y sabia era por mi culpa.
Su
lágrima rodó por su mejilla y eso me hizo reaccionar, me acerque mas a ella
tratando de abrazarla, pero ella se hizo para atrás, interponiendo una mano entre
nosotros.
-No
lo hagas, no me toques, no …no me…. Toques.- escupió las palabras con una rabia
tan grande, que solo podía delatar su estado iracundo hacia mi.
-Yo…yo…-un
nudo tenia en mi garganta, sus ojos acusadores no me permitían hablar, su
rostro doloroso me inhibía la disculpa que quemaba en mi garganta.
-¿!Cómo
pudiste!?.- me gritó, mostrando pequeñas arrugas en su frente por la
consternación de mis actos, viajando su mirada por mis ropas, escaneando mi
estado de traición.
-Lo
siento!!, lo siento tanto!!, no fue mi intención …olvidarme.- por que tenia que
admitirlo por un momento (unos) me había olvidado de su cumpleaños.
-¿!Qué
te hice yo para merecerme esto!? ¿Qué?- por un momento bajó la guardia de sus
brazos y aproveche para acercármele, pero fue un error, al instante me rechazó.
-Báñate!,
hueles…hueles….a otra.- sabia que olía a otra, pero…
Ella
pasó por mi lado empujándome con su mano lejos de su paso, pero no iba a
permitir que las cosas quedaran así. La seguí y la encare en el cuarto.
-Lo
siento amor…siento haber hecho las cosas que hice ayer, yo… no quise…no sé que
fue lo que me paso…yo.- no sabia que mas decirle, ya todo lo sabia, mi aspecto
lo delataba, lo único que me quedaba era disculparme.
Ella
me quedo viendo estupefacta, como si no diera crédito a mis palabras.- ¿Crees
que con un lo siento se acaba todo?...pues no!!.- se apretó mas la toalla
alrededor de su pecho para que no se le cayera y dejara verme su desnudez.-
¿Sabes lo humillante que fue anoche?...¿lo sabes?.
Negué
con mi cabeza, sin tratar de acercarme a ella, se tenia que liberar, escucharía
todo y al final…volvería a pedirle perdón.
-Que
todos tus amigos, porque eran mas de tu lado que del mio, estuvieran aquí,
celebrando conmigo mi cumpleaños y tu ¿quien sabe en donde?.- se llevo el dorso de su mano
limpiando las lagrimas que sus alaridos dejaban.- Escucharlos ya borrachos,
diciendo mil infamias…si porque anoche yo hubiera metido mis manos por ti al
fuego, en contra de todas las…mentiras que suponía decían tus amigos, en son de
broma.-
Se
movía rabiosa por el cuarto, su rostro estaba rojo, y lo bueno era que sus
lagrimas habían dejado de salir, estaba furiosa conmigo y con razón, no solo
era el hecho de olvidar su cumpleaños, si no que mis “amigos” habían abierto la
boca…de mis noches locas en la gira.
-No
tienes ni idea de lo que sentí,… - se paro frente a mi, viendo me fijamente al
rostro a escasos centímetros de distancia.- …Cuando te sentí llegar, te metiste
a la cama y …darme cuenta que nada era mentira lo que había escuchado horas
atrás…!!nada!! Que si te habías acostado con cuanta fulana te había abierto las
piernas, que …que… el día de mi cumpleaños te estabas acostando con ¡!otra!!-
sus ojos estaban otra vez nublados, pero no sabia si era por el dolor, o por el
esfuerzo de sus gritos hacia mi.- que
tus amigos habían bromeado con eso… ¡!no tienes ni idea de lo que sentí!!- y por
fin rodó esa lagrima que anhelaba tanto salir.
¿Cómo
había cambiado todo en una noche?...
¿Cómo?
No podía hablar, no podía excusarme porque todo era verdad, no había dicho más
que la verdad, ni una disculpa podría borrar mis errores. No le di tiempo huir
de mi, la atraje hacia mis brazos, para calmar su repentino temblor, pero al
instante trato de escapara de mi pecho, pero no
la dejé, la necesitaba junto a mi, sabia que…sabia que la había perdido,
que ya nada seria igual, que nada de lo que dijese podría cambiar las cosas que
ella sabia, que en su mente ya no quedaría ni un ápice de la confianza que una
vez había depositado en mi.
Su
temblor hería mi corazón, y por mas que tratara de hacerla calmar, sabia que mi
sola presencia le hería, inclusive mi nauseabundo aroma.
-Déjame.-
susurró contra mi pecho, quería hacerlo pero no podía, sabia que si lo hacia
jamás la volvería a tener así, junto a
mi.
Y
sin pensarlo dos veces, la solté, subiendo mis manos a su rostro enmarcándolo y
robándole un beso, porque solo así podría obtener lo que quería…robándoselo.
Puso
objeción como era de esperarse, mordiéndome los labios, pero poco me importo el
dolor físico, cuando sabia que ella estaba sufriendo mas por mi causa, en una
herida que …jamás sanaría porque no era física…era…
¿Qué
hice?...
¿Cómo
fui capas de destruir algo tan bonito que teníamos…por una estupidez que ni
consiente de ello era?.
Su
fuerza interior a causa del dolor, la pudo liberar de mis labios, mirándome con
horror y asco.-No me vuelvas a besar ¡nunca!, no me vuelvas a tocar ¡jamás!, te
odio… ¿Cómo pudiste hacerme esto a mi?...¿!como!?, cuando lo único que he hecho es … amarte
incondicionalmente, dándote mi entera confianza, porque te amo…y te amare, pero
jamás te perdonare, y no vengas con…lo siento, porque el daño esta hecho y esas
palabras no podrán borrar de mi mente la verdad, !nunca!.- caminaba rápidamente
iba y venia del closet a la cama, trayendo su ropa, y sus maletas, se estaba
alistando para dejarme…
Me
iba a dejar.
-¡!No
te vallas!!- rogué, con un timbre de voz demasiado agudo al mío.-No me dejes
Ariahna, déjame explicarte, hay una explicación, déjame…hablarte y contarte
como pasaron las cosas…!!no te vallas!!.- quite su maleta de la cama y la
coloque debajo de la misma, no iba
permitir que se marchara sin escucharme, la tenia que convencer.
-¿Qué
me vas a decir?, ¿cómo las conquistaste?, ¿qué con una sola mirada y una
sonrisa tuya caían rendidas ante ti??, ¿Cómo disfrutabas todas tus noches,
mientras yo aquí te esperaba, siéndote fiel hasta con el maldito pensamiento?,
no Lauri ahórrate tus explicaciones, y déjame marchar.-
-¡Claro
que no!, hay una razonable explicación.- sacó otra maleta y la coloco sobre la
cama, a lo cual yo la avente lejos de nosotros, ella me quedo viendo asustada
por un momento…sin decir nada, y fue entonces cuando decidió cambiarse frente a
mi.
-Míralo
por última vez Lauri, porque jamás, óyeme bien, jamás lo volverás a ver.-
No
sé que fue lo que se activo en mi, pero verla ante mi, enojada, llorosa, herida
y desnuda me descontrolo.
Me acerque a ella, dispuesto a todo, a tenerla entre
mis brazos otra vez. Pero como era de esperar ella puso objeción dándome
manotadas y vociferando que la soltara, y solo cuando me dio una cachetada la
solté.
¿Qué
estuve apunto de hacer?...no era yo…¿o si?...ya ni sabia quien era yo.
-¡!Me
das asco!!,- y sus ojos también decían lo mismo. –Hueles a zorra barata,
alcohol y aun así, tienes los pantalones para tratar de meter tu sucio pene en
mi?, ¡ni en tu sueños!.
Mi
cabeza hervía de rabia, pero no contra ella, ni contra sus palabras, porque
tenia razón, todo yo estaba sucio, estaba furioso conmigo mismo, ¿en que cabeza
se me pasó tratar de hacer eso…
Y
fue cuando lo sentí…me quería transformar…mi cabeza y espalda dolían, mis ojos
ardían, y ella se vestía a la velocidad de la luz dispuesta a dejarme.
No
se podía ir…no aun.
-Deja…me,
explicarte…- ni mis manos podía calmar el dolor punzante de mi cabeza, sentía
que iba a explotar en cualquier momento.
Ella
se detuvo por un momento, veía que algo no andaba bien conmigo, pero el enojo
era más grande que su humanidad hacia mi.
No
quería transformarme en esa cosa que era, quien sabe lo que podía llegar hacer
en ese estado, tenia que controlarlo a como diera lugar, antes de que ella se
fuera, tenia que hacerlo.
-Espera.-
susurré de rodillas, no aguantaba mi peso, me sentía mareado, era la primera
vez que luchaba contra eso.-Espera un…momento.-
-Nunca
en tu vida me volverás a ver Lauri, olvídame, como yo tratare de hacerlo, nadie
me había herido como tu lo has hecho…nadie.-
Se
iba.
-Ari…!!Ariahna!!-grité
tan fuerte como pude hacerlo, desde la incomodidad del suelo.-No te vallas.
Mayo 2011
Helsinki, Finlandia.
Llevaba
mas de cuatro años sin verla, nadie sabia de ella, nadie. Y no me había quedado
más remedio que hacerme a la idea de ya no volverla a ver nunca mas.
La busqué por mucho tiempo, no podía vivir tranquilo con mi alma, sabiendo que
creía que era un desalmado que solo había estado jugando con ella, cuando era
todo lo contrario, pero no me había escuchado, no sabia nada…nadie sabia nada.
Luego
de la separación había encarado a los chicos, nadie dijo quien había hablado
con Ariahna, todos argumentaron que habían estado muy borrachos y mi extraña
desaparición los había hecho hablar, les quise creer, pero ya las cosas no
serian igual, por lo que me distancie de ellos, hasta ahora.
Eero
me había llamado para que nos juntáramos y tratar de hacer un nuevo álbum. Yo
estaba con mi álbum solista, no me iba tan mal, pero tampoco eran las ventas
exorbitantes que tenia con The Rasmus, así que no había mucho que pensar, lo
mejor era dejar a un lado los rencores y volver por el camino correcto, ellos
siempre fueron mis amigos, y solo traicionaron mi confianza por el alcohol..Maldito
alcohol.
Así
que acepte.
Julio 2011
Helsinki, Finlandia.
Todos
por fin estábamos reunidos para crear un nuevo álbum, lejos de los malos
pensamientos, y en mente solo un futuro…en paz. Pero a quien engañaba, lo único
que quería era recuperarla, encontrarla y contarle todo lo ocurrido, era algo
que carcomía a mi alma, de ese día espantoso el único recordatorio eran ellos…y
ella.
Cuando
la vi, me sentí desfallecer, y mas porque era amiga de Eero. Era la chica que
me había visto, que me conocía a la perfección, como nadie mas lo hacia, ni
como Ariahna.
Flahvia,
la chica del bar, la morena de piel canela, con la que había pasado el
cumpleaños de Ariahna.
Sus
ojos me reconocieron, obviamente. ¿Por qué Eero lo trajo consigo? Hoy el día de
composición. En toda la sesión no me había podido concentrar y apenas frases
sin sentido habían salido. Se tenía que ir, no podía seguir en el mismo lugar
que yo…
-Sera
mejor que continuemos mañana.- dijo Pauli, notando mi falta de inspiración.
Todos
lo secundaron hasta yo. Ella me miraba, sentía su mirada en mi espalda, hasta
este entonces Eero no la había presentado, pero ni quería, lo único que
anhelaba era que desapareciera de mi vista..por ella..por ella.
-Me
voy.- no podía mas, tenia que respirar aire puro, limpiar mi mente.
Todos
me quedaron viendo extrañados pero no dijeron nada, dejándome partir solo.
Bueno
no tan solo, a los pocos segundos alguien me seguía, me detuve girándome a esa
persona…a ella.
-¿Qué
haces aquí?, ¿Por qué me sigues?, ¿¡Qué quieres de mi!?-
-¡¡Eras
tu!!, lo sabia, el chico de las alas, esa noche fue hermosa, la mejor de mi
vida.-
Quise
gritar de rabia, ¿cómo se atrevía a decirme tal cosa?, cuando esa noche había
sido la peor de mi vida.
-¡¡Aléjate
de mi!!-
-¡No!,
eres alguien único, bello, pero único, no te has dado cuenta?.-
-Me
tiene sin cuidado lo único que sea, pero aléjate de mi, o no respondo- ¿por qué
me seguía?.- ¿Qué haces con Eero?.-
-Soy
su novia.-
Oh
santa mierda!, me había acostado con su novia, pero bueno, eso fue mucho antes
de que eso pasara.-
Con mas razón aléjate de mi.-
-No
puedo, en todos estos años no te he olvidado, y hoy volverte a ver, con tu
forma “humana”, es un día único.-
-Vete,
no me hables…te odio!!, te odio!!- no la odiaba, pero con algo la tenia que
convencer de marcharse, no podía relacionarme con ella, es mas…ni ella con
nadie, sabia mi secreto, el que nadie mas sabia.
-Estas
molestos, lo entiendo, Eero me conto todo lo que pasó esa noche.-
Eero
y sus benditas imprudencias.
-Vete,
ya me viste, ahora olvida lo que pasó entre nosotros, bórrame de tu mente, y
vive feliz lejos de mi.-
-Como
te puedo olvidar si eres alguien especial, tan…-
No
la dejé terminar, toda su palabrería me tenía harto, me acerque a ella a gran
velocidad, que ni yo mismo
sabia de donde había sacado y la tendí sobre el
suelo, apretando con mis manos su cuello. -Cállate de una vez por todas, o te
hare callar.-
Febrero 2012
Tokio, Japon.
Estábamos
grabando el primer sencillo del nuevo álbum, la canción había salido al día
siguiente de mi encuentro con la novia de Eero, y reflejaba lo que sentía en el
momento, y que ese sentimiento me acompañaría hasta el día que la volviera a ver…la tenia que encontrar…
Por
suerte Flahvia no se había pegado a su novio. Desde que me había vuelto a
encontrar, no paraba de devorarme con la mirada, y Eero empezaba a sospechar,
pero ella estaba advertida si tenia la osadía de tocarme o inclusive hablarme
la mataría.
No
sé de donde había salido ese pensamiento, pero en el enojo del momento se lo
hice saber y por fin entendió, que no tenía que acercarse a mí.
Ya
no era el mismo de antes, todo había cambiado en mi, desde mi…apariencia hasta
mi forma de ser. Al menos podía controlar mi transformación, y no ostentaba con
salir como la vez…que Ariahna se marcho de mi lado.
Aun
me dolía, todos los días me recriminaba a mi mismo por no haberle contado como
era las cosas en verdad, habían días en los que…pensaba que ya no tenia caso
seguir buscándola, y que era mejor acabar esta agonía.
-No
te acerques mucho o te resbalarás.- dijo tras de mi Pauli. Me giré y vi que
había pasado de las vallas de seguridad del Monte fuji. No lo había ni pensado,
podía probar mis alas, solo ocupaba la noche y…
Al
no mas caer la noche volví al Monte Fuji, me asegure que nadie estuviera a mis
alrededores y proseguí a quitarme la camisa. Al instante mis alas tomaron el
protagonismo, las alce lo mas que pude y me deje caer, no desde lo mas alto, si
no a caer al segundo nivel del mirador, y que bueno que había sido así, porque
no pude ni aterrizar en mis pies.
Si
hubiera caído al vacio hubiese muerto, pero por extraño que sonase la idea no
me disgusto.
Marzo 2012
En algún lugar del Mar Báltico.
Y
ahí estaba ella huyendo de mi, a seguirla iba cuando Eero se atravesó en mi
camino, juro por todos los dioses, que quise aventarlo lejos de un solo empujón
pero él no tenia la culpa de mis rabietas.
-¿A
donde vas?- urgió saber el bajista de la banda.
Por
sobre su hombro miraba como Ariahna desaparecía de mi vista, adentrándose en el
barco. –Tengo que arreglar un asunto, no me tardo.- intente pasar por su lado,
pero me detuvo agarrándome del brazo.
-En
pocos minutos será nuestro show, te vine a buscar, vámonos.-
-¡!No!!,
déjame partir Eero, necesito arreglar este asunto…se trata de Ariahna.-
No
sé si mi voz suplicante o el significado de mis palabras lo hizo reflexionar
haciéndose a un lado, lo abrace momentáneamente y partí lejos sin antes
escuchar como me decía que no me tardara.
No
tenia ni idea donde estaba ella, pero al menos podía seguir su olor en el aire,
y lo fui siguiendo hasta los camarotes del ala principal, hasta la puerta del
camarote que sabía ella ocupaba.
Y
toque…tres veces, suavemente.
A
tocar nuevamente iba, cuando la puerta se abrió, y lo primero que vi fueron sus
ojos nublados.
-Lauri.-
dijo ella, arrastrando las palabras con tal desgano que me dolieron, aun no me
había perdonado, pero ni si quiera me había dejado explicarme.
-Necesito…
hablar contigo, por favor escúchame.- bajé un decibel mi voz, volviéndose mas
ronca.
-Vete,
todo termino entre los dos, …vete por favor, tu presencia me hiere.- se
ocultaba tras la puerta, apenas y su rostro podía ver, pero sus palabras solo
indicaban que aun me amaba…aun lo hacia.
-No,
solo me iré cuando me hayas escuchado, solo así me marchare, tras escuchar tu
respuesta.- tenia que ser totalmente sincero con ella, o la perdería nuevamente
y para siempre.
Alguien
tosió fingidamente tras de mi, me giré y vi que era el acompañante de mi
Ariahna.
-¿Sucede
algo amor mío?.- ¿ese pelagatos era su…nuevo amor?. Se encamino mas hasta
posicionarse entre los dos. –¿Este…- barrio con su mirada despectivamente todo
mi ser.- Joven te esta molestando?.
-No,
no lo hace.-
-No
me parece.- dijo el intruso.
-Déjanos
solos, tenemos cosas que arreglar.- él me quedo viendo de manera tan mortal que
juré me odiaba desde ya.
-¿Ariahna
cariño?, ¿eso es lo que tu deseas?-
Y
su dolor la traiciono, negándome el derecho de hablar, el hombre me obligo
apartarme de su lado una vez que ella cerro la puerta. Con él cerca no podía
revelar mi secreto, tenia que encontrar una oportunidad, y tenia tiempo…faltaba
mucho para llegar a tierra.
Llegue
a tiempo para ultimar los últimos detalles de la presentación y agradecía
infinitamente que seria intermedia, agregaríamos algo de guitarra acústica, tal
y como hacíamos con Liquid.
Me
pare frente al escenario, hice las presentaciones correspondientes, y a
comenzar la batería iba, cuando la vi aparecer en el recinto del brazo de su
pelagatos. Mi corazón dio un brinco de alegría y dolor, presentaría la canción,
la lirica…mi interpretación.
-Esta
canción esta dedicada a alguien muy especial, a la persona que en un tiempo le
hice mucho daño sin querer hacerlo, pero espero y me entienda…escúchala
bien…sabes que todo lleva un doble sentido…amor mío-.
Y
comencé. Mi mirada siempre estuvo fija en ella, durante toda la canción, y a
medida iba pasando…sabia que la letra iba haciendo reparo en su mente, le dolía
lo podía ver, e igual a mi, inclusive estuvo a punto de cerrárseme la voz y
parar de cantar, pero tomé valor de donde pude y continué…hasta que cierta
parte de la canción hizo debilitar mis piernas haciéndome caer sobre mis
rodillas, pero no dejé que nadie sospechara mi estado real, y lo hice ver como
parte de mi interpretación, me tumbe hacia atrás, sobre mis pantorrillas
tocando los acordes de la siguiente estrofa.
Say you'll stay
'cause it's more than just an ordinary day
Before you go
There is something that you need to let me know
Before you leave
However cruel your answer is
Be honest please
I'm waiting on my knees
'cause it's more than just an ordinary day
Before you go
There is something that you need to let me know
Before you leave
However cruel your answer is
Be honest please
I'm waiting on my knees
La
canción termino y con ello mi declaración. Ella estaba llorando
quedamente…también lo quería hacer yo, pero…el escenario me inhibió. Las luces
se apagaron y por mis ojos negros pude observar como ella huía del lugar, y sin
que nadie me viera salí tras de ella.
Pero
no le di alcance Flahvia me detuvo una vez estuve fuera del salón.
No
le di tiempo a que me hablara, por lo que pasé de largo de su agarre y corrí
tras Ariahna, porque no sabia lo que podía hacerle en ese momento…matarla o
besarla…algo andaba mal conmigo, asi que lo mejor era alejarme de ella.
Encontrándola
en la popa del barco, me acerque a ella lentamente, y con parte de mi ser
natural; los ojos y las plumas de mi cabeza.
-Todo
tiene una explicación.- dije tras de ella, tomándola de los brazos evitando que
volteara a verme. Pude sentir como temblaba pero no sabia si era por mi tacto o
por el frio de la noche.
-Si
te engañe no fue por voluntad propia, yo te amaba, y te amare por siempre sobre
todas las cosas y lo ultimo que se me pasaría por la mente seria hacerte daño.-
me abrace a ella, por detrás, acomodando mi mentón en su hombro.
-Pero
lo hiciste.-
-Lo
hice, pero no fui yo enteramente… no te he dicho la verdad sobre mi, y espero
que entiendas.-
Deje
liberar mis alas de mi espalda y con eso rompiendo mi camisa.
-Por
favor entiéndeme y no tengas miedo, recuerda que yo siempre te he amado.-
La
hice girar y lo primero que vio fueron mis ojos…negros, luego mis alas que
sobresalían tras de mi, y por ultimo las de mi cabeza.
-e…eres…¿Qué
eres?- dijo en un hilo de terror.
-Sigo
siendo yo, solo que modificado, cuando me transformaba en esto, no sabia lo que
hacia, no era yo mismo, no lo podía controlar, pero…ahora si lo puedo hacer… y por
causa de esto paso todo lo que paso.-
Ella
no dijo nada, seguía viéndome con… asombro pero con terror.
-¿Y
por esto tengo que perdonar todo lo que me hiciste?, ¿porque no me lo dijiste
en su momento?-
-Porque
no me dejaste explicártelo.-
-Pero
sigues siendo tu, mas parece una vil excusa por tu condición que otra …
-¿!Me
amas!?, tan solo dime algo… -
-No
puedo…perdonarte así como si nada…no …no puedo.-
Acaso
no me daba el beneficio de la duda.
-Créele,
dice la verdad.-
Me
quede helado ante la voz que escuche tras de mi. Flahvia.
-Él
dice la verdad, por mi culpa él no llegó a tu cumpleaños, es otro cuando esta
en esa…maravillosa forma, es otro, no es el mismo.-
No
quise girarme y perderme la incertidumbre de la mirada de mi amada…quería
agradecerle a Flahvia por abogar por mi, pero no ahora…ya abría tiempo para
eso.
-Yo…
yo… no sé que decir…- me quedo viendo a los ojos…estaba dudosa…
Tenia
que ayudarla a darme una respuesta positiva, y sin pensarlo dos veces, la tome
entre mis brazos y salte del barco. Solo lo sentí, que era el momento de volar,
en ningún momento tuve miedo de caer y matarnos, no…sabia que lo lograría…
-Oh
my gosh!!- grito ella contra mi pecho.
Estaba
emocionada…su corazón palpitaba a todo galope… este no seria un dia cualquiera
para ninguno de los dos…era la primera vez que volaba…sentía la libertad en mi
ser…y junto a mi…Ariahna…pero y si se negaba…
-Di
algo amor… no importa lo que digas…yo lo aceptare.-
El
miedo carcomía mi razón…que y si decía que no..seria capaz de lanzarla al
vacio?...o solo lo diría por…no morir.
Lo
mejor seria aterrizar.
-No!!
No bajes!!, me siento bien aquí arriba.- se apretó mas a mi…esto era buena
señal.
-Quiero
creerte pero…no puedo, en mi mente ronda la traición…-
-Dame
al menos la oportunidad de que vuelvas a confiar en mi…no soy común como los demás…vuelve
a creer en mi Ariahna…ayúdame a ser feliz nuevamente a tu lado.-
-No
sé…-
-Por
favor…-
-Lo
intentare.-
Eso
era más que suficiente….tendría mucho tiempo para hacerla cambiar de opinión, y
convencerla de mis palabras…
Y
seguí volando en dirección a Helsinki, o eso creía…pero al menos el amanecer de
un nuevo día me acompañaba en mi nueva aventura…era algo positivo, de ahora en
adelante solo con la verdad hablaría con Ariahna, nada de secretos, que conociera
cada parte de mi ser, tal como lo hacia de mi corazón, y solo así llegaríamos a
viejos amándonos hasta que ninguno de los dos estuviera en esta vida…solo para
seguir en la otra.
FIN
*.* no ma!!!!
ResponderEliminarSos un exito
ResponderEliminarEl vero amor es para siempre, que excelente historia, me encanto.
ResponderEliminarMuy bueno !!!!
ResponderEliminar2019 y vuelvo a leer esta preciosidad..
ResponderEliminar