Jonnes tenia razón,
Lauri no podía morir, si bien había muerto en la tierra por haber sido un
”mortal”, pero en Korppi tampoco había muerto, lo que realmente hizo fue
desaparecer su esencia de ese su lugar, su Trono. Y no porque no quería ser
rey, no. Sino porque descubrió su nuevo “yo”.
El “yo” por el cual
nunca quiso convertirse en rey, el “yo” por el cual había huido de Korppi, el
“yo” que había visto tornarse en su padre el día del accidente... el día que
vio morir a su madre en manos de su padre, pero ni aun así pudo llegar a sentir
odio por el, no podía hacerlo. No hasta ahora, que podía sentir de todo tipo de
sentimiento y de personas que jamás pensó sentir esto.
Dando tiempo al tiempo,
dejo pasar seis años terrenales, porque sabia que de la tierra jamás podría
desligarse, el haber descubierto sentimientos como el amor, el odio, habían
sido tan insultantemente encontrados por una ¡chica!. Una simple chica.
Las cosas no las podía
dejar sin terminar su ciclo, tenia que vengarse, tenia que deshacerse de esa
euforia que sentía por dentro desde el día que “murió”, sabiendo que la causa
de su euforia por venganza era su hijo. O algo mas?.
Sin pensarlo dos veces,
salió de su paradisiaca dimensión, muy lejana de Korppi y de la tierra, muy
lejana si quiera de una galaxia cercana. En donde todo era lo que quisiera que
fuera, usando tan solo su mente, para crear los lugares, personas.
Que claro
solo eran una ilusión a la mente, nada verdaderamente duradero.
Cuando un día sin
pensarlo, trajo a su vista nuevamente a Lykia, la única por la cual llego a
sentir amor si ¡amor!, su ira reino en el lugar, convirtiéndose todo a su
alrededor en escombros, fuego, catástrofe, personas llenas de sangre, *una
típica imagen de un holocausto* maldiciendo a todo pulmón, cayendo en sus
rodillas sobre la tierra negra.
Ya no quedaba ni la
mínima parte de lo que fue su esencia de paz, amor, o serenidad. Sus ojos
negros, el verde había desaparecido, sus rasgos se habían hecho mas duros, pero
aun conservando su natural belleza que se acentuaba mejor por el cambio de sus
ojos y si, lloro no mucho porque sabia, que la volvería a ver, si quería
terminar con Jonnes. Esa sed por verlo muerto, sed que provenía de su duro
corazón, el “don” por así decirlo de ser un Korppi había llegado a el, y ahora
no había ni el rastro de la bondad, afecto, ternura, compasión e incluso amor
en el.
Ahora tan solo, en esa
dimensión paradójica, pensado en cosas vánales que tuvo en Korppi o en la
tierra, dejando pasar el tiempo, tratando de no sucumbir en ese obscuro
corazón, sin lograrlo.
Se aproximo a la
tierra, y la podía sentir, aun siquiera de no haber entrado, sentía su esencia,
se contuvo, retrocediendo atrás y volviendo a su morada, no había pasado el
tiempo suficiente, si bien solo era rabia la que propagaba “ella”, no lo
toleraría e incluso podría llegar a matarla, y no quería haberlo porque muy en
el fondo sabia que no debía matarla, no quería hacerlo.
Dejo pasar el tiempo, y
se sumergió en la atmosfera.
La observo por varios días,
estaba en la universidad y tenia a otra persona a su lado. No fueron celos lo
que sintió de amor, sino celos, de que ella era feliz, felicidad que en otro
tiempo también pudo haber llegado a tener.
Apretando sus labios,
por no gritar, apretando sus ojos por no dejar sucumbir sus lágrimas, siguió
observándola.
Tenia que encontrar el
momento perfecto para verla frente a frente, pero siempre estaba con el, y eso
lo distraía, o mejor dicho lo contrariaba, es que acaso nunca se quedaba sola?,
Viendo que si seguía
esperando jamás se le presentaría ante ella, no le quedo de otra que hacerlo
precisamente cuando ellos decidieron irse de “vacaciones de fin de semana”.
Cosa tan fácil, pensar
en tener su cuerpo de vuelta, y traerlo
a la materia tangible solo por esta vez, única y exclusivamente para un
propósito y nada mas… o no?
Ella acababa de
despertarse, por un momento su pareja salió y apareció ante Lykia.
1 Soledad
Luego de haberla tomado
en cuerpo, haberla tenido como nunca la pude haber tenido, la dormí. La
contemple por un momento, sintiendo su aroma, en mi cuerpo. Y quería tenerla
así mas tiempo, solo para mi, y nadie mas.
Detuve el tiempo, no se
si pasaron varios minutos o horas, tan solo quería seguir contemplándola, le
quite la sabana que cubría su cuerpo, tan perfecto tan esbelto, y que debería
ser mío, solo mío y de nadie mas, en un
tiempo atrás amarla hacerla feliz y vivir por siempre felices hubiera sido la
cosa mas perfecta, pero no ahora, ¡ja! Eso no jamás.
Pero ahora ya eso quedo
atrás, jamás podre amarla… como lo hice. Ahora es un apetito salvaje que tengo
por ella, por su cuerpo, por su mente, por su ser.
Ahora puedo sentirme
mucho mejor el a muerto, Jonnes, hijo bastardo amar a mi mujer, mi única mujer,
lo que era todo para mi. Atreverse a insinuar matarme. Pero como son las cosas
¿no? El que acabo muriendo fue el. La suerte siempre estará conmigo.
Deje de contemplar, mi
… mi mujer? ya no es, mi amada? ja! Peor, mi amante? Será acaso ese el nombre
para ella tan simple y solo mi amante?, que complacerá mis placeres nocturnos?
Pero a que precio?, porque no le hare saber que estoy vivo, y que no soy el
mismo de antes. Eso jamás.
Aceptara?, ser solo eso
mi amante?, en todo caso si no lo hace, tendría que ver la forma de hacerlo. O
pobre Lykia, seré capas de jugar con tu frágil mente?.
Solo el tiempo lo dirá.
Lykia (p/v)
Comí el desayuno
preparado por Jari, pero no podía dejar de pensar, en mi supuesto sueño, pero
se que no fue un sueño se sentía tan real, todo de el, absolutamente todo,
estoy segura que no pudo haber sido un sueño.
Por suerte, Jari salió,
ni me moleste en preguntarle a donde iba, no me interesaba. En lo único que
puedo pensar era en Lauri, su forma de besarme nuevamente, su forma de tocarme,
su aroma, su forma de mirarme, aunque… sus ojos ya no eran mas verdes, su boca
ya no tocaba la mía con dulzura, esta vez fue con arrebato, ni con pasión, sino
como si me odiara.
Pero sigo divagando,
porque no puede ser posible que este vivo, si yo misma lo vi morir.
Al poco tiempo, llego
Jari y la estadía en Seinäjoki termino no porque el quisiera que acabara, se lo
pedí yo, no soportaba estar ni un minuto mas aquí.
Al llegar a la cuidad,
me despedí muy secamente de Jari, pero que otra cosa podía hacer si en mi mente
seguía rondando Lauri.
Tomé un taxi, y en
pocos minutos ya estaba en “nuestro” hogar. Reí un poco ante este pensamiento,
nuestro hogar. Ahora suena un poco vacio, no ahora siempre será así.
No se pero por alguna
razón me sentía muy emocionada de volver a casa, tal vez con la esperanza de
despertar de esta pesadilla de tantos años, y verlo, estando en nuestro hogar,
esperándome con su sonrisa habitual, sus ojos verdes contemplándome, a mi
dándome la bienvenida abrazándome en sus brazos, besarme con sus tiernos labios
… ¡basta! No tengo que soñar mas, no tengo q sufrir mas.
Entre y seguí en mi
pesadilla. Porque tuve que “soñar” con el?, ya casi había limpiando mi mente de
su recuerdo. Pero ahora como un fuego apagado alguien sopla, y su fuego
revivió.
El viaje nos había
demorado bastante, ya casi eran las ocho de la noche, y no había comido desde
el desayuno. Me di un rápido baño y me fui a la cocina. Entre tantos olores
mesclados, percibí nuevamente el suyo, tan mal me dejo el sueño que ahora asta
imaginaba su olor nuevamente?, sin darle mucha importancia a mi tonta cabeza,
porque lo estaba relacionando con las veces que el cocinaba.
Mis ojos llorosos, en
parte por la cebolla, pero también porque, sentí sus manos rozar por mi
cintura, hasta llegar a las mis manos y cortar al mismo compas las cebollas.
–para que la cebolla no
te haga llorar busca un cuchillo mas filudo–.dijo Lauri en mi
oído, acariciando el lóbulo con sus labios, bajando levemente por mi cuello,
inhalando el aroma.
Ya no continuaba
cortando nada, el lo hacia por mi, como siempre cortando con mucha destreza.
Pero no quiero voltear y verlo, se que no esta aquí, no lo esta.
–si lo estoy, mírame
Lykia– dijo Lauri tiernamente casi susurrando las palabras.
Aun no podía tomar el
cuchillo, el sentir su respiración, ¡su respiración! Oh dios mío es acaso ese
un indicio que no esta muerto?, siento como exhala el aire sobre mi, como
deposita pequeños y tiernos besos por detrás de mi lóbulo, las piernas ya no me
respondían sentía que me iba a desmallar, pero no tengo que verlo a los ojos y
ver que es real.
-mírame amor, no tengas
miedo mírame cree- siseo nuevamente en mi oído.
Mi respiración aumento
un poco, mi corazón parecía que iba a salir de mi pecho, quería verlo, claro
que si, pero … no no no tengo que dudar, no estoy soñando no lo estoy, solo un
poco un poco.
-solo un poco y nada
mas, y te darás cuenta q estoy aquí que te amo-esta ves sus palabras fueron en
un tono mas alto ya no susurradas, pero esa ultima palabra esa diminuta palabra
me sonó diferente?.
Sentí como se tenso
ante mi pensamiento, así que si me sonó diferente.
-mírame Lykia, se
consiente que estoy aquí que te… –dudo un poco, y prosiguió.-… extrañe q te
quiero.- termino de decir.
Todo mi ser quería
darse vuelta y poder ver su rostro, pero estaba el miedo o!! bendito miedo, de
pensar que fuera un sueño, porque si lo es no quiero despertar.
Como si todo fuera
nuevo para mi cerebro, las palabras seguían retumbando en mi cabeza,
<amo> ya no suenan igual, acento diferente? O?
-nada diferente, solo
tan solo … mírame,-
Nooooooooooo!!!! No
quiero, es que acaso no quiero verlo? No quiero acaso besarlo otra ves? Ahh!!
porque tenia muy claro que si lo tenia frente a frente eso seria lo primero que
haría, besar sus labios tan besables, dejarme llevar de su encanto, acariciarle
el cabello, mirarlo asta cansarme de tocarlo y seguir tocándolo para comprobar
que no es una simple alucinación.
Su risa disipo mis
momentáneos pensamientos. Su risa nuevamente volvía a escucharla nuevamente y
era tan clara tan nítida tan.
-mírame Lykia, no lo
pienses tanto y déjate llevar, mírame a los ojos y ve que aun hay amor y mucho
para ti, tan solo … mírame.-esta ocasión pareció mas una suplica el tono de su
voz.
Como negarme a ese
sonido tan encantador tan enigmático tan dulce, tan tan de él. No no podía
seguir resistiéndome, no podía dejar q me siguiera rogando por algo de lo cual
yo anhelaba hacer y sin embargo no lo hacia por temor simple temor ¡!ba!! al diablo con eso.
Nuevamente escuche su
risa, esta ocasión fue llena de gracia, casi juguetona.
Retire el contacto de
sus brazos q aun continuaban acunando los míos, solo en ese instante ya sentía
un vacio tan grande, no esto es peligroso, y si …
Deje en el aire las
palabras el volvió a rogarme.
-por favor Lykia amor mío
date la vuelta, mírame, bésame, tócame, tan solo date la vuelta y comprueba que
estoy aquí- concluyo el, con un tono de melancolía en sus palabras.
Como negarme, como no
hacer lo que me pide, y siendo una cosa tan sencilla, como voltearme y verlo.
Si verlo, nuevamente.
Solo voltéate Lykia
hazlo. Me dije, casi dándole la orden a mi cuerpo de obedecer.
Él se hizo un paso
hacia atrás, pero aun podía sentir su calor emanando de su cuerpo. Cerré los
ojos. Me voltee.
Un segundo mas tarde abrí
mis ojos, y caí al suelo sobre mis piernas, no podía articular ninguna palabra,
ninguna lagrima nada, absolutamente nada, tan solo podía quedarme ahí sobre el
suelo preguntándome porque? Porque?
PORQUE!!! Voltee.
Él ya no estaba.
Nuevamente traje a mi
mente el recuerde de su muerte, el día que murió frente a mi.
Me recosté en el suelo,
casi en posición fetal, cerré mis ojos y desee haber muerto en ese instante por
cualquier cosa, y no volver a pensar, no volver a soñar, no volver a sentir su
aliento, escuchar su voz, su risa, absolutamente nada, solo estar ahí y
desvanecerme si es que acaso era eso posible. Poco a poco mi mente se fue
cansando de tanto pensar, mis ojos de tanto llorar y mi corazón de tanto
sufrir, solo quería una cosa, no pensar, y morir ahí justo ahí sin volver a
despertarme jamás, solo morirme y terminar con esta agonía.
aaaaw como hace eso Lauri!! desaparecer asi nada mas! :c
ResponderEliminar