"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

sábado, 4 de febrero de 2012

Lauri Una Deidad Mortal (cap 15)





15 Un Dios Mortal



Lykia (p/v)


Toda la alegría que mi corazón sentía, segundo a segundo se volvió en otra cosa, ahí frente a mi el, un fuego creció sin saber donde había estado o si alguna vez había sentido esto.

Sus plumas reluciendo, sin camisa sonriendo de oreja a oreja, sus ojos fijamente viendo los míos, se acerco, lentamente puso sus manos alrededor de mi espalda, abrazándome, dándome tiernos besos en mi cuello haciendo que mi mente olvidara todo lo que no concernía a el Jonnes.

Sin aun decirnos nada, la puerta se cerro, mi nariz olvido por completo el aroma que abundaba por todo el apartamento. Ahora el único aroma que me importaba era el suyo. Proveniente de su cuello, de sus alas, de su cuerpo.

Cesó de besar mi cuello, acaricio mis muslos, mis ojos seguían cerrados, engañándome a mi y a “él”. Sus labios encontraron los míos, en un movimiento lentamente pausado y coordinado nuestros labios se besaban. Sin darme cuenta estaba en la habitación, aquí “su” olor era mas fuerte, oh!! Me olvide decir, se me quebró el frasco de “su” loción.

Tenia frio, ya no tenia mis ropas, ni el las suyas, tendidos en “su” cama, por primera vez estaría con un hombre, si le puedo decir así no. De pronto cesaron sus besos, sus caricias solo me miraba fijamente, primero consternado, de pronto muy alegre.


Jonnes (p/v)


A cada beso que le daba, cada caricia que continuaba dándole, algo estaba cambiando, ya no estaba usando mi poder con ella, ahora era por su propia voluntad.

Me gustaba besarla, tocarla, sentir que en estos momentos su mente solo era para mi, y para nadie mas. También la había extrañado? Nunca pensé que la extrañaría, pero ahora teniéndola tan cerca me doy cuenta que si la extrañe, y mucho.

Sin que se diera cuenta la lleve hasta la recamara de mi padre, aun besándola, la despoje de sus ropas, oh!! Me quito mis pantalones, me gustaba cuando inhalaba mi aroma de mi cuello, y sonreía a continuación, una sensación tan agradable recorrió mi cuerpo, lo sentí, claro que lo sentí, había descendido por fin.

Su mente no dejaba de pensar, y yo no podía dejar de leérsela, pensamientos vánales, pero cada vez iban mas y mas atrás, hasta que pensó, “por primera vez estaré con un hombre”.

Detuve mis besos y caricias, claro que me impacto, nunca estuvo con “él” nunca? Jamás?,  reí para mi. No podía dejar de sonreír, nunca se me cruzó por la mente pensar que nunca habían estado juntos, se supone que desde el tiempo que la transformo, habían pasado varios meses.

Será que ninguno de los dos quiso estar el uno con el otro?, uhh por los pensamientos de ella dudo que halla sido esa la razón.

Con una nueva alegría en mi ser, estaba mas que listo y preparado, lo estaba esperando con ansias. A mi Padre.

Sus pensamientos picaros, sus besos, deseos de tenerme a su lado, hacían que crecieran mis deseos de tenerla solo para mi, únicamente para mi. El solo pensar que nunca fue de “él” mi alegría incrementaba.

Mis plumas estorbaban, ofrecí deshacerme de ellas pero ella no quiso.

Tenia “sentimientos” encontrados. Yo sentir sentimientos por ella? Acaso estaba demente? No es solo deseos y nada mas?. Mi futuro fue incierto, si bien lo vi venir, nunca pensé que fuera real, muchas veces que he visto mi futuro no siempre se cumple, siempre cambio si así lo deseaba.

Lo vi venir, el amor…

Amándonos como nunca lo habíamos hecho, y jamás lo volveríamos hacer, nuestros cuerpos
unidos compenetrados mutuamente. Por fin llego.




Lauri (p/v)




Por fin escapé de Korppi si bien ahora ya no lo hacia como el hijo del rey, sino como El Rey, o mejor dicho como un dios, pero que al bajar a la tierra lo hare como un mortal. Poco me importo si se daban cuenta o no, lo único que quería hacer era bajar y volver a ver a mi amada, porque ahora si entendía a la perfección esas palabras, el amor, y eso era lo que sentía por Lykia, un amor exorbitante, que en este tiempo que pasé lejos de ella, comprendí su sentido.

Si bien nunca quise mostrarle mi verdadera forma este seria el momento perfecto para que me viera y se enamorara aun mas de mi, porque se dice, que la verdadera forma de un Korppi hace que sea irresistible ante una persona que no es de esa región.

Antes no muy seguro si quería que me amara lo suficiente, nunca le mostré mi verdadera forma, mis plumas. Pero ahora que se que la amo, ella puede amarme aun mas de lo que ya lo hace.

En solo dos minutos, estoy de vuelta. El apartamento, lleno de mi loción?, uhh!! Todo en orden.

-Lykia?-

No esta?, a mi llamado hubiera salido corriendo de donde estuviera.
Mis extensas alas, estorbaban para caminar ágilmente. Me pare frente a nuestro cuarto, y sentí que otra deidad estaba cerca de mi.

Abrí la puerta, y la sonrisa de “él” que ahora lo veía mi hijo, me daba la bienvenida, con mi “amada” encima de ÉL, sentada sobre ÉL, amándolo a ÉL, besándolo a ÉL. Mis ojos ardían de la ira que sentía, mi cabeza dolía, y mi corazón agonizaba por ella.

Cesaron las caricias, ella miro hacia tras y me vio, si antes tenia una expresión de pleno éxtasis al encontrarse con mis ojos totalmente negros, se transformo en pena, dolor, vergüenza.
“el” la separo de su cuerpo, sonrió para mi, y al volver a verla a ella, entristeció?. Seguidamente desapareció de nuestras vistas, solo dejando unas cuantas plumas en MI cama.

Quería llorar sin embargo no podía, quería correr y abrazarla, me había hecho tanta falta pero no podía, no porque no quisiera, sino porque no podía moverme, la ira reinaba mis sentidos mas que mis sentimientos, atado a un debajo de la puerta, teniéndola a ella frente a mi.

Lykia se puso en pie, dejando a relucir toda la belleza que hice acelerar hace un tiempo atrás.

Camino hacia mi, ella lloraba, decía cosas, sin embargo no lograba escuchar lo que me estaba diciendo, quería tanto escuchar su voz, pero por mas que trataba no podía escucharla hablar, estaba enojado pero a la vez muy enamorado.

Mi corazón comenzó a latir mas rápido de lo normal, mas y mas, llegue a pensar que se saldría de mi pecho. Comenzaba a doler y demasiado.

-estoy enamorado Lykia, muy enamorado, sin embargo…- por fin logré que mis ojos lloraran, se sentían tan pesadas mis lagrimas, puse una mano debajo de mi mentón y alcance una, la mire y era negra totalmente negra.

*(n/a) imagínate, Justify, Lauri llora de una manera tan creíble y tierna *

 Ya no podía escuchar mis palabras, era como hablar mudamente. Caí sobre mis rodillas, y mis alas se encogieron, quería gritar y desahogarme pero no podía.

No me di cuenta en que momento estaba frente a mi, cerca muy cerca de mi, llorando también, quería tanto escuchar lo que decía, sus manos acariciaban mis rostro, intento besar mis labios, por un momento olvide el dolor de mi pecho, me puse en pie, y la aleje de mi lado.

Ahora ni su mente podía leer, que me pasa?, porque estoy así?, algo no esta bien. Ella me abrazo, sentí como acariciaba plácidamente mis alas, se sentía tan cálido su contacto, me deje llevar por el momento y roce su cuello con mi nariz, embriagándome con su aroma, mantenía mis ojos cerrados, para olvidar donde estaba en ese momento.

De pronto sentí que mis alas se desprendían de mi espalda, la retire de mi lado, palpe mi espalada y confirme lo que había sentido, una a una mis alas iban cayendo al suelo, solo quedaban unas pocas en su lugar, las de mi cabeza, también hacían lo mismo, abandonaban mi cuero cabelludo, ella trataba de consolarme, porque volvían mis lagrimas, ya no eran por su traición ahora eran por una causa diferente. Extendí mis brazos hacia ella, sin dudarlo acudió a ellos, y finalmente podía escuchar lo que decía.

-Lauri, amor mío te amo tanto, siempre te he amado y lo sabes, pero vino el, se metió en mi mente, en mi cuerpo … tratando de hacer que te olvidara pero nunca te olvidare jamás, debes creerme, yo siempre te he amado y te amare, no se que paso con migo, perdóname, solo pido que me perdones.-dijo ella, con su voz quebrada, llorando, abrazada a mi, y aun desnuda.

Sonaba tan cierto, tan puro viniendo de ella, y a lo mejor era verdad, lo había visto como deidad, era lo mas lógico que utilizara sus poderes contra una mente tan débil como es la de los humanos.

 Quería decirle que no importara lo que hubiera hecho yo igual la seguiría amando, por el resto de mi vida, pero la imagen de ellos juntos en mi cama, en mi cuarto en mi morada, la tenia tan presente, apreté mis labios en signo de ira, cerré mis ojos igual, y al volver a abrirlos sentí como las plumas de mi cabeza hacían presión contra ella, lastimándome gravemente, sin embargo no reparaba en ese detalle, estaba disfrutando de mi momento a su lado.

Mi corazón, latió bum…bum…bum… tres veces demasiado fuerte, haciendo que molestara el sonido contra el pecho de Lykia, nos separamos por un momento ella aun seguía pidiendo mi perdón, rogando por el, llorando por mi, y yo sin poder decirle nada.

La volví a traer hacia mis brazos para abrazarla nuevamente, sentir su aroma, bum… sonó nuevamente mi corazón fuertemente, mis brazos soltaron su cuerpo, ya no sentía su aroma, tenia mis ojos abiertos sin embargo ya no miraba nada, caí al suelo, ahora sus brazos me sostenían con esfuerzo, yacía en el suelo, y ahora ni  mi corazón hacia bum…


Era lógico estaba muriendo, primero mi forma de deidad, y ahora mi forma humana. Las pocas plumas que aun tenia en mi cabeza, me estaban torturando, penetraban mi cabeza mas y mas, sin decir nada, sin poder hacerlo, seguía sintiendo una agonía total, no quería morir quería vivir, sin embargo no podía hacer nada.

 No se como pero aun sin mi corazón latiendo escuchaba su voz, tan clara como siempre, no quería dejar de escucharla, jamás, pero se iba haciendo cada vez mas inaudible, hasta que ya no la escuche mas.



Lykia (p/v)


No paraba de repetir lo mismo, y lograr que el entendiera, que Jonnes de alguna manera se había apoderado de mi. Perdón …perdón una y otra vez le pedía, pero el no decía nada, no importaba que no me dijera nada con el simple hecho de que el me estuviera escuchando me bastaba.


Me acerqué un poco para tratar de abrazarlo, como pensé no me rechazo, bien este era un indicio que me estaba perdonando. Sentí su pequeña nariz rosar por mi cuello, inhalando mi aroma,  con unas suplicas mas y tendría que perdonarme, porque se había enamorado de mi, tiene que olvidar, mi traición que fue sin querer, porque nunca en mis cinco sentidos lo hubiese traicionado ni por la belleza mas exorbitante que mis ojos llegasen a ver, corrección, si llegue a ver tal belleza y sucumbí ante su belleza. Que estúpida soy.


Algo extraño paso, sus plumas cayeron de su espalda, tal vez sea que esta volviendo a su forma humana. Lloro, nuevamente, lo había dejado de hacer, pero note que sus sollozos eran tristes, ya no llenos de ira, solamente tristes.

No cesaba de llorar, ni quería detenerme, seguía abrasada a el, a su cuerpo, que tanta falta me había hecho, su aroma, tan suave, tan embriagante tan excitante.
Bum… bum… bum… hiso su pecho, y lastimo el mío, me retire unos centímetros de el, pero no me importo volví a abrazarlo, no quería separarme de su lado, bum… palpito nuevamente, sentí que ya no inhalaba mi aroma, de pronto se hizo tan pesado, no pudo estar en pie, lo trate de sostener como pude y evitar que pegara duramente con el suelo, mi rostro se lleno de pánico, verlo tendido en el suelo con sus ojos cerrados, y sin latidos en su corazón, rápidamente trate de llamarlo, una y otra vez, suplicando que abriera sus ojos, gritando ahora su nombre, tan fuerte como podía, dejando caer mis lagrimas sobre su pálido y perfecto rostro que una vez ame tanto.

Rocé mis labios contra los suyos aun diciendo su nombre, maldiciendo a Jonnes. Me acosté sobre él, tratando  de imaginar si su corazón volvería hacer bum… mis lagrimas seguían saliendo de mi rostro, lagrimas ya no de perdón, eran lagrimas de dolor.

Inútil fueron mis gritos, no abrió sus ojos, pero notaba que su rostro no estaba tenso, si no mas bien relajado, como si ya no estuviese enojado.

No quería aceptarlo, creo que llevaba dos horas desde que le había visto sus ojos abiertos. Pero había muerto, quería seguir a su lado seguir embriagándome con su esencia hasta ya no poder sentirla mas, pero no pude hacerlo, su cuerpo se desvaneció, quedando unas cuantas plumitas regadas por donde una vez estuvo él.

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