"Days go by like the wind and this life is too short" The Rasmus

jueves, 17 de noviembre de 2011

El Cielo Que Sabe A Infierno

Esta es una escena de mi fic-long Oblivion, que  mas adelante lo estaré publicando aquí.
Porque la publico ahora?.... bueno me encantó esta escena... y quise compartirla... 
Se trata de la traición que cometió la esposa de Eero con Lauri ....



***
Las campanas dieron su ultimo repique al salir de la iglesia, todos nos esperaban afuera sonrientes, las cámaras en mano grabando el día mas feliz de mi vida. Mi mirada viajaba por todos mis amigos, parientes y …Lauri, el también sonreía, y le sonreí de vuelta, todo había terminado bien entre nosotros y ahora solo viviríamos el futuro sin mirar atrás.


Nos montamos en la limosina blanca con destino a la resección, el regalo de Lauri, su recepción. Su casa.
Eero abrió una botella de champán mientras esperábamos a llegar a nuestro próximo destino. Reímos, bromeamos, y bebimos casi completamente la botella para cuando llegamos a la casa de Lauri.

El vestido era inmenso y no me permitiría disfrutar de mi fiesta con el puesto, pero el primer baile lo tenía que bailar con el puesto ya luego me lo quitaría.


El chofer nos abrió la puerta, Eero salió primero me tendió una mano y me ayudo a salir. Creí que entraríamos por la puerta principal, pero no, Eero me cargo en brazos sobresaltándome por su acto, pero me explico que Lauri nos tenía una sorpresa. Rodeamos su casa, atravesando el jardín externo y avanzamos mas, unos cuantos metros por detrás de su casa, y vi una gran carpa blanca, era inmensa parecía la de un circo solo se diferenciaba en el color.

El césped verde contrastaba con los pétalos de rosa blancos y rojos caídos sobre el, haciendo un camino hasta la carpa. En este punto mi corazón latía a mil por hora, cual era la sorpresa?, pero viniendo de él puede que nunca la olvide.

Cuando entramos escuche los primeros acordes de chelos, Eero me bajó y me tomo de la mano, avanzamos lentamente por el recinto, todos estaban de pie y observaban nuestro ingreso pero yo  no podía apartar mi vista del escenario. Ahí estaba Apocalyptica y Lauri con micrófono en mano. Me iba a cantar?. Sentí un revoloteo de emoción en mi estomago, mis rodillas temblaron pero el brazo de mi amado me ayudo a no caer.

Eero acerco su boca a mi oído y susurro las palabras.-Esta canción se llama “Solo Tu”, y es para ti amor.- y termino con un rápido beso en mi mejilla.

Pero yo no podía apartar mi vista del escenario, Lauri tenia los ojos cerrados así que no me miraba pero yo si. La melodía seguía y él no comenzaba a cantar, Eero me insto a bailar en ese momento.

Y él comenzó a cantar, su voz fue como un susurro al principio, pero luego su voz se hizo mas profunda. Nuestros pasos iban al compás de la música, y de vez en cuando me fijaba en su rostro, sereno, hermoso. Pero porque no abría los ojos?.  También no podía evitar verlo porque se miraba arrebatadoramente hermoso en su esmoquin gris, parecía salido de una boda real, con el tipo de corte de su traje, totalmente entallado hecho a la medida, su cabello prolijamente peinado hacia un lado.

La canción termino y el por fin abrió los ojos, pero no vi nada en ellos que llamara la atención, así que me relaje por un momento dudé que no estuviera feliz por mi boda. Lauri se acerco a nosotros y nos felicito con un beso en nuestras mejillas, e insto a que disfrutáramos la fiesta.

Y me di cuenta del pastel. Como no lo había visto antes?. Era de seis pisos pero el último era diferente, tenia la forma de una flor, y no cualquiera, era un tulipán rojo, y eso significaba amor eterno.

Para mi y Eero o …

El tiempo paso rápidamente que ni sentí la incomodidad del vestido, pero no podía seguir con el toda la fiesta. Ya había comido y bebido mucho, y mi traje corría el riego de arruinarse o romperse. Me acerque a Eero y le pedí que le pidiera al chofer  traerme el vestido, pero él me dijo que el vestido ya no estaba en la limosina, si no en dentro de la casa.

Relajada, me separe de Eero y me dirigí a la casa por fin me iba a liberar de mi vestido. Al salir de la carpa y encontrarme con el césped trastabillé un poco, así que me quite los tacones y los lleve en la mano. La sensación fresca del césped bajo mis pies fue muy gratificante, aliviando el malestar de mis sufridos pies.

Llegue mas rápido descalza, entré por la puerta de la cocina y me dirigí a la sala donde estaba mi vestido igual blanco pero mas sencillo de usar. Pero no estaba solo, junto a él estaba recostado Lauri en el sofá central de cuero negro, y en su mano un cristal con liquido café transparente. Tenia los ojos cerrados y creo no me había escuchado entrar, y  ayudo el que andaba descalza.

-Que haces aquí?.- le pregunté acercándome  mas. Que estaba bebiendo?. Y porque estaba aquí escondido de toda la gente?.

Él se sobresalto  ante el sonido de mi voz, y se incorporo un poco del respaldar del sofá.

-Luces hermosa.-dijo viéndome con una mirada… hambrienta de arriba a bajo. Ante su escrutinio retrocedí un poco, tal vez estaba un poco borracho y quien sabe lo que podría decir.

Esas no eran las palabras que espere por respuesta, así que me tomaron por sorpresa y no supe que responder rápidamente. Me quede viéndolo fijamente, él tampoco dijo nada, por unos segundos solo se escucho a lo lejos el bullisio de la fiesta.

-Vine por mi vestido.- lo señale. Él siguió la dirección de mi dedo, y sonrió cuando nos volvimos  a ver.

-Me gusta mas el que traes puesto.- en su voz note alegría, una verdadera satisfacción masculina. Hasta ahora ni Eero había reparado en el. Tenia un escote en v un poco pronunciado pero sin caer en lo vulgar, era de seda pura traído desde parís,  con detalles en diamantes y rosas bordadas, que cubrían mis brazos, y una cola larga.

Cierto Lauri, el vestido lucia hermoso.

-Gracias, pero es incomodo así que me podre ese.- quería que se fuera, no teníamos porque estar solos, ni ahora que ambos teníamos cierto nivel de alcohol en nuestro sistema y eso mas la emoción de verlo aquí era una mala convinacion.

-Te puedo ayudar?.-pregunto él desde la distancia. Me sobresalte ante su petición. Claro que no me podía ayudar, en que estaba pensando?.

-No. Vete Lauri es lo mejor.- me aparte un poco, cuando él comenzó avanzar. Pensé que darle espacio para su salida era lo mejor, pero se detuvo frente a mi.

-Digo, con el zíper que tienes atrás, prometo que no muerdo.- dijo elevando sus manos al aire en rendición. Su rostro era sin emoción alguna, así que no sabia si era verdad o mentira sus palabras. Pero cierto ocupaba ayuda con el zíper.

Me giré y quede de espaldas hacia él, lo sentí acercarse, posar sus manos en mi espalda lentamente.

Trampa eso era trampa. Mi espalda descubierta, captaba a la perfección su tacto … sensual dándome una sensación placentera, que me hizo estremecer por completo

-Lauri.- dije quedamente. Tenia que parar cualquier cosa que quisiera inicia él.

-Ya lo encontré!!.- dijo emocionado cuando toco el broche del zíper.

Lo bajo lentamente y aprovecho para pegar su nariz en mi nuca inhalando mi aroma y exhalando, deleitándome con la placentera sensación de aire cálido ahí en esa parte tan erógena de mi ser.

Ronroneó satisfecho por lo que encontró. Yo no dije nada, solo me limite a callar mi boca o podría salirse un gemido.

El ziper iba por la mitad, y cambio su nariz por sus labios en mi nunca, depositando un casto beso. Me estremecí desde los pies a la cabeza, sentir la suavidad de sus labios era una cosa completamente fuera de este mundo. Por un momento  perdí el balance por su toque, y él se dio cuenta justo a tiempo y me abrazo por detrás sosteniéndome por la cintura.

Ahora nuestros cuerpos estaban unidos, solo separados por nuestras ropas. Pego su boca en mi oreja y susurro de forma tan sensual, que sentí por un momento que mis rodillas fallarían.-Tienes frio.- no se de donde había sacado eso, pero podría asegurar que ni una pisca de frio sentía.

Su aliento me rozo el rostro pícaramente trayendo con si, el olor de su bebida.

Whisky.

Lauri tenia que estar borracho y por eso actuaba de esta manera, pero aun no me separaba de él. Que estaba esperando?. Que Eero entrara por la puerta y nos separara?.

-Estas borracho Lauri, es mejor que me sueltes, ya bajaste el zíper, así que gracias, pero lo demás lo puedo hacer yo sola.- intente separarme de su abrazo, pero fue inútil, él me apretó mas hacia el.

-Dije, que tenias frio.- deposito un beso fugaz donde latía mi arteria estrepitosamente. –Pero aún no he terminado de bajar el zíper, permíteme.-

Termino el abrazo y …sentí frio, y un escalofrió, poniendo mi piel de gallina. Escuche una leve risa de su parte, y el sonido del zíper acabado también. Pero no desperdicio tiempo, rápidamente desplego el vestido por la gran abertura que ahora tenia en mi espalda y al instante cayo al suelo, dejándome totalmente expuesta ante su mirada, solo con mi ropa interior blanca, y mi piel de gallina.

Que era por el frio, por su mirada, y por mis anhelos.

-Te lo dije, tienes frio.- y volvió a pegar su cuerpo contra el mío, posando sus manos en mi estomago, dándole lentas caricias en círculos con sus dedos, enviando una secuencia de sensaciones tan agonizantes que no pude resistir mas y se me escapo un gemido.

Esto ya era demasiado!!, gire mi cabeza para tratar de encararlo, ya que no podía hacerlo con mi cuerpo por su apretón cariñoso. Abrí  mi boca para ponerle fin a esto, pero solo encontré sus labios que se apoderaron de los míos en un beso hambriento.

Estuve apunto de ponerle fin, pero… creo el champán inhibió mi cordura y deje que continuara su tormentoso beso. No me sentía cómoda, quería mas de él, mas de lo que sabía podía darme. Me gire, y solo entonces él me lo permitió hacerlo. Y ahora si pude saborearlo mejor, mis manos buscaron entre su pecho, quería sentir su corazón, latía a gran velocidad, igual o mas que el mío, y eso me gustó.

Una de sus manos subió hasta mi nuca, y la otra a mi mejilla, aprisionándome contra sus deseos, dejándome a su voluntad.

Me soltó. Pensé que para buscar mas aire, pero no, entendí que el rabioso, y sensual beso había terminado y me sentí decepcionada. Pero era lo mejor.

Él se alejo de mi, y por un momento pensé que se marchaba, y eso me trajo un aluvión de tristeza, no quería que se fuera.

Me gire para ver que era lo que había llamado su atención, y comprendí que quería que me vistiera, al menos uno de los dos, tenia bien puesta la cordura.

Desdoblo el vestido blanco de seda, le abrió el zíper y seguidamente se agacho, esperando que avanzara hasta él, y permitirle que me vistiera.

Era algo sensato. Creí.

Me posicione dentro del vestido, y  comenzó a subirlo por mi cuerpo, jamás había sentido tal sensación al vestirme, el roce de la tela era demasiado contra mi sensible piel. Llego a mi estomago y se detuvo para depositar un fugaz roce de sus labios, subió mas y completo su tarea, subió uno de mis delgados tirantes hasta mi hombro y rozo con la punta de su lengua la protuberancia de el.

Eso casi me hizo estallar por completo. Sentir su respiración, su boca eran una cosa en mi cuerpo, pero sentir su aterciopelada lengua era el infierno. Y yo gustosa ardía en el.

Hizo lo mismo con el otro hombro y no resiste la descarga eléctrica de su íntimo tacto, atraje su rostro con mis manos y me apodere de sus labios carnosos en un furioso beso. Tenia que descargar mi frustración interna, al menos con sus labios, y creo me pase, porque sin darme cuenta le mordí el labio inferior.

Él paro el beso solo para desahogar la risa que tenía atragantada en su garganta, fue tan sincera y honesta, que me fue imposible no acompañar su alegría.

Pero no duro mucho, porque volvió a reclamar mi boca, y sentí su urgencia. Con un leve movimiento me despojo de mi vestido que con tanto esmero él me había colocado y al segundo después estaba otra vez expuesta, pero no por completo, al menos tenía mi ropa interior.

Hacia tanto que no saboreaba sus labios, sus besos, su tacto, que había olvidado lo maravilloso que era estar así junto a él.

Su siguiente movimiento me sorprendió. Me estaba quitando el sujetador. Acaso quería …?

Mi cerebro reporto la alerta a mi conciencia, pero mi cuerpo no le obedeció y no hizo ninguna protesta alguna ante lo que Lauri estaba haciendo con mi ropa interior, que segundos después estaba en el piso, ahora completamente desnuda y él aún vestido.

Nuestros labios seguían unidos, y nuestras manos viajaban de aquí por allá reconociendo lo que una vez fue nuestro. Él cuerpo del otro.

Con urgencia lo empecé a desvestir, pero el condenado traje era imposible para mi torpeza del momento. Pero eso no lo inmuto a elevarme con sus brazos; lo sentí dudar, y luego me deposito sobre la fría piel del sofá de cuero.

Se retiro un poco, tratando con desesperación de quitarse el ajustado saco, pero le paso lo mismo que a mi, su torpeza y urgencia se lo impidió. Así que hice algo que solucionaría todo el proceso.

Me acerque a él, colocando mis manos en el botón de su pantalón, por un momento me sentí estúpida, pero su sonrisa me quito esa sensación,  con urgencia se lo desabotone y seguidamente le baje el zíper, pero no estaba preparada para lo que vi a continuación.

No llevaba ropa interior así que me encontré de golpe con su masculinidad.

No me dejó deleitarme por mucho tiempo con lo que tenia ante mi vista, me tumbo nuevamente al sofá, lo abrace con mis piernas por su cintura y  sentí de golpe su intromisión dentro de mi.

Fue un aluvión de sensaciones que sentí en ese preciso momento: alegre, triste, ansiosa, deseosa, amada, excitada hasta mas no poder. Y lo que mas me llego  en lo mas profundo de mi ser, es que estaba siendo amada por Lauri, su ternura y pasión me envolvían y me reconfortaban, haciendo olvidar cualquier cosa que amenazar contra nuestra unión.

Ambos alcanzamos el clímax al mismo tiempo, el posiciono su cabeza sobre mi la mía y le dio un tierno beso, sentí todo el peso de su cuerpo, pero poco me importo a diferencia de sus palabras.

-Esto jamás …se puede volver a repetir, …jamás.- susurro entre jadeos. Aun fatigado por nuestra muestra de pasión.

Jamás?, y lo recordé, no era como antes, ahora estaba …casada. Oh por dios!!. Lo había olvidado por completo, que fue lo que hice?, le había dado mi noche de bodas a Lauri, en lugar de Eero, y no es que fuera mi primera relación intima, si no era el hecho del acto en si, luego de la boda, sigue la consumación de su amor.

Y yo que hice?, consumarlo con Lauri, precisamente con él, en plena fiesta, a unos cuantos metros de mi esposo y yo aquí sudorosa, pero satisfecha en los brazos de otro.

Le di un fuerte empujón y me aparte de su cálido cuerpo. Estaba temblando de culpa pero también de frio. Me abrace con mis brazos, él me miro acongojadamente, también sentía culpa. Se puso en pie, se subió su pantalón, y listo estaba totalmente vestido, y yo? Desnuda…y frente a su mirada.

-Tienes que darte una ducha, o va ha sospechar que algo te pasó.- dijo él sin apartar la mirada de mis ojos. Acaso tenia miedo de dejar vagar su mirada por mi cuerpo y que su control se cayera?. Si.

-No no.. ya he estado mucho tiempo ausente, tengo que irme.- me moví un poco en busca de mi ropa interior, pero el detuvo mis movimientos.

-Debes hacerlo Helena, tu apariencia grita a los cuatro vientos que acabas de echarte un buen polvo y no pretenderás decir que fue con tu esposo no?.-

-Tan mal me veo?.- sentí la preocupación salir por mi voz, que iba hacer si Eero o los demás me descubrían?.

-Eso nunca.- acaricio el borde de mi rostro con su mano.-Te ves tan radiante, pero es esa apariencia luego de una intimación con alguien la que te delata. Ven vamos.-

No me dio tiempo de protestar, me cargo en sus brazos y siguió andando por el pasillo de la sala hasta entrar a una habitación que supuse era de huéspedes, para ahí darme un merecido baño.

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